La Princesa Monstruosa 86
Nuevos comienzos y emociones profundas (7)
Esta cosa era aún más tonta de lo que pensaba, como sentà al hablar unas palabras con el monstruo que habÃa colocado recientemente en mi dormitorio.
"¿Cuál es la grieta en la que has estado viviendo?".
Por ejemplo, le hice esta pregunta-
-¡Roja, azul y ancha!
Obtuve esta respuesta abstracta.
"Intenta ser un poco más especÃfico sobre que es roja, azul y ancha. ¿Quieres decir que es un espacio vacÃo con color para que, cuando se produzca una grieta, destaque al mirar por aquÃ?".
Pero pacientemente volvà a preguntar...
-¡Hmm, hay rojo y azul, y es tan ancho que puedes ir sin fin una vez que lo atraviesas!
Sin dudarlo, volvà a recibir esta tonta respuesta.
"Hah... entonces, si es tan grande, ¿por qué vienes aquà tan a menudo?".
- ¿Porque hay un agujero?
"¿No quieres, pero te caes por aquà porque hay un agujero?".
- Algunos quieren ir, otros no quieren.
Todas estas eran palabras frustrantes en mi mente.
"Ah, vale. No pasa nada. ¿Qué demonios eres? ¿Sólo los de tu especie viven all�"
- Todo el mundo vive con los de su especie.
"¿Por eso sólo hay como tú?"
- Todos parecemos diferentes.
¿Se supone que se burla de m�
Me preocupaba que estuviera hablando raro sin una respuesta clara. Asà que miré a la criatura morada con el ceño fruncido y, finalmente, volvà a preguntarle, un poco más directamente.
"Me dijiste que eran de mi especie. ¿Eso significa que también hay humanos?".
-¿Humanos...? No sé nada de eso. Nosotros somos nosotros. Tú eres nosotros. Sólo los de nuestra especie viven allÃ.
"Huh, ¿de verdad estás jugando conmigo?"
-¡Uwaah! ¿Por qué estás tan enfadado?
Finalmente, incapaz de resistir mi frustración, froté mi mano sobre el torso púrpura claro del monstruo. El monstruo retorció su cuerpo para evitar mi mano. Pero el cuerpo glutinoso se pegó a mi palma y no se apartó.
Oh, pero esto es sorprendentemente adictivo. Parece que alivia un poco el estrés...
"Princesa, es hora de irse."
"SÃ, voy a salir ahora."
Pero entonces Marina me llamó y no pude disfrutar de la sensación de su piel en mi mano por mucho tiempo.
"Voy a salir un momento, asà que estate quieto. Te daré de comer cuando vuelva".
-¡Delicioso! Yo, ¡espera bien! ¡Ven rápido, tú!
Solté al monstruo regordete y salà de la habitación.
***
¡Ladra, ladra!
¡Ladra, ladra, ladra!
Oh, qué sorpresa.
En cuanto entré en casa de la condesa Canon, los perros del patio me vieron de repente y empezaron a ladrar furiosamente.
No son perros que tienen el pelaje brillante y están adornados con joyas y cintas de encaje'.
"¿Qué les pasa a estos perros?".
La condesa Cannon, que habÃa venido a recogerme, también parecÃa nerviosa.
"Lo siento mucho, Primera Princesa. Normalmente son dóciles, estoy bastante sorprendida".
A mà no me parecen muy dóciles.
'Extrañamente, todos los maestros dicen que sus hijos son tranquilos, dulces y gentiles.'
Deben haber perdido su objetividad con un frijol en el ojo.
"Parece que los perros están más sensibles hoy con todos los invitados".
"SÃ, parece que sÃ. Debo trasladarlos al jardÃn trasero otra vez".
No lo dije porque no creÃa que le pasara a un perro, pero la gente a veces cambia de repente y se vuelve violenta. Hoy es el dÃa en que tenÃa invitados, asà que no soltó a los perros en el jardÃn, les puso correas y los ató con seguridad.
Por supuesto, si la gente me hubiera ladrado salvajemente, no los habrÃa dejado en paz, pero podrÃa ser un poco más indulgente con los animales.
"¿A qué vienen esos ladridos descarados a mi hermana? Parece que los Canónigos no adiestran mucho a sus perros...".
Chloe, que me acompañaba hoy, frunció el ceño al ver que los perros empezaban a alejarse de mà en brazos de sus empleados.
"No siempre lo hicieron".
"¡Que lo sean o no para los demás es lo de menos! Importa que se lo expresaran a mi hermana".
Chloe estaba bastante descontenta con los perros que acababa de ver.
Se limitó a mirar a los perros con ojos aún más horrorizados. Sin embargo, ya habÃan recuperado su estabilidad del pecho de sus empleados, sus ojos amables brillaban como las palabras de la condesa Canon, y desaparecieron por la esquina.
Y ahora los ojos contrariados de Cloe se volvieron hacia la Condesa de Canon, que nos guiaba.
"Muy bien. Entremos".
En un principio no tenÃa intención de venir hoy con Cloe, pero de repente me visitó y me dijo que estaba aburrida y decidió acompañarme. Al parecer, mucha gente asistió a la reunión social celebrada en el salón del conde Canon.
El objetivo principal de la recepción era invitar a los músicos descubiertos por el conde Canon y disfrutar de su música, asà como degustar vino elaborado con "uvas de rubÃ", una especialidad de la finca de Canon.
Me dijeron que habÃa algo más que interpretar... pero eso lo veré más tarde'.
Caminé con Chloe más allá de la puerta principal, abierta de par en par, y entré en la mansión.
***
Después de un rato.
"Primera Princesa, por favor pruebe esta fruta con ella. Va muy bien con nuestro vino.
"SÃ. El vino rubà del Dominio Canon tiene un aroma excepcional, después de todo".
"Sé que a usted también le gusta la música clásica de Bardas, ¿verdad, Primera Princesa? La 14ª sinfonÃa preparada hoy por los músicos fue especialmente buena".
"Estoy de acuerdo. La música de Bardas es lÃrica pero intensa".
"Hablando de eso, las dos princesas estáis muy guapas con el pelo corto. ¿No vinisteis con adornos para el pelo a juego en el último Torneo Nacional de Espadachines?"
"Vaya, tienes buen ojo. Lo hice coincidir con el de la hermana Bella, ¡sólo que el color de las joyas era diferente!".
Hahahoho, cahahaha...
Mientras estaba sentada con las piernas cruzadas, recostada en el sofá con espacio de sobra, degustando lentamente el famoso vino de uva rubà del Conde Canon, de repente sentà una sensación de asombro.
'...¿Qué es esto, una especie de reunión social que he organizado?".
Mientras me sentaba en el sofá y miraba a las damas que de alguna manera se habÃan reunido a mi alrededor, de repente me sentà completamente confundido en cuanto a si esta era la casa de la Condesa Canon o mi palacio.
Originalmente, a veces celebraba tales reuniones sociales en el palacio imperial. Esto se debÃa a que la formación de una relación amistosa con la nobleza era una parte esencial de la familia real.
Sin embargo, cada vez que celebraba una reunión social, Marina siempre me parecÃa un "emperador pródigo de la historia que vivÃa con cien hermosas concubinas".
Ahora, al contemplar la escena del salón, comprendÃa por qué Marina tenÃa semejante idea. Era como un jardÃn lleno de flores de colores o un invernadero con hermosos pájaros piando.
Es extraño. Por supuesto, siempre fui popular, pero hoy en dÃa, las damas se reúnen a mi alrededor mucho más que los jóvenes maestros en cada uno de estos eventos'.
Intenté averiguar cuál era la razón, pero hace poco me di cuenta de que mis pasos parecen ser externos.
Tal vez sea desde que empecé a vencer a esos monstruos que salen de las grietas'.
Si recuerdo las voces que he estado escuchando entre mi gente últimamente, ciertamente parece haber contribuido a mi imagen de princesa fuerte y confiable, más que antes.
Estupendo. Una princesa fuerte y fiable".
Incliné la copa de vino con satisfacción.
En ese momento, algunas de las damas que llevaban un rato hablando en secreto entre ellas me dijeron,
"¿No deberÃamos pedirle al caballero de la princesa que venga también?".
"¡Me impresionó mucho su actuación en el último Torneo Nacional de Espadachines!".
De hecho, sabÃa desde antes que las damas prestarÃan mucha atención a Gerard, que me seguÃa.
Desde luego, parecÃan interesadas en Gerard. Aunque algunas de las damas habÃan mirado antes a Gerard con ojos razonablemente favorables, fue después de la competición de espada cuando empezaron a mostrar un interés tan descarado.
Desde un punto de vista objetivo, Gerard era visiblemente guapo, asà que era natural que las damas se interesaran por él. Sin embargo, como ya habÃa pensado de repente, también tenÃa un ambiente no muy agradable en los alrededores.
Sobre todo, cuando Gerard se quedaba quieto con la boca cerrada, de alguna manera me daba la sensación de que era un hombre solitario con una mente melancólica y atribulada.
Y de hecho, Gerard era un hombre solitario con sus propias circunstancias.
HabÃa nacido en el seno de la prestigiosa familia Lassner, una de las más distinguidas del paÃs, y aunque podrÃa haber vivido una vida más noble que cualquier otra, fue despojado de su estatus por los pecados de su padre y cayó en desgracia como un joven sin suerte.
Y ahora, un joven noble que decidió convertirse en caballero de la familia imperial con profundas cicatrices emocionales y vivir en las sombras pagando el precio de los pecados de su padre en su lugar durante el resto de su vida.
... En su mayor parte, hasta ahà llegaba la imagen de Gerard entre las damas.
El otro dÃa oà decir a un transeúnte que Gerard tenÃa un punto que estimulaba el deseo en el corazón de las damas que crecieron preciosamente.
En realidad, no lo sabÃa cuando lo oÃ, pero lo más importante es que tenÃa un estatus bajo, pero no debÃa tener la sangre muy baja y, sobre todo, debÃa ser muy guapo...
Gerard cumplÃa todos estos requisitos, asà que era comprensible que las damas le dirigieran miradas furtivas.
Seguà la mirada de las damas y también le devolvà la mirada disimuladamente.
Gerard, que se habÃa alejado de mà una corta distancia, era en efecto un modelo del aspecto que debe tener un caballero.
ParecÃa estar mirándome todo el tiempo y, en cuanto giré la cabeza, nuestras miradas se encontraron. En lugar de apartar los ojos inmediatamente, el engreÃdo me miró con la cabeza ladeada.
No me quedé mirando a Gerard mucho tiempo y volvà a girar la cabeza. Luego sonreà a las chicas.
"Bueno, prefiero hablar con vosotras, señoritas".
Pronto se oyó un gorjeo como de lindos canarios diciendo: "A mà también me gustáis más".
Cuando la atención de las señoras abandonó a Gerard, por fin me sentà satisfecho. Entonces, por un momento, "¿Hm?" Sospeché.
¿No me gustaba que la atención de las señoras se hubiera vuelto hacia Gerard y me sentÃa satisfecho porque no miraban a Gerard?
Rápidamente comprendà la razón.
Porque sólo a mà me gusta ser el centro de atención".
Me senté recostada en el sofá con espacio de sobra de nuevo y volvà a inclinar mi taza con espacio de sobra entre las damas que me alababan.
Hasta ahora habÃa sido una reunión social pacÃfica y agradable.
Ey, estoy de vuelta ----> Si te gusta mi trabajo, puedes apoyarme comprándome un café o una donación. Ya tu sabes, no te exijo, es de tu bobo aportar o no, no te exijo :p
0 Comentarios