Aflicción de Amor 54
Casarse y vivir juntos, parecía legítimo.
Más bien, no vivir juntos parecería extraño.
Shi Niannian se quedó sin excusas, sus dedos se entrelazaron con torpeza, balbuceó un buen rato y luego, con resignación, levantó la cabeza:
—No estoy acostumbrada.
—¿No eres una cerebrito?
Su voz se alargó con un tono malicioso.
—Acostúmbrate estudiando, de todas formas, tarde o temprano tendrás que descansar.
Esto es algo que simplemente no se puede aprender, pensó Shi Niannian.
Pero Jiang Wang no la escuchó, se movió un asiento hacia un lado y se acercó a ella. Al segundo siguiente, posó su mano sobre su muslo. Ella llevaba unos pantalones cortos de mezclilla de largo normal, que al sentarse se deslizaron ligeramente hacia arriba, dejando al descubierto una gran parte de su piel delicada.
Jiang Wang había estado deseándolo durante mucho tiempo.
Sus movimientos fueron naturales y hábiles, como si tocara el reposabrazos de una silla en lugar de un muslo ligeramente frío y blanco.
Su mirada estaba ligeramente baja, sin ocultar nada, directa y descarada.
Shi Niannian sabía que no la dejarían irse esta noche.
Esta zona estaba lejos de las paradas de transporte público, y probablemente no podría conseguir un taxi en un rato. Si Jiang Wang decidía no llevarla de vuelta, probablemente no tendría esperanzas de volver a casa esta noche.
Entre dos males, el menor.
—¿Tienes una habitación de huéspedes aquí?
—No.
Ella no le creyó, murmuró en voz baja:
—Tu casa es tan grande, ¿cómo es posible que no tengas una?
—De verdad que no.
se reclinó, con los brazos cruzados.
—Vivo solo en esta casa, me da pereza arreglar una habitación de huéspedes.
—……
Shi Niannian no se oponía, pero sentía que dormir juntos así era demasiado rápido, aunque la velocidad a la que se habían casado era aún más ridícula. Pero la idea de tener que dormir en la misma cama con él en pijama, con sus respiraciones mezclándose, y la posibilidad de tocarse al darse la vuelta, era algo que Shi Niannian no podía aceptar psicológicamente.
Hasta antes de ayer, su relación se limitaba a besos y tomadas de la mano, pero ahora de repente iban a dormir en la misma cama. Era un poco aterrador.
Pero ahora no había vuelta atrás.
Jiang Wang se levantó y dijo con indiferencia:
—Vamos.
—¿No vas a recoger los platos?
Ella hizo un último intento.
Jiang Wang dijo con voz suave:
—Alguien los lavará mañana.
Lo siguió al dormitorio, con el mismo estilo de decoración minimalista que el resto de la casa.
Jiang Wang abrió el armario. Después de mudarse, solo había traído los trajes que usaba para trabajar habitualmente. No tenía ropa holgada y cómoda para dormir. Después de buscar un poco, solo encontró un uniforme escolar de manga corta de verano en un cajón.
Era talla XXL, Shi Niannian podría usarlo como camisón.
—¿Qué tal si te pones esto por esta noche?
Él le entregó la camiseta de manga corta.
—Está bien, ¿Aún tienes tu uniforme escolar aquí?
—Lo cogí por error antes.
Jiang Wang tenía la costumbre de deshacerse de la ropa vieja en cualquier momento. La ropa anterior ya casi la había tirado toda, solo el uniforme de la escuela secundaria número uno no se había atrevido a tirar, así que siempre lo había guardado cuidadosamente en el armario de su antiguo apartamento. Luego, al mudarse, no sabía cómo se había traído una prenda.
Shi Niannian fue a ducharse primero, Jiang Wang todavía tenía algo de trabajo sin terminar.
Su dormitorio era muy grande, y en una esquina había un escritorio improvisado para ocuparse de asuntos urgentes.
Shi Niannian se demoró mucho en el baño. Jiang Wang solo le había dado una prenda para usar como camisón. Después de ducharse, lavó a mano su ropa interior, la secó con el secador y se la volvió a poner.
Se miró en el espejo, sus mejillas estaban sonrosadas por el vapor del baño, su cabello aún no completamente seco caía suavemente sobre sus hombros, una zona húmeda se extendía por sus clavículas y el hueco de su cuello.
Al salir, Jiang Wang estaba de pie junto a la ventana, dándole la espalda, hablando por teléfono con voz seria y firme:
—No importa qué medios utilices, debemos quedarnos con la empresa SK.
Al escuchar el ruido detrás de él, sujetó el teléfono y se giró.
La joven tenía el cabello mojado, lo que hacía que sus mejillas fueran aún más blancas y sus pupilas más negras. El dobladillo de la prenda le llegaba hasta la mitad del muslo, sus piernas eran delgadas y blancas, su piel delicada como un jade blanco de valor incalculable. Había varias manchas de agua en la ropa, pegándose a su cintura, delineando vagamente su cintura y huesos de la cadera.
Especialmente el uniforme escolar que llevaba puesto le dio a Jiang Wang la ilusión de ver a la Shi Niannian de la secundaria.
Tragó saliva, su nuez de Adán subió y bajó.
La voz al teléfono lo llamó varias veces 'Presidente Jiang'. Él volvió en sí y dio algunas instrucciones más antes de colgar.
Shi Niannian se movió torpemente hacia el borde de la cama, y luego sintió que no era apropiado sentarse, así que se quedó de pie y preguntó:
—¿Aún no has terminado de trabajar?
—Ya casi.
Jiang Wang ni siquiera se atrevió a mirarla de nuevo, su razón estaba peligrosamente al borde del colapso. Tomó su pijama y rápidamente entró al baño.
Shi Niannian fue a la sala de estar a buscar sus apuntes de la clase de hoy. Todavía tenía algunos puntos que no entendía, se sentó en la esquina de la cama y tomó un bolígrafo para anotar algunas cosas.
Cuando Jiang Wang salió, ella todavía estaba escribiendo, muy concentrada, sin darse cuenta de que él había salido, hasta que él se sentó a un lado de la cama, hundiendo un poco el colchón. Ella se sobresaltó y las articulaciones de sus dedos que sostenían el bolígrafo se pusieron blancas por la fuerza.
Él se metió bajo las sábanas, se inclinó y bloqueó la luz que originalmente caía sobre su cuaderno.
—¿Tienen tarea el primer día?
—No es tarea.
bajó la mirada al cuaderno.
—Son algunas notas que no entendí antes.
—No mires más, míralas mañana por la mañana.
Shi Niannian guardó el cuaderno y lo puso en la mesita de noche.
Jiang Wang extendió la mano:
—Acércate un poco, quiero tocar tu cabello para ver si todavía está húmedo.
Shi Niannian se agarró el cabello dos veces:
—Está seco.
Luego acercó la cabeza a Jiang Wang para demostrar que efectivamente estaba seco.
Entonces Jiang Wang apagó la luz, el dormitorio quedó en la oscuridad. Shi Niannian se deslizó lentamente bajo las sábanas y alisó el dobladillo de su ropa, pero al fin y al cabo no era un camisón de verdad, solo una camiseta de manga corta, que siempre tendía a subirse.
Jiang Wang no hizo ningún movimiento más. Ella se acostó en el borde de la cama y, después de dos minutos, escuchó su respiración tranquila detrás de ella. Soltó un ligero suspiro de alivio y lentamente se encogió hacia atrás, durmiendo más cómodamente.
Probablemente había rociado algo de fragancia para dormir en su almohada, una mezcla de lavanda y naranja. Shi Niannian rozó suavemente su mejilla contra ella y, justo cuando estaba a punto de dormirse, un brazo fuerte se extendió y la rodeó por la cintura.
Él la atrajo hacia sí abrazándola por la cintura. Shi Niannian casi sintió que su espalda chocaba contra su pecho.
Sintió un aliento cálido en la nuca.
—¿Tienes clase mañana por la mañana?— preguntó él en voz baja.
—Tercera y cuarta hora, de diez a once y media,— respondió Shi Niannian en voz baja.
—Mañana tengo que irme de viaje de negocios.
—Mhm,
respondió ella, y luego sintiendo que su reacción era fría, añadió:
—¿Por cuántos días?
—Cinco días aproximadamente. Si las negociaciones van rápido, volveré antes.
Shi Niannian sintió que el brazo que la rodeaba por la cintura se apretaba un poco más, y al mismo tiempo sintió un roce cálido en la nuca.
—Mañana haré que alguien traiga tus cosas de tu apartamento. Envíame tu horario de clases y haré que alguien te recoja y te lleve a la universidad. Si necesitas algo, que lo compre. Habrá alguien en casa para cocinar. Si planeas comer fuera, solo díselo a la señora de la casa.
La voz del hombre era grave, organizando todo de manera impecable.
En realidad, era bastante exagerado, preparándole comida, ropa y transporte. Pero en la oscuridad y el silencio del dormitorio, el hombre la abrazaba y le hablaba en voz baja al oído, como si estuvieran aislados en un pequeño espacio cerrado, susurrando secretos. La sensación de intimidad y privacidad hizo que Shi Niannian no quisiera negarse en absoluto.
—Mhm.
—Está bien.
Al segundo siguiente, Jiang Wang abrió los labios en su nuca y mordisqueó suavemente un trozo de piel con sus dientes.
Estaba húmedo, un poco entumecido y un poco punzante.
Shi Niannian tembló incontrolablemente:
—Duele…
—Ni siquiera usé fuerza.
rió suavemente él.
—No me muerdas.
—Está bien, entonces hagamos algo más cómodo.
Su mano se deslizó hacia abajo, su dedo índice rozó su muslo, levantando un poco el dobladillo de su ropa.
Shi Niannian abrió los ojos con confusión en la oscuridad, y rápidamente sujetó su muñeca:
—Jiang… Jiang Wang, no.
—No haré nada, cariño.
su respiración era pesada, su otra mano separó las manos de ella y las inmovilizó, mientras seguía levantando su ropa, su voz ronca como un hechizo.
—Déjame tocarte.
Shi Niannian, asustada, no paraba de forcejear y retorcerse, pero sus manos estaban firmemente sujetas por él, sin poder liberarse en absoluto. La mano izquierda de Jiang Wang se posó sobre su pecho, amasándolo de una manera extremadamente lasciva.
Ella se sintió invadida por una vergüenza desconcertante, gimoteando y dejando escapar pequeños sonidos.
—Jiang Wang... ya no lo hagas.......
Ella estaba tan ansiosa que casi lloraba, el borde de su ropa ya había sido levantado hasta por encima de su pecho.
Él se giró, besando sus labios con urgencia, sus piernas separadas a cada lado de ella, sus movimientos eran rudos y apresurados.
Un tacto duro presionó su bajo vientre, la tenue luz de la luna se filtró, la mandíbula del hombre se tensó, sudor resbaló de su sien, se juntó en su barbilla, sus ojos oscuros y profundos, muy sensuales.
Era la primera vez que él, frente a Shi Niannian, mostraba un estado de ataque completamente masculino.
Él extendió la mano para apartar su cabello revuelto detrás de su oreja, su pulgar presionó sus labios húmedos y la besó de nuevo.
No se supo cuánto tiempo pasó antes de que Jiang Wang se levantara, al poco rato se escuchó el sonido del agua del baño.
Shi Niannian yacía en la cama, su respiración aún agitada, sus ojos enrojecidos por las acciones de hace un momento. Aspiró por la nariz y metió la mano debajo de las sábanas para bajar su ropa de nuevo.
Había varias marcas rojas de dedos pellizcados en su pecho, que aún sentía arder y entumecer, luciendo 'indecente'
El ruido del agua en el baño cesó, Jiang Wang salió y tomó una computadora portátil de un lado.
Shi Niannian lo miró escondida bajo las sábanas:
—¿A dónde vas?
Él giró la cabeza:
—Todavía tengo algo de trabajo sin terminar, tú duerme primero, volveré cuando termine.
Shi Niannian levantó la vista para ver la hora:
—Es tan tarde, ¿aún no vas a dormir?
Él sonrió, sus ojos oscuros la recorrieron:
—¿Planeas atormentarte a ti misma o atormentarme a mí?
Ella se quedó sin palabras, Jiang Wang dejó caer un 'duerme primero' y salió del dormitorio con la computadora portátil.
Ella no recordaba exactamente cuándo regresó Jiang Wang, solo recordaba vagamente, entre el sueño y la vigilia, que el lado de la cama se hundió y una temperatura cálida se pegó a su espalda.
A la mañana siguiente, Jiang Wang se preparó para ir al aeropuerto.
Shi Niannian abrió los ojos con somnolencia, aún sin despertar por completo, Jiang Wang se agachó junto a la cama y besó su frente, diciendo en voz baja:
—Me voy, duerme un poco más.
Ella se frotó los ojos:
—¿Viaje de negocios?
—Mmm.
—Qué temprano.
Claramente, antes, cuando iba a la escuela, siempre parecía falto de sueño, pero ahora, después de dormir solo unas horas, ya tenía que levantarse de nuevo.
Shi Niannian abrió los ojos y lo miró. Él ya estaba vestido y aseado, no se veía ningún rastro de cansancio.
Después de que Jiang Wang se fue, Shi Niannian se echó otra siesta y luego se levantó. Al bajar las escaleras, se quedó mirando por un momento a la mujer que estaba abajo y la reconoció: era la secretaria de Jiang Wang, a quien había visto el día anterior.
—Buenos días, señorita Shi. Soy la secretaria del señor Jiang. Me apellido Zhao.
dijo en voz amable.
—Señor Jiang me pidió que le trajera unas mudas de ropa. Las pertenencias de su antiguo lugar también llegarán esta tarde.
—Ah… gracias.
respondió ella, tomando las bolsas de ropa.
Al regresar a la habitación para cambiarse, encontró no solo un vestido, sino también ropa interior. Esa sensación de que un desconocido eligiera su ropa más íntima le hizo ruborizarse de inmediato.
Mientras tanto, abajo, la secretaria Zhao, con su sonrisa profesional de siempre, la despidió con cortesía hasta que Niannian entró a su cuarto. Entonces, su actitud cambió por completo: sacó el celular como un rayo, abrió un grupo de chat y soltó una avalancha de letras:
-¡Aaaaaaaaahhhhhhhhhh!
-¡Chicas!!! ¿Se acuerdan de la muchacha que dije que ayer subió con Jefe Jiang al piso 19?
-¡Esta mañana me pidió que le comprara ropa de mujer para llevar al castillo de Drácula ese que tiene! ¡Adivinen a quién vi!
-¡¡¡La chica salió del dormitorio!!! ¡¡¡Del dormitorio del jefe Jiang!!! Estoy llorando, ¡¡¡nuestro jefe por fin tiene vida sexual!!!
-¿Quién es? ¿Es guapa? ¿De buena familia?
-¡Ni idea, nunca la había visto! ¡Tiene una pureza invencible! Se ve súper joven, traía puesto lo que parecía un uniforme escolar de prepa…
-¿¿¿¿¿¿¿¿Quéeeeeeeee?????? ¡Siempre dije que el jefe Jiang, con lo poco que se acerca a las mujeres, el día que lo hiciera iba a ser un depravado!
-¡No es realmente una estudiante de secundaria! Creo que ahora estudia un posgrado en la Universidad B… tal vez es… algún tipo de juego vergonzoso.
-¡Ewww!
Shi Niannian bajó tras cambiarse. Al ver que la secretaria Zhao aún estaba allí, dudó un momento y le preguntó con cortesía:
—¿Necesita algo más?
Zhao guardó el celular de inmediato y, en un segundo, recuperó su expresión profesional. Sonrió con gracia, como si no acabara de escribir la palabra 'play' en el chat.
—¿Le quedó bien la ropa?
preguntó con una sonrisa.
—Mmm… gracias, sí.
—Me alegra. Usted tiene clase a las diez, ¿cierto? Desde aquí hasta la Universidad B hay unos cuarenta minutos en auto. Puede empezar a alistarse.
Jiang Wang básicamente le había asignado una secretaria a ella también.
—De acuerdo, voy por mi mochila.
—Muy bien.
respondió Zhao, manteniendo la sonrisa.
Tan pronto como la chica se dio la vuelta, Zhao bajó la cabeza y sacó de nuevo el celular:
-¡Chicas, esta 'esposa de Jiang' es TAN niña! ¡Lleva mochila! ¡¡¡De las de dos tirantes!!! ¡Nuestro jefe escondiendo a semejante bebé en su casa de oro, no tiene madre!
Shi Niannian bajó de nuevo, esta vez bostezando.
La secretaria Zhao la miró con una mezcla de ternura y lástima… y aprovechó para lanzar un último mensaje al grupo:
-¡Con lo duro que es estudiar en la Universidad B y aún así tiene que desvelarse para atender a nuestro jefe! ¡Cada profesión tiene sus penas, hermanas!
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