HDH 852




Hombres del Harén 852

No es culpa de Su Majestad





—El Esposo Oficial será Tasir.


En la sala de reuniones estaban reunidos todos los Consortes.

Ni los ministros ni los Consortes dijeron nada. En el silencio, todos volvieron sus miradas hacia Tasir.

Tasir, que estaba tocándose un arete con una mano, al notar las miradas, hizo una elegante reverencia, apoyando un brazo sobre su vientre.


—Así será. Cuento con su apoyo.


El saludo desenfadado hizo que los ministros comenzaran a murmurar. Por aquí y por allá surgieron voces agrupadas en murmullos.

Latil le hizo un gesto a Tasir para que actuara con más seriedad. Tasir lo entendió al instante y le guiñó un ojo, pero aún no parecía muy serio.

'Espero haber tomado la decisión correcta'

Latil se preocupó por un momento.

Por otro lado, los ministros, aunque murmuraban, no expresaron objeciones.


—Si es Tasir... es comprensible.

—Tasir es... excepcional.

—En realidad, ya lo sospechaba.


Algunos ministros lo admitieron en voz alta.

Incluso los que no lo dijeron en voz alta, en su interior, admitieron a regañadientes que el emperador había hecho una buena elección.

De hecho, durante la pelea entre la Emperador y el 'antiguo Lord', la mayoría de los ministros ya respaldaban a Tasir.

Solo estaban resistiéndose en silencio, pensando en otros candidatos y diciendo 'aunque, pero...'

Sin embargo, esta prueba para el puesto de Esposo Oficial finalmente lo dejó claro.

La única desventaja de Tasir para ser Esposo Oficial, en comparación con los otros Consortes, era que era un plebeyo, pero en los asuntos diplomáticos, esto no fue un obstáculo.

Tasir, que no era ni noble ni funcionario del Estado, logró mejorar rápidamente las relaciones con Milo solo por ser un Consorte de la Emperador.

Si alguien seguía criticando a Tasir, que había demostrado habilidades tan sobresalientes, sería esa persona la que se convertiría en el hazmerreír. Los ministros lo sabían bien.

'Está bien'

Latil se sintió aliviada al ver esas reacciones.

Aunque los Consortes mostraban competitividad por el puesto de Esposo Oficial, parecían aceptarlo en cierta medida, ya que nadie parecía demasiado sorprendido.

'Klein... está muy enojado. Me está mirando fijamente'

Latil evitó la mirada de Klein y miró a Meradim. Meradim parecía aliviado de que Girgol no hubiera sido elegido como funcionario del Estado.

Jaisin sonreía y hablaba con Tasir.

Al ver a Tasir poner una mano en su pecho y reaccionar exageradamente, parecía estar felicitándolo.

La mirada de Latil se dirigió hacia Kallain, que estaba de pie detrás de él. Kallain tenía la mirada baja, sumido en sus pensamientos.

Al ver eso, Latil sintió de repente una oleada de culpa y arrepentimiento, frunciendo el ceño.

Latil no tuvo fuerzas para mirar hacia donde estaba Kallain, así que dirigió su mirada directamente hacia los ministros.

Duque Atraxil y Canciller Rolurd se daban la mano, apretando los dientes y sonriendo, con una atmósfera de enojo pero también de alivio porque el hijo del otro no había sido elegido como Esposo Oficial.


—Con todas esas cualidades y aún así no ser elegido como Esposo Oficial. Si nuestro Gesta hubiera sido el rival, definitivamente habría sido elegido.

—Pero Gesta no es el rival. ¿Qué estás insinuando?

—¿Hay algo que insinuar? Ranamoon no es el Esposo Oficial.

—Tu hijo hizo todo tipo de alardes sobre ser un brujo, al final no fue nada.

—Si no hubiera sido por mi hijo, la capital entera habría sido invadida por monstruos y habría sido un caos, Atraxil. Tu reluciente mansión también habría sido destruida.


Hablan con tanta fuerza en sus voces que, con solo un poco de concentración, Latil podía escuchar su conversación.

Latil sonrió y negó con la cabeza. De cualquier manera, a pesar de sus palabras, la atmósfera no era tan tensa, así que estaba bien.

Después de una pausa, Latil volvió a mirar a Kallain. Kallain seguía mirando al suelo.

La situación de Gesta era similar, pero por alguna razón, al ver a Gesta en ese estado, no sentía culpa, sino preocupación.

'¿No estará tan enojado como para causar otro problema, verdad?'

Entonces, Latil sintió una mirada y miró a su lado. Era Girgol. En lugar de hablar con los otros Consortes o sumirse en la tristeza, él la miraba con una sonrisa fría.

Cuando sus miradas se encontraron, se golpeó los labios con los dedos, aunque no sabía qué significaba, no parecía nada bueno.


—Dale a Girgol... un ramo de flores.


Latil, sintiéndose incómoda, le dio la orden al secretario que estaba detrás de ella.


—¿Eh? ¿A Girgol y no a Tasir?

—Dáselo a Girgol.


El secretario, aunque confundido, salió por la puerta lateral para buscar un ramo de flores.

Latil se sintió aliviada, pero al sentir la presencia de Sonnaught, rápidamente volvió a mirar al frente.
















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—¿Cómo ha sido la reacción de los ministros?


Latil le preguntó a la Jefe de Criadas mientras recibía atención médica.

Aproximadamente 30 minutos después de anunciar que Tasir sería Esposo Oficial, Latil sintió una molestia en su vientre y decidió terminar la reunión para regresar a su dormitorio.

Pero su mente aún estaba en la sala de reuniones, llena de ministros y llena de energía.


—Todos siguen hablando del asunto del Esposo Oficial.


La Jefe de Criadas informó, observando la expresión del médico. A él le preocupaba más la condición de la Emperador que los ministros, el Esposo Oficial o la sala de reuniones.


—Sigue hablando, Marqués Savlé.

—Tasir no es un noble, ¿no es así? Parece que algunos incluso se sienten aliviados por eso.

—¿Por qué?

—Porque aunque Tasir se convierta en Esposo Oficial, la Familia Angers no se convertirá de repente en una nobleza que pueda competir con ellos.


El médico, que había estado escuchando la conversación, intervino con una sonrisa.


—Tasir no tiene enemigos, Su Majestad. Creo que es una buena elección. Él lo hará bien.


Al escuchar sus palabras amables, Latil se sintió aliviada y se rió con ellos. Pero pronto recordó que aún había algo más que resolver.


—Sir Sonnaught.


Latil llamó a Sonnaught, que estaba de pie junto a la puerta, sin poder acercarse.

Sonnaught, que había estado observando a Latil todo el tiempo, se acercó de inmediato cuando escuchó su nombre.


—Su Majestad. Dígame. Estoy escuchando.

—La decoración.


Sonnaught asintió con la cabeza.

¿Decoración? La Jefe de Criadas y el médico no entendieron y miraron alternativamente a la Emperador y a Sonnaught.

Pero justo cuando Latil estaba a punto de decir algo más.


—Ugh.


Latil gimió brevemente, agarró su vientre y se inclinó hacia atrás.


—Ah....


Cuando Latil gimió de nuevo, el médico gritó a los asistentes, mirando hacia atrás con urgencia.


—¡Son contracciones!


Mientras los asistentes corrían para traer los suministros para el parto que habían preparado de antemano, el jefe de los sirvientes y Sonnaught salieron rápidamente de la habitación.

Latil agarró su vientre y apretó los dientes con fuerza.
















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—¡Su Majestad está en trabajo de parto!

—¡Pronto dará a luz!


Los Consortes, que regresaban decepcionados al harén, se detuvieron al escuchar los gritos de las sirvientas de la Emperador desde lejos.

Detuvieron sus pasos y giraron la cabeza.

La Jefe de Criadas, jadeando, se acercó a Tasir, hizo una rápida reverencia y dijo:


—Su Majestad acaba de comenzar con las contracciones. Por favor, vayan rápidamente.


Los Consortes cambiaron de dirección y corrieron de vuelta al palacio principal.

Al llegar frente al dormitorio de la Emperador, ya estaban Sonnaught, la nodriza, la Jefe de Criadas y otras sirvientas, parados ansiosamente.

Cinco guardias reales bloqueaban la puerta, sin dejar espacio para que nadie saliera o entrara.

Los Consortes permanecieron en silencio, de pie en el pasillo, esperando que la puerta se abriera. Incluso ellos, que solían intercambiar palabras desagradables cada vez que se reunían, ahora no podían decir nada.


—Los humanos tienen que pasar por mucho para tener hijos. Sería más fácil si pusieran huevos. ¿Por qué no ponen huevos?


Fue Meradim quien rompió el silencio que había durado casi una hora. La mayoría de los Consortes ignoraron sus palabras.


—¿Está loco este pez? ¿Cómo podría Su Majestad decidir eso?


Pero Klein, que estaba muy molesto por el nombramiento de Tasir como Esposo Oficial, no pudo contenerse y se enfrentó a Meradim.


—¿Pez?


Meradim levantó las cejas con ferocidad.

Klein soltó una risa burlona y giró la cabeza.


—Ey, hermano. ¿Está bien si le doy una lección a ese tipo? Tú también lo escuchaste, ¿verdad?


Meradim soltó una risa forzada y le preguntó a Tasir.


—Claro. Pero ahora lo importante es Su Majestad.


Tasir, sabiendo que Meradim pronto olvidaría su enojo hacia Klein, rápidamente lo defendió.

Sin saber esto, Klein se quedó boquiabierto, pensando que Tasir se había puesto del lado de Meradim para regañarlo.


—Finalmente muestras tu verdadero yo. Fingías ser amable con todos frente a Su Majestad, pero ahora solo te importa el rey de los sirenas, ¿verdad?

—Silencio.


Kallain, incapaz de soportar el alboroto, intervino bruscamente.

Klein, aunque soltó una risa burlona, cerró la boca.

Pero Meradim no tenía intención de escuchar a Kallain.


—Esto no es algo que se resuelva con silencio. Este príncipe humano sigue.....ñ


La réplica de Meradim fue ahogada por un llanto inesperado que llegó desde un lado. Cerró la boca y giró la cabeza.

La nodriza de la Emperador estaba llorando a gritos de repente.


—Nodriza, ¿está bien? ¿Qué pasa?


Jaisin se acercó rápidamente a la nodriza y le preguntó.

La nodriza también había sido la nodriza de Princesa Fleura, por lo que Jaisin había desarrollado una relación cercana con ella mientras cuidaba a la bebé.


—Ay, lo siento. En un día tan feliz, aquí estoy llorando sin razón. Pero son lágrimas de emoción.

—¿Emoción?

—Su Majestad casi no tiene familiares de sangre vivos. Pero al menos tiene muchos esposos, eso es un consuelo.


Como la nodriza pretendía, los Consortes volvieron a callarse. Cuando el pasillo se calmó, la nodriza suspiró aliviada.

De repente, vio a Sonnaught. Recordó que Sonnaught estaba secretamente enamorado de la Emperador.

'Vaya'

La nodriza se mordió la lengua internamente. Sonnaught estaba pálido, de pie como una estatua.

Debe estar así porque al final no pudo estar con Su Majestad. Ahora que realmente hay un Esposo Oficial... La nodriza adivinó sus sentimientos y le mostró un poco de compasión.

Pero la psicología de Sonnaught era diferente de lo que la nodriza suponía. No estaba paralizado porque Tasir se hubiera convertido en Esposo Oficial.

Estaba ansioso por saber lo que la Emperador iba a decirle. Ya había sido interrumpido dos veces, estaba desesperado por saber qué iba a decir la Emperador.

En ese momento, se escucharon pasos desde dentro de la habitación. Los Consortes de oído agudo levantaron la cabeza hacia la puerta al mismo tiempo.

El médico abrió la puerta y salió, pero al ver que todos lo miraban, casi la cerró de nuevo de la impresión.


—¿Está bien Su Majestad?


Kalain se acercó apresuradamente y preguntó.

El médico, sintiéndose aún más presionado cuando Kallain se acercó demasiado, respondió rápidamente.


—Sí. Su Majestad está muy saludable. Su constitución es completamente diferente a la de las personas normales. Pero, sí. Está muy saludable.

—¿Cuándo podemos entrar?


Kallain, impaciente, volvió a preguntar.

—En unos 30 minutos podrán entrar. ¿Señora Condesa Ignes? Usted puede entrar ahora.


Cuando el médico le habló a la nodriza, ella entró rápidamente en la habitación.

Kallain se apartó del médico y se paró frente a la pared. En su vida, 30 minutos eran un tiempo muy corto, pero ahora le parecía una eternidad.


—Ha sido un gran esfuerzo, médico. Siempre cuidando de nuestra Majestad.


Cuando Tasir se acercó con una sonrisa amable, el médico finalmente se sintió aliviado.


—Gracias. Ah, la bebé es una adorable princesa.


Pero su expresión era extraña. Aunque decía que la Emperador estaba saludable y que la bebé era adorable, su expresión era ambigua.


—¿Está sufriendo Su Majestad?


Ranamoon, que había permanecido en silencio desde que no fue elegido como Esposo Oficial, no pudo contenerse y preguntó.


—Es que... no lo sé. No es un problema de Su Majestad.


Pero la respuesta del médico fue aún más extraña.


—¿Qué significa eso? ¿Qué hacemos si el médico no lo sabe?


Cuando incluso Jaisin intervino, el médico negó rápidamente con la cabeza y pasó corriendo junto a ellos.

¿Qué está pasando...? Los Consortes se miraron entre sí.

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1 Comentarios

GpeME ha dicho que…
No ma ya me imagino, que paso, ya se imaginan cual es el problema? yo ya me imagine que es con respecto a la princesa que acaba de nacer, solo diré. pobre de mi favorito, pero bueno no se puede tener todo en la vida, jejeje
gracias Asure
Me puso hot
Me enamora papu
Se me sale un diente
No lo puedo creer
Pasame la botella
Me emperra