El Guía de la Villana 122
Porque la Luna estaba arriba (2)
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La voz de Lara desde el otro lado del receptor tenía un extraño eco. Era como una gota que cae en aguas tranquilas. Agitó su alma en forma redonda, desapareciendo sin dejar rastro cuando trató de encontrarla.
"Lara"
Demian bajó la mirada. Esta vez, apartó la mirada del auricular y se volvió hacia su mano vacía. Cada vez que extendía la mano, los bonitos dedos de Lara se acercaban de forma natural y se entrelazaban con sus largos dedos. Permaneció como una imagen posterior en su mente.
『Demian, Dios me dio algo raro. Te acuerdas, ¿verdad? Dijo que me daría un fuego para quemar al demonio』
"Me acuerdo"
『No tengo idea de cómo usarlo. Ni siquiera soy un hechicero y ni siquiera puedo usar la alquimia como Valentine.』
Lara habló tranquilamente de lo que había pasado esta tarde. A pesar de haber vivido algo sorprendente y absurdo, su voz era tan tranquila que Demian tuvo que imaginar con avidez lo que le había sucedido.
『Era una llama cuando apareció por primera vez, pero luego se convirtió en una forma humana. Dios dijo que solía llamarse el gigante de fuego. Pero es demasiado pequeño para ser un gigante, así que no sé qué decir』
"¿En serio?"
『Sí, es pequeño. Realmente pequeño』
"Has dicho gigante, así que debe ser más alto que los humanos, ¿no?"
『Nope』
"¿Es más pequeño que un humano? Es más pequeño que Konny?"
Demian recordó a Konny, la mujer adulta más pequeña que conocía. Pero tras soltar una breve carcajada, Lara dijo que ni siquiera era de ese tamaño.
『Te equivocas. Es tan grande como la palma de mi mano』
¿Cómo de grande era la mano de Lara?
pensó Demian.
¿Era así de grande? No, ¿era así de grande?
Mirar su mano y medir el tamaño de la mano de Lara le produjo un placer diferente.
Las puntas de sus dedos blancos y rectos tenían uñas redondas del color de
rosa pálido. Sus delgados dedos, como los de una persona sin articulación, siempre tenían un leve aroma. Lara tenía la costumbre de llevar su grueso cabello hacia un lado y, debido a ese hábito, sus dedos siempre olían al aceite perfumado de su cabello. Cuando se peinaba así, se podían ver sus hombros blancos y redondos y su cuello ligeramente inclinado. Era muy hermosa así. Lara era tan tentadora que Demian no podía aguantar sin tocarla.
Demian movió los dedos. La imagen posterior de los dedos de Lara entrelazados con los suyos desapareció en un instante.
"¿Es tan grande como la palma de tu mano?"
Apretó ligeramente el puño.
『Sí, de verdad. Es tan grande como mi palma. He oído que es una pieza que se desprendió del gigante de fuego... Pero no digamos un gigante, creo que debería llamarlo hada. De todos modos, a Konny le gusta mucho.』
"¿Konny?"
『Sí. Enciende las velas cuando las toca... La estufa se enciende, y la habitación se calienta cuando anda por ahí』
La voz de Lara se mezclaba con la risa.
¿Gigante de fuego?
Demian nunca había oído hablar de ello, pero al escucharla, podía imaginar cómo era.
"Si es útil, entonces es un alivio"
『Ahora dime. ¿Por qué me has llamado? No creo que tengas sueño... ¿Dónde estás ahora mismo?』
"Pronto llegaremos al Este"
『Todavía no hay problemas, ¿verdad?』
"Sí"
『¿Me llamaste porque querías escuchar mi voz?』
preguntó Lara. Demian había estado respondiendo bien a sus preguntas hasta ahora, pero ahora, demoró su respuesta un rato. Entonces, volvió a mirar al cielo y dijo.
"Porque la luna está arriba"
La luna, envuelta en una espesa niebla, brilló con una luz deslumbrante sobre su cabeza. Esta vez, Lara guardó silencio por un momento. Luego, se rió y se burló de él con voz traviesa.
『Pero la luna sale todos los días.』
"Entonces, debe significar que te extraño todos los días"
En el rostro de Demian surgió una sonrisa, cuya forma se asemejaba a la de la luna.
『Eres romántico』
Romántico.
Una vez más, Demian tuvo un sentimiento que nunca había existido en su interior. Se llevó el puño cerrado al pecho. Nunca había sentido amor, emoción, odio o celos desde que nació, pero conoció a una mujer, y se convirtió en un ser completamente diferente.
∘₊✧──────✧₊∘
Demian regresó con sus compañeros después de terminar su llamada con Lara. No pudo conciliar el sueño fácilmente ni siquiera después de acostarse. Cuando cerró los ojos, recordó el rostro de Lara, y cuando abrió los ojos, escuchó su voz. Su corazón estaba caliente como el de un enfermo. Estaba eufórico, siempre dando vueltas en la cama.
Demian recordó el primer día que la conoció. En aquel momento no tenía ni idea de su origen ni de su identidad, pero no sentía curiosidad ni ansiedad por ello. Desde que nació, respiró y vivió, sólo pensó que alguien le había dado a luz. No pensó que se arrepentiría de nada aunque un día muriera de repente después de haber vivido tan libremente.
Su vida cambió después de conocer a Lara. Tan pronto como sus ojos se encontraron con los de ella, el tiempo pareció pasar lentamente. La misma escena se repetía como un reloj roto. No fue hasta más tarde que supo que Lara era consciente de quién era.
Demian quería saber sobre la vida anterior de Lara. Esperaba que también tuviera recuerdos de esa época. Su herida sería profunda por haber sido rechazado y rechazado, pero estaba bien, porque era Lara. Era capaz de soportarlo. Más bien, quería revelar la realidad de la culpa que ella sentía y hacerle saber que no era sólo culpa suya. Estaba claro que la culpa estaba en él mismo, en su propio ser terriblemente autodestructivo.
Estaba locamente satisfecho de que el hombre al que Lara amaba tanto como para querer retroceder el tiempo fuera él, pero estaba insoportablemente enfadado por no poder compartir los recuerdos de esa época.
Lara dijo que podría retroceder incluso varias veces y volver a empezar por Demian. Podría morir sonriendo ahora mismo por ella.
Destinado a ser el señor de los demonios. ¿Qué pasa con eso?
'Los demonios se comen a otros demonios para hacerse más fuertes. ¿Así que si me como a todos los demonios que descienden a esta tierra y me convierto en el señor de los demonios, puedo ir al infierno?'
Para evitar que el mundo de Lara sea destruido, Demian debería ser el señor de los demonios y proteger las puertas del infierno. Tal vez eso era lo que Dios quería al final. Demian se recostó en su asiento y pensó en eso por primera vez.
Unas nubes oscuras cubrían la luna. La luz de la luna que iluminaba la noche, aunque brumosa, desapareció sin dejar rastro. La niebla húmeda comenzó a descender del cielo nublado y negro. El aire se volvió pesado y el pecho de Demian se congestionó. Fue un cambio muy repentino. Aunque las nubes sólo cubrían la luna, todo lo que antes brillaba maravillosamente en el suelo contenía ahora una ominosa oscuridad.
Demian se levantó. Parecía que Lampion no podía dormir también.
"¿Qué?"
Durmiendo en el mismo edificio de almacenes que Demian, Lampion se levantó con un sonido crepitante.
"Me siento extrañamente desagradable"
Luego, miró rápidamente a su alrededor. Antes de irse a la cama, Lampion confirmó el número de sus compañeros y definitivamente contó un número impar, pero ahora, sumaba par.
"¡Maldita sea! Somos un número par. Ya les he dicho que dejen de entrar"
"Cállate"
"Estos gamberros, sólo me ignoran..."
"Oigo un grito"
Demian levantó el dedo y se lo llevó a la boca. Lampion cerró la boca, a pesar de estar todavía enfadado. Luego, dobló su gran cuerpo y caminó como un gato. Abrió una ventana y prestó atención al exterior.
Demian tenía razón. Lampion podía oír a la gente gritando desde no muy lejos, su rostro se endureció en un instante.
"Los edificios de la granja están todos muy separados. Hoy había muchos que querían dormir bajo un techo, así que tuvimos que dispersarnos. Por qué precisamente hoy..."
"¿Qué pasa con Domino?"
"Dijo que dormiría fuera"
"¿Y Oscar?"
"Los granjeros lo invitaron a cenar y me dijo que dormiría dentro de la casa"
"A estas alturas, los dos se habrán dado cuenta y se habrán despertado"
Era mejor estar dispersos, sus compañeros no se dejarían vencer tan fácilmente. Tenían mucha experiencia en la lucha contra adoradores de demonios y hechiceros negros, así que debían saber cómo responder. Demian sacó la espada que llevaba en la cintura. Luego, susurró a Lampion.
"Despierta a los bárbaros que están durmiendo y reúnanse en un lugar. Muévanse a una zona amplia si es posible y prepárense para la magia"
"De acuerdo. ¿Y tú?"
"Encontraré a los hechiceros y los mataré"
Esta niebla ominosa era claramente un acto de los hechiceros negros. Si los hechiceros negros eran asesinados, el poder de los bárbaros sería suficiente para derrotar a los adoradores del demonio.
Al salir volando del almacén, en el rostro de Demian se formó una aguda sensación de sed de sangre. Sus labios se crisparon y un aliento húmedo fluyó entre sus dientes. La excitación envolvía su cuerpo, asemejándose a la locura. Era una noche depredadora.
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