PSUF 40

Sábado, 03 de Julio del 2021

¿Podemos ser una Familia? 40

Por favor, críame (5)

Navia entrecerró ligeramente los ojos, mirando fijamente al aire donde estaba Lark.

'¿Cuál es la habilidad del duque Eseled?'

Siendo un mago era seguro, pero la luna negra no reaccionó. Usaba magia de explosión e incluso magia de movimiento espacial. Y la habilidad de levantar a alguien era la psicoquinesis.

"Ha..."

Su cabeza se complicó.

'Pero me aceptó'

Había una condición de un año, pero ella obtuvo el permiso para quedarse aquí.

Aunque no fuera admitida como su hija adoptiva, el mero hecho de que se quedara aquí era ventajoso para Navia.

"Qué alivio"

Navia se cansó como si hubiera lidiado con un gran mal. Mientras perdía su energía, el dolor olvidado, de la herida que se hizo por culpa de Theorban, se elevó.

'Theorban, no es alguien que vaya a retroceder tranquilamente'

Pero observando la situación anterior, parecía que Lark lo dejaba estar por alguna razón, pero Theorban no podía luchar contra él.

'Será difícil envenenarme imprudentemente, así que tal vez intente arrastrarme fuera'

De todos modos, ha asegurado su seguridad por ahora.

'Tendré que ver la situación y pedirle al Duque Eseled que la afirme con un contrato de mago'

Ahora, todo lo que tenía que hacer era esperar.

'Para entrar en serio, la familia imperial tiene que decidir claramente mi disposición a moverse'

Nikan no enviaría un asesino para silenciarla si la encontraba útil.

"......"

En ese momento, se sintió una mirada punzante.

Cuando Navia giró la cabeza, vio a una mujer con pelo color menta y grandes gafas.

"¡Heub!"

La mujer se sorprendió y dejó caer la bolsa que llevaba en los brazos. El contenido parecía ser instrumental médico. Estaba vestida con una bata blanca, así que probablemente era una doctora.

Pero Navia le habló formalmente.

"¿Estás bien?"

Navia se acercó a ella para ocuparse de la bolsa que se había caído.

Entonces la mujer recogió las cosas que habían caído al suelo y asintió.

"¡Sí, sí! Estoy bien"

La mujer la saludó con una mirada bastante nerviosa.

"Por favor, hable con comodidad. Soy Minerva Hart, la doctora del Maestro"

Los ojos de Navia se entrecerraron por un momento cuando dijo que era doctora.

Incluso cuando el señor de la familia no estaba enfermo, seguía habiendo un médico. Aunque era común que los jóvenes señores acabaran con un médico, Lark parecía no tener necesidad de un médico, así que era inesperado.

"¿Está enfermo como se esperaba? ¿Por eso no puede salir de casa? Por eso podría necesitar anestesia..."

Navia no sabía mucho sobre el hombre llamado Lark, pero pensó que no podía ser más específico.

"Soy Navia"

Y luego hubo un momento, no se habló.

"......"

"......"

Minerva parecía muy tímida.

No dejaba de mirar a Navia, que era apenas una niña, pero no podía hablar.

Al final, Navia habló primero.

"¿Has venido... a tratarme?"

"¡Ah, sí!"

"Entonces me iré a la cama y me acostaré"

Minerva abrió la boca, mirando con curiosidad a Navia, que le indicó lo que quería hacer.

Entraron en el dormitorio.

Mientras Navia se tumbaba en la cama, Minerba examinó su estado de conciencia y volvió a revisar sus heridas.

"¿Fue Minerva quien me trató?"

Al oír la pregunta, Minerva dio un respingo y respondió con un profundo titubeo.

"Sí, sí..."

¿Por qué preguntaba eso? ¿Tal vez no le gustó el trato? ¿Iba a regañarla...?

"Gracias"

"...¿sí?"

Navia miró su mano. Todas las heridas maltratadas del carruaje fueron tratadas meticulosamente.

Había una sensación de ternura.

"Nunca he conocido a alguien que me trate con tanta amabilidad. Así que, gracias".

"Ah..."

La cara de Minerva se calentó por el inesperado cumplido y la gratitud.

"Vaya, me han hecho un cumplido"

"Ah, no... era sólo mi trabajo"

Era común que los médicos se molestaran con los niños porque no son tan rentables.

Pero sin tener que considerarlo, Minerva ya era la doctora más dulce de toda la vida de Navia. 

Navia sonrió ligeramente.

"Estaré a su cuidado a partir de ahora"

"¡......!"

Minerva inclinó la cabeza y comenzó a organizar su maletín médico.

"¡El tratamiento está todo hecho...! E-Entonces voy a salir!"

"Ah, sí. Gracias"

Minerva, a quien se le agradeció de nuevo, hizo una reverencia con la cara roja y se fue rápidamente.

'Es una persona muy tímida'

Navia parpadeó, suspiró y se enterró en la cama.

"Tengo hambre"

¿Debería ir a buscar comida esta vez?

Navia aguantó el hambre y cerró los párpados, incapaz de superar la somnolencia.

***

La habitación de Navia estaba en el segundo piso.

Los huéspedes solían estar en el segundo piso, así que era natural que ella estuviera allí.

Y el lugar al que se dirigió Lark fue el pasillo de la tercera planta.

El oscuro pasillo brillaba silenciosamente sobre el negro suelo con una tenue iluminación que entraba por las ventanas.

No había nadie en el tercer piso. No sólo había gente, sino que tampoco había velas encendidas con una llama dorada, que deberían haber llenado las paredes y los techos también. 

Sólo había una oscuridad llena de silencio.

"Suleiman"

Y un anciano caballero de pelo canoso apareció de repente de un espacio en el que no había nadie.

Era el ayudante de Lark, como el conde Suleiman Jennegar. Aunque sólo tenía un título y ninguna tierra, era muy raro que un conde pretendiera ser nada menos que secretario de un duque de la familia imperial.

Suleiman ya había jurado lealtad a Lark desde hacía tiempo.

"Por favor, hable, Señor"

Suleiman corrió hacia la puerta principal al oír una explosión que atravesó el silencio y se encontró con una niña en brazos de su señor.

La niña estaba cubierta de barro. Sus ropas estaban hechas jirones y goteaba sangre.

Suleiman esperaba que Lark pasara por delante de la muchacha para deshacerse de ella. Pero Lark miró a la chica con dulzura.

"Sálvala"

Era un placer ver a Lark mostrar interés por los demás. Pero se trataba de la hija adoptiva de Nikan.

Suleiman siguió al lado de Lark, escondiéndose. Por lo tanto, fue testigo de todo lo que Navia decía y hacía hasta ahora.

Y... la niña parecía bastante peligrosa.

'Aparte de ser la hija adoptiva de Nikan, es una niña con muchos rasgos dudosos. No es bueno tener una niña así en esta casa'

No se trataba de un poderoso desastre natural que derrumbara un banco, sino de una pequeña grieta.

Suleiman pensó que Navia era la pequeña grieta que derrumbaría este lugar.

Lark habló.

"Haz lo que dice el chico"

"...Señor, sería mejor enviarla de vuelta con Wood Agnes. Es imposible que Nikan no tenga algo sobre esa niña, ¿no es así?"

Por ejemplo, un lavado de cerebro.

A Lark no le importaba si esas suposiciones eran ciertas.

"Ya le dije que se quedara un año. ¿Intentas revertir mis palabras?"

Suleiman se vio obligado a inclinarse al decirlo.

"Cumpliré sus órdenes"

Luego salió del tercer piso para cumplir la orden.

Se hizo el silencio.

Lark salió lentamente de su habitación.

Podría haber utilizado la magia como lo hizo al llegar al tercer piso, pero no lo hizo.

De todos modos, el concepto de tiempo no tenía sentido para él.

No necesitaba apresurarse.

El sonido de su ropa revoloteando era la única presencia en el silencio.

Su rostro estaba profundamente sombreado, lo que le daba un aspecto sombrío, como si llevara una máscara negra que le cubriera la mitad de la cara.

Parecía un señor que gobernara un lugar carente de calor.

Lark miró de repente por la ventana.

'Nunca ha nevado en un día como éste'

La mirada incolora y sin sentido se dirigió de nuevo al pasillo negro.

El escenario negro que podría parecer espeluznante a la vista de alguien estaba en su sitio.

¿Era inevitable? Este lugar era un ataúd gigante en forma de mansión.

Un ataúd donde viven los que no pueden morir.

Lark era un "regresor infinito"

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