Hombres del Harén 696
Ver la luz de la esperanza
'¿El hijo de un noble?'
El rostro del hombre se enrojeció al instante, como si no quisiera ser identificado. Pero el hombre se mantuvo firme y gritó.
«Está bien, lo que sea. Puedes ignorarnos y seguir adelante. ¿Quién va a decir algo si estás cuidando tu propia vida? Pero entonces, al menos cierra la boca. ¿Por qué seguir insultando a la Emperador que nos salvó?»
Cuando el hijo del noble terminó de hablar, la mujer que estaba a su lado habló sarcásticamente.
«Si Su Majestad nos salvó para realzar la imagen del Lord, entonces el Adversario abandonó al pueblo para rebajar las expectativas del Adversario»
«Yo... no es que no te haya salvado a propósito»
replicó Aini, confusa.
«He oído que has cometido un pecado contra las Sirenas de Sangre. Tú eres el criminal y este es el territorio de las sirenos, así que solo los he respetado»
Latil miró a su alrededor y vio que las sirenas se aferraban a la orilla del lago con sólo dos tercios de la cabeza asomando. Parecían estar evaluando la situación.
Latil sacudió la cabeza rápidamente, las Sirenas de Sangre volvieron a sumergirse en el agua, dejando sólo un tercio de sus cabezas en el agua.
Aini extendió los brazos y volvió a gritar.
«El Lord pretendía que esto fuera un cambio de imagen. ¡¿No lo saben?!»
[¿Por qué nadie me cree? ¡Estoy diciendo la verdad!]
La frustración de Aini era palpable.
Sabiendo que Latil estaba ocultando su identidad como Lord y fingiendo ser el Adversario, se sentía frustrada por la forma en que la gente estaba reaccionando.
«¿Reglas?»
Soltó el hijo del noble.
«¿Reglas? ¡Me capturaron las sirenas porque intentaba salvar a gente que había sido capturada!»
El hijo del noble señaló entonces a la niña que seguía llorando en brazos de papá y mamá.
«¡Y se la llevaron porque vio a las sirenas bebiendo y emborrachándose!»
La niña aún tenía el saco de galletas que le había dado Latil. El hijo del noble señaló a la mujer que se habían llevado con la niña.
«¡Se la llevaron porque estaba con la niña! ¿Es alguna regla que la encierren de por vida?»
[¿Cómo puedo saberlo?]
exclamó Aini para sus adentros.
[¡Esa sirena dijo que tú eres un criminal que rompió las reglas! ¡Por supuesto, pensé que había reglas importantes!]
«Yo...... no lo sabía».
Aini dio por fin un paso atrás.
«Quizá no lo sabías»
El hijo del noble suavizó un poco la voz cuando Aini retrocedió.
«Sí, puede que no lo supieras. Todos lo sabemos, así que ¿por qué no debería aplicarse ese criterio indulgente a la persona que en realidad nos salvó la vida?»
Aini apretó los puños con fuerza y se apartó de un tirón.
«Si vas a salir así por un momento de afecto, entonces no puedo hacer más para ayudar»
El escolta de Aini se adelantó y le echó la capa sobre los hombros.
«Es demasiado tarde para arrepentirse cuando se den cuenta de que los han engañado. Ella traerá el desastre a este país y a la humanidad»
[Como hizo conmigo]
Aini desapareció con su escolta. La gente no dijo nada, abrumada por su elevada aura.
La habilidad con la espada de Aini no sólo había mejorado. Su calvario le había dado la capacidad de influir en la gente con su voz, una mezcla de pasión y calma.
Era una habilidad que todos los Adversarios poseían, ella parecía estar ganándola.
'Nuestro Ranamoon está...... creciendo en sus habilidades como padre'
Latil estaba ensimismada, cuando sus ojos se cruzaron con los de Meradim, miró a los aldeanos con dolor. Todos le miraban.
Al encontrarse con sus miradas, sintió que el corazón se le volvía a salir del pecho.
La situación estaba bajo control por ahora. Pero cuando Aini se alejó, sentía tensión y miedo.
Era la primera vez que alguien que no pertenecía a los Aliados del Lord descubría que ella era el Lord. Baekhwa no pertenecía a los Aliados del Lord, pero había un vínculo intermedio llamado Jaisin. Sin embargo, estos...
«Su Majestad»
El anciano que Latil había rescatado dio un paso adelante.
«Su Majestad»
Los ojos del anciano se llenaron de lágrimas, tomó el pañuelo que Latil le había entregado con manos temblorosas.
«Este anciano fue encarcelado hace 30 años»
«¡30 años......!»
La multitud empezó a rugir. Latil también se sorprendió y miró al anciano, mostrando en su rostro los años de penurias.
«Debe de haber sufrido mucho»
«No conozco el rostro ni el nombre de Su Majestad. Ni siquiera sé quién era la persona que acaba de irse»
El anciano le devolvió el pañuelo a Latil.
«Pero Su Majestad es mi benefactora»
Latil estrechó con fuerza la mano del anciano. El anciano era muy sabio. No podía oír a la gente como Latil, pero sabía lo que le preocupaba a Latil.
Entonces volvió a oírse un murmullo entre la gente, que poco a poco se fue dividiendo en dos, dejando el centro vacío.
Una mujer con gafas se abrió paso.
«¿Madre?»
murmuró el hijo del noble.
La mujer se acercó y se colocó frente a Latil, inclinándose según el protocolo de la corte.
«Su Majestad»
Entre las voces de las personas murmurando, se escuchó la palabra 'Señor de Territorio'
Asure: 영주님: Se puede traducir como 'Señor de Territorio' o 'Terrateniente' .... Por contexto, lo dejo como 'Señor de Territorio' (Más elegante :v)
«Rindo homenaje a Su Majestad. Soy el Señor del Territorio de Lago Azul»
«¿Señor de Territorio?»
«Llegué hace un momento para entender la situación, pero estuve permaneciendo atrás todo el tiempo. Pido disculpas»
El hijo del noble se acercó, pero el Señor del Territorio fulminó con la mirada a Latil sin mirar en su dirección.
«¿Segura que es usted el Lord?»
La multitud que se había alborotado ante la aparición del Señor del Territorio enmudeció. El anciano y el hijo del noble abrieron la boca como si fueran a decir algo, pero volvieron a cerrarla.
Latil escuchaba el chapoteo del agua del lago. Su mente intentaba vagar por otra parte.
«No hace falta que respondas».
El Señor del Territorio, que la había estado observando, habló primero.
«Sabía que no era importante»
«!»
«No sé si eres el Lord o un enemigo, o si esa Ex Emperatriz de Carissen decía la verdad o te calumniaba. Pero eres nuestra Emperador»
«¡Así es!»
gritaron tras él las personas que Latil había rescatado y sus familiares.
El calor se elevó en las comisuras de los ojos de Latil. Oír esas palabras hizo que su corazón se sintiera como una pieza de ropa colgada en un tendedero, no en un escurridor.
Su corazón palpitante ondeaba como una colcha blanca al viento, su nariz olía a jabón.
«De acuerdo»
Latil sonrió con arrogancia, tratando deliberadamente de ocultar su vergüenza.
«Te protegeré te llamen como te llamen»
Latil sintió calor en su rostro y, avergonzada, miró a las Sirenas de Sangre que se escondían en el lago.
Uno a uno, las Sirenas de Sangre salieron del lago como si hubieran estado esperando.
Pero cuando sus ojos los vieron, los aldeanos se estremecieron.
«¡Ese Príncipe sirena me ha salvado!»
Pero la niña que reconoció a Titus gritó de alegría y corrió hacia él.
«¡Cariño, estás a salvo!»
Titus le dio un fuerte abrazo y la niña soltó una risita.
La gente de la prisión también reconoció a Titus, que había acudido a su rescate con Latil, corrió hacia ellos. Pero sólo se agolparon delante de Titus.
Al ver esto, Meradim se puso a cantar de repente, con la esperanza de llamar la atención. Los aldeanos le miraron incrédulos.
A Meradim no pareció importarle y siguió cantando, mostrando su colorido aspecto.
Mientras agitaba el pelo, la gente empezó a hacer trompetas con la boca para añadir efecto a la canción de su gobernante.
Las personas que vieron eso comenzaron a reír, la atmósfera se iluminó al instante. Latil escuchó al Señor del Territorio susurrar a la persona que estaba a su lado: 'La atmósfera es muy diferente de la de la revista ........'
La pacífica escena llenó de esperanza a Latil.
El Señor del Territorio dijo que no importaba si Latil era un Lord o un Adversario ¿Podría algún día todo el mundo decir eso?
Parecía posible.
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«La mayoría de las personas que has salvado son de este territorio. Todos están agradecidos por la ayuda que tú y tu gente les han prestado. Algunos no, pero pronto encontrarán a sus familias y amigos»
«Ya veo»
«Sí. No es ningún secreto que Su Majestad es el Lord......, ¿verdad?»
«.......»
«Lo mantendremos en secreto hasta que revele su identidad, pero, Majestad, no todos los corazones son creados iguales, aunque lo mantenga en secreto, algunos de nosotros correremos la voz»
Latil asintió.
«Tal vez, pero que así sea»
No importaba lo que dijeran unos pocos, mientras la mayoría de la aldea apoyara a Latil.
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El Señor del Territorio siguió a la Emperador fuera del Territorio para despedirla.
Desde lo alto de una colina, el Señor del Territorio observó al séquito de la Emperador mientras se alejaba en la distancia, giró hacia su hijo, que había huido para rescatar a los aldeanos desaparecidos.
El hijo miró a la Emperador con ojos melancólicos.
«Bienvenido»
El Señor del Territorio le dio una palmada en la espalda.
El hijo del noble dijo que creía que el pueblo había sido secuestrado por sirenas. Pero la gente de hace dos años difícilmente le habría creído.
Pero su hijo decía la verdad. Además, él mismo se había propuesto rescatarlos, aquí estaba.
Estaba enfadada con él, pero también orgullosa de él.
Al anciano que la Emperador había salvado se lo habían llevado hacía tanto tiempo que ya no tenía parientes en la aldea. El Señor del Territorio decidió contratar al anciano sabio para que lo llevara a su castillo.
«Ahora que te ha ayudado la Emperador, deja de corretear y empieza a aprender a ser un heredero como Dios manda»
El Señor del Territorio le dio una palmadita en la espalda a su hijo, cuando éste no pudo apartar los ojos del séquito de la Emperador, añadió con severidad.
«No te atrevas a soñar»
«La Emperador tiene un Cortesano, madre, me preguntaba si podría.......»
«Llevas 2 años fuera, así que no lo sabes. Tiene más de uno»
«¿3, entonces? 3 o así»
«8»
«¡8!»
«Y un amante»
«¡9!»
Los hombros del hijo se hundieron. El Señor del Territorio palmeó a su hijo en el brazo y se dio la vuelta.
«Ex Emperatriz Aini es hostil a la Emperador, así que puede que haya una pelea más tarde. Aprenderás bien y estarás al servicio de la Emperador, eso será todo»
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Aini regresaba a Carissen. Alguien se acercó a su carruaje a toda prisa a caballo.
«Aini. Aini».
Al reconocer la voz, Aini abrió la ventanilla del carruaje. Era alguien de su séquito.
«¿Qué ocurre?»
«Tenemos problemas»
Dijo el ayudante, palmeando el lomo del caballo que seguía intentando huir.
El cochero detuvo el carruaje.
El séquito se apeó e hizo un pequeño informe a través de la ventanilla.
«El rey y la reina Milo han sido sorprendidos usando magia negra para crear un ejército de monstruos»
«¿Qué......?»
«Estaba investigando eso, apareció una carta entre la difunta Princesa de Milo y 'alguien del Ducado Daga'»
Aini agarró con más fuerza el dobladillo de su capa bajo la ventana.
«¿Y?»
«Llamaron a la Duque Daga por ello, dijo que la carta no era suya. Nunca usó su sello, la letra es diferente»
El ayudante añadió con una mirada.
«Los investigadores sospechan de ti, Aini»
Aini hizo un gesto para que su séquito regresara a la sala, jugueteó nerviosamente con la vaina de su espada y luego giró hacia el brujo.
«¿Te ha traicionado Zaripolcy?»
«No lo sé, ya que rara vez tengo contacto con brujos que hayan acudido a Zaripolcy»
«¡Intenta contactar con él!»
«Sí»
Aini cerró la ventanilla del carruaje y se mordió el labio con nerviosismo.
No había revelado que el Consorte de Latrasil no era una Sirena de Sangre, sino un monstruo. Y ahora habían descubierto las cartas que iban y venían de Zaripolcy.
«¡Esa estúpida...... te dije que quemaras todas las cartas!»
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