Domé a un Tirano y Huà 182
SIDE STORY - 44
El jefe de la casa ducal de Delmon.
El duque más joven.
Capitán de la Primera Orden de Caballeros Imperiales.
La espada que protege la familia imperial.
El tutor del prÃncipe heredero.
Estos eran solo algunos de los muchos tÃtulos que seguÃan a Kahu Delmon. Aunque habÃa superado con creces la edad considerada adecuada para casarse, aún no se habÃa comprometido, lo que preocupaba a sus sirvientes. Sin embargo, esto también lo convertÃa en el objetivo y objeto de admiración de muchas damas nobles.
Pero, a pesar de todo, Kahu tenÃa un problema que lo atormentaba últimamente.
—Su Excelencia, ‘esa persona’ ha llegado.
—Dile que no estoy.
Kahu se levantó de su silla en el estudio, presionando el entrecejo con dos dedos. Si hubiera sido alguien que se irÃa con solo decir que no estaba, no habrÃa estado evitándolo todo este tiempo. Rápidamente se levantó y salió por la puerta trasera de la mansión ducal.
Se dirigió hacia el carruaje de emergencia que siempre esperaba en la puerta trasera. El sirviente de la casa ducal que custodiaba el carruaje inclinó la cabeza al ver a Kahu, como si estuviera acostumbrado. Últimamente, su amo solÃa escapar de la mansión de esta manera.
Y todos en la mansión sabÃan la razón. Kahu, sin importar lo que pensaran los demás, estaba decidido a alejarse de ella y rápidamente subió al carruaje. Ya que estaba en esto, pensó que podrÃa visitar algún templo en el territorio ducal.
—Oh, ¿por qué está el duque aquà si se suponÃa que no estaba?
Pero justo cuando pensó eso, Lucy ya estaba dentro del carruaje. ParecÃa que se habÃa colado de manera tan sigilosa que incluso el cochero se sorprendió. De ella emanaba un aroma a flores de Levrita. Lucy frunció el puente de su nariz, donde un lunar en la punta de su nariz le daba un toque encantador, y dijo:
—¿En serio vas a hacer esto?
—¿A qué se debe esta visita sin previo aviso...?
—¿Por qué me estás evitando?
Lucy fue directa al grano. Ya habÃan pasado quince dÃas desde aquella noche. Lucy no habÃa podido ver a Kahu. Bueno, para ser exactos, podrÃa haberlo visto si lo hubiera intentado, pero no tuvo el valor de buscarlo debido a sus movimientos evasivos. Finalmente, una semana atrás, reunió el valor.
Pero Kahu la habÃa estado evitando de todas las maneras posibles, y finalmente, Lucy se sintió desafiada.
—Evitarte...
—Siento lo que pasó esa noche cuando estaba borracho, pero ¿no es cobarde seguir huyendo asÃ?
Kahu finalmente se rindió, sosteniendo su cabeza que palpitaba de dolor. Ella no estaba equivocada. Él también tenÃa cierta responsabilidad en lo sucedido, y evitar el problema no lo resolverÃa. Justo cuando Kahu asintió y estaba a punto de hablar:
—Olvidemos lo que pasó esa noche.
—¿...?
—No soy el tipo de mujer que se aferra y actúa pegajosa solo porque pasamos una noche juntos, especialmente cuando la otra persona no lo quiere. No necesitas sentirte en deuda o responsable. Vine a decirte eso.
Sus palabras, en lugar de aliviarlo, le provocaron más culpa. Él era un cobarde y un perdedor, y ella era alguien demasiado buena para él. El afecto que ella mostraba también lo era. Pero, aparte de eso, necesitaba aclarar un malentendido.
—...No es asÃ.
—¿Eh?
La voz moribunda de Kahu hizo que Lucy inclinara la cabeza con curiosidad.
—¿Qué dijiste?
—No es que no lo quisiera. Esa noche, ambos estuvimos de acuerdo, y no me arrepiento de lo que pasó. Es cierto que me siento responsable, pero......
Sus palabras cuidadosamente articuladas iluminaron el rostro de Lucy.
‘¿Hay una posibilidad?’
El amor no correspondido de Lucy habÃa sido largo y doloroso. HabÃa llegado al punto de pensar que preferirÃa mantener una relación de amigos antes que no ver a Kahu nunca más. Esta respuesta fue inesperada.
La forma de hablar aristocrática y refinada de Kahu, mezclada con su sinceridad, estimulaba profundamente sus oÃdos. Lucy se esforzó por sacudirse la voz decadente y seductora de Kahu y preguntó de nuevo:
—...Entonces, ¿por qué me estás evitando?
—Porque creo que podrÃamos llegar a algo.
—¿Qué?
Lucy preguntó como si fuera tonta. Aunque no podÃa haber malinterpretado sus palabras claras y fluidas, su pregunta fue un reflejo instintivo.
—No tengo derecho a amar a nadie, y tú eres demasiado buena para mÃ. Temo que me rendiré al afecto que alguien como tú me da. Por eso te he estado evitando. Lo siento... No deberÃa haberlo hecho.
Kahu inclinó sinceramente la cabeza. Lucy pensó que era una suerte que él estuviera inclinando la cabeza. Si la hubiera levantado, seguramente se habrÃa dado cuenta de que ella estaba sonriendo como una tonta.
—...Oppa. ¿Puedo abrazarte?
El cuerpo de Kahu se estremeció, sorprendido. Para Kahu, Lucy era una mujer proactiva.
‘Una mujer que sabe lo que quiere y no duda en expresarlo’
Claro, Kahu no sabÃa cuánto tiempo habÃa estado enamorada de él Lucy, por eso pensaba asÃ. Lucy contuvo a duras penas su corazón, que parecÃa querer estallar.
‘Espera. Puedo hacerlo bien. ¿PodrÃamos incluso llegar a salir juntos?’
HabÃa estado preparada para volver a ser solo amigos, asà que este resultado fue inesperado para Lucy. Aunque no solÃa ser asÃ, Lucy era demasiado torpe cuando se trataba de Kahu. No era el momento de que Payne la molestara por ser ‘inútil’.
‘Nueve años y ni siquiera pude confesarme’
Era claramente una perdedora en el amor sin esperanza. Si perdÃa esta oportunidad, no sabÃa cuántos años más tendrÃa que sufrir.
—......
Como Kahu no respondió, Lucy lo tomó como un permiso y lo abrazó. Incluso para Lucy, reunir el valor para hacerlo fue extremadamente difÃcil. Era cálido. Una sensación de calor que se derretÃa desde la superficie de su piel hasta lo más profundo, envolviendo suavemente todo su cuerpo. Calidez.
‘Lo que necesitaba’
Kahu decidió aceptarlo. Ya no podÃa rechazar el calor que ella le ofrecÃa. Los dos se abrazaron por un buen rato antes de regresar a la mansión ducal. Al final, los sirvientes, impresionados por la persistencia de Lucy al traer de vuelta a su amo, aplaudieron en secreto a Kahu.
Al principio, habÃan estado presionando para que se casara con alguna dama de una familia influyente, pero al ver al duque, que debÃa restaurar la gloria de su casa, viviendo solo sin una esposa, pensaron que estarÃan bien con cualquiera que se lo llevara. Pasaron por el salón y se dirigieron a la sala de té conectada a los dormitorios.
Kahu bebió elegantemente el té que habÃa preparado y echó un vistazo a Lucy. Ella sonreÃa de oreja a oreja, y por alguna razón, su buen humor también lo contagiaba.
—...¿Puedo hacerte una pregunta?
—SÃ. ¿Qué es?
—¿Por qué te gusto?
Era una pregunta inusualmente sincura. Pero Lucy tenÃa tantas razones que su mente estaba al borde de la saturación.
En realidad, el hecho de que su amor no correspondido de nueve años no se hubiera descubierto se debÃa en parte a su maldito orgullo, asà que no querÃa parecer demasiado enamorada en este momento. De las miles de razones que le venÃan a la mente, Lucy eligió cuidadosamente solo unas pocas para compartir.
—...Primero, eres guapo y tienes una voz sexy. Tu forma de hablar y tu postura desbordan una elegancia que me vuelve loca. Tu familia es poderosa, tus habilidades innatas son impresionantes y tu personalidad es considerada y amable. ¿Hay alguna razón para no gustarte?
Por supuesto, para Kahu, que no conocÃa toda la historia, Lucy simplemente parecÃa una mujer sincera. Lucy nunca actuaba asà con cualquiera.
—Y por último......
El calor de su franqueza ya habÃa superado el punto de ebullición que Kahu podÃa soportar. Pero Lucy, con sus ojos brillantes, continuó hablando.
—El hecho de que ames y observes a una sola mujer hasta la muerte. Eso es lo que realmente me vuelve loca.
Si ese amor fuera dirigido hacia ella. Tal vez porque creÃa que la amarÃa solo a ella hasta el momento de su muerte.
—Por eso lo quiero más.
En realidad, ella estaba temblando mientras se confesaba. Pero. PreferÃa correr en lÃnea recta hasta no tener arrepentimientos, en lugar de lamentarse después de dejarlo ir. Si lo dejaba ir asÃ, sentÃa que se convertirÃa en un arrepentimiento que la acompañarÃa hasta el dÃa de su muerte.
—Puede que nuestras temperaturas aún sean diferentes. Lo tendré en cuenta. Estoy satisfecha con esto. Asà que......
Sus ojos se cerraron suavemente. Aunque habÃa rechazado a muchos hombres por Kahu, ella también habÃa derretido los corazones de varios hombres con esa mirada coqueta. De repente, preguntó:
—¿Quieres?
—...¿Qué, qué cosa?
—Salir. Salir juntos.
Lucy se rió al ver a Kahu visiblemente perturbado.
—Hagamos un romance común y corriente como los demás. Dejemos a un lado por un momento los recuerdos dolorosos de los dioses malignos, Ehirit y la familia imperial.
—No creo que sea algo que el jefe del departamento de inteligencia de Lafeyac deberÃa decir.
—Cállate. Vayamos de picnic, tengamos horas de té juntos, hagamos viajes en barco o viajemos. Ese tipo de romance. ¿Por qué pones esa cara de decepción? ¿Esperabas algo más?
—¿Qué...?
—Si esperabas algo más, bueno, eso también está bien. ...Lo haces bien, ¿no?
La mano de Lucy tocó un lugar cerca del corazón de Kahu. Su cuerpo se estremeció.
‘...Ah, es demasiado guapo’
Pero Lucy se estremeció aún más. Por supuesto, solo murmuró para sà misma sus pensamientos de admiración hacia Kahu. ¡Absolutamente! No tenÃa intención de dejar que se descubriera cuánto tiempo habÃa estado enamorada de él.
‘...Necesito ir a callar a Payne de inmediato’
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