Miércoles 21 de Febrero del 2021 |
La heroÃna tuvo una aventura con mi prometido 128
Tras los acontecimientos de la ceremonia de esponsales en el Palacio RubÃ, Gerald, que me habÃa estado poniendo al dÃa de las últimas noticias de Essit y el barón Alfred, me trajo una noticia devastadora.
¿Tyriel se ha llevado a Estalroot?
Mis ojos se abrieron de par en par mientras sacaba la Herramienta Mágica Detectora de Paternidad de Apple, el mago de la Torre Mágica, por alguna razón.
'¿No se supone que esto debe usarse para Tyriel, no para otra cosa, para echarla de Cherish?'
No obstante, la noticia me sorprendió bastante. Aunque sabÃa que el barón Alfred planeaba vengarse de mÃ, nunca pensé que le darÃa Estalroot a Tyriel. HabÃa oÃdo rumores de que se arrepentÃa de haber revelado esta información al conde Essit, temiendo que, si le pillaban utilizándola, se enfrentarÃa a una pena de prisión de por vida.
Está haciendo algo de lo que se va a arrepentir'.
Dejé a un lado la prueba de paternidad y leà la carta de Gerald.
[... Preguntó si habÃa una hierba capaz de inducir el amor. Parece que consumir Estalroot produce un efecto similar.
Aunque no estoy seguro de su destinatario, he incluido el antÃdoto como medida de precaución.
Si puedes discernir a quién planea administrárselo, considera usar el antÃdoto].
Jugueteé con el frasco adjunto a la carta. Alguien que puedo adivinar.
'Hay uno'.
Aunque ahora es un dragón, no un humano.
- ¡Piik, piik, piik!
- ¡Buen trabajo, hermano mayor!
Una vez más, ahà estaba -Reynos, el dragón que utiliza una "trilogÃa de herramientas mágicas" diseñadas para aprovechar el poder del dragón malvado- realizando una cautivadora danza de cortejo adornada con una cinta carmesà alrededor del cuello.
La razón de que Reynos perdiera hoy de nuevo el control era que las herramientas mágicas que le habÃa otorgado la Torre Mágica no estaban pensadas para usarse una sola vez; requerÃan múltiples aplicaciones hasta que el poder turbulento se calmara.
'Se dijo que una vez que estuviera completamente terminado, serÃa capaz de controlar el poder del dragón maligno sin tomar ninguna pÃldora'.
Pero hasta entonces, dijo que a veces, como efecto secundario de la herramienta, podÃa perder la cabeza.
No sabÃa por qué venÃa a mi casa cuando perdÃa la cabeza.
¿Es como volver a casa borracho?
Me rasqué la cabeza mientras miraba a Reynos bailando emocionado. ¿Asà que el hábito de beber de Reynos es bailar?
A su lado, Godori se levantaba sobre sus patas traseras y aplaudÃa el buen baile de su hermano.
- ¡Piiiiik!
-¡Mi hermano es el mejor!
- ¡Piiiiiiiiiik!
- Tu voz está un poco distorsionada, ¡pero tus dotes de bailarÃn son excepcionales!
- ¡Piiiiiiiiiiiiik!
- ¡Estás genial!
¿Qué?
Siempre lo halagaba cuando intentaba matar al dragón malvado.
Debió darse cuenta de que no podÃa soportar la constante intención asesina, asà que cambió de marcha.
Sin embargo, esto sólo avivó la arrogancia de Reynos, que bailó con aún más excitación.
La visión de aquellas dos criaturas con aspecto de muñecas era innegablemente adorable. Ojalá hubiera tenido una cámara para capturar el momento, pero por desgracia no la habÃa traÃdo conmigo.
Tendré que pedirle a Apple que me haga una más tarde'.
De todos modos, aparté la mirada de ellos y volvà a centrarme en la carta de Gerald.
Gracias a la entusiasta respuesta de Godori, me alegro de que Reynos no me tirara del pelo al verme desviar la mirada como la última vez.
[Cuando se consume Estalroot, se produce una desorientación temporal. El individuo se siente obligado a obedecer las órdenes de quien tenga delante.
Para aquellos con una gran fuerza de voluntad, la obediencia puede no ser necesaria. En su lugar, pueden confiar en sus instintos y actuar sin contemplaciones.
En cualquier caso, el efecto secundario sigue siendo el mismo: la aceleración de los latidos del corazón].
...Un latido acelerado. Me invadió una sensación de inquietud.
¿Por qué? ¿Por qué era tan inquietante?
Arrugué la frente, sumida en mis pensamientos. Un corazón acelerado.
En ese momento, me vinieron a la cabeza unas frases del original que habÃa enterrado en lo más profundo de mi memoria.
["La primera vez que vi a Lady Puritina, mi corazón se aceleró como nunca"].
["Cada vez que te miro, mi corazón empieza a latir de forma extraña. ¿Qué me has hecho?"]
... Se me puso la piel de gallina por todo el cuerpo. No puede ser.
'¿Le dio de comer a Reynos y Rublet estalroot en la historia original?'
El sobresalto que se disparó en mi cerebro me hizo perder el hilo de la carta. Entonces abrà la boca sin alma.
"Godori".
- ¡SÃ!
Con una mano levantada, Godori se apresuró hacia mÃ. Era reconfortante ser testigo de su inquebrantable lealtad, a pesar de que sólo le habÃa recompensado unas pocas veces. Sin embargo, ahora no era el momento de maravillarse de su fidelidad.
-¡Piiik!
Cuando nadie respondió, Reynos, que habÃa dejado de bailar, le siguió de cerca.
ParecÃa a punto de importunarme para que le viera bailar, pero mi expresión seria le hizo comprender que no era el momento para eso, asà que permaneció en su posición.
Se limitó a poner los ojos en blanco.
Me volvà hacia Godori con una pregunta.
"¿Ha utilizado Tyriel alguna vez Estalroot, o tiene intención de utilizarlo en el futuro?".
El futuro que Godori conocÃa era el pasado que ya habÃa sucedido, la historia original que yo conocÃa, asà que preguntarle por el futuro revelarÃa el significado oculto de la historia original.
Godori asintió enérgicamente.
- SÃ, va a utilizarlo. ¿Por qué?
"...!"
Mis ojos se abrieron de par en par. ¡Tyriel usó Estalroot en la historia original!
Asà que Reynos y Rublet no estaban realmente enamorados de Tyriel, estaban poseÃdos por Estalroot.
Estalroot poseÃa el poder de controlar a sus receptores, obligándolos a cumplir sus órdenes.
Rublet podrÃa haber sentido que algo andaba mal, pero Reynos, que afirmaba que su corazón se habÃa acelerado desde su primer encuentro con Tyriel...
'Tal vez no estaba cohibido en absoluto en el original'.
Un escalofrÃo me recorrió la espalda. ¿Cómo habÃa podido pasar esto por alto? Gerald ya me habÃa informado de los efectos secundarios de Estalroot.
Mientras aún me tambaleaba por lo absurdo de la verdad, Godori siguió hablando.
-Hará que el dragón maligno se alborote y destruya el mundo.
¿"Alboroto"?
-¡SÃ! Tyriel le dio de comer demasiado Estalroot y se puso furioso. Asà que destruyó el mundo, y luego se preguntó por qué lo hizo, y luego retrocedió en el tiempo, y luego... ¡mmpp!
¡Puck!
De repente, un joven dragón malvado aplastó a Godori. Su expresión congelada y sus pupilas rojas verticales, como las de un reptil, le hacÃan parecer un auténtico dragón.
La presión que desprendÃa me dejó helado por un momento. Mientras tanto, Godori se paseaba vigorosamente.
- No, ¡no me habÃas dicho que no debÃa decÃrselo! ¡Y Godori sólo sigue las palabras de la señora!
- Piik.
Reynos tapó rápidamente la boca de Godori con la mano, luego desplegó las alas y salió volando por la ventana con Godori a remolque. Cuando regresaron, Godori parecÃa inerte, como un muñeco de algodón sin vida.
- Lo siento...
Reynos se quedó mirando a Godori sin decir palabra. Por lo que parecÃa, no habÃa entrado en razón, y a pesar de ello parecÃa haber cerrado instintivamente la boca de Godori con la mano.
En esa acción, me di cuenta de que Reynos sabÃa algo, y también me di cuenta de que no querÃa que yo lo supiera.
¿Por qué?
- Piiiiiik...
La confusión nubló mi mente mientras la atmósfera helada se disipaba en un instante.
La crÃa descendió, extendió sus alas y se abrazó a mi cuello, frotando suavemente sus mejillas contra las mÃas, emitiendo un lastimero gemido.
Era como si se disculpara, diciéndome que no me alarmara, que sentÃa lo que habÃa hecho antes.
Como no reaccioné, cogió el viejo pañuelo de algún sitio y se lo enrolló en la cabeza al azar.
Además, me regaló un mini plumero, que colocó firmemente en mi mano y agitó vigorosamente, lo que me provocó una sonrisa al darme cuenta de su intención de levantarme el ánimo.
Observándome atentamente, el joven dragón graznó tÃmidamente, como si practicara sus vocalizaciones.
- Peeeeeeeee...
"..."
- Ppiaaaaang... ppiaaiiiing...
"..."
Oh, vaya.
ParecÃa que se acordaba de todas mis payasadas favoritas, aunque fuera por puro instinto.
Incapaz de reprimir la risa, me levanté y abracé suavemente al joven dragón, dándole a entender que todo estaba bien.
Antes de dirigirme a él, me ajusté la bandana que estaba a punto de caerse.
"Alteza".
- ¿Piiiiiiiiik?
"¿Por qué eres tan reservado?"
Soy consciente de que Reynos siente afecto por mÃ.
Sin embargo, más allá de eso, hay mucho que no sé.
Sigo sin saber por qué es inmune a la maldición del dragón maligno, o el significado de sus ocasionales comentarios enigmáticos.
Incluso su afecto por mà y la duración de esos sentimientos escapan a mi comprensión.
Hasta ahora, he preferido dejarlo pasar, con la esperanza de que algún dÃa me revelara la verdad.
Sin embargo, hoy, al ver cómo le tapaba la boca a Godori, incluso mientras yo estaba inconsciente, parecÃa que me iba a ocultar sus secretos para siempre.
"No me gustan los chicos con muchos secretos".
En realidad, no hay nada que no me guste de Reynos, aunque tuviera cientos o miles de secretos.
Sin embargo, un impulso insaciable me obliga a descubrir las verdades que oculta, aunque desafÃe a la lógica.
Me incliné hacia el dragón recién nacido que acunaba en mis brazos y le susurré suavemente.
"Alteza".
- ¡Piiik!
exclamó Reynos de forma irracional, blandiendo el plumero. Con sus ojos en forma de corazón, me plantó un beso en un lado de la mejilla, y yo sonreà satisfecho.
"Estoy decidido a desentrañar los secretos que Vuestra Alteza guarda con tanto fervor. Te informo de antemano, asà que ¿dirás algo? Si no te importa, dame un beso aquà mismo".
Le di un beso en la mejilla, y él me correspondió.
ParecÃa un acuerdo para explotar la irracionalidad de Reynos.
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