Mo Yan en un Libro 221-222

Mo Yan en un Libro 221-222

Miércoles, 31 de Marzo del 2021



Mo Yan en un Libro 221

No te muevas


Hanyu estrechó sus ojos de zorro. Debido a Mo Yan, se había acostumbrado a la fragancia del té.

“La familia Long, Ling y Ouyang han colapsado. Sin ellos, una nueva raza de familias puede surgir. Y también, es una buena oportunidad para ver claramente sus arreglos. Después de todo, tenemos que saber quién sería una amenaza para nuestros futuros hijos”

Los hombres se quedaron pensando imaginando cuando Mo Yan se quedaría embarazada, pero estaban seguros de que su hijo sería muy hermoso e inteligente.

“¿De qué estás hablando?” preguntó Mo Yan. 

Había bajado a la sala de estar para ver a los hombres inclinados en sus pensamientos.

Mu Zeyuan se quedó mirando sus pies descalzos antes de apresurarse a levantarla.

"¿Por qué no llevas zapatillas?"  preguntó con ansiedad.

Su gran camisa de noche le daba un aspecto bonito y encantador. Mirando sus ojos inocentes, no pudo evitar suspirar. Se sentó con ella en su regazo y le frotó los pies. Los dedos de sus pies eran preciosos, ligeramente levantados y rosados.

“Para, hace cosquillas”

Dijo Mo Yan apartando sus manos de un manotazo. Él gritó de dolor, pero ella pudo ver su mano enrojecida.

“No te muevas” Dijo. A través de su fina camisa, ella podía sentir su cabeza.

"No me mires así”

Dijo cubriendo su cara con su gran mano antes de respirar profundamente.  Su amada estaba en sus brazos pero no podía tenerla. Sólo podía acariciarla así para calmar su deseo.

Mo Yan le bajó la mano.

Miró la mano envuelta en una gasa y preguntó: "¿Te duele?".

“No me duele"

"No te retuerzas"  respondió él, que la acercó y le acarició el pelo.

Al verlos a los dos, los otros hombres se sintieron imponentes. Situ Yi frunció los labios con disgusto y entrecerró los ojos.

"Ay, ay..."  gimió.

Mo Yan lo miró y se apresuró a salir de los brazos de Zeyuan hacia Yi para mirarle el brazo: "¿Por qué hay tanta sangre? ¿Es de cuando te arañé?” 

"No pasa nada, puedo tomar una medicina para el dolor”

Dijo haciendo una mueca de dolor mientras pelaba las vendas que se habían pegado a las heridas. Sus ojos brillaron mientras abría la herida. 

“¿Por qué eres tan descuidado?” dijo suavemente, aplicó suavemente la medicina, temiendo hacerle daño.






Mo Yan en un Libro 222

Jugando con fuego


Zeyuan se tapó la boca con la mano mientras trataba de ocultar su risa.

Sonó un teléfono.

“Es el mío...”  dijo Mo Yan. Uno de los hombres se lo entregó.

Era Shen Yu. 

“Yan-yan, ¿has visto los vídeos en Internet?”

"¿Vídeos?"

“Fang Qianxin y la novia de ese Aotian en una cinta de sexo gangbang. ¡Está en todas partes! La familia Fang también ha acabado en la bancarrota. Ella se lo merece por crear problemas contigo. No tuvo un buen final. ¡Pero los Longs, los Lings y los Ouyangs también están a punto de perderlo todo! No puedo creer que esto esté sucediendo”

Mo Yan los miró. Metió la mano en el bolsillo de Ye Hanyu y utilizó su pulgar para desbloquear el teléfono. Rápidamente fue a buscar los vídeos. Era repugnante. La enemiga de su predecesor, Qianxin, y Ye Ling rodeadas de hombres.

"Lo sé. Es horrible, ¿no?”

“¿Esa desvergonzada de Fang Qianxin intentó verte? Si lo hace, ignórala. Cuanto más lejos de ella, mejor”

Una voz masculina llamó a Shen Yu por el otro lado.

“Yi Feng me busca. Hablaremos pronto”

"Claro"

Shen Yu se despidió y Mo Yan entrecerró los ojos hacia Ye Hanyu.

Apretó un dedo en su barbilla y preguntó:  "¿Hiciste esto?"

"Todos nosotros lo hicimos" 

Él respondió con una sonrisa, mientras tomaba la mano de ella y le plantaba un beso en el interior de la muñeca.

"¿Esto hace que nos tengas miedo?"

Aunque tenía la complexión de un águila, lleno de arrogancia, exudando la fuerza del cielo y la tierra; era frío y solitario.

"Mis hombres me protegen; ¿por qué debería tener miedo?"  dijo ella echándole los brazos al cuello.

Estaba tan hechizada, dando vueltas a sus cabezas. Le lamió los labios.

“Estás jugando con fuego”  Le dijo él.

Cuando la suave mano de ella le acarició el pecho, sintió que su razón se erosionaba. Con un gruñido, tomó sus labios y exploró su boca con rudeza pero con suavidad.

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