Mo Yan en un Libro 141-142

Miércoles, 24 de Marzo del 2021

Mo Yan en un Libro 141

Come más

Gong Qiye extendió la mano y tiró de la ya torturada perla roja fuera de la cueva. Apuntó su polla a la entrada de ella y la frotó de un lado a otro hasta que su glande se cubrió de néctar, y la introdujo profundamente en su cueva.

La sensación de plenitud en la parte delantera y trasera casi la volvió loca. Gimió y jadeó, y su pequeño coño apretó con fuerza la enorme hombría que había entrado. Comenzó a convulsionar, oleada tras oleada, mordiendo la gran polla.

Gemía y sollozaba.

Los dos hombres se movían en un entendimiento tácito, cuando uno enchufaba el otro se retiraba. Apuñalaron ferozmente, desenfrenados en sus cuevas.

Su tierna pared de carne fue sacada con el palo de carne. Se sentía dolorida y entumecida. El agua del manantial fluía sin control. Su sensible cuerpo temblaba sin control.

"Por favor, ah~ más despacio~"  gimió.

"Querida, queremos que comas más"

Qiye le susurró al oído. Se aferró a su cintura y jugó a subir y bajar, sus apretados agujeros envolvían ambas pollas presionando constantemente. Empujó dentro de ella y le clavó el útero una y otra vez, provocándole una sensación de agudo entumecimiento.

De repente, el palo de carne de Yi rozó un lugar sensible enviando una ráfaga de electricidad por su espalda. Sus tiernas paredes sufrieron un espasmo, reteniendo las pollas e impidiendo que avanzaran con facilidad.

"Yan'er, vamos a corrernos juntos" 

Yi le dijo al oído desde atrás, chupó con avidez el lóbulo nevado, disfrutando del sonido de sus jadeos, mientras embestía su palo de carne en su punto sensible. La ráfaga de placer que obtuvo de los músculos de ella pellizcando se sintió sublime y aceleró su velocidad.

“Ah~ no seas tan estrecha”

Qiye dijo entrecerrando los ojos a Mo Yan. Empujó su vara de carne contra el cuello del útero de ella tratando de penetrarlo, le retorció el decil de la flor y la pellizcó. Su delicado cuerpo temblaba más, y sus agujeros se estrechaban más. Continuó provocándola mientras la follaba rápidamente.

“Ha~ ha~ es suficiente~ me voy a romper~” gritó ella. 

Los dos empujaban, uno rápido, otro lento, uno profundo, otro superficial, el placer era como un relámpago. Ella se apretó alrededor de ellos mordiendo sus largos palos de carne. Su rocío fluyó desde las profundidades alrededor del extremo del dragón dentro de ella.

Qiye aprovechó su marea alta y empujó en su útero, aplastando su duro deseo en ella.

Mo Yan seguía llorando y gimiendo, su expresión era floja, no podía formar palabras completas, pero para ellos era seductor. Ella se aferró impotentemente a Qiye.

“Ya casi, Yan'er, ya casi llegamos. Nos vas a tragar a todos”

Yi se agarró a su cintura con fuerza. Sus gigantescas pollas se clavaban con fuerza y se sacaban con poca profundidad, y luego se clavaban más profundamente, cada empuje más feroz que el anterior. Qiye golpeaba vigorosamente las paredes de su palacio.

“Oh~ está viniendo otra vez Hm~ ah~” 

Ella estaba sintiendo la acumulación y su coño comenzó a convulsionar de nuevo. Intentó apartarse de ellos, pero no pudo vencer su fuerza. Yi apretó su esbelta cintura y tiró con fuerza hacia abajo mientras embestía hacia arriba, empujando con fuerza el punto sensible de su recto mientras Qiye empujaba su vara de carne contra su vientre, antes de que ambos se corrieran, rociando semen ardiente en lo más profundo de su cuerpo.

Sus entrañas estaban tan calientes que se estremeció, mientras chorros de lechita se vertían dentro de ella abrumándola de placer una vez más.

Mo Yan en un Libro 142

Quinto Turno

“Mi turno” anunció Xiao Muchen, arrancándola de sus manos “la fuerza física de Yan'er había mejorado”.

Mo Yan se tumbó sin fuerzas sobre su cuerpo, jadeando y con el ceño fruncido.

Apuntó a su conchita y la empujó con fuerza. Su agujero se encogió y chupó con locura. Inclinó la cabeza hacia atrás con placer mientras agarraba sus temblorosas nalgas nevadas y comenzó a galopar salvajemente.

“No~ demasiado rápido~” sollozó ella  “Chen~ me voy a romper”

Era tan feroz que ella sintió que perdía su alma. No pudo soportar el placer, lloró y gritó revolviendo su cabello.

“Eres capaz de soportar a dos pollas; ¿cómo no vas a poder soportarlo ahora?”  Muchen respondió con una risa en su oído  “La voz de Yan'er es tan dulce y hermosa, me gusta escuchar tu voz”

“Ah~ no~ Yo... ja~ ja~” 

Ella lo miró con los ojos medio llorosos, lastimeramente.

Él se rió, “¿Qué tú qué?”

Estaba muy duro, y su raíz masculina entraba violentamente en su coñito. Sentía como si hubiera millones de bocas chupando su pinga dentro de ella, la sensación recorría cada poro de su cuerpo.

Sus cuerpos se entrelazaban creando un hermoso escenario. La vara carnosa y la vagina estaban fuertemente conectados. Mo Yan estaba perdida y le dejaba balancear su cuerpo. Con cada movimiento de él, ella gritaba.

“Yo~ ah~ Voy a morir~ No sigas, A Chen~”

Los muslos de ella estaban fuertemente apretados alrededor de la fuerte cintura y caderas de él, su enorme vara de carne se movía de un lado a otro entre los pétalos rosados, derribándola, haciéndola llorar y jadear.

Su coito creó un lujurioso sonido de estallido. El dulce néctar fluía por el agujero haciendo que sus entrepiernas estuvieran húmedas y pegajosas. Sus rollizos pechos níveos temblaban ferozmente hacia arriba y hacia abajo con los movimientos de Muchen.

"¿Te gusta?" 

Le preguntó, sus ojos estaban llenos de deseo sediento de sangre. Se aferraba con fuerza a su esbelta cintura. La miró a la cara seductora de ella antes de inclinarse para morderle los labios.

Ella tuvo que rodear su cuello con los brazos 

“Hn~ me gusta ah~”

“¿Te gusta? Entonces come más...” 

Dijo él con una sonrisa. Cerró los ojos mientras empujaba su polla venosa hasta lo más profundo de su tierno punto de miel llenando su cuerpo con el suyo. Sus aterciopelados puntos de acupuntura lo envolvieron con fuerza. Sus pechos se frotaban contra su pecho.

"Ah~ Chen~...ah...” ella gritó.

Los poderosos brazos de él presionaban las nalgas de ella para evitar que se apartara demasiado. Insertó y retrajo su deseo salvajemente, una gran cantidad de miel fluyó con su agitación. Un intenso placer la atacó como una tormenta, y su fragante boca no dejaba de gemir.

Él miró su expresión de lujuria embelesada y sonrió. Hizo que su malvada hombría se agitara violentamente en los estrechos puntos de acupuntura florales. Sus esbeltas piernas no dejaban de crisparse y temblar mientras él presionaba con su pulgar su preciosa perla roja.

"Oh, no"  gritó ella, incapaz de resistirse.

Al sentir que su coño empezaba a tener espasmos salvajes y que su cuerpo empezaba a temblar mientras llegaba al clímax, él se mostró más deseoso en su galope. Su boca estaba en una delgada línea apretada, y su sudor goteaba entre ellos. Un intenso placer subió por su espalda y apretó a Mo Yan contra mientras empujaba profundamente en su flor y salía a chorros con fiereza mientras rugía su nombre,

"Yan'er..."

La lechita brotó de la costura entre su polla y su vagina. Había un fuerte almizcle en el aire mientras él besaba suavemente sus labios.

Los hombres convergieron sobre la hermosa chica flácida, y sus pantalones y jadeos compusieron una maravillosa sinfonía

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