Mi deseo son dos camas separadas 70
¿Qué es lo más aterrador de la Torre de Magia? (10)
Traducción Coreano-Español: Asure
Eshi apresuró el paso y redujo el sonido de sus tacones.
—Lo siento… Pero, ¿otra vez no ha dormido?
—Tonterías. Estoy ocupado con los experimentos, ¿Cómo voy a tener tiempo para dormir?
—Aun así, debe cuidar su salud.
Eshi mostró una expresión amable y se acercó rápidamente.
En medio del espacio entre grandes y delicadas herramientas, apareció un hombre pelirrojo de rostro irritable, sentado en el sofá.
—Señor Hamas.
Eshi lo llamó dulcemente y se sentó a su lado.
Sobre la mesa había pergaminos llenos de complejas ecuaciones dispersos por todas partes. Parecía haber fracasado varias veces, ya que en el suelo se acumulaban montones de piezas rotas y pergaminos rasgados.
El hombre ni siquiera le prestó atención, ocupado infundiendo su poder mágico en un artefacto que ya tenía algo de forma.
Eshi lo observó rápidamente y, con una voz melosa, habló:
—Señor Hamas, descanse un poco antes de seguir. Si sigue así, me dolerá el corazón si su salud se deteriora.
Con sus delicadas pero afiladas manos, una se posó en su muslo y la otra en su hombro, acariciándolo con suavidad y cierta presión.
Hamas, que hasta ese momento había estado mirando el artefacto con una expresión tensa y malhumorada, giró la cabeza.
—Estoy aquí, ¿verdad? ¿Sí?
Eshi le susurró con coquetería y una sonrisa radiante. La comisura de los labios de Hamas se torció en una sonrisa mientras tiraba de su cintura.
'Lo logré'
Eshi se llenó de euforia, pero fingió timidez y se recostó sutilmente sobre Hamas.
—Hoy estás particularmente apresurada.
—…¿De verdad lo parezco? Han pasado 3 días sin verlo, parece que lo extrañé demasiado.
Con una voz calmada, Eshi respondió seductoramente antes de levantar la cabeza y besarlo. El mago pelirrojo, sin dudarlo, aceptó sus labios que se acercaban con determinación.
—…....
Poco a poco, la habitación se llenó de placer.
Eshi deslizó sus manos por el pecho de Hamas como si tuviera sed de él. El mago, por su parte, disfrutaba del contacto sin rechazarlo, pero sin ser el primero en actuar.
'Tsk'
Frustrada, Eshi fingió apartarse. Solo entonces, el altivo y arrogante mago superior la empujó sobre el sofá y se colocó encima. Con manos firmes, su ropa fue arrancada como si se desgarrara.
—Señor Hamas…....
Eshi susurró para incitarlo, y de inmediato recibió su ansiosa avidez. A medida que sus cuerpos se unían con intensidad, un placer electrizante se mezclaba con un tenue flujo de magia.
—¿Qué es lo que realmente deseas? ¿A mí o mi poder?
—Ambos… lo sabe muy bien.
Cuando Eshi respondió, Hamas soltó una risa entre dientes, sus ojos brillando con un fulgor oscuro.
—Por eso te mantengo a mi lado. Eres lo suficientemente astuta como para no comportarte como una tonta.
Aunque disfrutaban juntos del placer, Hamas nunca le entregaba todo. Eshi, extasiada, lo seducía cada vez más con avidez.
Pero, como siempre, Hamas solo le otorgaba la cantidad mínima de poder mágico, disfrutando sin ceder por completo.
—Señor Hamas, solo un poco más…....
—Ten paciencia. Cuando llegue el momento, despertarás.
Hamas respondió con indiferencia a la impaciente súplica de Eshi.
—La magia dentro de tu cuerpo está aumentando de manera constante. Es solo cuestión de tiempo antes de que te conviertas en maga.
—Ah.....… Qué tonta he sido, mi señor.
El verdadero dueño de la Torre de Magia era, sin duda, su maestro. Pero ella, una simple sirvienta, osaba soñar con algo más allá de su posición.
'Me convertiré en maga. Y me casaré con un poderoso mago superior para llegar a la cima del poder'
La mayoría de los magos superiores eran ancianos que no vivirían mucho más. Cuando murieran, Hamas sería el único heredero de la Torre de Magia.
Un mago superior joven. Alguien con un inmenso poder capaz de manipular la vida y gobernar la vasta naturaleza con su magia.
'Tengo que atraparlo por completo antes de que eso ocurra'
Eshi pensó con ambición mientras se aferraba al cuello de Hamas.
La relación entre la sirvienta y el mago superior era un secreto que nadie conocía.
Eshi era hermosa, pero había nacido en la pobreza y estuvo a punto de ser vendida como concubina a un viejo señor feudal cuando era niña.
En ese momento, un niño de su aldea despertó como mago y fue llevado a la Torre de Magia para tomar el examen de ingreso. Eshi lo siguió en secreto.
Odiaba la pobreza y se negaba a ser vendida. También intentó tomar el examen de ingreso, pero no tenía ninguna aptitud mágica. Ni siquiera calificaba como sirvienta de la Torre.
Sin embargo, al quedar deslumbrada por la magnificencia de la Torre de Magia, decidió que nunca regresaría a su aldea.
Ganó el favor del examinador y consiguió entrar como sirvienta. Después, con una excusa, se deshizo de él.
'Dicen que la exposición prolongada a la magia aumenta la energía mágica dentro del cuerpo'
El objetivo de Eshi era absorber suficiente magia para despertar como maga y alcanzar una posición de prestigio donde fuera respetada en todas partes.
Así, con ansias de éxito y poder, alimentó su ambición durante años.
El tiempo fluía más lento en la Torre de Magia, por lo que su apariencia seguía siendo joven y hermosa. Lo usó a su favor para seducir a un mago ingenuo y descubrir un método infalible para obtener poder:
Formar una relación íntima con un mago. Ya fuera emocional o física.
Las relaciones personales estaban estrictamente prohibidas en la Torre, pero existían zonas grises.
Las sirvientas y los magos podían tener encuentros secretos.
Sin embargo, los magos, fríos incluso entre ellos mismos, nunca desarrollarían sentimientos por una sirvienta. Por eso, hasta entonces, nunca había sucedido.
'Si voy a hacerlo, que sea con un mago superior'
Eshi encontró la oportunidad perfecta.
Descartó a los magos superiores ancianos y se fijó en Hamas, el único mago joven con gran poder.
Mientras otras sirvientas evitaban servirlo por su temperamento difícil, ella se ofreció como voluntaria y se aseguró de atenderlo perfectamente, sin quejarse ni una sola vez.
Después de 3 años de trabajo meticuloso, Hamas se acostumbró a su presencia. Y su ambición creció aún más.
No solo quería despertar como maga, sino convertirse en su esposa y compartir su poder.
Los magos superiores dominaban con un poder inimaginable. Incluso la orgullosa comunidad mágica bajaba la cabeza ante Hamas.
'¿Por qué no puedo tenerlo yo también?'
Con el tiempo, su deseo de casarse con él se convirtió en una obsesión.
El matrimonio entre magos requería la aprobación del Maestro de Torre y un riguroso examen. En el caso de un mago superior, era aún más difícil.
Pero nada la detendría.
Hace un mes, finalmente logró seducir a Hamas.
—Señor Hamas, ¿seguirá viéndome en el futuro?
—Eso depende de mi humor.
Dijo Hamas con indiferencia antes de voltear de nuevo hacia su investigación.
Temiendo que perdiera el interés, Eshi se apresuró a atraerlo hacia ella de nuevo.
—Debe estar cansado por sus estudios. Permítame ayudarlo a olvidar todo.
Le susurró seductoramente antes de besarlo.
La magia fluyó débilmente dentro de ella, aumentando su estatus entre las otras sirvientas.
'No dejaré escapar esta oportunidad'
Eshi sonrió con satisfacción, enterrándose en el sofá.
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—Había oído rumores de que Eshi había empezado a manifestar poder mágico hace algún tiempo... pero no imaginé que fuera cierto.
Helen habló con desánimo.
—La conozco desde hace bastante tiempo y estoy acostumbrada a ella. Su afinidad mágica era incluso más baja que la mía, no tenía nada de poder mágico… ¿Cómo pudo cambiar tan rápido?
Su voz estaba llena de envidia y tristeza. Julia le pasó una taza de té caliente con amabilidad y dijo con suavidad:
—Perdón por escuchar su conversación. Mientras caminaba por el pasillo, sus voces llegaron hasta mí.
—¡Ah, no, no se preocupe! Fue nuestra culpa por olvidar nuestra posición y hablar demasiado alto.
Helen agitó la mano con una expresión avergonzada. Julia le agradeció su comprensión y le hizo un gesto con la mirada para que bebiera su té. Helen tomó con cuidado la taza y la acercó a sus labios.
—Helen, ¿quieres convertirte en maga? ¿Puedo preguntarte por qué?
Julia le preguntó con dulzura. Helen tragó el té apresuradamente y asintió con la cabeza.
—¡Por supuesto! Bueno… La magia me daría poder, ¿no? Ser sirvienta es un trabajo gratificante, pero quiero hacer algo que me permita ayudar a más personas.
Helen habló con cautela.
—Soy huérfana. Cuando era pequeña, los adultos que me criaron en mi pueblo murieron todos a causa de una epidemia. Si hubiera sabido magia curativa, o al menos si hubiera sido maga y hubiera tenido los recursos para comprar medicinas, podría haber evitado esa tragedia.
Los ojos de Helen se llenaron de tristeza, pero rápidamente recuperó su determinación.
—Por eso quiero salvar a personas como ellos en el futuro. Por eso entré a la Torre de Magia. Algún día, me convertiré en maga y ayudaré a la gente con mi propio poder. Aunque… ya tengo esta edad, así que parece un sueño lejano.
Tal vez por eso envidiaba tanto a Eshi, que había despertado su magia tan repentinamente. Julia sintió la misma tristeza al escucharla.
'Me gustaría ayudarla…'
Pero aún no dominaba la magia, así que no era algo que pudiera lograr fácilmente. Mientras dejaba su taza de té sobre la mesa, recordó lo que había visto antes.
'Todo es gracias a Señor Hamas'
Las palabras llenas de orgullo que había dicho Eshi.
Cuando Julia le preguntó sutilmente a Helen, esta le explicó que Hamas era un mago de alto rango que había tomado a Eshi como su sirvienta personal.
'Dicen que si pasas mucho tiempo en la Torre Mágica, es posible despertar el poder mágico… Pero parece que también funciona si te acercas a un mago poderoso'
Siendo una sirvienta personal, era natural que pasara mucho tiempo con él… ¡Ah!
'Yo también tengo poder mágico de alto nivel, así que… ¿no podría funcionar también?'
No sabía qué tan íntima era Eshi con Hamas, pero al fin y al cabo, seguía siendo una sirvienta. Si eso era suficiente para despertar su poder…
Helen también era sirvienta. Entonces, si ella pasaba mucho tiempo con Helen…
'Intentarlo no me hará ningún daño'
Después de todo, sería por una buena causa. Además, su propia magia rebosaba tanto que, si la usaba más, en realidad le beneficiaría.
Finalmente, los ojos de Julia brillaron con determinación mientras tomaba con firmeza las manos de Helen.
—Intentémoslo juntas.
—¿Eh? ¿Intentar qué…?
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