MDSDCS 40




Mi deseo son dos camas separadas 40

El incidente del secuestro de la reina (2)



Traducción Coreano-Español: Asure


La mirada opresiva de Endymión, afilada como una espada bien forjada, hizo que el hombre se estremeciera visiblemente.

Ante la situación cada vez más enredada, Endymión enfrió su expresión.

‘Quería evitar que la Torre de Magia lo descubriera’

Sin embargo, si aquel mago apareció justo después de que él y Julia cayeran, significaba que había venido con conocimiento de la situación. En ese caso, ocultarlo podría volverse una desventaja. Todas las naciones del continente, especialmente Sémele, habían firmado un tratado con la Torre de Magia, garantizándole el monopolio de la magia a cambio de ciertos beneficios.

Por lo menos, solo había llegado un mago, lo que indicaba que la Torre aún no tenía conocimiento total de lo sucedido.

‘Más bien, esto podría ser conveniente’

No parecía poseer una presencia imponente, lo que significaba que no era un mago de alto rango.  

Endymión cambió de opinión. Dado que la situación era urgente, pensó en utilizarlo y, si intentaba cualquier jugada, eliminarlo sin que la Torre se enterara.

Tras hacer sus cálculos en un instante, le dio a Duque Hyde una orden breve y discreta. Luego, le dirigió una fría mirada al hombre y entró en la habitación.  

El mago, aún tenso, evaluó la situación con cautela antes de seguirlo con recelo.  



Tac.  



La pesada puerta de la habitación se cerró.

El desconcertado Duque Hyde recuperó la compostura y proclamó con firmeza:


—Todo lo que han visto y experimentado esta noche será borrado de tu memoria. Se tratará como un asunto confidencial y no deberá revelarse a nadie. Cualquier filtración resultará en la disolución total de la orden de caballería. Naturalmente, la familia también asumirá la responsabilidad correspondiente. No lo olvides.

—¡A sus órdenes!


El recuerdo de los antiguos caballeros exiliados a la frontera por haber cuestionado el honor de la reina aún estaba fresco en sus mentes, no deseaban correr la misma suerte. Ni el capitán ni el vicecapitán, ni ninguno de ellos, quería provocar la ira del implacable rey.

Con el mago como una pieza inesperada en el tablero, los caballeros sellaron la memoria de aquella noche en lo más profundo de sus mentes y guardaron un silencio absoluto.





















⋅•⋅⋅•⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅∙∘☽༓☾∘∙•⋅⋅⋅•⋅⋅⊰⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅⋅•⋅





























Cada paso que se daba en el palacio de la reina resplandecía con tal intensidad que resultaba deslumbrante.

Tal vez por el gusto de su dueña, la decoración era uniforme en colores y emanaba una elegancia refinada, pero al mismo tiempo reflejaba la majestuosidad de Sémele, un deleite visual. Incluso la alcoba de la reina parecía una obra de arte sofisticada.

Boris, quien por un momento se olvidó de la situación mientras admiraba el lugar, fue sacudido de su ensimismamiento por una voz imponente.


—Boris Arkon.

—¿Eh? Ah, sí.


El lujoso palacio de la reina contrastaba por completo con la sombría y austera Torre de Magia, lo que había captado su atención. Boris enderezó la espalda con cierta rigidez y fijó su mirada en el rey de Sémele.


—¿Cuál es tu rango?


Frente a la cama con dosel de un delicado tono rosado, Endymión, tras despedir fríamente al médico, preguntó con voz glacial.

Boris sintió un leve escozor de irritación y metió la mano en su túnica.

‘Tal como decían’

Antes de ser enviado a Sémele por orden de la Torre de Magia, Boris había escuchado rumores sobre el monarca.

Sémele, la nación más poderosa del continente, tenía la alianza más antigua con la Torre. Sin embargo, a diferencia del anterior rey, el actual monarca nunca concedía nada sin obtener algo equivalente a cambio. Mientras que la mayoría trataba a la Torre y a los magos con la máxima reverencia, él era una excepción.


—Aquí está mi identificación emitida por la Torre. En ella se indica mi rango dentro de la institución.


Como mago, Boris estaba acostumbrado a recibir el trato equivalente al de un conde en cualquier parte. A pesar de haber pasado toda su vida dentro de la Torre y salir al mundo exterior después de más de una década, desde su llegada a Sémele había sido recibido con honores y atención.

Pero este rey de Sémele, con su actitud altiva, ni siquiera mostraba el más mínimo respeto ante un mago. Claro, no podía quejarse abiertamente de ello, pues se trataba del monarca.

Sintiendo una leve decepción, Boris entregó su identificación.

‘Bueno, supongo que aún no lo asimila’

La situación parecía ser bastante grave, así que cuando el rey viera su rango, seguramente adoptaría una actitud más cordial. Con aire despreocupado, Boris observó cómo aquellos ojos arrogantes leían el documento.


—Mago de rango inferior.


Para su sorpresa, el rey no mostró ni admiración ni asombro, sino una total indiferencia.

‘¿Eh? Esto no era lo que esperaba'

Boris se rascó la nuca con incomodidad.


—¿Cuál es el motivo de tu visita a Sémele?

—Oh, bueno… Su Majestad aprobó la solicitud enviada por nuestro Maestro de la Torre, ¿cierto? El establecimiento de la tienda de artefactos mágicos.

—Y…

—Uh… Como parte del acuerdo, se asignó un mago a cada tienda establecida en los distintos países. Yo fui enviado como responsable de la sucursal en la capital de Sémele. Mi misión es detectar cualquier flujo de maná no registrado.


Boris, sorprendido por el interrogatorio, explicó con detalle.

Esperaba ser recibido con cortesía tras la aprobación formal de la Torre, pero la actitud cautelosa del rey le resultaba desconcertante.


—Entonces, ¿por qué apareciste de repente en el castillo?


Esa pregunta hizo que Boris recordara su propósito. Aunque tenía edad, su inexperiencia en el mundo exterior lo hacía torpe en este tipo de interacciones. Se aclaró la garganta con una tos y se dispuso a hablar con seriedad.


—Eso es precisamente lo que deseo informar. Hace unas horas, detecté una gran concentración de energía mágica en el castillo. Al rastrear la fuente, me di cuenta de que la señal provenía del jardín donde Su Majestad y la reina se desmayaron.


Boris infló el pecho con orgullo, pero Endymión solo lo observó en silencio antes de devolverle su identificación.


—Oh, gracias. Hm-hm. De acuerdo con el tratado entre Sémele y la Torre de Magia, yo, Boris Arkon, procederé a investigar el origen de esta energía mágica.

—Tu función ahora es examinar a la reina. ¿Lo olvidaste?

—¿Eh? Ah… Cierto. Sí, eso… eso también.


Boris rodó los ojos y respondió instintivamente.

'Espera, esto se siente como si estuviera cayendo en una trampa...'

Era una tarde en la que estaba acostado en la cama comiendo bocadillos, murmurando para sí mismo sobre la posibilidad de un fracaso. Pero de repente, sintió una corriente de maná en los alrededores y, sin pensarlo dos veces, usó un pergamino para teletransportarse al lugar.

Sin embargo, inesperadamente cayó en los jardines del castillo de Semele, donde se estaba llevando a cabo la ceremonia de mayoría de edad del rey y la reina. Lo primero que vio fueron rastros débiles de maná y la pareja real desmayada.

Fue tratado como sospechoso y sometido a un interrogatorio, hasta que, harto, decidió revelar su identidad. Una vez absuelto, pensó en investigar oficialmente el origen del maná dentro del castillo, pero el ambiente parecía extraño.

Cuando preguntó a alguien que se presentó como el vicecapitán de los caballeros, este le respondió que el rey estaba ocupado. Así que, sin más, decidió dirigirse al palacio de la reina, solo para enterarse de que ella aún no había despertado.

'Si vuelvo con las manos vacías, el Maestro de la Torre de Magia me enviará a una mina de extracción de piedras mágicas por los próximos diez años'

Boris se impacientó, preocupado de que si dejaba pasar más tiempo, los rastros de maná se desvanecerían.

Justo entonces, el rey apareció, Boris, con determinación, le dijo que podía examinar a la reina. Si no lo hacía, tardaría aún más en obtener cooperación para rastrear el maná. Además, dado que el rey y la reina estuvieron en la escena del incidente, tal vez podría obtener más información sobre la investigación.


—¿No dijiste que podrías ayudar con la condición de la reina?

—Por supuesto. Ejem.


Boris, por orgullo como mago, asintió de inmediato. Su verdadero objetivo era rastrear el maná y obtener cooperación, pero como el rey no mostraba reacción alguna, no tuvo otra opción.

'Tsk, bueno, al fin y al cabo, fui yo quien dijo que la examinaría'

Lo importante era llegar a la Torre de Magia de alguna manera. Probablemente la reina solo se había desmayado debido a la repentina aparición de maná, así que bastaría con fortalecer su resistencia mágica.

Asintiendo para sí mismo, Boris se acercó a la gran cama con dosel. Justo en ese momento, el rey se interpuso en su camino y le habló con frialdad.


—¿Podemos confiarle el estado de la reina a un mago de rango inferior?

—¿Qué ha dicho?


Boris frunció el ceño, ofendido.

Los magos de la Torre de Magia, que llevaban una vida casi ermitaña, entendían estas cosas en teoría, pero eran inexpertos en la diplomacia del mundo exterior. Sentirse subestimado lo irritó visiblemente.


—¿Está menospreciando mis habilidades? ¡Por más que sea el rey de Semele, no puede menospreciar a un miembro de la gloriosa Torre de Magia!

—Es una duda razonable. Ni siquiera los médicos del castillo pudieron determinar la causa. ¿De verdad puedes solucionarlo tú solo, sin ayuda de otro mago?


'¡Vaya, pero qué ocurrencias! ¿Por quién me toma?'

Boris, con el rostro enrojecido por la ira, resopló.

Ya le habían asignado esta misión sin poder oponerse, dejando atrás su investigación. Y ahora, en una situación donde finalmente tenía una pista, solo recibía miradas de duda.


—¡Se lo demostraré! Resolveré este problema aquí y ahora, sin necesidad de recurrir a otro mago. ¡Yo, Boris Arkon, lo haré solo!


Lleno de orgullo, Boris declaró su determinación. Solo entonces el rey, como si finalmente confiara en él, se hizo a un lado. 

Satisfecho, Boris se acercó a la reina con una sonrisa de superioridad, sin darse cuenta de que el rey lo había manipulado completamente.


—Bien... ¿Eh?


Al ver a la reina acostada en la cama, marchita como una flor seca, Boris abrió los ojos de par en par.

Cuando la encontraron inconsciente, los caballeros la habían llevado rápidamente, por lo que no había tenido la oportunidad de ver su rostro. Pero ahora que la observaba de cerca, le resultaba familiar.

Era una de las primeras clientas que había visitado recientemente una tienda de artefactos mágicos. La misma que había registrado su identidad como 'la hija única de Ametrine'... Ah.


—La reina de Semele es originaria de la familia real de Ametrine, ¿verdad?


Finalmente, recordó la información que había leído antes de ser enviado a esta misión. Se rascó la cabeza, avergonzado de no haber aplicado antes su conocimiento teórico.


—¿Sucede algo?

—No, nada en absoluto.


Boris decidió actuar con naturalidad, temiendo que el rey volviera a desconfiar de él. Luego, se sentó junto a la cama y comenzó a examinar a la reina con atención.

Y fue entonces cuando encontró una pista inesperada.


—Oh...


Algo estaba mezclado en el aire, como si olas invisibles lo atravesaran.

Boris, con una sonrisa radiante, percibió destellos dorados flotando en el aire, como pequeñas motas de oro pulverizado.

Hasta ahora, había asumido que la reina simplemente se había desmayado por el impacto del maná repentino. Después de todo, no tenía sentido que una ola de maná desconocida emanara de la propia reina.

Pero.


—Estaba completamente equivocado.


El rostro de Boris se iluminó. Su propósito original de investigar el maná y obtener cooperación había quedado en segundo plano. Había encontrado algo mucho más grande.


—¡Es un efecto secundario del maná!

—......


Boris no pudo contener su emoción y se puso de pie con una gran sonrisa.


—¡La reina es una maga! Si el maná se acumula dentro del cuerpo sin ser liberado, a veces puede manifestarse como una enfermedad. Normalmente, desaparece por sí solo con el tiempo, así que no hay de qué preocuparse. Pero espera, ¿nunca antes le había sucedido? Generalmente, el maná se libera en la infancia.

—......

—Veamos... ¡Ah! Parece que la voluntad de la reina de liberar su maná terminó convocando una bestia mágica. Por eso usted y sus sirvientes se vieron atrapados en el incidente. ¡Ahora todo tiene sentido! Cuando vi el cadáver de la bestia en el castillo, no podía entender por qué estaba allí. ¡Esto es un gran hallazgo! Debo informar de inmediato a la Torre de Magia. Hmm, aunque hay algo extraño... Su nivel parece ser al menos intermedio, pero hay ciertos aspectos que no cuadran. Tendré que investigar más cuando despierte.


Boris hablaba con entusiasmo, inmerso en su alegría, hasta que de repente se quedó en silencio.

El momento en que pronunció la palabra 'hallazgo', la mirada del rey se volvió gélida.


—Uh... bueno, lo que quería decir es que...


Boris se apresuró a corregirse, dándose una palmada en la boca y diciendo con torpeza:


—¡Me refiero a que es... es realmente impresionante!


Pero la atmósfera ya se había vuelto inquietante.

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