Viernes, 09 de Abril del 2021

Solo en tu Corazón 97

Arde - Presente (2)

Arde gritó aún más fuerte cuando vio que el hombro de Chizuru estaba manchado de sangre. Su vestido negro estaba desgarrado desde el cuello, una tela blanca le envolvía la parte superior. Sin embargo, la mayor parte de su hombro izquierdo estaba manchado de rojo.

El hombre que la sujetaba, Lukrov, tenía una mirada inhumana.

Sus ojos parecían los de una bestia frente a un enemigo. Eran los ojos de un animal salvaje que mordería hasta la muerte a cualquiera que se le acercara sin piedad.

Lukrov entró en el castillo sin mirar un segundo y corrió directamente hacia la habitación de Chizuru en el segundo piso.

Arde le siguió desesperadamente por las escaleras.

Lukrov bajó a Chizuru lenta y cuidadosamente sobre la cama y susurró algo suavemente al oído de su amante con una voz que Arde no podía oír.

Cuando Arde llegó a la habitación de Chizuru, jadeando con fuerza, Lukrov no se inmutó, sino que ordenó en voz baja y ronca

"Trae al médico.... Aquí.... Inmediatamente"

 

Arde negó con la cabeza mientras intentaba responder, pero justo en ese momento, Nadal entró corriendo en la habitación, acompañado del médico.

"¡Lukrov-sama! Tengo al médico conmigo ahora"

La voz de Nadal era ronca y apagada mientras empujaba hacia delante a una anciana delgada con una bata grisácea. 

La anciana se llamaba Estabelle, era una presencia espeluznante que vivía en una habitación polvorienta y sospechosa en un rincón del castillo; preparaba en silencio diferentes tipos de hierbas cada día. Sin embargo, las medicinas que preparaba funcionaban bien, siempre que los caballeros se lesionaban en los entrenamientos acudían a Estabelle en busca de ayuda y se curaban enseguida.

Sin embargo, aparte de los rumores sobre sus excelentes habilidades curativas, Estabelle era como la sombra de un castillo. Arde nunca la había visto comer en el gran comedor.

El pelo de la pequeña anciana era blanco y desordenado, pero sus ojos hundidos brillaban de forma inesperada.

"Chico, ¿por qué no vas a por agua caliente?"

Estabelle instó a Nadal con una voz tranquila y sin emoción. Nadal salió corriendo de la habitación, tan agitado como cuando había entrado. 

Mientras Arde la miraba confundido, Estabelle caminó rápidamente hacia la cama con pasos ágiles que no correspondían a su edad, y cuando estuvo junto a Lukrov, se volvió hacia Arde.

 

"Dame los paños que tienes en la mano. Todos"

 

Arde tardó unos segundos en darse cuenta de que la instrucción iba dirigida a ella y, presa del pánico, se acercó a Estabelle y le entregó el paño.

Al acercarse a la cama, Arde acabó justo detrás de Lukrov, que estaba arrodillado junto a Chizuru, con su ancha espalda inclinada.

Lukrov tenía el pelo revuelto y no llevaba armadura ni cota de malla, sólo una chaqueta sucia.

Olía a sangre seca.

La espalda del guerrero, de hombros anchos y bien entrenados, temblaba ahora.

"Chizuru-sama.... ¿Por qué?"

Y Chizuru, tumbada sin energía como una marioneta a la que le han cortado los hilos. Su rostro estaba pálido, como si le hubieran chupado la sangre, su largo cabello negro estaba esparcido a su alrededor.

Arde jadeó involuntariamente.

Sus rodillas temblaban mientras Estabelle exponía cuidadosamente el hombro izquierdo de Chizuru.

El olor a hierro oxidado le picaba en las fosas nasales mientras la sangre negra seca se mezclaba ahora con la sangre roja fresca de la herida abierta de Chizuru.

Incapaz de apartar la mirada, Arde rompió a llorar. 

En el hombro izquierdo de Chizuru había una clara herida circular. Era como si le hubieran disparado una flecha afilada. Estabelle retiró el paño empapado de sangre con cautela y empezó a limpiar la mancha de sangre de la piel de Chizuru.

"Parece que fue una flecha bastante gruesa"

Dijo Estabelle, volviéndose hacia Lukrov para confirmarlo, pero su mirada no abandonó la herida de Chizuru.

Arde estaba de pie detrás de Lukrov, así que no podía ver su expresión.

Sin embargo, probablemente era lo mejor.

Si viera la cara de Lukrov ahora, Arde probablemente no podría mantenerse en pie.

Lukrov respondió brevemente en voz baja y apagada. Probablemente fue un intento de responder afirmativamente a la pregunta de Estabelle.

 

"No creo que esté envenenado... Esto es una bendición entre las desgracias..."

Mientras Estabelle seguía limpiando la herida de Chizuru, murmuraba para sí misma los síntomas. 

Cuando el paño tocó la herida, todo el cuerpo de Chizuru tembló y su rostro se distorsionó.

Arde respiró aliviada al ver los signos de que Chizuru seguía viva, incluso en ese lamentable gesto de soportar el dolor. Así de pálida estaba Chizuru. 

La mano grande y fuerte de Lukrov tocó la frente de Chizuru, trazando las suaves líneas de su cabello.

 

"Lo siento... Chizuru. No pasa nada. Todo va a ir bien"

 

Su voz era increíblemente suave, mezclada con una ansiedad que le hacía sentir que estaba a punto de desmoronarse, y un gran afecto que superaba incluso eso.

El corazón de Arde se apretó, y se esforzó por pensar en algo que pudiera hacer por los dos.

Justo en ese momento, Nadal apareció en la entrada de la habitación llevando un cubo de agua caliente y Arde se apresuró a ayudar al chico.

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