La heroÃna tuvo una aventura con mi prometido 23
"Lo siento"
-Piiik..
Reynos, que aterrizó en la colcha, me miró con resentimiento. Sin embargo, en cuanto nuestras miradas se encontraron, se sobresaltó y bajó los ojos.
Sus mejillas estaban un poco rojas, por lo que parecÃa estar avergonzado. Era sorprendente que pudiera ver sus mejillas enrojecidas mientras todo su cuerpo estaba cubierto de escamas negras.
De repente, quise pinchar esa parte.
Pero el ambiente era que si lo tocaba, huirÃa de inmediato.
"Su Alteza"
-¿Piiik?
"¿Puedo tocarte?"
Me di un golpecito en la mejilla, queriendo decir que querÃa tocarlo.
Reynos cerró y abrió sus redondos ojos rojos un par de veces, y asintió.
El permiso debió de ser concedido, ya que acaricié suavemente las mejillas rojas de Reynos con mi dedo Ãndice.
Las escamas negras, lisas y brillantes, eran duras pero no frÃas. En cambio, eran cálidas, como si estuviera sentado frente a una chimenea.
La textura brillante se sentÃa bien. El mero hecho de tocarla resultaba relajante. Involuntariamente seguà acariciando las mejillas de Reynos.
Entonces Reynos, que habÃa estado observando mi cara con una postura endurecida, empezó a frotar su mejilla contra mi dedo como si intentara ser encantador.
Qué bonito.
"¿Has volado as�"
-Piiik
"¿Cómo has traÃdo la ropa?"
-Piik
Reynos, que lloró poco, jugueteó con sus manos e hizo la mÃmica de llevarse la ropa a la boca. Hmmm, no sé lo fuerte que era, pero parecÃa que le costaba porque la ropa era más grande que su cuerpo.
Tal vez leyendo mis pensamientos, Reynos me dio una mirada que decÃa que estarÃa bien, y con la ropa en la boca, extendió sus pequeñas alas y las agitó mientras volaba. Como si me dijera: "Vuelo bien".
Hmm.
En la historia original, decÃa que cada vez que el malvado dragón batÃa sus alas una vez, decenas de personas perdÃan la vida con sus ondas, y ahora decenas estaban a punto de perder la razón.
Asà de bonito era, querÃa decir.
Era sólo porque lo estaba viendo, pero mis sentimientos se complicaban por la sensación de discrepancia con la obra original. ¿Por qué soñé as�
Lo siento, Su Alteza en realidad no pensé en Su Alteza de esta manera.
Por cierto.
'Si realmente es asà de grande, realmente se puede decir <Mi dragón malvado no muerde>'
Al contrario del tÃtulo, la obra original salió como un verdadero bulto de desastre.
Asà que me preguntaba por qué el tÃtulo era tan bonito. Los lectores llegaron a decir que el tÃtulo deberÃa cambiarse por <Mi dragón malvado muerde y se come a la gente>.
Cuando pensé en el dragón malvado de la historia original, también pensé en las habilidades especiales del dragón malvado. Le pregunté a Reynos.
"¿Puedes usar el fuego?"
-Piiik
Asintiendo, Reynos voló hacia el aire vacÃo. Entonces, el fuego estalló.
Era de pequeño tamaño, pero no parecÃa ser un fuego común, ya que el calor se podÃa sentir incluso aquÃ. ParecÃa parecerse a la lava, como se menciona en la historia original.
Oh, qué increÃble.
"Entonces, ¿hielo?"
-Piiik
Reynos dejó de escupir fuego y cerró la boca. Se retorció algo y enseguida escupió un aliento de hielo.
Su tamaño era algo menor, pero parecÃa haber sido creado por una magia muy fuerte para sentir tanto aire frÃo.
Oh, Dios.
"¿Puedes usar aliento ácido?"
-Piiik
Reynos, retorciéndose como antes de disparar el hielo, lanzó su energÃa negra al aire.
Oh, eso es bueno. Un dragón malvado es un dragón malvado, aunque sea de tamaño pequeño.
Golpeé la cama con una mano para indicar que no tenÃa energÃa para aplaudir y que era bueno.
Entonces, con un moco y los frenos puestos, un dragón malvado en miniatura voló a mi lado.
Luego frotó ligeramente su mejilla en el dorso de mi mano como si quisiera ser encantador. Y su cola se movió como un cachorro. Muy lindo.
"¿Debo criarte?"
-¡Piik!
El asustado Reynos se distanció como si me oyera murmurar para sà mismo.
Se quedó quieto, con las mejillas enrojecidas, pero en un momento, cuando se acercó lánguidamente, empezó a explicar algo con entusiasmo, retorciendo sus cortos brazos.
-Piik. ¡Piiiiiik, piiiik, piik-!
"Lo siento, pero no lo entiendo".
-Piik...
Reynos, con las alas y la cola colgando, estaba deprimido.
EstarÃa bien volver a interactuar con él como humano, pero parece que no podÃa volver porque le habÃan quitado toda la ropa, y cuando se transformó en dragón malvado, estaba desnudo.
"Creo que está bien porque es un sueño"
Todo esto se basó en mi imaginación de todos modos, asà que está bien.
Reynos el dragón malvado era lindo, pero querÃa tener un diálogo fluido, asà que me concentré en Reynos el dragón malvado, imaginando a Reynos el humano con ropa.
Reconocer que era un sueño subjetivo, "Esto es un sueño, esto es un sueño", repetidamente, fue un plus.
"Vuelve. Reynos, vuelve"
-¿Piiik?
Pero Reynos, el dragón malvado, sólo asintió con la cabeza y no volvió a convertirse en humano.
Cada vez que decÃa "Esto es un sueño" de mi boca, incluso se retorcÃa.
Me voy a rendir.
"Hmm..."
Tal vez sea porque he estado mirando a Reynos durante demasiado tiempo.
La pesada fatiga se hinchó, y bostezé casi con los ojos cerrados.
Fue increÃble que pudiera sentir esta fatiga incluso en mi sueño.
-¡Pik!
Antes de que me diera cuenta, Reynos se acercó a mi cara y me acarició la mejilla con su pata de paja. ¿Está tratando de decirme que quiere que duerma cuando tenga sueño?
Movà los labios a pesar de que mi visión era borrosa porque no querÃa despedir al malvado dragón Reynos de esta manera.
"No podéis iros, Alteza. También tienes que quedarte por la mañana"
-Piiik...
Reynos, que murmuró sin confianza, aleteó hasta mi cabecera.
AllÃ, se tumbó con la cola encima y empezó a tararear una melodÃa, 'Piik, piik, piik-'
Oh, Dios.
"¿Estás cantando una canción de cuna?"
-Piik
Como si tal cosa, Reynos, que tocaba bajito, estaba haciendo piik y tarareando de nuevo.
DebÃa ser fuerte, pero no me importaba en absoluto. Era mucho más dulce que eso.
Con esa nana de fondo, me quedé profundamente dormido.
Fue un sueño muy reparador, sin pesadillas ni dolores corporales.
Y cuando me desperté del sueño y me desperté de verdad a la realidad.
Mi cama estaba vacÃa.
***
Después de soñar con Reynos, mi cuerpo se recuperó rápidamente. Creo que fue porque vi algo bonito en mi sueño.
En cuanto me recuperé, visité primero a Aria.
Aria se alojaba en una posada de la capital y dejó la mansión de los Lavirin, diciendo que yo no podÃa seguir cuidando de ella mientras estuviera enfermo.
"¿Te encuentras bien?"
En cuanto Aria me vio, se le saltaron las lágrimas y me cogió las manos con fuerza.
"Estás exagerando por mi culpa"
"No, todo es para bien"
Es imposible cambiar al conde ValentÃn tan pronto como sea posible.
Entonces Aria dijo: "Mi señora es realmente tan buena como dicen". Y se secó las lágrimas.
Ah.
Todos los dÃas escuchaba sólo mi reputación de "cruel maestro del gremio", pero era vergonzosamente incómodo escuchar puros elogios. Las palmas de mis manos sudaban de forma natural.
Cambié de tema mientras me frotaba las manos en el dobladillo del vestido.
"¿Recibiste mucha pensión alimenticia?"
"SÃ"
Sonriendo tÃmidamente, Aria se acercó y susurró. Sólo estábamos nosotras dos en la habitación de la posada, pero era una cantidad tan grande que le preocupaba quién podrÃa oÃrla.
"... Tengo tanto oro"
"...!"
Mis ojos estaban deslumbrados por la enorme cantidad de dinero que esperaba.
Vaya, creo que podrÃa gastar esa cantidad y jugar y comer el resto de mi vida. Realmente decidà atrapar asuntos en el Imperio.
"Ah, y"
Tras una breve pausa, Aria enderezó su cuerpo hacia mÃ. Luego cambió su rostro y habló en voz baja con una voz cautelosa.
"Se lo dije al maestro del gremio... pero se lo diré a mi señora porque estás trabajando a tiempo parcial. Ten cuidado. Creo que Essit sospecha de los manipuladores de asuntos amorosos de Ciel"
Por desgracia, eso significa que sospechan de la fuente de las pruebas que llevaron a Leila a la pared.
"El señor Essit vino a verme hace unos dÃas y me preguntó qué gremio habÃa solicitado. Le dije que no sabÃa de qué hablaba, pero no pareció creerlo"
"Supongo que sÃ"
Esta era la razón por la que el gremio estaba activo en las sombras aunque decidieran tener una aventura en el imperio.
Los nobles que eran sorprendidos teniendo una aventura no podÃan tocar el Imperio, asà que atacaban a nuestro gremio.
No querÃa ser molestado.
"Duval probablemente vendrá a ti hasta que le respondas, pero si estás cansada, puedes decÃrmelo"
"No"
Aria negó con la cabeza: "¿Por qué iba a vender al benefactor de mi vida?". Me dijo de una vez por todas que lo mantendrÃa en secreto pasara lo que pasara, asà que no dijera nada de eso.
Entonces cortó cautelosamente la conversación, observando mi expresión.
"Bueno, tengo que pedirte un favor. ¿Sigue vigente el negocio que mencionaste entonces?"
ParecÃa estar hablando de que Ãbamos a hacer algún negocio juntos más adelante.
Asentà con la cabeza, y Aria esbozó la sonrisa más brillante que jamás habÃa visto.
"En realidad, no quiero seguir viviendo en el Este... Estaba pensando que, si a la señora le parece bien, podrÃa alquilar una casa en la capital y hacer lo que has mencionado. Claro que no sé qué utilidad tendrÃa..."
"¡Por supuesto!"
Me apresuré a coger las manos de Aria con un brillo en los ojos.
No esperaba una gran pensión alimenticia, pero serÃa yo quien la apreciarÃa si salÃa asÃ.
Sorprendida por la intensa reacción, Aria me preguntó con una sonrisa avergonzada.
"¿Has pensado en qué tipo de negocio vas a hacer?"
"Pues no. En realidad, no hace mucho que empecé a pensar en hacer negocios"
Llevo pensando eso desde que saqué el dinero de Duval... oh, sÃ.
"¿Quieres firmar aquÃ, por favor?"
Saqué la carta de ruptura de mi maletÃn y se la presenté a Aria.
Mientras estaba abajo, me dijeron que todas las ceremonias para la sucesión del tÃtulo se habÃan completado. Aria era ahora el Conde Valentine.
A diferencia de Nix, que era un perro faldero, Aria firmó de buen grado la lÃnea de la firma del notario.
Luego me dijo que si no habÃa pensado en el tipo de negocio que iba a dirigir, ella harÃa un estudio de mercado por su cuenta.
"Traeré varios candidatos, para que puedas elegir uno que te guste"
Nunca pensé que conseguirÃa a alguien tan competente desde el principio. Le di la mano a Aria, dando a entender que harÃa lo mejor posible.
Luego me fui directamente a casa y envié la ruptura a la oficina del gobierno con la piedra mágica, que grabó la voz de Duval.
Exactamente una semana después.
Recibà una llamada de la oficina del gobierno.
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