Hombres del Harén 640
Sonun
Asure: Sé que algunas pensarán que es mal traducción, pero lo volví a releer una vez mas, explico: En la época actual (fuera de Arital), conocen al monstruo como Sacerdote rojo (usa túnica roja sacerdotal). En la época de Arital, en monstruo con ojos blancos u ojos de vaca (por su color intenso) se llama Sonun (que traducido es ojos de nieve u ojos de vaca), valga la redundancia que así lo describió la autor capítulos anteriores.
Salía humo de la gran olla, el pescado colgaba de la tabla de cortar, aún limpio, pero no había nadie.
La cocina nunca estaba vacía. Por la noche siempre había cocineros y ayudantes de servicio, aunque menos que durante el día, por si las señoras querían comer algo.
Igual que en el festival.
Un pequeño fuego ardía bajo la olla. Vertí agua sobre él para apagarlo, luego toqué ligeramente la olla y un torrente de energía caliente me golpeó.
'La sensación de vida sigue ahí, sólo que la gente ya no está'
Tras comprobar las habitaciones de los demás Consortes, Latil regresó a su propia alcoba. No había criadas ni sirvientas a la vista.
Latil se sentó en su mecedora y serenó sus pensamientos.
‘El Sumo Sacerdote dijo que solo yo desaparecí del Pueblo Hojas Caídas, pero los aldeanos también estaban todos heridos. Además, cuando llegamos allí por primera vez, no había nadie del pueblo, yo estaba con el Vicecapitán y el Sumo Sacerdote’
Latil sacó un trozo de papel y una pluma y escribió los acontecimientos del festival en orden cronológico.
Gente capturada y herida -> yo y el Sumo Sacerdote aparecemos -> el monstruo sólo me lleva a mí -> el Sumo Sacerdote va por ahí y cura a la gente -> yo vuelvo -> no hay rastro del monstruo cuando Girgol y Kallain van a investigar.
Latil deja la pluma.
'Pero vuelvo a estar sola en esta habitación, lo que significa que lo más probable es que sea ...... yo quien haya sido atrapada por el monstruo'
Latil se acercó a la ventana, la abrió de par en par y cerró los ojos.
Se esforzó por oír el viento. Escuchó los pájaros, los insectos y todos los sonidos de la naturaleza.
La silenciosa quietud le decía algo. Le decía que había sido capturada por un monstruo.
Latil miró hacia abajo. La cámara del Emperador estaba a una altura inusual para evitar la entrada de asesinos.
Gracias a eso, ninguno de los Emperadores era débil, al menos no físicamente. La fuerza de sus piernas provenía naturalmente de subir y bajar innumerables escaleras todos los días.
'El palacio tiene tantos edificios altos, tantas esculturas, tantos accidentes del terreno, que es difícil encontrar la nieve en el suelo como en una fiesta de pueblo en terreno llano'
Latil suspiró mientras se apoyaba en el alféizar de la ventana.
'Voy a tener que golpear esos globos oculares unas cuantas veces para que vuelva a la normalidad, pero qué demonios'
Girgol estaba tardando mucho en encontrar su silla.
* * *
Inesperadamente, Girgol y Kallain fueron rápidamente confrontados por el Gran Maestro.
«Vaya, ¿tenemos dos invitados aquí?»
El Gran Maestro estaba solo en el templo donde se alojaba Siphisa.
Kallain se dio cuenta de que lo echaba de menos. Todo rastro de la presencia de Siphisa permanecía intacto.
«He venido a preguntarte algo»
Girgol sonrió dulcemente, el Gran Maestro abrió los brazos y rió con él.
«Puedes hacer todas las preguntas que desees»
Dijo Girgol mientras se sentaba en un cojín cualquiera.
«Dijiste que le habías dicho a mi Aprendiz que tomara la decisión correcta. Siphisa dice que has estado calculando el calendario. También has visitado a los parientes de Arital, ¿Por qué?»
preguntó Girgol, sin girar lo más mínimo.
El Gran Maestro se acercó a la maceta que había estado cuidando hasta que llegaron.
¿A los psicópatas les gustan las plantas? Se preguntó Kallain.
«¿Porque Su Majestad es el primer Lord, después de Arital, que puede tener hijos y de hecho los ha tenido?»
«.......»
«Tal condición es difícil de cumplir, así que pensé que la maldición podría romperse»
Girgol continuó, rodeando al Gran Maestro en un lento círculo como una bestia acechando a su presa.
«Tu Aprendiz aún no ha despertado del todo»
«Pero es lo más cercano a ello»
El Gran Maestro sonrió satisfecho.
Kallain dio un paso adelante.
«El bebé en el vientre parece ser una amenaza tanto para mi Ama como para Ranamoon, es decir, para el Adversario. ¿Por qué será eso?»
La mano del Gran Maestro, que estaba ocupada podando, se detuvo de repente. Parecía ser información nueva para él, ya que levantó las cejas y miró a Kallain.
«¿Es verdad?»
Kallain asintió en silencio.
El Gran Maestro dejó las tijeras de podar
«¿De verdad?»
El Gran Maestro no parecía saber mucho de bebés en el vientre materno.
Cuando el diálogo con el Gran Maestro resultó infructuoso, de camino a casa, Kallain declaró rotundamente.
«No me importa si es el hijo de mi Ama. Si le hace daño a mi Ama, no sé qué haré»
Girgol no preguntó qué 'qué' tenía en mente Kallain.
* * *
A su regreso, Kallain subió directamente a la habitación de Latil. Fue un esfuerzo infructuoso, pero tenía que contarle su visita.
Pero la habitación estaba desierta. Kallain bajó por la ventana y decidió ir primero a sus aposentos.
Pero hoy había demasiada gente correteando por el palacio.
«¿Qué pasa? ¿Hay mucha gente?»
murmuró Girgol desde detrás de ella.
Kallain miró a su alrededor. Las expresiones en los rostros de las personas que se movían rápidamente no eran felices.
«¡Jefe, Jefe!»
Damon, el sirviente de Kallain, llamó con urgencia mientras él y Girgol se separaban y regresaban a sus aposentos.
«A partir de ahora, Su Majestad ha estado desaparecida durante varios días. ¿Ha estado con usted, Jefe?»
«¿Desaparecida?»
«No, no lo sé; estaba bien, pero de repente desapareció y no se le ha vuelto a ver»
«¿Se ha ido a otra parte?»
«Espero que no. La opinión pública sería muy mala»
Kallain corrió al invernadero de Girgol.
Girgol estaba de pie en el centro del invernadero, con los ojos cerrados, mirando al techo.
«Girgol, ¿has oído lo que he dicho?»
Cuando Kallain se acercó, Girgol abrió lentamente los ojos, se dio la vuelta y murmuró:
«Hay un olor desagradable. El mismo olor que en tu cumpleaños»
«La Ama ha desaparecido»
Kallain agarró el brazo de Girgol. Girgol frunció el ceño.
«¿Desaparecida? ¿Huyó?»
«Dicen desaparecida»
Los ojos de Girgol se entrecerraron y volvió a resoplar.
Kallain observó desde la distancia mientras Girgol hacía algo.
Después de unos cinco minutos. Girgol se acercó y murmuró.
«Creo que el Sacerdote Rojo ha venido por aquí. Supongo que ha seguido a mi Aprendiz»
«Hemos luchado contra ese monstruo antes, cuando ambos estábamos en la escuela. Odiabas a ese monstruo. ¿Qué es?»
En aquella época, Kallain era aún más niño que Sonnaught; dependía completamente de Girgol, lo consideraba su maestro, amigo, superior y hermano.
Durante la lucha contra el Sacerdote Rojo, Kallain hizo muy poco. No sabía nada, excepto algunas cosas que había aprendido por el camino.
«Duplica un espacio y luego mete a sus presas dentro y se las come, parecido a una gárgola o a la Guarida de Gesta, pero diferente»
Girgol habló brevemente y salió del invernadero.
Kallain se apresuró tras él.
«Lee los recuerdos para engañarlos, normalmente las presas atrapadas en él no se dan cuenta de que están atrapadas y mueren»
Girgol fue capaz de mantener un tono relajado incluso mientras corría deprisa.
Kallain corrió a medio paso, frunciendo el ceño y preguntando.
«¿Por qué atacó a mi Ama si era aliado del Primer Lord?»
«No lo sé, pero nunca se ha aliado con ningún otro Lord que no sea el Primer Lord»
«.......»
«Este monstruo es en parte responsable de la completa demonización del Primer Lord, Arital, ya que originalmente se le consideraba el menor de los males, pero el Primer Lord lo puso bajo su dominio»
Girgol recordó a Arital sentada en la cima de una montaña, apoyada sobre una rodilla.
Con un gesto de su mano, el Sacerdote Rojo se dispersó en todas direcciones. Los caballeros que Girgol había guiado se dispersaron en los dominios del Sacerdote Rojo.
«¿Girgol?»
Kallain gritó, Girgol sonrió extrañamente.
«Me ha costado encontrar la forma de enfrentarme a este monstruo»
Dondequiera que Girgol volteara, se encontraba en el harén. Girgol se dirigió directamente a los aposentos de Ranamoon.
«Ranamoon está en la sala de conferencias».
Dijo la escolta ante la puerta de Ranamoon, receloso al ver a Girgol y Kallain.
Los dos vampiros se dirigieron a la sala de conferencias, donde encontraron reunidos a todos las demás Consortes, a los tres peludos e incluso a Sonnaught.
«¿Dónde han estado?»
preguntó Ranamoon, mirando a Kallain y Girgol.
«¿Reunidos discutiendo adónde fue tu Aprendiz?»
preguntó Girgol en tono burlón, acercando la silla más cercana y sentándose.
«Fui a ver al Gran Maestro. No salió gran cosa»
respondió Kallain en su lugar, tomando asiento a poca distancia de Girgol.
«Seguro que has oído las noticias y estás aquí, pero hace días que no se ve a la Emperador, hemos estado discutiendo si está en peligro o simplemente se ha ido sin avisarnos»
Mientras se sentaban, Tasir les puso al corriente de la situación.
«El monstruo del Pueblo Hojas Caídas ha vuelto a aparecer»
Girgol no dijo nada, así que Kallain tomó la palabra y miró al Sumo Sacerdote.
«Ah, ¿es él?»
comprendió el Sumo Sacerdote.
«Sí. La Ama parece estar en el espacio creado por el monstruo»
Klein se quedó con la boca abierta, sin entender nada. No sabía de qué estaban hablando, pero comprendió que era peligroso.
«Entonces, ¿Qué hacemos, escoria?»
Preguntó Meradim, mirando a Girgol.
«No es como si te fueran a atrapar o algo así, este monstruo no puede matar al Lord»
«Ah, ¿entonces tendremos que esperar?»
«No, pero podemos retenerlo toda la vida»
«!»
Girgol ignoró a Meradim y lanzó la espada que llevaba en la cintura hacia Ranamoon. Ranamoon atrapó la espada deslizándose suavemente por la mesa y la detuvo en seco.
«¿La Gran Espada del Adversario?»
Girgol la había enviado. Girgol se rió mientras se levantaba.
«Dondequiera que la esconda ese monstruo, mi Aprendiz, tienes una oportunidad»
Todos los ojos giraron hacia Ranamoon. Ranamoon envainó su espada, enarcó una ceja y preguntó.
«¿Cómo?»
«¿Difícil?»
Pero las respuestas eran demasiado vagas. Ranamoon envainó su espada y miró fijamente a Girgol.
Esta vez todos los ojos giraron hacia Girgol. Girgol levantó los brazos a los lados.
«No soy el Adversario, jovencito»
«¿No sabes cómo?»
«Usa tus instintos»
«!»
No había forma de que Ranamoon pudiera hacer nada ahora mismo, aunque le dieran una espada y le dijeran que hiciera lo que quisiera.
Ranamoon se levantó y desenvainó su espada. Los otros Consortes lo miraron fijamente, él sintió un gran peso sobre los hombros.
No tenía ni idea de lo que estaban hablando. Pero.......
Debo salvar a la Emperador. Incluso el más revoltoso de los monarcas se aterrorizaría al verse retenido por un monstruo solo.
* * *
Latil fue a la cocina y sacó un esponjoso pastel de chocolate y té, luego se fue a una habitación cercana a comer y beber.
Luego se retiró a su dormitorio, durmió profundamente y al despertarse encontró a Sonun a su lado.
«¡Bastardo!»
Latil intentó abofetearle, pero se escabulló.
No había rastro de él por los alrededores, así que Latil dio otro paseo, comió y volvió a dormirse. Cuando despertó, Sonun le miraba fijamente desde lejos.
«¿Por qué no dejas de mirarme?»
Latil puso los ojos en blanco y preguntó:
[¿No tienes miedo? ¿Por qué estás tan despreocupada?]
«No tengo ni idea»
dijo Latil, Sonun se le quedó mirando con la boca abierta, luego se acercó vacilante.
Pero cuando Latil le dio otra palmada en la cabeza, Sonun retrocedió y se quedó clavado en la pared.
[Estoy haciendo un recado para Arital]
Latil bostezó e intentó tumbarse de nuevo en la cama, luego se incorporó.
«¿Quién?»
[Arital me dijo que se lo dijera a la reencarnación cuando llegara el momento]
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