Marquesa Maron 156
Arco 33: Mediados de verano, 'Haley no está muerta' (4)
El Paladín gritó. Los soldados, abandonando al Paladín que se había desmayado y caído, huyeron en todas direcciones.
Podría haberlos convertido a todos en monstruos. Con solo tocar ligeramente el núcleo imperfecto de la energía oscura, todos se habrían convertido en monstruos y habrían enloquecido.
Aquellos que no se convertían en monstruos probablemente serían los Ejecutores. Las creaciones completas del Papa, con corazones de demonio implantados.
—¡Es la voluntad de Dios! ¡Mátala! ¡Ejecuta un juicio sangriento sobre esa malvada maga que intenta convertirse en el Rey Demonio!
La Cardenal gritó la orden con una voz desgarradora. Un grupo de Paladines que la protegían corrió hacia mí con un grito atronador.
Por supuesto, no podían alcanzarme, convertida en una tormenta.
[El infierno ha llegado aquí]
Porque el rey de los espíritus del viento, Wentus, había descendido entre ellos y yo.
[¡Viles criaturas que se atreven a... cubrirse con la piel del mal y hablar de juicio!]
—¡Lady Haley!
Asta me miró con determinación desde el lomo de Wentus.
Me reí.
No estaba sola. Tenía un plan B. Si hubiera vivido escondida en el castillo de Maron sin que nadie lo supiera, tal vez no, pero dado que eso era imposible, definitivamente estaba del lado del protagonista.
Asta agitó su cabello rosa y gritó con fuerza:
—¡Soy Asta Rosa Casnatula! ¡He venido a denunciar a los monstruos creados por el clero y los sucios secretos que esconden!
Las miradas de la gente se dirigieron hacia ella.
—¡Aquellos que cazaron demonios y devoraron sus corazones! ¡Son monstruos peores que los demonios, así que deja de profanar el nombre de Dios!
El Papa había elegido el lugar equivocado. El Ministerio era una ciudad que había sido arrasada recientemente por Paladines convertidos en monstruos. Eran monstruos llenos de ira y sed de sangre que masacraban a cualquiera. La gente aún no los había olvidado.
[¡Contratista, luchemos hasta el final!]
El agudo rugido de Wentus desgarró el cielo nocturno.
Ese día, hubo una pequeña guerra en el Ministerio.
Los nobles del reino de Holt huyeron de la ciudad con su rey, Mikaelan, en el momento en que Asta apareció con Wentus, el Papa también desapareció con Özen.
Los que se quedaron y lucharon hasta el final fueron la Cardenal y los Paladines que la seguían.
La batalla feroz continuó hasta el amanecer.
Al acercarse el amanecer, finalmente apareció un monstruo entre los Paladines, cuyos movimientos se habían vuelto lentos por el cansancio. Era culpa del núcleo imperfecto de maggi. Y la Cardenal, que había quedado en manos del Paladín convertido en monstruo, cayó mortalmente herida. Ella había usado incluso la magia que había estado ocultando para detenerlo, pero no sirvió de nada frente a un monstruo que no sentía dolor ni miedo.
Ya no había necesidad de luchar. Ahora todos sabían quién era el monstruo, sin necesidad de decirlo.
—El clero ya no existe en esta tierra. Dios puede estar en algún lugar, pero al menos ustedes no son quienes representan su voluntad.
Asta, sin ocultar su desprecio hacia el clero, voló hacia el cielo con Wentus.
—Los expulsaré de esta tierra.
La protagonista de la obra original le declaró la guerra al clero.
Poco después, Reikart, Príncipe Heredero Maris y Cyril, que habían llegado a toda velocidad, expulsaron a todas las fuerzas del clero que quedaban en el Ministerio con el poder de las fuerzas aliadas.
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Los mensajeros llegaban de todas partes. Había tantos mensajeros en las fronteras de los tres reinos que incluso se decía en broma que había más mensajeros que comerciantes. Cada hora, decenas, cientos de mensajeros transmitían noticias diferentes.
—Rey Mikaelan ha confesado todos los crímenes de traición de su predecesor y sus propias atrocidades, ha abdicado el trono a favor del príncipe heredero Quentin Holt.
—¿Cómo está el ambiente en Holt?
—Es caótico, casi al borde de una guerra civil. Como es un país donde la influencia del clero es especialmente fuerte... los nobles están prácticamente divididos, aquellos que decidieron seguir a Rey Mikaelan hasta el final se han establecido en el Ministerio.
—¿Y la reacción de Niebe?
—Su Alteza Asta ha dicho que cooperará con cualquier cosa siempre que se quede en Grandis. Pero en ese país, las órdenes del rey no llegan a los feudos de los nobles... Parece que cada familia tiene una opinión diferente.
—¿Y el Papa?
—Se ha encerrado en la Orden y se ha recluido. Con la muerte de dos cardenales y uno bajo nuestra protección... no es exagerado decir que el poder del clero se ha reducido a la mitad.
Maris se reclinó en su silla, frotándose la frente. Su escritorio estaba lleno de cartas apiladas como una montaña. Todas eran peticiones de los nobles de Casnatura.
Algunos argumentaban que debían reclutar a la maga Haley como noble de Casnatura, o que no deberían reconocer la vasta zona contaminada como feudo de Marquesa Maron y que debían retroceder ahora.
Incluso había quienes insistían en que debían tomarla como princesa heredera para fortalecer el poder de Casnatura.
Él debería haberlas leído una por una, pero de alguna manera todo le parecía inútil y se rió con desaliento.
—¿Y Hailey?
—¿Cómo voy a saber qué está haciendo? Hace unos días, cuando la visité, solo escuché que se había caído... tropezado mientras paseaba por el lago con esa extraña rama de árbol sobre los ojos.
—¿En serio?
—Escuché que salió completamente empapada, que pasó todo el día cojeando y sonriendo como si hubiera tenido una epifanía. Así.
El asistente sonrió con malicia y cojeó mientras caminaba, luego sonrió de nuevo y cojeó.
—¿Se lastimó mucho? Como Sevrino está aquí, no habrá médicos en el Castillo de Maron. ¿Debería ir a buscarla? Para tratarla y verla después de tanto tiempo.
—¡Por favor, Su Alteza! Con Su Alteza Asta declarando que expulsará al clero de nuestro reino, los templos locales están en caos por la resistencia. ¿De verdad importa si ella se torció el tobillo ahora? ¿Eh?
—Lo sé. Lo sé.
Maris enterró su rostro en el escritorio de nuevo. El informe que le entregó su asistente estaba lleno de tareas que debía hacer.
—Como mínimo, tomará un año. Si queremos recorrer todo Casnatura y convencer a los señores locales, y reformar los templos, Su Alteza el Príncipe Heredero debe actuar personalmente. De lo contrario, terminaremos como Holt.
—Ya lo sé.
Un año. Maris decidió dejar Enif y recorrer todo el reino para expulsar a las fuerzas del clero profundamente arraigadas.
Asta se encargó de proteger Grandis mientras vigilaba Niebe.
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—Me alegro de haberme hecho amiga de la protagonista.
Antes de ir al Ministerio, pasé por Grandis y estuve tan ocupada. Ese día fue el más activo desde que me poseí en este mundo. ¡Yo, pasando la noche en vela! No fue por dar vueltas en la cama debido al insomnio, ¡sino por llevar a cabo espionaje y combates en un abrir y cerrar de ojos!
Ja.
—Soy increíble.
—Otra vez diciendo tonterías.
suspiró Campanilla, mientras Valen se reía y miraba hacia las montañas lejanas.
—Valen, descansa un poco después de todo el esfuerzo que hiciste interpretando al falso Mikaelan. Te esforzaste mucho con los asuntos externos. Deja la agricultura a esa grosera de Campanilla.
—Está bien…
El verdadero Mikaelan se quedó en el Ministerio con sus seguidores. Después de abdicar al trono y confesar que mató al rey anterior, pronto recibirá el castigo que merece. Probablemente será exiliado o encerrado de nuevo en el castillo señorial del Ministerio.
—¿Cómo está tu tobillo? ¿Te traigo una toalla fría?
—Déjalo. Se le pasará solo. Valen, sigamos con lo que estábamos haciendo.
—Sí, Campanilla.
Valen y Campanilla colocaron dos macetas redondas en la ventana de mi habitación y plantaron pequeñas semillas en ellas. Ver a los dos pequeños poner grava y arena en las macetas, cubrirlas con tierra húmeda y golpearlas suavemente hizo que una sonrisa apareciera espontáneamente en mi rostro.
Campanilla dijo riendo:
—Es una suerte que Romero pueda reproducirse. ¡Es genial que solo tengamos que plantar estas semillas! Ahora nadie podrá invadir nuestro castillo. ¡Siempre que cuidemos bien esto!
—¡Es tan reconfortante!
—Valen y yo nos encargaremos de cuidar una cada uno.
Escuchar a mi hada y a mi demonio charlando me dio sueño de nuevo.
Últimamente, apenas perdía el enfoque, me quedaba dormida al instante, así que mi cuerpo estaba lleno de pequeñas heridas. Hace unos días, caí al lago porque me quedé dormida mientras paseaba.
Pero no me resistí y me sumergí obedientemente en el sueño. Porque había alguien a quien necesitaba encontrar en mis sueños.
Mi protagonista, mi Haley, sonrió radiantemente con un grueso cuaderno bajo el brazo. En el cuaderno estaba escrito en letras grandes: 'Libro de Magia Avanzada'
Sí, me convertí en maga. ¡Una maga de maggi! ¡La única poseedora de habilidades ominosas en este mundo!
Me hinché de orgullo, levanté la barbilla y dije:
—Eh, la genio ha llegado.
Haley me golpeó en la cabeza con el cuaderno.
Fin de la Parte 1.
Asure: Chiques, espero hayan disfrutado la primera parte, lo retome despues de casi medio año de hiatus, disfruten
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