Miércoles, 26 de Mayo del 2021

Mi Esposa Oculta es Dulce 375

¿Más bonito?

Debido a la fiebre y al frío, Gu Weiwei se quedó en el hotel durante todo un día y Fu Hanzheng la cuidó durante ese tiempo.

A la mañana siguiente, comenzó a prepararse para el trabajo. Al no poder persuadirla, Fu Hanzheng utilizó su teléfono para llamar a Jolin.

Al oír la llamada del jefe, Jolin subió corriendo las escaleras sin terminar de cepillarse los dientes.

"Jefe, ¿qué puedo hacer por usted?"

Gu Weiwei le dio un trozo de pañuelo de papel al ver la espuma de la pasta de dientes en las comisuras de la boca de Jolin.

"¿Puedes limpiarte la boca primero?".

Sólo ahora se dio cuenta Jolin de que no había terminado de cepillarse los dientes e incluso tenía el cepillo de dientes también en sus manos.

Así que cogió el pañuelo y se limpió la espuma.

Fu Hanzheng señaló el montón de cosas que había sobre la mesa y le dijo seriamente: "Hay té de jengibre en el termo y medicinas en esta bolsa, hay que tomarlas a tiempo".

Jolin asintió y sintió internamente que se le saltaban las lágrimas.

Su ídolo se había ido y él tenía que cuidar de su novia mientras era asfixiado con su amor. ¡Qué vida más miserable!

"Si vuelve a tener fiebre, debe volver y descansar enseguida". Fu Hanzheng continuó.

Sabía que ella aún terminaría el trabajo de hoy cuando él no estuviera.

"Sí, vigilaré". Respondió Jolin.

Maldita sea, realmente quería renunciar.

Fu Hanzheng dijo: "Además, no dejes que se enfríe o se acerque al agua fría".

Jolin asintió y miró a Gu Weiwei que estaba desayunando.

Diosa mía, ¿no puedes irte a casa y ser la señora presidenta?

¿Por qué tienes que trabajar para que todos tengan que pasar por dificultades?

Al escuchar las palabras del jefe, Jolin bajó todo lo que estaba preparado para Gu Weiwei y continuó con su rutina matutina.

Gu Weiwei miró al hombre que recogía los archivos y se preparaba para volver a la capital. Luego dejó el cuenco y los palillos y se acercó a él, abrazándolo por la espalda.

"Tío Fu, no quiero que te vayas, ¿qué debo hacer?"

Fu Hanzheng miró los delgados brazos que rodeaban su cintura y sonrió.

"Vendré aquí después del trabajo".

Gu Weiwei le soltó las manos y dijo con voz apagada: "Tío Fu, si un día descubres que no soy tan guapa, o encuentras a alguien más guapo que yo, ¿te... dejaré de gustar tanto?".

Parecía que se estaba volviendo más y más codiciosa.

Le gustaba que le gustara y, poco a poco, esperaba que pudiera gustarle durante mucho tiempo.

Entonces esperaba que sólo le gustara ella, y ella para siempre.

Había experimentado lo voluble que podía ser un hombre.

Gu Siting la había tratado una vez como la niña de sus ojos.

Pero, poco a poco, dejó de gustarle tanto y ya no quería conocerla. Incluso había planeado sacarla de la Familia Gu para que pudiera vivir en otro lugar.

Entonces se enamoró de la frágil Ling Yan.

Fu Hanzheng se dio la vuelta y la sentó en la mesa, de modo que quedó frente a él.

"¿Puede haber alguien más lindo que tú?"

"Y si hay alguien... y si me convierto en alguien a quien odias..."

Gu Weiwei le tiró de la corbata para distraerle de sus ojos móviles.

Fu Hanzheng bajó la mirada y besó a la chica que murmuraba con la mente errante.

No fue hasta que Jolin llamó a la puerta que soltó sus labios y la ayudó a bajar.

"Vete"

Gu Weiwei dio unos pasos y preguntó: "¡Todavía no has respondido a mi pregunta!".

Fu Hanzheng levantó las cejas: ¿realmente parecía tan poco fiable?

¿Tan poco fiable como para que empezara a tener ideas así?

"Si te gusta alguien basándote en una condición... entonces significa que no te gusta de verdad"

Gu Weiwei preguntó. "¿Cuál es su condición?"

Fu Hanzheng sonrió. "Nada"

Gu Weiwei se puso de puntillas, le dio un beso en la cara y salió satisfecha.

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