Wendy 43

Miércoles, 17 de Marzo del 2021

La Floristería de Wendy 43

No vengas al concurso de caza en el bosque (5)

Se molestó al recordar las seguridades del príncipe heredero de que haría todo lo posible para que su relación con Lard fuera fluida.

'¡No puede ser! Espero que no!'

Aunque sacudió la cabeza, empezaron a consumirla sentimientos siniestros.

Esas fueron las palabras del príncipe heredero cuando la conoció en la Sala Jerus. Aunque quería abstenerse de hacer terribles especulaciones, sus palabras resonaban en sus oídos de forma ominosa.

¿Cómo podía presentar el título de barón como recompensa por la competición de caza? Aunque se estremeció al darse cuenta de que estaba enredada en las extrañas acciones del príncipe heredero, no podía ignorar casualmente su promesa de que apoyaría la unión de ella y Lard.

¿Y si el príncipe realmente ofrecía el título como recompensa pensando en ella?

Subir de estatus. Para lograrlo, su unión con Lard era casi la única oportunidad. Además, Lard ya tenía experiencias de ganar en el concurso de caza.

"Parece que incluso el emperador ha permitido a su hijo seguir adelante con este evento como recompensa por su decisión de no volver a subirse al escenario. Además, el emperador se alegró de su plena asistencia a la reunión del gabinete"

"...Ya veo"

Barrió su cabello dorado con los dedos, como si quisiera calmarse y deseara ser sólo una paranoica.

"El príncipe me preguntó si sabías montar a caballo, le dije que montabas muy bien. Me pidió que viniera a verlo con usted antes del concurso. No sé por qué el príncipe heredero te presta tanta atención. ¿Hablaste con el príncipe de algo más? Quiero decir, ¿algo que no sé...?"

Cuando dijo eso, ella evitó sus ojos furtivamente.

Cuando le explicó a Lard cómo había llegado a conocer al príncipe heredero en detalle, no le dijo que el príncipe había mostrado demasiado interés en su relación con él. Tampoco le dijo que el príncipe había malinterpretado su relación y que incluso había compuesto una canción improvisada y la había tocado para ella. Por ello, era natural que Lard llegara a sospechar de la desconcertante actitud del príncipe y de sus verdaderas intenciones.

Pero ella no tenía la menor intención de contarle aquel extraño y desagradable episodio. De hecho, se sentía muy incómoda por el hecho de ser incomprendida en cuanto a su relación con Lard. ¿Cómo iba a contárselo? Nunca podría.

"Bueno, no lo sé. No lo recuerdo bien porque me lo encontré por casualidad"  dijo con un suspiro.

Llegó a suponer que el príncipe heredero podría estar tramando algún plan para relacionarla con Lard. Tuvo la impresión de que el príncipe quería ver a Wendy y a Lard como dos personajes principales en el escenario, como director de escena, después de reforzar su relación.

Si su suposición era cierta, lo más probable es que el guión escrito por el príncipe resultara un fracaso en cuanto comenzara la representación, porque a Wendy no le interesaba el título de barón. Por supuesto, cuando vivía en la mansión del conde en el pasado, alguna vez sintió envidia de un estatus social alto. Pero ahora, llevaba una vida totalmente recluida, ocultando su pasado.

¿Barón? Ella no echaba de menos la nobleza ni la quería. Además, si ganaba el título de barón en el concurso de caza, sería inmediatamente el tema de moda entre los círculos sociales de la capital. Sería cuestión de tiempo que Dylan Lennox y los miembros de la familia del conde Hazlet se enteraran de su existencia. De hecho, participar en el concurso de caza era un gran riesgo para ella. No quería verse envuelta en un acontecimiento tan problemático.

"¿Dar el título de barón? ¡Qué raro! Parece que el príncipe heredero está sufriendo realmente los efectos de su retirada del escenario musical"  dijo ella, riendo amargamente.

Después de acompañarla a la floristería, sacó de su bolsillo un sobre dorado. Ese era el motivo por el que había venido a verla. La invitación al concurso de caza llevaba el sello imperial.

"Ese día prepararé tu traje de caza. Mañana te enviaré el traje. Si crees que falta algo, puedes pedírselo a la persona que te va a traer el traje. En cuanto al caballo que vas a montar, te prepararé un buen caballo de caza, así que no te preocupes"

Lard habló unilateralmente de su plan como si quisiera evitar volver a comprar con ella como lo hizo recientemente. Ella pensó en oponerse a su plan por un minuto, pero esta vez decidió darle un pase. De todos modos, era ella la responsable del singular evento de caza esta vez.

"Gracias por su consideración"

Después de ofrecerle las gracias por cortesía, se puso tensa al instante cuando él miró un par de tazas de té sobre la mesa. Se burló de él, pensando que probablemente volvería a pedir té, pero no mostró sus sentimientos. Se juró que no se dejaría embaucar de nuevo. Su prioridad ahora era desviar su atención.

"...Bueno, te enviaré flores más tarde. Es todo lo que puedo hacer para mostrar mi gratitud por tus consideraciones como esta"

Después de mover un poco su cuerpo y mirarlo, habló con un tono más suave. Nunca había sido más amable con él que ahora. Era su nueva estrategia para cambiar su actitud hacia él. Recordaba que todas las cosas que hacía con espíritu mezquino acababan trayendo malos resultados. Era el tipo de hombre que desafiaba pacientemente el mal trato de su oponente, pero que cedía cuando la otra parte se mostraba hospitalaria.

'Si ese es el caso, ¡te mostraré mi mejor hospitalidad!'

Ella no perdería nada aunque a él no le gustaran las flores, quejándose de que las flores no eran adecuadas como regalo para el caballero. Ella ya conocía bien los hábitos del caballero imperial.

"... Si tiene la amabilidad de hacerlo, aceptaré. Gracias"

Cuando él le dio una respuesta inesperada, ella se sorprendió, pero se aclaró urgentemente la garganta para mantener la calma.

'¿Está tratando de meterme en problemas a propósito?'

Ella escudriñó su rostro con una mirada suspicaz, pero él se alegró de su regalo de todo corazón. No había nada de sarcasmo ni de burla en su rostro.

¿Por qué me sonríes? pensó ella con rabia.

Cuando él le sonrió cálidamente, ella tuvo que apartar los ojos de él y dirigirlos hacia el montón de flores que había bajo el expositor. Su sonrisa, que parecía un sol de primavera, tenía un calor maravilloso. El calor radiante que desprendía le llegó directamente a la piel y la avergonzó. Tuvo que apartar la mirada de él porque también sentía calor alrededor de los ojos.

"¿Qué flores quieres que te envíe?"

Aunque no sabía cómo responderle, le dio a elegir las flores que le gustaban. Se culpó por ello, pero ya era demasiado tarde.

"Me encanta esa flor de ahí. Me gusta su amarillo claro"

Señaló una flor de fresia dentro de un tarro de cristal redondo. Mientras él la elegía sin dudar, ella le miraba a la cara y a las flores alternativamente.

Se sorprendió un poco de que Lard tuviera algo parecido a un gusto por las flores, pero lo que más la disgustó fue el hecho de que no tuviera otra opción que enviarle flores.

Como se sentía mal, ni siquiera se preguntó por qué le gustaban las fresias amarillas. No sabía por qué él ponía una expresión ambigua mientras miraba la fresia.

"...De acuerdo. Enviaré fresias..."

"¡Caballero! ¿Quién lo hizo mejor? ¿Si? Sólo dime la verdad"

"Oye, ¿no lo sabes realmente? Piensa en quién fue el que más recibió mis elogios. ¿No me has visto cortar la rama de la rosa con la espada? Está completamente cortada. Jerry, ¿lo has visto? ¿Eh? Te lo he enseñado hace un rato, ¿verdad?"

No pudo terminar sus palabras porque los chicos entraron en la tienda, charlando entre ellos. Estaban haciendo un gran alboroto como si estuvieran satisfechos con su sparring con Jean Jacque Simuan en el jardín de flores. Literalmente, caminaban en el aire.

"Jajaja, son demasiado codiciosos cuando sólo han aprendido a sostener una espada", dijo Jean con una carcajada.

Cuando le miraron a la cara como si estuvieran cautivados por su generosidad, había envidia y anhelo en sus ojos. En particular, Benfork incluso trató de imitar su forma de reír.

"Jajajajaja".

Jean se rió más alegremente de su imitación, pero desgraciadamente, su feliz humor se estropeó de inmediato cuando alguien le llamó severamente.

"¡Sir Jean Jacques Simuan!" 

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