DALDT 139

Miércoles 31 de Mayo del 2023

Debido al límite de tiempo, se convirtió en la nuera del villano 139

Traducción Coreano-Español: Asure

Parpadeé cuando alguien hizo un gesto para moverme.

"Oh, Laria".

dijo Evan tímidamente.

"Parecías incómoda, así que intenté tumbarte, pero te despertaste".

Miré a mi alrededor y ya estaba oscuro. Obviamente me había quedado dormida bajo la cabeza de Evan.

"Me siento como una gilipollas por haberme quedado dormida ahí".

Evan suspiró, pasándose una mano por el pelo.

"No, Nathan me lo contó todo. Dijo que has estado viviendo con muy pocas horas de sueño".

"Sí".

Evan me cogió en brazos y me colocó suavemente sobre la cama antes de tumbarse a mi lado.

Ahora que lo pensaba, hacía mucho tiempo que no nos tumbábamos así el uno al lado del otro desde que éramos muy jóvenes.

"Sólo voy a ver cómo estás una vez más".

Evan contestó secamente y cambió de tema.

"Estoy segura de que no estoy soñando, y tú... sabes que he mejorado, ¿verdad?".

Le miré a los ojos enrojecidos y contesté.

"No, no has mejorado".

Añadí rápidamente, justo cuando la desesperación empezaba a aparecer en los ojos de Evan.

"Porque ya me gustabas".

"¿Eh?"

"Te dije que me gustabas, hace mucho tiempo".

"..."

"Incluso te di una nota del joven maestro Gerdi, ¿y de verdad no te diste cuenta?".

Sonreí con satisfacción, tomando primero la mano de Evan.

"Me escapé para devolverle la vida a Matilda, para darte una infancia feliz...".

Evan me miró un momento, respiró hondo y volvió a bajar las mejillas.

"¡Evan!"

"...Esto no es un sueño."

"¿Por qué es un sueño?"

"Entonces dímelo otra vez".

Suplicó con voz temblorosa.

"Sólo una vez más."

"Me gustas, Evan. Me gustas de verdad, quizás desde hace mucho tiempo".

"Por favor... Sólo una vez más".

"¿Quieres que lo repita toda la noche?"

"No, te dolerá la garganta. Pero una vez más. Serena dijo que nunca deberías quedarte embarazada, pero eso también es mentira, ¿verdad?"

"¿Lo dijo?"

Nunca había oído a Serena decir algo así, y o fue hace mucho tiempo o no lo recordaba.

'O estaba borracha y lo dijo y se cortó la película y se olvidó'.

Supuse que tendría que preguntárselo más tarde.

"No sé, ¿quizás Serena estaba borracha cuando lo dijo?"

"Parecía borracha".

Tenía una vaga idea de lo que estaba pasando. Mientras me perdía en mis pensamientos por un momento, Evan me acarició el pelo y volvió a hablar.

"Duro".

Su susurro bajo y acalorado me congeló en mi sitio.

"Cuando amas... Cuando amas algo, lo quieres".

El corazón me dio una pequeña punzada. La culpa de que él se preocupara demasiado por mí mientras yo fingía estar enferma.

"Pero, Evan. Sabes que no soy la misma persona que has estado viendo durante siete años".

Quería decirle que la mujer a la que tanto amaba era una versión diferente de mí, pero él negó con la cabeza.

"No me gustabas porque fueras débil y agradable, más bien...".

Añadió tímidamente.

"Me emocioné cuando me diste órdenes en el banquete".

La imagen era un poco extraña, ya que se sonrojó vergonzosamente con su fea cara.

"Ordéname otra vez".

Me quedé en silencio un momento, imaginando un perro de aspecto muy fiero moviendo la cola.

"El viejo yo tenía razón".

-Bueno, no se sabe cómo se comportará cuando esté sana.

"De todos modos, creo que me va a gustar a pesar de todo".

Pero sentí que sabía lo que era ese sentimiento. También retrocedí en el tiempo, porque si tenía recuerdos, quería volver a ver a Evan, por muy grande que fuera.

Mientras pensaba en ello, Evan dijo hoscamente.

"Fue duro".

"... ¿Eh?"

"Me gustabas, pero no podía decírtelo, y quería abrazarte, pero no podía ponerte las manos encima porque tenía miedo de no poder controlarme".

"..."

"Eso fue muy duro, Laria".

"¿Lo fue?"

"¿No te doy pena?"

"¿Eh?"

"Laria."

Me apretó la mano.

"... Si sientes lástima por mí, por favor, vuelve a Icard".

Respondí sin dudarlo.

"No es porque sienta pena por ti, ya he decidido volver".

"Entonces... ¿Seguirás siendo mi esposa, como hasta ahora?".

"Sí."

Respondí, y él sonrió satisfecho. Y de repente su lastimero humor de cachorro cambió radicalmente.

"Ahora no puedes faltar a tu palabra".

Desapareció el lastimero retorcimiento, y en su lugar apareció una mirada oscura y amenazadora mientras me acariciaba lentamente la mejilla.

"Laria... Bueno, hay tantas cosas que quiero hacer ahora mismo... Llevo tanto tiempo aguantando esto...".

"¿Eh?"

No hubo más palabras; se inclinó hacia mí y me besó.

Obviamente, ya nos habíamos besado antes, así que no era la primera vez, pero mi corazón volvía a latir con fuerza y empezaba a ponerme de puntillas.

Sus manos se movían perezosamente por mis mejillas, los lóbulos de mis orejas y mi cuello. Es como si estuviera asimilando todo lo que yo sólo había visto con los ojos. Los movimientos en mi boca eran bruscos, pero el tacto a lo largo de la nuca y por la clavícula era tan tierno y cuidadoso que resultaba desconcertante.

Pensé: "Es cuidadoso con la primera, pero brusco con la segunda, así que la próxima vez...".

"Mmmm, mmmm...."

No pude soportarlo más, así que apreté con más fuerza su brazo, y sus labios se separaron decepcionados. Pero en lugar de eso, trazó lentamente círculos en mi hombro con sus dedos más gruesos y susurró en tono lánguido.

"Dijiste que me dejarías".

Fue un gemido, pero ya sabía que era artificial.

"Dijiste que me dejarías hacer cosas peores"

"Sí... Me da vergüenza, pero... Bueno, yo iré primero...".

Respondí dubitativa, y los ojos de Evan casi se desenfocaron ante mis palabras.

"Um, ¿primero?"

"Sí. Porque te he hecho esperar mucho".

Me sentí como si estuviera tratando de entrenar a una bestia que ya estaba fuera de sí. Me reí un poco y luego agarré la mano de Evan, que parecía estar a punto de girar un poco.

"Fuera está oscuro, pero si dormimos así cogidos de la mano, un bebé...".

Y esa noche aprendí por las malas cómo meterte con una bestia desquiciada puede traerte problemas.

***

A la mañana siguiente, comimos juntos por primera vez en mucho tiempo. Dormir en la misma habitación y desayunar juntos era tan refrescante que parecía la infancia.

"Por supuesto, había un mundo de diferencia con la infancia...

Evan era obviamente el que no había dormido bien, pero su cara parecía fresca por primera vez en un día, mientras que la mía estaba ligeramente cansada.

"Espero no estar soñando".

dijo Evan lentamente, con el desayuno delante de él.

"Uno de esos sueños raros en los que sale un demonio y habla un gato".

No pude evitar suspirar pesadamente.

"Evan, tengo el labio hinchado...".

Ayer, si yo había mostrado algún signo de lucha, él había utilizado ese truco onírico para conseguir al menos un beso más.

"Lo haré".

Finalmente, tras un bautismo de besitos en la frente, las mejillas y la punta de la nariz, pude desayunar. Comencé la conversación en serio.

"He oído que usaste la droga de la verdad con un sirviente del barón Ravonis".

Sinceramente, cuando oí el nombre de "Audrey", me pregunté si lo habrían torturado hasta la muerte. Pero cuando Nathan me habló de la droga de la verdad, me sentí aliviada e incrédula a la vez.

Había visto a Medor usarla y creía que se estaba filtrando, pero no me había dado cuenta de que Evan había hecho lo mismo. Era claramente ilegal y un delito punible.

"No pude evitarlo, me volví loco".

Había oído que la verdad sólo sale a la luz en presencia de alguien con una fuerte aura de magia negra. Me mordí el labio inferior y puse los ojos en blanco un momento antes de preguntar lo más importante:

"¿Cuánto le pagaste al mago?".

"¿Eh?"

"¿Cuánto le diste? Sabía que se la podía comprar desde que dijo algo sobre el mecenazgo o algo así".

"Oh... no le pagué mucho".

"Te das cuenta de que estás a cargo del presupuesto, ¿verdad? Cuánto dinero gastaste en esa droga loca, vamos."

"Mi, mi propio dinero".

Evan cambió rápidamente de tema, como si se hubiera dado cuenta de mi saliencia.

"Después de todo, así evitaste que ese sirviente saliera herido".

Por supuesto, me había enterado por Nathan de que el criado, Paul, estaba efectivamente bien, aunque ahora estaba ingresado en un hospital público. Incluso está recibiendo el mejor tratamiento y descansa en una habitación individual.

"Dios mío, ¿cuánto cuesta un día en el hospital? ...."

"Te dije que era una habitación individual. Sácalo de ahí. El criado también necesitará más libertad ahora".

"Sí".

Evan respondió inmediatamente.

"Si tienes alguna otra orden, dímelo".

Sus ojos centellearon de forma hechizante.

"Porque estoy excitado".

"..."

Me di cuenta de que podía ver por qué me había sentido tan intimidada por Evan todos estos años.

No podía evitar pensar que era algún tipo de extraño afecto ya que me había estado ocultando estas cosas. Su tacto era increíble, es sólo que me creí la mentira de que Evan no me quería como mujer.

"Más que una orden... hay una cosa más que quiero decir".

Sonreí satisfecho mientras empujaba el pastel hacia él. Tenía que decir algo que había hecho todos los años hasta ahora, algo que la vieja Laria había deseado tanto decir.

"Quería decirte feliz vigésimo primer cumpleaños".

"Feliz cumpleaños"

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