Mi deseo son dos camas separadas 56
El rey disfrazado .... ¿Eh? (9)
Traducción Coreano-Español: Asure
—Entonces, póngaselo cómodamente.
Tak.
El dueño, los empleados y el sastre salieron después de despedirse. En la amplia y limpia sala de vestuario, solo quedaban Julia y Endymion.
Las otras salas de vestuario estaban llenas de clientes que se preparaban de último momento para el baile, pero esta estaba completamente vacía porque Endymion la había reservado por completo.
—Qué alivio. Estaba preocupada de que no pudieran hacer un vestido que te quedara bien rápidamente.
Endymion tenía hombros anchos y un pecho robusto, por lo que, aunque no tenía grasa, su cuerpo era bastante grande. Además, su altura era considerable, por lo que no era fácil encontrar ropa que le quedara bien.
Pero cuando pagaron veinte veces el precio promedio de un vestido, la sastrería más rápida de Lumare hizo un milagro.
—¿Hacer un vestido tan grande en solo tres horas? ¿No deberían contratarte como diseñador de vestuario?
Julia, revisando el vestido rojo oscuro con satisfacción, caminó hacia él. Endymion la siguió con una expresión incómoda.
—Lo rechazaría.
—Jeje. Es una broma.
Julia rió y entró con él al vestidor.
Al ser un vestidor exclusivo para mujeres nobles, era amplio y cómodo. Pero cuando Endymion, con su cuerpo grande, entró, de repente el espacio pareció llenarse.
—¿Me lo quito todo?
O tal vez el problema era otro.
Julia se sorprendió al ver a Endymion quitándose la camisa y revelando su torso desnudo.
—¡Espera! ¿Por qué te lo quitas tan rápido?
Sus ojos se dirigieron automáticamente a sus anchos hombros y su pecho robusto. Los músculos tensos, como los de un depredador en plena caza, hicieron que sus mejillas se sonrojaran. Julia, nerviosa, cerró rápidamente la puerta del vestidor.
Click, click.
'¿Por qué no se cierra?'
Intentó cerrar la puerta para que nadie entrara por accidente, pero sus manos resbalaban debido a los nervios. Mientras forcejeaba con la cerradura, Endymion se acercó por detrás.
—Gírala hasta el final.
Endymion susurró en su oído.
Click.
De repente, Julia sintió que había entrado en una guarida de lobos y había cerrado la puerta ella misma.
El cuerpo grande de Endymion se acercó por detrás, extendiendo sus brazos y envolviéndola por completo. Era como si estuviera atrapada en una habitación estrecha, sin poder respirar.
Pero el calor que emanaba de su cuerpo desnudo hizo que su corazón latiera con fuerza, y sus nervios se tensaron al máximo.
—Mmm.
Julia asintió como si lo entendiera. Al mismo tiempo, tragó saliva, sintiéndose incómoda.
'¿Por qué siempre sin avisar...?'
No sabía si era porque su cuerpo estaba más sensible de lo normal, pero su corazón latía más fuerte que de costumbre.
Julia intentó retirar sus manos como si se hubiera quemado. Pero las grandes manos de Endymion, que cubrían las suyas, no se movieron.
—Ah, um, Mion. ¿No te vas a vestir?
Finalmente, Julia abrió la boca, tratando de actuar con naturalidad. Pero Endymion la abrazó como si hubiera estado esperando, Julia terminó abrazada contra su torso desnudo.
—¿M-Mion?
El calor subió a su rostro al sentir el brazo firme alrededor de su cintura y su cara apoyada en su hombro. Julia, sin saber qué hacer, forcejeó sin poder empujarlo.
—¿Vas a seguir enojada?
—¿Q-qué estás diciendo?
—Deja de estar enojada.
Endymion murmuró con la cara enterrada en su hombro. El calor de su cuerpo desnudo ya era abrumador, cuando sus suaves labios rozaron su hombro desnudo, un escalofrío recorrió su cuerpo.
—Yo... ¿por qué estaría enojada...?
Julia mordió su labio, sintiendo que un suspiro escaparía en cualquier momento.
Ante su voz que intentaba sonar natural, Endymion se acurrucó contra ella como un gato.
—No me sonríes. Solo quieres moverte con ese mago.
—Eso es.......
No estaba enojada. Era cierto que había planeado corregir la personalidad fría de Endymion, pero no estaba enojada.
—Lo siento. No lo haré de nuevo. Seré amable con el mago.
Su voz suave y dulce se pegó a su oído. Julia sintió un cosquilleo en el estómago y mordisqueó sus labios.
—........
—Entonces no me empujarás, ¿verdad?
Endymion susurró en voz baja y besó su lóbulo de la oreja. Julia, hipnotizada, estuvo a punto de asentir, pero escapó rápidamente de su abrazo al sentir ese estímulo electrizante.
—¡Dije que no me tocaras!
Endymion parpadeó, decepcionado. Julia, al darse cuenta de que él había intentado seducirla deliberadamente, abrió los ojos con sorpresa.
'¡Eso fue peligroso! ¡Casi caigo!'
¿Dónde aprendió a ser tan astuto? Julia le lanzó una mirada de reproche y se apresuró a buscar el vestido.
—Te vigilaré de cerca a partir de ahora, así que compórtate bien. Si no, te prohíbo tocarme para siempre.
—...Entendido.
Endymion asintió con una expresión descarada, como si hubiera estado a punto de tener éxito. Julia, con una expresión de incredulidad, le entregó el vestido y se alejó.
—Llámame cuando te lo hayas puesto. Te miraré.
Endymion asintió de mala gana mientras miraba el vestido. Cuando Julia se escondió detrás de la cortina, unos minutos después se escuchó su voz diciendo que había terminado.
—Bien, ahora rompe el pergamino.
Boris había dicho que el efecto del pergamino de ilusión duraba unas 4 horas. Pero para que funcionara correctamente, debían activarlo antes de que comenzara el baile.
Cuando Julia lo dijo, se escuchó el sonido de un papel rompiéndose.
Sssss... ¡Bang!
—...Listo.
Cuando escuchó su voz vacilante, Julia salió de detrás de la cortina. Entonces vio la silueta del vestido rojo oscuro que se extendía hacia abajo.
—Wow.
Julia caminó rápidamente hacia él, impresionada. Endymion estaba de pie con una expresión aterradora, como si estuviera masticando bilis.
—¿Realmente encogiste?
Julia, arreglando los pliegues arrugados del vestido, se maravilló.
Era un poco grande para una mujer, pero mucho más pequeño que su tamaño original. Claro, al ser una ilusión, si intentabas mirar de cerca, la vista se dispersaba, pero aún así era un gran éxito.
—.......Siento que voy a vomitar.
Endymion murmuró con ferocidad. Julia, conteniendo la risa, se acercó con una larga peluca negra.
—¿Por qué, te sientes incómodo? Pero, Mion, ¡te pareces mucho a Iris ahora!
Era como si Iris hubiera sido más robusta, Endymion bajo el hechizo se parecía mucho a ella. Con la peluca puesta, el parecido era aún más evidente.
—Supongo que los hermanos se parecen. ¡De verdad, me encanta!
Julia exclamó con admiración, sus ojos brillando. Entonces, Endymion, que parecía querer romper ese trozo de tela desagradable en ese mismo instante, se detuvo.
—...¿No es un espectáculo lamentable?
—¿Eh? Es la combinación de dos personas que me gustan, ¿por qué sería lamentable?
Ante sus palabras, el rostro de Endymion se iluminó. Al verlo visiblemente aliviado, Julia, conteniendo la risa, hizo una última revisión.
—Listo. Entonces, si nos encontramos con Boris y partimos hacia el castillo del duque... Ah.
Julia, que había dado una vuelta para revisar, se detuvo al darse cuenta de algo. Endymion, con una expresión ligeramente fruncida, apartó las molestas telas y la peluca y la miró.
—¿Qué?
—Bueno, el hechizo solo reduce el tamaño, así que tiene sus limitaciones.
Julia sonrió incómodamente y extendió su mano.
Como era una ilusión, aunque su altura había disminuido, su cuerpo real seguía siendo el mismo, por lo que tenía que levantar la mano más de lo que parecía.
—Aquí es demasiado, um, incómodo.
Julia tocó con cuidado el pecho de Endymion. Endymion, que había estado conteniendo su paciencia, arqueó una ceja cuando la delicada mano comenzó a tocar su torso.
—Ah, aquí.
Debido a la ilusión, la posición visible y la real eran diferentes. Julia, que había estado tocando y acariciando los músculos firmes con cuidado, brilló de repente. Aunque el vestido rojo oscuro era grande, al ser un vestido, la línea del torso era visible.
—Si la ilusión se rompe y descubren que no eres una mujer, el hechizo se deshará. Será mejor que arreglemos el área del pecho.
¿Qué poner? Julia frunció el ceño, pensativa. Mientras su delicada mano tocaba libremente los músculos del pecho, el ceño de Endymion se fruncía cada vez más.
—Tú......
—¡Ah, ya sé!
Justo cuando la paciencia de Endymion estaba a punto de agotarse, Julia exclamó alegremente y aplaudió. Luego sacó un pañuelo de su bolso y lo desenvolvió.
—En realidad, esto era un regalo sorpresa que compré para ti.
Era un pañuelo de alta calidad que había comprado en el mercado. Julia arrugó el pañuelo oscuro y lo metió en el pecho de Endymion. Endymion, sin moverse, la miró con una expresión extraña.
—¿Vas a usar mi regalo para esto?
—¿Esto? Tiene que ser perfecto. Te compraré otro regalo.
Julia lo convenció mientras lo atraía. Pero Endymion, sintiendo rechazo, mostró una firme resistencia.
—No quiero. Solo necesitamos que parezca creíble, no hay necesidad de hacer todo esto.
Julia, que en realidad disfrutaba disfrazando a Endymion, se sintió avergonzada. Pero, ambicionando un pecho perfecto, argumentó con firmeza.
—Es mejor que nos descubran. ¿No crees?
—Todavía no quiero.
¿Por qué es tan terco? Julia rodó los ojos, incrédula.
Pero no había tiempo para convencer a Endymion. El tiempo se estaba acabando.
'Hmm, ¿realmente debería rendirme?'
Endymion caminó hacia la puerta con una expresión feroz, como si estuviera a punto de armar un escándalo. Julia, siguiéndolo con pesar, se detuvo al tener una idea brillante.
—Hmm. ¿Mion?
—¿Qué?
—Mírame.
Endymion, de mal humor, se volvió. Pero pronto sus fríos ojos azules se abrieron al ver la escena frente a él.
—¿Todavía no quieres hacerlo?
Julia sonrió mientras caminaba hacia él con gracia. Los ojos azules de Endymion se pegaron al pecho de Julia, incapaces de apartarse.
—......
Un pañuelo oscuro estaba metido en el centro de su pecho blanco. Para que pareciera natural, llevaba un vestido con un escote más profundo de lo habitual.
—Si lo haces.
El pañuelo se movía suavemente cada vez que Julia daba un paso. Como la cola de una sirena tentando a un humano.
—........Te dejaré sacarlo tú mismo.
Julia susurró, imitando a Endymion que se había pegado a ella antes. El contraste entre su piel suave y blanca y el trozo de tela oscura era tan estimulante que los ojos de Endymion chispearon.
—¿Lo harás?
Julia se acercó lo suficiente para que su aliento lo tocara y lo presionó. Finalmente, Endymion apretó los dientes y asintió.
—Bien. Entonces puedes sacarlo.
Tan pronto como Julia lo dijo, Endymion levantó lentamente la mano. Y sus manos firmes agarraron el pañuelo con una lentitud que hacía cosquillas.
Sssss...!
El suave pañuelo rozó la piel entre los pliegues. Desafortunadamente, el trozo de tela salió rápidamente, Julia, como si hubiera estado esperando, lo sacó y lo metió en el pecho de Endymion.
—Hmm, esto no es suficiente. ¡Ah, también necesitamos esos!
Julia, emocionada, trajo más trozos de tela y comenzó a meterlos para crear volumen.
—......
Endymion, viendo a Julia toquetear su pecho sin preocupaciones, se sintió perturbado.
¿Pensará que no hay ningún estímulo cuando ella misma lo toca, mientras que solo con tocar sus dedos se pone tensa?
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