Mi deseo son dos camas separadas 74
¿Qué es lo más aterrador de la Torre de Magia? (14)
Traducción Coreano-Español: Asure
—Je, je, je. Sí, así debe ser. ¡Debes pagar por atreverte a codiciar el puesto de sucesor de Hamas!
El hombre soltó una risa grotesca y pateó la espinilla de Endymion. Aunque Endymion podría haberlo evitado fácilmente, no pudo apartar la mirada de Julia, quien había sido arrastrada a su lado, y recibió el golpe de lleno.
—¿Un mocoso sin casi magia, que se atreve a actuar con insolencia solo porque cuenta con el favor del Maestro de Torre?
Los ojos del hombre brillaban con furia.
Estaba tan excitado por la ira que no podía pensar racionalmente. Si lo hubiera hecho, se habría dado cuenta de que, por mucho que contara con la protección del Maestro de Torre, no podía desplegar un poder tan grande.
Pero, casualmente, no había visto a Julia usar magia. La magia dorada no había salido de ella como de costumbre, sino que había aparecido en el aire, y el humo había obstruido su visión.
Además, la desventaja de los magos de no poder detectar magia de un nivel superior al suyo también jugó un papel importante.
Estaba firmemente convencido de que aquella extraña y poderosa magia dorada era un poder especial que el Maestro de Torre había otorgado a Endymion.
—Je, je. ¿Por qué no usas el poder de Maestro de Torre esta vez? Esa magia no puede detener mi patada... ¡Ah!
—¿A quién estás pateando ahora?
De repente, una voz sonó, el hombre giró la cabeza. Entonces, notó que los ojos suaves de Julia se habían alzado hacia él.
El hombre esbozó una sonrisa burlona. Luego, acercó a Julia, quien estaba atada firmemente, y levantó su mentón con un dedo.
—¿Qué, estás enojada? Esto es solo el comienzo. El precio por atreverse a codiciar un puesto que no te corresponde...
—Ah, no puedo soportarlo más.
Julia sonrió mientras miraba al hombre.
—¿No deberías ser tú quien pague primero?
—¿Qué?
¡Zzzzzz!
La magia dorada estalló por todas partes.
La magia roja oscura que ataba fuertemente a Julia se desgarró en pedazos y desapareció sin dejar rastro. Al mismo tiempo, una luz brillante, incomparablemente más intensa que antes, iluminó todo a su alrededor.
¡Whoosh! ¡Pah!
'Listo'
De repente, su cuerpo estaba libre. Julia caminó entre el vapor que se había formado, recogiendo la magia que había liberado.
—¿Mion? ¿Dónde estás?
—Aquí.
Mientras miraba a su alrededor, Endymion apareció justo frente a ella. Sin una sola herida, impecable.
Solo entonces Julia se relajó y corrió hacia él.
—¡Gracias a Dios! ¿Estás bien después de esa patada?
—No es nada. Era tan débil que no sentí nada. ¿Y tú?
Endymion revisó rápidamente sus brazos y cintura. Eran las áreas donde había sido atada por la magia roja oscura. Pero, aparte de las arrugas en su ropa, Julia estaba intacta.
—¿Qué pasó?
Pensé que era una situación grave. Endymion preguntó con ojos sorprendidos. Julia parpadeó tranquilamente y respondió.
—Parece que explotó porque seguía perdiendo. Solo me dejé atrapar para ver cuál era su plan, pero luego te pateó.
Julia susurró que no le había dolido porque estaba rodeada de magia. Endymion se sintió aliviado, pero su rostro se tornó serio.
—Fue imprudente. Podrías haberte lastimado.
—Bueno, en realidad.....
Justo cuando Julia estaba a punto de defenderse, rascándose la mejilla, un grito de horror resonó en el aire que ahora estaba limpio.
—¡Aaaah!
Estaba justo frente a ellos. El hombre se retorcía dentro de una jaula de magia dorada. Desde afuera, se podía ver el interior, pero desde adentro, no se podía ver nada. Era una prisión perfecta.
—No puede ser.......
Los ojos azules, que habían estado tranquilos, mostraron sorpresa. Julia sonrió y se encogió de hombros.
—No fue gran cosa. Resultó que era más débil que yo.
La magia dorada brilló en la palma de la mano de Julia. Pronto, una magia poderosa fluyó hacia la jaula que encerraba al hombre, reforzándola aún más.
—¡E-esto no tiene sentido! ¡Cómo te atreves a encerrarme a mí, Hamas! ¿Qué truco has usado?
El hombre, negándose a aceptar la realidad, forcejeó. Golpeó la magia dorada con sus puños y comenzó a gritar a todo pulmón.
—Hmm. ¿Mion? Es ruidoso. ¿Deberíamos taparle la boca?
—¿Qué tal si lo dejamos inconsciente para que descanse?
Endymion sugirió seriamente, cruzando los brazos. Julia soltó una risita en respuesta.
—¿Qué? ¿Por qué está él aquí?
Un brazo rígido apareció junto a Boris.
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Creak.
—¡Esto no puede ser!
Dentro de una celda oscura. El hombre, Hamas, golpeó la pared con el puño cerrado.
¡Bang!
La celda azul hecha de piedra mágica no se inmutó ante el impacto físico. Hamas, con el puño hinchado y rojo, gruñó de rabia.
Era un mago de alto rango, el cuarto en la jerarquía de la Torre Mágica. ¡Y ahora estaba encerrado en una celda para esclavos mineros! La vergüenza hacía que sus manos no dejaran de temblar.
Hamas recordó lo que había sucedido apenas una hora antes.
'¿Esa chica te atacó de la nada?'
Maestro de Torre, Pal, se puso serio al escuchar las palabras de la chica de cabello dorado. Hamas, atrapado en una cortina dorada, protestó con vehemencia.
'¡No es cierto, Maestro de Torre! ¡Solo quería enseñarle una lección porque estaba arruinando el orden de la Torre!'
Hamas señaló al hombre de cabello negro y lanzó un discurso apasionado.
Una sirvienta que no había mostrado signos de magia durante décadas de repente había obtenido poderes mágicos. Y no cualquier poder, sino uno que era imposible de alcanzar por medios normales.
Según su especulación, era obvio que esa chica había estado jugando sucio. Había creado un ambiente de caos, por lo que sin duda tenía intenciones impuras...
'Esa chica ha nublado el juicio de Su Señoría. ¡Por favor, no se deje engañar! He oído que tiene la ambición de crecer en poder y devorar la Torre...'
Justo cuando Hamas estaba inventando hechos y tejiendo una historia convincente, Maestro de Torre, que había estado escuchando en silencio, inclinó la cabeza con escepticismo.
'Oye. Parece que estás confundido. La maga es ella'
Maestro de Torre señaló a la chica de cabello dorado. Hamas abrió los ojos de par en par y se detuvo.
'¿Qué?'
'Ese hombre solo tiene una espada mágica que le hice para practicar. ¿De qué estás hablando?'
Una sensación de que algo estaba mal comenzó a surgir. De repente, recordó haber escuchado vagamente la voz de una mujer diciendo que era más débil que él.
Pero Hamas negó con la cabeza, sus ojos desorbitados.
¡No, no puede ser! ¡Un gran mago de alto rango como yo no podría haberse equivocado!
'¡P-pero, Maestro de Torre! ¡La magia débil que sentí provenía de ese tipo!'
'Te dije que era la magia que le puse, ¿no? ¿No puedes distinguir eso siendo un mago de alto rango?'
Maestro de Torre se rascó la oreja con el meñique, mostrando una expresión de irritación. Su tono de voz era de desaprobación, y por un momento, Hamas torció el rostro.
'¡Maestro de Torre, no soy tan incompetente! ¡Definitivamente esa mujer no tenía magia...!'
'Es porque es una maga de alto rango superior a ti'
Maestro de Torre cruzó los brazos y soltó la frase. Hamas, que había estado gritando enojado, se quedó sin palabras.
'¿Qué...?'
'Es una maga de alto rango más poderosa que tú. Sabes que los magos no pueden detectar a alguien de un nivel superior, ¿verdad?'
Hamas no podía creer lo que escuchaba. Por un momento, quedó aturdido, pero luego su mente lúcida comenzó a conectar los puntos.
Si esa mujer era superior a él, entonces era posible que le hubiera otorgado a otra sirvienta un poder mágico mayor que el de Eshi.
¿Entonces esa era la razón por la que el Maestro de Torre había estado acompañado por esa nueva maga que llegó hace una semana?
'Desgraciado. ¿Te enseñé eso? ¿Vienes con tus fantasías y te atreves a intentar un asesinato en la Torre?'
La voz enojada de la Maestro de Torre resonó en sus oídos. Hamas, que había estado tratando de acusar al hombre de conducta indecente y de seducir al Maestro de Torre, se apresuró a recuperar la compostura.
'¡Maestro de Torre! ¡No es eso! ¡Hubo circunstancias!'
'Callate. ¿Cómo te atreves a tocar a Julia?'
¡Clic!
Maestro de Torre no le dio oportunidad de explicarse y chasqueó los dedos. Y, al recuperar la conciencia, se encontró encerrado en lo profundo de una celda para esclavos.
—¡¿Qué demonios son esos bastardos?!
Especialmente esa chica de cabello dorado.
Era joven y su magia era más abundante que la de los otros dos magos de alto rango. Pero que existiera una maga de alto rango más poderosa que él, dejó a Hamas al borde de la locura.
—¿Maestro de Torre me ignoró por esa maldita mujer? ¿La crió en secreto fuera de la Torre y ahora la trajo para convertirla en su sucesora?
Hamas rechinó los dientes. Había sido elogiado desde que era un niño, pero la Maestro de Torre siempre encontraba fallas en él.
'Hamas, te lo he dicho muchas veces. Debes crear artefactos mágicos defensivos, no ofensivos'
'Pero debemos inculcar miedo para que todos respeten nuestra Torre. Si usamos este combustible explosivo especial, incluso esos molestos de Onoma se someterán'
'El asesinato no debe ser el objetivo. Tu investigación está equivocada, deséchala'
'¡Maestro de Torre!'
Maestro de Torre siempre negaba su lógica y pisoteaba sus logros. Aunque tenía suficiente magia y habilidad mágica, nunca le dio lecciones para ser su sucesor, diciendo que carecía de la cualidad necesaria.
—Todo fue porque ya tenía a un sucesor que le convenía. ¡Se preparó para apuñalarme por la espalda y me humilló durante décadas! ¡Aaaah!
Hamas gritó enloquecido. La ira insoportable lo consumía, quería destruir esta celda a golpes.
Hamas, con los ojos inyectados en sangre, comenzó a conjurar un hechizo explosivo.
'¿Crees que esta celda de mierda puede contenerme? ¿Me subestimaste tanto que te atreviste a encerrarme a mí, Hamas, un mago de alto rango, en una celda para esclavos?'
Gooo.
La magia roja brotó de sus manos.
La celda de piedra mágica podía bloquear por completo a los magos de rango medio, pero no podía contener el poder de un mago de alto rango. Pronto, aparecieron grietas en la pared cercana.
'Bien, ya que estamos así, te apuñalaré por la espalda primero. ¡Destruiré esta maldita celda ahora mismo!'
Entonces, una idea brillante cruzó su mente. De repente, Hamas neutralizó su magia.
Pshhh.
—No, no. ¿Por qué debería retirarme tranquilamente? ¿Después de haber aplastado mi orgullo de esta manera...?
Hamas se acarició la barbilla y sonrió con malicia.
—Si no soy yo, nadie más debería serlo.
Había planeado convertirse en el sucesor y, algún día, tomar el control de la Torre Mágica. Pero hoy, ese gran plan se hizo añicos. Entonces, ¿qué razón había para dejar la Torre intacta?
Hamas rápidamente reunió su magia y la transmitió. Era una habilidad de transmisión que solo funcionaba con alguien que compartía su misma esencia mágica.
¡Zzzzzz!
—Eshi.
—¿¡Hamas!?
Una voz sorprendida resonó claramente en su mente.
Había tenido éxito. Debido a que habían mezclado sus cuerpos y aumentado su afinidad a la fuerza, sus esencias mágicas eran bastante similares.
—Oh. Me sorprendió no encontrarte en la habitación. ¿Dónde estás?
Parecía que aún no se había enterado de su castigo. La voz de Eshi era la misma de siempre.
—No hay tiempo para explicaciones. Actúa ahora.
Hamas dio la orden con impaciencia.
—Ve a mi laboratorio y saca la solución Festa del quinto cajón. ¡Y dásela a esos nuevos magos! ¡A cualquiera de los dos!
—¿Esa cosa que es más fuerte que la poción del amor...? ¿Por qué algo tan valioso?
Era una droga que Hamas había modificado ilegalmente a escondidas de la Torre. Recientemente, la había estado vendiendo a la nobleza para acumular una fortuna personal, por lo que Eshi preguntó como si le doliera desperdiciarla.
—Idiota. ¡Si la toman, se enamorarán entre ellos o codiciarán a alguien más! ¡Eso arruinará todo!
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