Lunes, 08 de Marzo del 2021

Solo en tu Corazón 80

Un pasado lejano (1)

A partir de ese momento, no ocurrió nada más en la torre de piedra donde estaban atrapados Chizuru y Baru hasta que cayó la tarde y el sol empezó a ponerse.

La pequeña y pesada puerta de madera estaba cubierta por una chapa de hierro que no podía ser rota por dos personas sin herramientas. Parecía que había unos cuantos guardias rodeando la zona, ya que arrojaban con brusquedad algo de comida insípida, similar a las gachas, a través de un agujero en la puerta que parecía una ventana oculta.

Cuando protestó que necesitaba ir al baño, se limitaron a lanzarle un cuenco de hojalata oxidada por el mismo agujero. Y cuando les dijo descaradamente que estaba menstruando, le arrojaron un trozo de tela sucia y desgastada.

Chizuru estaba harta de todo aquello y agotada, pero por mucho que lo intentara, no podía dormirse.

Tal vez fuera su naturaleza tranquila, pero Baru, que parecía estar decepcionado, no hacía muchos intentos de conversar. Si Chizuru le hacía una pregunta, murmuraba una respuesta corta pero educada, y mantenía la distancia entre él y Chizuru en la medida de lo posible en la pequeña habitación.

Se preguntó si temía tanto a Lukrov.

¿O estaba tan harto de todos los problemas que le había causado Chizuru que ya no quería estar cerca de ella?

Sinceramente, a Chizuru no le importaba qué razón tenía.

Cada vez que respiraba, la idea de Lukrov le hacía doler el corazón. Cada vez que parpadeaba, una imagen de Lukrov aparecía en su mente y rompía a llorar.

¿Cómo podría salir de aquí? ...... Si salía, ¿cómo podría volver con Lukrov? 

Eso era lo único en lo que podía pensar.

Y cuando cayó la noche, le ofrecieron de nuevo las mismas gachas, y Chizuru las comió. Era la única forma de mantenerse con vida.

Podía oír el lejano ulular de un búho, y el ocasional crujido de las hojas muertas llegaba a sus oídos como si los guardias estuvieran preparando una hoguera en el exterior.　

En la oscuridad, con la única fuente de luz que era la pálida luz de la luna que se filtraba a través de la pequeña ventana, Chizuru finalmente comenzó a quedarse dormida y apoyó la espalda en la pared, envolviendo la tela sucia que le habían dado alrededor de los hombros.

El vestido seguía siendo el mismo que había llevado cuando la secuestraron. Era un hermoso vestido negro, confeccionado a juego con la bandera de los Lukrov.

Sin embargo, ya estaba sucio. 

Mientras tocaba las mangas bordadas con los dedos, Chizuru bajó los ojos y recordó los libros que le había prestado Mai antes de volver aquí. Esos libros eran un cuento de fantasía, después de todo. En realidad, si te adentras en un mundo medieval, lo que te espera es una fría realidad. Sin baño, sin luz y sin comida decente. 

Chizuru trató de mantenerse lo más positiva posible, pero era difícil decir que lo consiguió. 

Seguramente a estas alturas, Lukrov estaría furioso, ante el hecho de que Chizuru y Baru habían desaparecido juntos en su ausencia. Chizuru sabía muy bien cómo actuaba Lukrov cuando estaba realmente enfadado. 

'Me pregunto si Arde estará bien. ¿Estaría Nadal en problemas?' 

No estaba segura de cuánta ayuda podría ser Roan, pero esperaba que pudiera ayudar a calmar un poco a Lukrov. El hecho de que Baru fuera el subordinado de Roan y hubiera desaparecido era difícil de descartar, y cuánto tiempo podría ocultarse este hecho era un misterio.  

Una vez revelado, podría ser como echar aceite al fuego. 

Chizuru miraba al suelo con los dientes apretados, ya que llorar aquí sería como admitir la derrota.　

'No pasa nada. Estoy segura de que Lukrov creerá en mí. Creerá en mí y me buscará'

Se lo decía a sí misma una y otra vez y esperaba el paso del tiempo.

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