Solo en tu Corazón 64
Confrontación (1)
Pesadas nubes grises cubrían el cielo, y grandes gotas de lluvia mojaban constantemente el suelo y lo convertían en un lodazal.
No había casi ninguna señal de que el tiempo fuera a recuperarse pronto. Era casi mediodía, y Chizuru miraba por la ventana con decepción en los ojos.
"Chizuru-sama, ¿Qué pasa? Vamos a jugar con la pelota"
Noah tiró del dobladillo de su vestido. Chizuru salió de su aturdimiento cuando alguien la llamó.
Unos brillantes ojos azul claro miraban misteriosamente a Chizuru. Miró a su alrededor y vio a los niños que no podían salir a causa de la fuerte lluvia corriendo ruidosamente. Chizuru sonrió mientras se reprendía a sí misma por no olvidarse de su entorno y adentrarse en sus pensamientos.
"Lo siento. Estaba un poco somnolienta. ¿Quieres jugar a la pelota conmigo?"
"¡Sí!"
"Entonces, vamos. Vamos a jugar. ¿Hay alguien más que quiera unirse a nosotros para jugar a la pelota?"
Cuando Chizuru levantó la voz hacia los otros niños de la sala, unos cuantos se acercaron. Un niño que tenía más o menos la misma edad que Noah y otro un poco más joven se abalanzaron alegremente hacia ellos.
La pelota esencial no tenía una forma perfecta. Estaba un poco distorsionada, y no rebotaba demasiado, pero los niños seguían jugando con Chizuru alegremente.
Chizuru se divertía tanto jugando con los niños que casi se olvidaba de la miseria llamada Lady Exia.
Chizuru recordó de repente que solía soñar con ser maestra de jardín de infancia. Un sueño al que renunció cuando decidió no ir a la universidad, pero que ahora estaba haciendo algo parecido en un mundo diferente, en el castillo del hombre que ama.
Además, iba a casarse con él en breve.
No era fácil sobrevivir al destino, y a veces casi perdía la esperanza, pero al final, los humanos pueden cumplir sus sueños de forma inesperada. Era algo extraño.
Del resto no había que preocuparse. Sería bueno que sólo Lady Exia volviera a su casa.
Sin embargo, antes de la comida, Chizuru caminaba por el pasillo del castillo con Arde, que vino a recogerla y se encontró de nuevo con la dura realidad.
Lady Exia estaba de pie junto a una tenue pared, sola, sin un solo sirviente a su alrededor.
Antes de que Chizuru pudiera darse cuenta, Lady Exia ya estaba mirando a Chizuru con ojos llenos de odio. Incluso Chizuru, que no era especialmente avispada, pudo darse cuenta inmediatamente de que se trataba de una emboscada y no de un encuentro casual... Una mirada tan desafiante se dirigía a ella.
Pero cuando Lady Exia salió al centro del pasillo, Chizuru estaba preparada para ella.
Aun así, cuando Lady Exia avanzó rápidamente hacia el centro del pasillo, dijo: "Oh, hola. Qué casualidad que nos encontremos en un lugar como éste". *tl: sí, claro :^)
Chizuru no era el tipo de persona que odiara inmediatamente o tuviera sentimientos maliciosos hacia alguien. Sin embargo, Lady Exia le provocó sentimientos extraños desde el principio.
Aun así, Chizuru no tenía ganas de empezar una pelea desde el principio, así que Chizuru contestó lo más educadamente posible.
"Sí, es una coincidencia. Me dirijo a la cafetería ahora, ¿te gustaría acompañarme a comer?"
Lady Exia resopló.
"Tengo que hablar contigo antes de eso. Me alegraría si pudieras despedir a tu criada"
Lady Exia se refería a Arde mientras mantenía su tono orgulloso. Arde frunció el ceño con desagrado, pero desde su punto de vista, no podía negarse y tuvo que esperar a que Chizuru reaccionara a la petición de Lady Exia.
¡Ten más confianza en ti misma! ¡Sé firme! Después de casarme con Lukrov, seré la anfitriona de este castillo, le guste o no. No te angusties".
Chizuru se repetía a sí misma palabras de ánimo que la ayudaban a enderezar su columna vertebral y a mantener un alto nivel de dignidad.
"De acuerdo. Arde, por favor, dirígete primero a la cafetería. Yo hablaré con Lady Exia mientras caminamos"
"Pero Chizuru-sama..."
"Está bien. ¿Puedes informar a Lukrov de que puede que llegue un poco tarde?"
Chizuru pretendía mostrar una sonrisa para tranquilizar a Arde en la medida de lo posible. Pero no pareció tener mucho éxito en su acto para tranquilizar a Arde ya que la expresión de ansiedad se mantuvo. Aun así, la criada no podía discutir delante de un invitado. Tras un momento de duda, Arde inclinó la cabeza y se marchó mientras decía: "Muy bien, disculpadme"
y allí estaban Chizuru y Exia, esperando quién atacaría primero
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