Mi deseo son dos camas separadas 68
¿Qué es lo más aterrador de la Torre de Magia? (8)
Traducción Coreano-Español: Asure
—¿Qué? ¿Cómo puede haber una razón tan absurda? Además, escuché que el primer hijo siempre se parece a su padre… Hmph.
—Si es posible, me gustaría que fuera exactamente igual a ti.
—Espera, espera un momento, Mion…...
Bajo la luz de la luna, en el balcón, los dos permanecieron juntos durante horas. Aunque no entraron a la habitación, el calor y la electrizante sensación nunca dejaron de fluir entre ellos ni por un instante.
Al final, Julia, con los labios, el cuello, los hombros y hasta los lóbulos de las orejas sonrojados, solo pudo regresar al interior cuando ya amanecía.
‘Ah, ¿Qué hago?’
Era tan dulce que sentía que iba a derretirse. La sensación, que la envolvía como olas, la asustó tanto que terminó empujando a Endymion para alejarlo.
Julia rodó por la cama, tratando de calmar los latidos acelerados de su corazón. Pero aun así, seguía sintiéndose como si flotara en las nubes y solo pudo quedarse dormida después de varias horas.
Y al día siguiente, Julia durmió hasta bien entrada la mañana.
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—¿Estabas muy cansada?
Pal exclamó mientras se apoyaba en el banco.
—¡No pasa nada! Aquí puedes dormir hasta tarde todos los días.
—Pero me dijo que si no me levantaba exactamente a las 4:00 am., me mandarían a la mina…..
Boris murmuró, pero se encogió cuando Pal lo miró con una gran sonrisa. Julia, sintiéndose avergonzada, intentó justificarse.
—No, a partir de mañana me levantaré a tiempo. Perdón por llegar tarde hoy.
—¿Eh? No pasa nada. No te dormiste tarde por estar jugando, sino porque estabas cansada. Además, Julia puede hacer lo que quiera.
Pal sonrió radiante y se acercó más.
‘Ah… pero sí estaba jugando…’
Y además, en secreto con Mion.
Sintiendo una punzada de culpabilidad, Julia intercambió una mirada con Endymion. Como siempre, él mantenía una expresión altiva, con solo una leve curva en la comisura de los labios.
‘¿Cómo puede tener una cara de póker así?’
Tengo que aprender. En lugar de reflexionar, Julia se levantó con admiración.
Pal no tenía ni idea de lo que ella había hecho la noche anterior en una zona prohibida. Solo Boris, que los conocía un poco mejor después de pasar tiempo con ellos, parecía sospechar algo y ladeó la cabeza.
—Bien, a partir de hoy entrenaremos la percepción del maná. Julia ya puede usarlo, pero como nunca lo ha aprendido formalmente, es mejor empezar desde el principio.
Pal explicó con seriedad, contrastando con su apariencia encantadora de coleta alta.
Julia escuchó con la misma seriedad y comenzó el entrenamiento.
—Lo primero es que te quites ese anillo.
Pal extendió la mano.
Julia miró instintivamente a Endymion, quien observaba desde lejos como espectador. Le preocupaba que, como en el jardín, él pudiera verse afectado por el maná y causar problemas.
—No te preocupes. Estoy aquí, ¿no?
Pal, como la maga experimentada que era, la tranquilizó. Endymion también asintió levemente, indicando que no pasaría nada.
Respirando hondo, Julia se quitó el anillo de su dedo anular izquierdo.
¡Whoooosh!
De inmediato, una vibración pesada envolvió todo su cuerpo. Un tenue resplandor dorado cubrió su figura de pies a cabeza, pero esta vez no hubo explosión como en el jardín del castillo de Semele.
—¡Guau! ¡Esto es increíble! ¿Me estás diciendo que ese pequeño anillo era capaz de contener tanto maná?
Pal se emocionó, su rostro iluminado. Julia también se sorprendió mientras le entregaba el anillo.
—No lo sé… ¿Será porque hay más gente cerca esta vez?
Julia preguntó con seriedad, recordando su anterior conversación sobre la inestabilidad del maná. Pal, fascinada, brilló los ojos.
—Mmm, tendremos que analizarlo con más cuidado. El maná tiene frecuencias únicas, varía según la persona.
—Ya veo… Entiendo. Espero contar contigo de ahora en adelante.
—¡Pero lo más increíble es que tu maná te obedece más de lo que imaginaba! Para los magos de alto nivel, el maná tiene su propia voluntad, así que controlarlo no es fácil. ¡Julia, eres una genio!
—Ah, gracias… pero no creo que sea para tanto…...
—¡Bien! ¡Entrenamiento intensivo!
Pal gritó entusiasmada. Julia, sorprendida porque le habían cortado la palabra otra vez, parpadeó.
Pero Pal ya estaba ardiendo con pasión académica como un toro cargando.
—¡Julia, rápido, rápido! Lo primero que haremos es…...
Y así, el entrenamiento continuó. Excepto por un descanso de media hora para un refrigerio y el almuerzo, duró siete horas seguidas.
—¡Lo hiciste increíble, Julia! Si sigues así, en dos semanas lo dominarás por completo.
Pal, aún llena de energía, abrazó a Julia por la cintura emocionada. Julia, exhausta, sonrió con satisfacción.
—Gracias, Pal. Pude aprender sin ningún problema gracias a ti.
—¡No hay de qué! ¡Hace tanto que no entrenaba a una maga tan lista! Veamos… Desde el último gran mago de Atolan… ¡Hace 86 años!
Pal chilló y empezó a frotar su mejilla contra la de Julia.
La verdad, Julia no entendía la teoría en absoluto. Solo había seguido instintivamente lo que Pal le decía, y aún así resultaba ser algo sorprendente.
‘Pero si hoy solo estábamos evaluando la cantidad de maná que tengo…...’
Era un entrenamiento básico, pero Pal la colmaba de elogios.
—Qué lástima. Eres lista, amable y hermosa… Julia, ¿seguro que no quieres quedarte conmigo? ¡Te trataré bien! Puedo construirte un castillo solo para ti. ¡Ven a la Torre de Magia y desarrollemos nueva magia juntas!
—No.
Una voz masculina interrumpió de repente.
Pal, que estaba insistiendo, y Julia, que solo reía sin tomarlo en serio, giraron la cabeza.
—Mi reina no quiere separarse de mí.
Endymion, que había estado entrenando con Boris a lo lejos, se había acercado.
—¿Qué? ¡Eso no es cierto! ¡Julia no ha dicho nada!
Pal infló las mejillas indignada.
Endymion la abrazó firmemente por la cintura desde atrás y apoyó la barbilla sobre su hombro, sonriendo con arrogancia.
—¿Necesita decirlo?
—¡Ugh! Julia, ¿verdad que no? ¡Prefieres estar conmigo!
Pal se quejó, pero Julia, con las mejillas levemente sonrojadas, solo tosió disimuladamente.
Resentida y celosa, Pal terminó haciendo que Julia le peinara el cabello durante dos horas.
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Julia regresó después de pasar el rato con Endymion y Pal, y de cenar con Boris.
Se sentía un poco fatigada, tal vez por haber entrenado demasiado. Al escuchar eso, Helen le preparó un baño caliente con pétalos de rosa y aceites aromáticos.
—Gracias. El aroma es realmente agradable.
—¡No es nada!
Helen la atendía con una mirada de admiración. Como alguien que aún estaba lejos de calificar como maga, Helen se sorprendió al enterarse de que Julia estaba siendo entrenada por el propio Maestro de la Torre.
—¡Debe ser increíblemente talentosa, maga! El Maestro de la Torre es muy exigente y suele rechazar a la mayoría porque no cumplen con sus estándares.
—¿En serio?
Julia preguntó con curiosidad, ya que más bien le sorprendía lo accesible que le había parecido. Helen asintió repetidamente, como si estuviera orgullosa en su lugar.
—¡Incluso ha rechazado a magos de alto nivel! Actualmente, en la Torre solo hay tres magos de alto rango, pero dos de ellos son tan mayores que rara vez salen de sus habitaciones. Solo se mueven entre sus laboratorios con magia.
Julia había oído que los de alto nivel eran escasos, pero ¿solo tres?
‘Hmmm. ¿Será por eso que Pal tuvo una buena impresión de mí desde el principio?’
Siempre la alababa en cada oportunidad, así que era una suposición razonable. Julia escuchó con interés la historia que seguía.
—Hace 20 años, el único mago de alto rango joven, Sir Hamas, le pidió al Maestro de la Torre que lo tomara bajo su tutela, ya que no tenía un mentor cercano que lo guiara. Pero el Maestro lo rechazó públicamente diciendo: 'Para eso, mi mano de obra es demasiado cara' ¡Sir Hamas se sintió muy humillado!
Julia se sorprendió un poco. Pal no parecía tener un carácter tan inflexible. ¿Rechazó a un joven mago talentoso solo porque no le convencía?
—Pero usted ha recibido instrucción cercana de él, así que eso significa que es aún más increíble. ¡Realmente la admiro!
—Oh… Gracias, Helen. Eso me hace feliz.
Aunque aún le costaba creerlo, el comentario la hizo sentir cálida por dentro. Julia aceptó el cumplido con modestia.
Helen sonrió ampliamente mientras le cepillaba el cabello impregnado con aceite aromático.
—Soy yo quien debería agradecerle. He servido a más de 30 magos a lo largo de los años, ¡pero nunca había conocido a alguien tan amable como usted! Incluso el señor Hamas era… bueno, digamos que un poco temperamental. Y después de que el Maestro de la Torre lo rechazó, se volvió aún más difícil de tratar en estos últimos 20 años. Al final, tener buen corazón también significa tener talento… ¡Oh, eso fue un error!
Helen bajó la voz y puso cara de pánico al darse cuenta de lo que acababa de decir.
‘Si esta chica, tan alegre y meticulosa, dice eso, entonces debe ser verdad que ese mago es complicado’
Pensando en ello, Julia reprimió una sonrisa y asintió.
—Debe haber sido difícil atender a alguien así.
—¡Ah, no, no! ¡No es difícil en absoluto! ¡Fue un error, de verdad!
—Jaja… Está bien, entendido…
Oh, espera un momento.
Julia inclinó la cabeza al ver a Helen agitar las manos con nerviosismo.
¿Dijo que eso fue hace 20 años?
—Oye, ¿Cuántos años tienes?
—Tengo 50. Soy la más joven de las sirvientas. Ah, cierto, usted debe tener una edad similar a la mía. A ver, lo adivinaré. Se ve un poco más joven, así que… ¿45? ¿Acerté?
'…...¿Qué clase de Torre es esta?'
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En la oscuridad, un deslumbrante resplandor dorado giraba suavemente como la cola de una sirena.
Fluía como un arroyo, a veces desacelerando y estrechándose, solo para acelerarse en otros momentos.
Ssshh—!
Parecía una Vía Láctea en plena noche o azúcar derramada sobre una bandeja negra. La brillante luz comenzó a formar patrones intrincados.
Se entrelazaba densamente como un fino tejido de seda, deshaciéndose y volviéndose a unir, dibujando docenas de líneas y figuras geométricas. No era un proceso fácil: las formas aparecían y se desvanecían,
parpadeando como la llama temblorosa de una vela. El ciclo se repitió una y otra vez, tantas veces que era imposible calcular el tiempo transcurrido.
Ziiing—!
Finalmente, cada hebra dorada, antes dispersa en cientos de direcciones, encajó en perfecta sincronía.
Un destello miles de veces más brillante que antes estalló en la oscuridad, y al fin, un enorme círculo mágico quedó completado. Entonces, la primigenia penumbra rugió como un trueno y se desvaneció más allá del horizonte.
¡Fwaaah!
—¡Kyaaah, lo logramos!
En un claro iluminado, Pal saltaba de emoción mientras abrazaba el brazo de Julia.
—¡No puedo creer que hayas terminado un círculo de defensa tan rápido! ¡Solo la manifestación del patrón suele tardar medio año!
Julia sonrió y acarició la cabeza de Pal.
—No, aún no está del todo terminado. Fue más fácil gracias a la pista de tu fórmula.
Pal resopló con fingida molestia.
—¡Qué modesta! ¿Crees que cualquiera podría lograr esto con una fórmula ajena? Aunque sea la misma estructura, si no se adapta a la afinidad mágica del lanzador, ni siquiera se activará. Tú lo ajustaste a la tuya.
Julia parpadeó sorprendida y asintió lentamente.
—Sí. Como mi maná es un poco más veloz, lo modifiqué para que fuera más flexible.
—¡¿Ves?! ¡Ni siquiera tuve que decírtelo y lo descubriste sola! ¡Eres increíble!
Los ojos de Pal brillaban con codicia, como si realmente quisiera apropiarse de su talento. Julia, con las mejillas ligeramente sonrojadas, respondió con una sonrisa.
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