Solo en tu Corazón 3

Solo en tu Corazón 3

Miércoles, 17 de Febrero del 2021



Solo en tu Corazón 3

Desde nuestro último beso (3)



Cuando Chizuru terminó su relato, el reloj indicaba que eran las dos de la mañana. Y todo el ruido de los edificios circundantes se había apagado.


"Wo...ah..."


Mai tiró la almohada que estaba abrazando a un lado. Sus mejillas se habían enrojecido por la emoción. Su somnolencia había desaparecido hacía tiempo. 

"¿De verdad...? ¿Estás segura de que no fue un sueño extraño que tuviste por los libros que me pediste prestados?"

"Uhuh. Aunque hay veces que desearía que realmente fuera sólo un sueño"


Chizuru respondió con una sonrisa triste. Era en parte verdad y en parte mentira.

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Nunca había pensado que hubiera sido mejor que el tiempo que pasó con Lukrov fuera un sueño. Pero desde que volvió sola a este mundo, sin su abuela, y teniendo que volver a esta vida normal... Como cuando tenía a alguien como Karasawa delante. Esos eran los momentos en los que ella sentía que las cosas serían mucho más fáciles si todo hubiera sido un sueño.


"Después de leer esos libros que me prestaste, no sabía qué hacer conmigo misma. Me dieron ganas de decírselo a alguien sin importar lo que pasara"

"Uh, huh."

"Siento haberte ocultado esto... Pero pensé que nunca me creerías"


De hecho, Mai todavía no había aceptado la historia de Chizuru como la verdad.

Sus grandes y adorables ojos parpadeaban rápidamente mientras la miraba fijamente. Chizuru comprendía cómo debía sentirse, por eso había mantenido el secreto durante tanto tiempo, a pesar de ser las mejores amigas.

Por muy agradable que pudiera parecer algo en una novela, tener esa realidad ante tus ojos te mostraba las muchas dificultades del mundo. Tener que aceptar todo eso no era ni agradable ni soñador. 


"Te creo... te creo Chizuru. No lo crearía si viniera de cualquier otra persona, pero lo creeré de ti"
 

Cuando la voz de Mai rompió por fin el largo silencio, tenía un timbre incierto, como si estuviera tratando de convencerse a sí misma. Pero no mentía. Chizuru se sintió aliviada y palmeó suavemente a Mai en el hombro.


"Gracias. Por escuchar"

"Vamos, eso no es nada para agradecerme"

"Puede que no. Pero me alegro de que me creas"

"Oh, claro. Pero..."


Era como si hubiera demasiadas cosas que quería decir, demasiadas preguntas que hacer. Mai miró al techo y se tomó su tiempo para elegir sus próximas palabras. 


"Ese tal Lukrov. Estoy segura de que debe haberte querido mucho. Me pregunto qué habrá hecho desde que desapareciste"


Chizuru sintió que su interior se tensaba al escuchar esta inocente pregunta.


"No lo sé... Quizás, ya se ha olvidado de mí"

"No seas estúpida. Hasta tú sabes que eso es mentira"

"Él, no era un mujeriego, pero atraía la atención de ellas. Y las mujeres de ese mundo eran muy hermosas. Tal vez sólo me veía como una rareza y me seguía la corriente"


Incluso mientras estaba allí, había momentos en los que esas dudas entraban en su corazón.

Dicho esto, Chizuru fue bien tratada no sólo por Lukrov, sino por sus otros compañeros. Pero, ¿y si eso era sólo por su vocación? En cuanto a Lukrov... ¿Y si su interés había surgido de la curiosidad, y eso sólo había crecido hasta convertirse en algo parecido al amor?

Ella había sido tan importante para él, que tales pensamientos comenzarían a entrar en su mente.

Porque era casi irreal.

Pero tal vez la idea de tratar de separar los eventos que se sentían reales o irreales en otro mundo era un error.
 

"Eso no es posible. No es que haya visto nada, pero estoy seguro de que te equivocas. Siempre hablas de las cosas con demasiada modestia. Me hace pensar que las cosas fueron mucho más intensas de lo que dices"


Mai rechazó la incertidumbre de Chizuru con firmeza.


"Um... Bueno, eso..." 


Haciendo memoria. Por algo le llamaban el 'Caballero del Fuego'.

Normalmente, era tranquilo hasta el punto de parecer frío, pero cuando entraba en el campo, se transformaba. Como un fuego voraz lamiendo las tierras áridas. Su amor no era diferente. Chizuru lo había visto como un hombre frío y sin interés por las mujeres, pero entonces...


"Probablemente tengas razón..."


Varios recuerdos pasaron por su mente y Chizuru sintió que sus mejillas se sonrojaban.

La temperatura de su cuerpo había aumentado repentinamente. A pesar de estar tan lejos, todavía era capaz de tener un efecto en ella. Así de intenso podía ser.


"Ya veo, ya veo. Vaya"


Dijo Mai como si adivinara lo que estaba pensando. Luego se levantó y se sentó al lado de Chizuru. 


"Entonces, ¿Qué quieres hacer? ¿Quieres que siga siendo un recuerdo? ¿O quieres... volver?"


Al acercarse, Chizuru pudo oler un aroma alrededor del cuello de Mai.

Era la colonia con olor a jabón que Mai había usado desde el instituto. Un aroma suave pero dulce y nostálgico.

Chizuru sintió un sentimiento de culpa y miró al suelo.
 

"Quiero volver... creo. Ahora que la abuela ha fallecido, no me queda ninguna razón para quedarme... Por supuesto, me entristecería si no pudiera reunirme más contigo"
 

Hubo un largo silencio antes de que Mai murmurara: 


"Ya veo"

"Sí, lo sé. Creo que yo en tu lugar me sentiría igual. Sería triste no encontrarme más contigo o con mi familia, pero..."


Pero.

Pero, eso era lo que significaba enamorarse de alguien.

Había momentos en los que tu amor por alguien tenía un poder mayor que cualquier otra cosa en el mundo. Como mujer, Mai comprendía sus sentimientos. Ninguno de los dos dijo nada más, pero en el fondo, se entendían.
 

"...Supongo que el problema es cómo vas a volver. Cuando oíste esa 'voz', ¿fue en un lugar o situación concreta?"

"No, nada de eso. Siempre fue repentino, como si se deslizara en mi cabeza"

"¿Y es una voz de mujer?"

"Uhh, puede que la escuches así, pero a veces también sonaba como un hombre. Era una voz muy andrógina. Ya sabes, como esas máquinas que te cambian la voz a través de un micrófono. Suena un poco irreal, y poco natural"

"Hmm..."


Ya eran más de las dos de la mañana, pero ninguno de los dos estaba cansado.

Chizuru recordaba la misteriosa "voz" que la había llamado al otro mundo. Era el verano de su último año de instituto. Tres veces había escuchado esa voz que la llamaba antes de irse de verdad. Y hace un año, en el otro mundo, volvió a oír la voz. Le preguntó si quería volver. 

Volver a su mundo original, donde su abuela se había preocupado tanto por ella, que su enfermedad cardíaca había empeorado.

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La voz le dijo que esa era su única oportunidad de regresar. Pensando en su abuela, en su propia familia, Chizuru había asentido su ascenso sin pensarlo... en aquel fatídico día.

Ni siquiera tuvo tiempo de despedirse de Lukrov.
 

"...Desde entonces, no he escuchado esa 'voz' ni una sola vez. Pero aún así, no puedo evitar sentir que las cosas no terminarán así. Pero tal vez es sólo un pensamiento de deseo. Pero..."
 

Pero, ella no podía olvidarlo.

Sus ojos tristes la última vez que lo vio.

Ella no quería eso como recuerdo.

Ese último beso que compartieron y que fue tan suave.

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