La heroÃna tuvo una aventura con mi prometido 21
Leila le estrechó la mano y le llevó a su habitación. Estaba demasiado ocupada para señalar las pruebas que habÃa arrojado sobre el escritorio al azar.
"¡Qué vas a hacer con esto!"
"..."
Duval, que estaba revisando metódicamente las pruebas, invadió frente al documento firmado de puño y letra por el conde Valentine.
PodÃan malinterpretar el testimonio de los testigos que presenciaron la cita. El diálogo en la mesa de grabación también podrÃa haber terminado con un consejo romántico entre amigos.
Pero si las partes involucradas en tal asunto firmaron en persona e incluso dejaron un documento-
'Lo verán como una prueba contundente e irán a la oficina. Asà que pidieron asumir la responsabilidad del divorcio y darle a ella una pensión alimenticia'
"¿De verdad que no tienes dinero? ¿De verdad?"
preguntó Leila con urgencia.
Si no ofrecÃa la pensión alimenticia, según la ley imperial, esa prueba se harÃa pública con el tiempo, y el camino de Leila de los matrimonios mixtos quedarÃa bloqueado.
El camino de las nupcias de su hermana quedarÃa bloqueado, lo que significarÃa que no habrÃa forma de que Essit se uniera a otras familias.
Duval rodó la cabeza: "¿Hay algún hueco de donde pueda salir el dinero?". Pero era una suma demasiado grande para que se le ocurriera fácilmente.
Tras una docena de minutos de charla, se vio obligado a sacar el último recurso del grito de Leila: "¿De verdad no tienes?".
"DÃselo a papá"
"¡N-no!"
Leila se agitó.
¿Cómo era su padre? Era el tipo de persona que saltarÃa de su tumba por dinero.
La razón por la que intentó invitar a salir al conde Valentine esta vez fue por su deseo de ganar dinero y conseguir la aprobación de su padre.
¿Pero él querÃa que ella devolviera los 10 mil millones diciendo todo eso?
"¡Realmente podrÃa ser expulsado!"
"Le diré que nos recuperaremos"
"¡Cómo! He gastado todo mi dinero creyendo que me librarÃa de mi parte si el negocio iba bien!"
Uf, Duval, que suspiró como si estuviera molesto, se revolvió el pelo con brusquedad.
Se estaba volviendo loco con Tyriel lloriqueando sobre si la querÃa o cuándo iba a romper con Ciella. Lo iba a volver loco porque hasta su hermana era asÃ.
"Te voy a ayudar, deja de lloriquear. Pero, ¿cómo han recogido las pruebas?"
"No lo sé. ¿No contrató esta mujer al Gremio de Manipulación del Amor de Ciel?"
"No lo creo"
Duval lo negó rotundamente.
Aria Valentine no tenÃa tanto dinero para pedirle al Gremio de Manipulación del Amor de Ciel.
Espera. ¿Hizo un pago por adelantado para devolverlo con la pensión alimenticia?'
Era muy posible y tenÃa que comprobarlo.
Para ello, tenÃa que ir primero a la mansión Lavirins. TenÃa que pasar por encima de Ciella, que custodiaba a Aria como un portero.
"Yo lo averiguaré, asà que dÃselo a padre"
"Le voy a decir que yo empecé porque tú me lo dijiste"
"... Haz lo que quieras"
No tenÃa miedo, aunque su padre se sorprenderÃa al saber que estaba a punto de perder 10.000 millones por su culpa.
De hecho, no podÃa preocuparse por eso. Era más importante resolver su disputa de compromiso con Ciella lo antes posible.
La persona que se habÃa aferrado a él durante más de una década, mirándolo sólo a él, actuaba como si se hubiera convertido en otra persona de la noche a la mañana, asà que rompió el compromiso en el sentido de que si ella se comportaba asÃ, él se irÃa.
Pero un nuevo amante como si ella hubiera estado esperando.
'Ella no puede romper nuestro compromiso'
Debe detener a Ciella a toda costa. Duval apretó los dientes.
Al dÃa siguiente, Duval visitó la mansión Lavirins a primera hora de la mañana.
HabÃa ido allà por asuntos de Leila, pero, sobre todo, habÃa ido para resolver la disputa del compromiso.
TenÃa la intención de confrontarla con la información que habÃa obtenido hasta el momento del Gremio de Manipulación del Amor de Ciel y amenazarla para que hiciera lo que él decÃa si querÃa andar con la cara alta en los cÃrculos sociales.
Pero no pudo ni siquiera entrar por la puerta, y mucho menos ver a Ciella.
Fue por culpa de May, la criada personal de Ciella.
"Ella no se siente bien. No está en condiciones de ir a ver a alguien"
La criada, de rostro severo, bloqueó a Duval con todo su cuerpo.
¿Cómo podÃa una empleada bloquear el camino de un noble? La situación era inimaginable en Essit, y Duval apretó los dientes en su corazón.
Si al menos no tuviera que restablecer su relación con Ciella, habrÃa hecho algo con esta chulerÃa.
"Apártate de mi camino. Voy a ver por mà mismo lo mal que está"
"No. Ella dijo que no quiere ver a nadie"
"¿No quiere verme aunque sea su prometido?"
"Por eso no quiere verte"
Duval, enfadado por las palabras devueltas, levantó la mano. Pero no podÃa golpearla en la mejilla.
Era la querida criada de Ciella. Si la tocaba innecesariamente, no sabÃa cómo reaccionarÃa Ciella.
Apretando los dientes, no tuvo más remedio que apartarse. En el camino hacia el carruaje sin ingresos, miró bruscamente hacia la ventana de la habitación de Ciella, donde colgaban las cortinas. No se creyó la excusa de que ella estaba indispuesta.
¿No habÃa llevado a un hombre hacia él e insistido en que era su amante la última vez que habÃa estado asÃ?
¿Qué pretendÃa esta vez?
Después de entregar las pruebas y los documentos firmados a la oficina del gobierno para recoger el dinero de consolación para Aria.
No he sido capaz de salir de mi habitación durante dÃas.
"Cof cof cof"
Fue porque cogà un resfriado de verano, que ni siquiera los perros cogen. Para ser más precisos, deberÃa decir que estaba sobrecargado de trabajo y enfermo, lo que comenzó con un resfriado.
Fue el resultado natural de caminar sin descanso durante los últimos dÃas con el cuerpo débil y frágil de Ciella, e incluso de abrir el laberinto.
Con la garganta hinchada y hasta con fiebre, no era forma de vivir.
"Tome un poco de agua con miel, señorita"
En una habitación poco iluminada y con las cortinas cerradas. Estaba tumbada en la cama, mi pesado cuerpo apenas podÃa incorporarse. Me senté en un ángulo con una gran almohada como respaldo, y May me sirvió agua de miel caliente.
TenÃa la garganta hinchada y me costaba tragarla, pero me la bebà toda mientras soplaba con fuerza para no quemarme la lengua.
Cuando le entregué la taza vacÃa y fui a acostarme, May me detuvo, diciendo que no serÃa bueno que me acostara de inmediato.
Asà que decidà quedarme en la posición de mirar al techo con una toalla de mano frÃa en la frente durante un rato.
Me aburrÃa estar sentado en esa posición, asà que llamé a May, que estaba amamantando. May no dijo nada a menos que tuviera que hacerlo, teniendo en cuenta que me dolÃa la garganta.
"¿Ha venido Duval?"
"¿Lo sabÃas?"
"Hizo un escándalo y no pude evitar notarlo. PodÃa oÃr su voz desde aquà arriba"
Como referencia, mi habitación estaba en el tercer piso.
Elogié roncamente a May por sus servicios.
"Has hecho un gran trabajo. ¿Te han golpeado?"
"No"
"Si te golpearon, no me lo ocultes. Te vengaré"
"Realmente no lo hice. Oh, señorita"
De repente, May, que se encontró con las dos palmas, acercó su cara a mà y susurró en voz baja.
"¿Qué pasó con tu encargo al Gremio de Manipulación del Amor de Ciel? ¿Algún progreso?"
"Ah- sÃ, ya casi ha terminado- ¡Cof cof!"
Tuve una tos justo a tiempo.
Cuando tosà con tanta fuerza que se me cayó la toalla de mano que tenÃa en la frente, una sorprendida May dijo: "Por favor, túmbate ahora", y me ayudó a tumbarme antes de sustituir la toalla de mano por una nueva.
"Hablaremos de ello cuando estés bien"
May, que llevaba un vaso vacÃo de agua con miel y una toalla tibia, salió de la habitación.
"Creo que voy a ir al gremio cuando esté mejor"
Eso no era necesario. Como Aria es ahora el Conde ValentÃn, sólo tengo que conseguir la firma de un notario en la anulación y luego enviarla a la oficina del gobierno.
Se me ocurre un notario, pero no sé si Aria recibió bien la pensión alimenticia.
En cuanto entregué el papeleo a la oficina gubernamental, me derrumbé, y no me enteré de lo que pasó entre bastidores.
'Vamos a mejorar pronto'
Desde que me mudé de la oficina gubernamental, no me atrevo a pagar la pensión alimenticia.
En cuanto me levanté de mi asiento, cerré los ojos por si acaso le preguntaba a Aria.
Luego caà en un sueño superficial.
Piiik, piiik, piiik
Mientras dormÃa soñadoramente, oà que algo, presumiblemente un animalito, gritaba con una voz pequeña y bonita.
También oà el sonido de unas cortinas que se agitaban ligeramente, junto con el sonido de unos dobladillos que se rozaban entre sÃ, como si alguien se estuviera vistiendo.
"Hace frÃo..."
DebÃa de ser un viento caliente de verano, pero yo sentÃa frÃo porque no me encontraba bien.
Me acurruqué como una gamba y me envolvà en una manta. ¿Dejó May la ventana abierta? ... No, nunca la abrió.
'¿Estoy soñando?'
Acababa de soñar que podÃa sentir el frÃo. Estaba pensando que era un sueño muy real.
OÃ el ruido de una ventana que se cerraba.
Finalmente, miré a la ventana con los ojos apagados.
Vi que afuera estaba oscuro, como de noche. Las cortinas, que se habÃan balanceado con el viento, estaban en silencio, y frente a ellas habÃa una silueta con forma de persona.
Si hubiera estado cuerdo, habrÃa hecho un gran escándalo porque se trataba de un ladrón, pero ahora mi mente estaba tan nublada que ni siquiera podÃa distinguir si se trataba de un sueño o de la realidad.
Asà que seguà encorvado y parpadeando.
Cuando mi visión borrosa se aclaró, vi lo que estaba haciendo el intruso.
La otra persona me miraba en una posición muy poco entusiasta, como quien ha sido sorprendido intentando cerrar una ventana.
Su pelo, que le cubrÃa suavemente las orejas, era negro y sus ojos eran rojos.
Pero en el momento en que parpadeaba, ambos se volvÃan dorados. ¿Estaba alucinando debido a mi estado fÃsico?
En cualquier caso, era alguien a quien conocÃa muy bien.
"¿Su Alteza?"
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