Mi Esposa Oculta es Dulce 97
Coqueta
A las once, Gu Weiwei terminó por fin sus deberes.
Fu Hanzheng revisó los deberes por ella y vio la hora.
"Es muy tarde, ve a dormir"
Gu Weiwei miró las carpetas sobre la mesa. "¿Tú... sigues trabajando?".
Fu Hanzheng asintió. "Sí, hay algunos expedientes urgentes que tengo que tramitar".
Gu Weiwei guardó sus cosas y salió del estudio, dejó lo que llevaba en su habitación y luego fue a preparar dos tazas de té negro en el comedor.
Le dio una taza a Fu Shiqin que estaba leyendo impotente los archivos en el salón y la otra a Fu Hanzheng en el estudio.
"Gracias por ayudarme con los deberes"
Fu Hanzheng cogió el té de color granate y tomó un sorbo, y sonrió cuando el calor saludó su boca.
"Gracias por el té, ahora puedes ir a dormir"
Tal vez porque Fu Hanzheng descubrió que era muy divertido ayudar a la chica con sus deberes, tanto que al día siguiente dejó el trabajo para ir a casa muy temprano.
Pero cuando Gu Weiwei, que debería haber llegado a casa hace tiempo, aún no había aparecido a la hora de la cena, le hizo una llamada.
"¿Todavía en la escuela?"
Gu Weiwei bajó la voz al otro lado del teléfono. "Me he matriculado en una clase de matemáticas, ahora sigo aquí y llegaré tarde a casa".
Fu Hanzheng guardó silencio por un momento. "De acuerdo, continúa con tu clase".
Pero después de terminar la llamada, su cara se hundió.
¿Así que ella pensaba que él no era lo suficientemente bueno para ella?
¿Qué hacía ella en las clases extra de matemáticas?
Después de la clase extra de matemáticas, Gu Weiwei volvió al recinto de Jinxiu alrededor de las nueve de la noche.
"¿Cómo fue la clase?" Preguntó Fu Hanzheng con indiferencia.
Gu Weiwei dejó escapar un suspiro. "La profesora era buena, pero dijo que tenía algo que hacer en casa, así que terminó las clases y me devolvió la matrícula".
Fu Hanzheng frunció el ceño. "Entonces, ¿qué vas a hacer?".
Gu Weiwei suspiró. "Buscaré otras clases. Hay bastantes alrededor de la escuela".
Fu Shiqin, que también estaba en casa, dijo: "Puedes pedirle a mi hermano que sea tu tutor, no hace falta que vayas a ninguna clase extra".
Sería inútil para ella buscar cualquier clase de matemáticas - tal vez las clases de matemáticas alrededor de la Escuela Secundaria Yingcheng serían todas cerradas a la mañana siguiente.
Porque su existencia había impedido que el jefe fuera su tutor.
Hacía dos horas, había visto al jefe haciendo llamadas a alguien para que cerrara el centro de clases.
Así que este hombre, que no paraba de decirles que fueran escrupulosos a la hora de separar los intereses públicos de los privados, estaba haciendo exactamente lo contrario.
Gu Weiwei sacudió la cabeza. "Está bien, no puedo perturbar tu trabajo".
"No, no me estás molestando". Dijo Fu Hanzheng.
Fu Shiqin añadió para sus adentros: "Sí, nada te impide coquetear con esta chica".
Gu Weiwei echó un vistazo a la sorprendente cara de Fu Hanzheng y lo rechazó con decisión.
"Puedo ir a una clase de matemáticas, es mucho más fácil para mí".
Le preocupaba no ser capaz de controlarse si se enfrentaba a esta cara tan atractiva todos los días.
"Muy bien entonces, como quieras". Fu Hanzheng hojeó los archivos en sus manos con calma.
Efectivamente, Mu Weiwei no encontró ninguna clase de matemáticas en la escuela.
Se quedó mirando al hombre sentado frente a ella cuando volvió a casa, sintiéndose dudosa.
"Ya no existe ninguna clase de matemáticas en la escuela. ¿Lo has hecho tú?"
Lo raro era que todas habían desaparecido, y ella no era tan estúpida como para no sentirse dudosa.
Sólo había una persona a su alrededor que era capaz de hacer esto en un corto período de un día.
Era él.
Fu Hanzheng se rió y preguntó. "No soy tan infantil para hacer tal cosa".
Los labios de Fu Shiqin se crisparon mientras bramaba para sus adentros: "¡Fue exactamente este desvergonzado quien lo hizo!".
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