Mo Yan en un Libro 183-184

Mo Yan en un Libro 183-184

Domingo, 28 de Marzo del 2021



Mo Yan en un Libro 183

Más fuerte


Mo Yan se despertó con un sobresalto para ver a Mu Zeyuan mirándola con cariño. Su cuerpo se sentía un poco dolorido.

“Gata perezosa, levántate y cena”  Zeyuan la besó los labios y la ayudó a ponerse la ropa.

Cuando llegó al comedor, los demás ya estaban sentados. La miraron con ojos hambrientos.

“Parece que Ye ya está mejor” dijo Hanyu burlonamente, con una expresión teñida de celos. Sin embargo, notó que las orejas de Mo Yan estaban rojas, pareciendo avergonzadas.

Qiye levantó una ceja, “Todavía soy joven y fuerte”

Mo Yan parecía tranquil, y preguntó: “¿Dónde está Lin Lin? ¿Ha comido?”

Los hombres se miraron entre sí. Habían enviado a Lin Lin de vuelta a Bai Su y le habían advertido que no corriera por ahí. Habían pensado que ella no se daría cuenta, pero no fue así. Desde que se había encariñado con Lin Lin, Yan'er no se preocupaba por ellos.

Muchen sonrió: "Lo devolvimos al patio. Era un poco triste no ver a Bai Su y es un tigre que debe estar en la selva”

Mo Yan era escéptica, pero había algo de verdad en eso.

“Yan'er, ¿quieres dormir conmigo esta noche?” Preguntó Yi en voz baja.

De repente, unos ojos calientes se fijaron en su cuerpo, pero Mo Yan los ignoró todos.

"No. Quiero dormir sola” 

Terminó su comida y se retiró de la mesa. Si los dejaba entrar de nuevo, nunca saldría de la cama.

En medio de la noche, Mo Yan se despertó. Tenía calor y notaba un poco de sudor en la frente. Gimió mientras un dolor agudo le atravesaba la cabeza y un escalofrío la recorría. Volvió a quedarse dormida.

Estaba demasiado cansada; cómo podía tener tan mala suerte de ser infectada por Gong Qiye.

Nota del autor:
A petición de ustedes, Mo Yan también se ha resfriado. Y los otros hombres comerán algo de carne.







Mo Yan en un Libro 184

Medicina


Ye Hanyu se sentó junto a ella en la cama, y la levantó para recostarla sobre su pecho. Le secó las lágrimas de la cara.

“Yan'er, no llores. Come primero las gachas y recupera las fuerzas” 

Dijo suavemente coaccionando.

Mo Yan frunció los labios y giró la cara agarrando su colcha con tristeza. No entendía por qué estaba enferma; sentía como si su coeficiente intelectual hubiera disminuido. Le dolía la cabeza, la garganta, el pecho y la nariz. Estaba llena de un fuerte sentimiento de queja; ¿por qué había enfermado? Todo era culpa suya.

Inconscientemente, se había acostumbrado a su amor y tolerancia.

Al ver sus acciones, Zeyuan sonrió. Tomó un sorbo de las gachas y la besó, dándole las gachas. Volvió la cara, y los miró sin letargo. Sus pálidas mejillas estaban ahora enrojecidas. Pero para ellos, parecía encantadora.

Muchen también tomó un sorbo de la papilla y la apretó contra sus labios para alimentarla. Su lengua dominante se entrelazó con la de ella. Hanyu la cogió de la mano y dejó caer besos ardientes en su oreja. Su mano se deslizó hacia abajo tirando de su vestido, tocó la suave y sensible piel de su cintura haciendo que se le pusieran los pelos de punta. Su cuerpo se ablandó mientras se desplomaba en sus brazos, las mejillas originalmente llorosas estaban ahora sonrojadas, sus ojos brillaban y sus labios se separaban mientras jadeaba.

"Buena chica, es hora de tu medicina" Dijo Zeyuan, con sus ojos verdes llenos de deseo sexual.

Zeyuan se metió la píldora en la boca y volvió a besarla, utilizando su larga lengua para abrirle los dientes e introducir la medicina. El sabor amargo de la medicina se mezcló con su dulzura mientras sus lenguas se enredaban. La obligó a tragar y se retiró.

"Y ahora es el momento de nosotros...”

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