Mo Yan en un Libro 161-162

Domingo, 28 de Marzo del 2021

Mo Yan en un Libro 161

Criada

Un camino de piedra conducía a un pequeño puente de piedra sobre un estanque claro. El sonido del agua aliviaba la impaciencia. Al otro lado del puente había un elegante patio donde Mo Yan estaba perezosamente acurrucada en una tumbona disfrutando del sol. No muy lejos de ella, dos apuestos hombres la observaban.

“Ha pasado un mes”  Muchen dijo con un suspiro “viéndola disfrutar así todos los días, no puedo soportar molestarla”

Viéndola holgazanear al sol como una gata satisfecha, su agitado corazón se calmó. Se deleitó con su delicada piel, sus carnosos labios rojos y sus brillantes ojos almendrados.

Hanyu se rió de su amigo: "Ve a terminar la reunión de hoy, luego puedes volver y seguir embobado"

Antes de irse, le echaron una última mirada.

"Señorita Mo"  llamó suavemente una criada  "¿Señorita Mo...?

Mo Yan se despertó de su aturdimiento

"¿Qué pasa?" su voz estaba apagada por el sueño. El delicado sonido hizo que uno quisiera tenerla en sus brazos y mimarla.

"Siento despertarte, pero el Sr. Gong quería hablar contigo y me ha pedido que te lleve ante él"  Dijo la criada en voz baja.

Mo Yan la miró aturdida, antes de tomar un sorbo de la taza de té que tenía cerca.

"No. Sólo me indicó que te llevara al patio del otro lado”

Mo Yan observó a la criada por un momento, antes de levantarse.

"Por aquí, por favor”  la criada la condujo por los senderos hasta el otro lado evitando por completo a cualquier otra persona en el camino.

Mo Yan frunció el ceño mientras caminaban: "¿Por qué no he visto a nadie más hoy? ¿Este camino es...?”

“El patio delantero se limpia por la tarde. Y sólo los caballeros y unas pocas personas más tienen permiso para venir al lado norte”

Llegaron ante un portón pintado de blanco que conducía a lo que parecía un jardín muy crecido.

“Aquí estamos, no puedo seguirte dentro porque no se me permite. El señor Gong le espera dentro”  La criada dijo mientras abría la puerta y se inclinaba respetuosamente.

Mo Yan atravesó la puerta y entró en el jardín. Cuando se perdió de vista, un hombre salió del follaje y se acercó a la puerta. Sus dedos teclearon con seguridad en la pantalla táctil situada junto a la puerta y se oyó el sonido nítido del cierre de la puerta.

"Querida, esto hará que dejes de preocuparte"

'Gracias. Nunca ha habido otra mujer en este castillo antes, ahora está la señorita Mo. No creerías cómo se ve como yo, como ... como si yo fuera algo sucio '. Dijo lastimeramente al hombre, acurrucada en sus brazos y llorando: 'Realmente creo que ella está engañando a los caballeros. Qué hacer…?'

Su triste aspecto lastimero lo entristeció y enfureció, pero no se dio cuenta de que, oculta bajo su mano, sus ojos contenían un destello de crueldad.

“Está bien. Vamos a darle una buena lección. Cuando la encuentren, pensarán que ha entrado por ahí. No llores"

"¿Estás segura? ¿Nadie sospechará de mí?”, preguntó con los ojos llorosos, lo que hizo que el corazón del guardia se sintiera angustiado.

“No te preocupes. Cuando fuiste a buscarla, hice que la persona de la vigilancia se asegurara de que no funcionara durante quince minutos. Me debe mucho dinero. Además, los señores tienen cosas que hacer hoy, no se darían cuenta, y probablemente no vuelvan esta noche. Aunque nos descubran, yo asumiré la culpa. No te preocupes”.

“Entonces, ¿está encerrada ahí...?”

“Sí. No la verás por un tiempo. Podemos tener un tiempo a solas. Ven a mi habitación, ¿de acuerdo?”

Mo Yan en un Libro 162

El patio norte

Este lugar era tranquilo y el jardín era denso. Había altos muros que hacían que pareciera otro lugar completamente distinto. Parecía que la puerta era la única entrada.

Después de mirar alrededor, no pudo encontrar a Gong Qiye, así que volvió a la puerta para encontrarla cerrada.

“Maldita sea. ¿Por qué me han engañado? Maldita sea, necesito una contraseña para abrirla”  Suspiró. No tenía su teléfono, así que tuvo que ir a la glorieta a esperar hasta que alguien viniera a buscarla.

Se sentó en una silla de jardín y se quitó los zapatos. Mientras se masajeaba las piernas, un escalofrío le recorrió la espalda. Miró detrás de ella, en el denso follaje había un par de agudos ojos azules que la miraban fijamente. Del follaje surgió un gran cuerpo blanco con líneas negras.

¿Por qué tenían un tigre? se preguntó Mo Yan tiesa de miedo.

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La criada corrió hacia el guardia: “¡Han vuelto pronto, señor Yao! ¿Qué vamos a hacer?”

“No te preocupes. Hoy no he dado de comer al tigre, así que es demasiado tarde. Hace una hora que la encerramos. No descubrirán nada. Sobre todo porque las cámaras están muertas en ese momento”.

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Tan pronto como Qiye y Situ Yi llegaron de vuelta, preguntaron al ama de llaves Li, “¿Dónde está la señorita Mo?”

“Debe estar durmiendo la siesta en el patio oeste. Le llevé un poco de té justo antes de que el señor Xiao y el señor Ye se fueran”. Dijo Li cogiendo sus cosas.

“Esa cerdita, sólo come y duerme todo el día”  dijo Yi con cariño. Salieron al patio oeste, pero no la vieron en el salón. Y su taza de té seguía sentada al lado. Se miraron desconcertados y recorrieron el patio, pero no la encontraron.

“No está en los lugares habituales” Qiye le dijo a Yi: "Vamos a la sala de seguridad y comprobemos los monitores"

En la sala de vigilancia, dos hombres estaban sentados mirando los monitores.

"Llame a la alimentación de 2.0"

"Perdóneme, señor, iba a informarle de que, a su regreso, el monitor del 2.0 se apagó de repente durante unos quince minutos. Hemos pedido al equipo de obras que lo revise, pero no han encontrado ningún problema"

La cara de Yi se tornó enfadada y rugió: "Si estaba estropeado, ¿no deberían avisarnos inmediatamente?". Todo son tonterías. Que Li busque a los que estaban de guardia y los reúna a todos en el patio este”

Él y Qiye volvieron al estudio, y pulsaron un botón en la parte posterior de una de las cajas de libros. La estantería se deslizó hacia un lado y reveló una sala llena de monitores. Rápidamente rebobinaron la grabación hasta el momento en que Mo Yan fue visto por última vez. La grabación mostraba a Mo Yan siendo conducido al patio norte por una criada y a uno de los guardias cerrando las puertas.

"¡Maldita sea! ¡La han encerrado allí! Vayamos rápido”

Mientras corrían hacia el patio norte, Qiye marcó rápidamente a los demás: "Volved rápido, le ha pasado algo a Yan'er"

Normalmente era una persona tranquila, pero ahora estaba nervioso y abrumado por una sensación de impotencia, como si su mundo se derrumbara. Mientras corría, de pronto odiaba que el terreno fuera tan enorme que a cada paso que daba le parecía que no se acercaba. Sentía como si cuchillas afiladas le atravesaran los pies. Temía que si llegaba demasiado tarde, lo lamentaría el resto de su vida

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