Llora Hermosamente 150
"Ya veo"
Afortunadamente, Damia, que estaba ocupada preparando su boda, creyó fácilmente en la excusa de Kurt. Como dijo que era un objeto que usaba a menudo, el efecto no habrÃa sido cuestionado.
Afortunadamente, Owen aceptó de buen grado usar gotas para los ojos. Eso no significaba que quisiera arruinar la única boda de su hija con lágrimas.
"Entonces lo usaré bien con agradecimiento"
Después de ponerse las gotas, Owen decidió ir a limpiarse la cara y el pelo estropeado por el llanto. TenÃa que estar pronto en la ceremonia, pero no podÃa salir con un aspecto desordenado.
"Felicidades por tu matrimonio, mi querida hija. Estás muy hermosa"
Antes de salir de la sala de espera, Owen tomó las manos de Damia con fuerza y le susurró. Las manos arrugadas eran tan cálidas que esta vez Damia lloró.
"Padre......."
El infinito afecto del padre parecÃa fluir a través de sus manos. Por último, Owen, que acariciaba la hermosa cabellera de Damia como si fuera cariñoso, sonrió generosamente.
"Es como mirar a tu madre. Estoy seguro que ahora está mirando desde el cielo y está muy orgullosa de ti"
Ante estas palabras, Damia sonrió como si estuviera a punto de llorar. Y con respeto y cariño, besó el dorso de las ásperas manos de su padre.
"Gracias por criarme tan bien"
'Seré feliz, padre'
La susurrante Damia tenÃa un rostro muy maduro. El corazón de los padres que miran es sobrecogedor.
Tal vez Owen habrÃa llorado de nuevo si no fuera por las gotas para los ojos que le dio Kurt. Tomando el hecho como un alivio, se apresuró a salir de la sala de espera antes de sentirse más abrumado.
"Nos vemos en la ceremonia, hija mÃa"
Kurt, que se habÃa quedado fuera en un rincón, le siguió naturalmente.
Como habÃa visto primero a la novia, el lugar al que se dirigÃa esta vez no era otro que la sala de espera del novio. A diferencia de la conmovedora y tranquila sala de espera de la novia, el lado del novio ya estaba armando un escándalo desde la entrada.
"¿Estás realmente loco?"
El grito nervioso de Lesid sonó en la sala de espera. Cuando Kurt abrió la puerta de la sala de espera, tapándose los oÃdos, vio la cara de irritación de Lesid vestido de padrino del novio.
"La crueldad de un hombre tiene un grado. ¿Por qué me has pedido que sea tu padrino? ¿Eh?"
"Mi corazón ....."
Akkard Valerian, que respondió orgulloso con los brazos cruzados, era un hijo de puta muy conocido en el reino. Señaló cruelmente a Lesid Perira como su padrino.
Si fuera una petición personal, Lesid se habrÃa negado rotundamente. Sin embargo, el invencible Akkard aprovechó la oportunidad del prÃncipe heredero.
"¿Hay algo que pueda hacer por ti, Akkard? Eres mi mejor amigo, asà que pÃdeme lo que quieras"
Ante el comentario despreocupado de Heinrich, Akkard pidió, como si lo hubiera esperado, que se estableciera a Lesid como su padrino. Y ante la orden bajo la apariencia de un 'por favor' que volaba en nombre del prÃncipe heredero, Lesid se vio obligado a tragarse su ira y decir que sÃ.
"...... Bastardo desgraciado"
A Lesid, que no podÃa contener su ira, le lavaron el cerebro. Era injusto renunciar a un amor unilateral sin confesarse a Damia, pero era una locura tenerla como dama de honor en la boda.
"Hmm"
Akkard, que tenÃa las orejas brillantes, enarcó las cejas al oÃr su maldición. Nunca lo tolerarÃa si fuera normal, pero hoy podrÃa dejarlo pasar.
'De todos modos, soy el ganador'
Cuando Lesid vio que una sonrisa relajada se extendÃa por su boca, se echó a temblar. Entonces Kurt, que observaba la batalla desde atrás, abrió la boca.
"Bueno, ¿Es cierto? He oÃdo que Lesid se va a comprometer pronto. Felicidades por adelantado"
Ante eso, Lesid tenÃa una mirada que realmente querÃa maldecir. Pero se las arregló para respirar hondo y aguantarse, luego respondió a Kurt.
"Porque de todas formas soy el heredero de la familia. Tengo la intención de cumplir con mis obligaciones"
La voz de Lesid en respuesta fue tan frÃa como un escalofrÃo.
Tras ser despedido de la Gran Guerra, se convirtió en el heredero de la familia Perira. Su hermana menor, Louisa, que habÃa sido nominada como la siguiente sucesora, no estaba interesada en el puesto, asà que no habÃa ningún problema.
En un principio, la familia Perira pretendÃa tener un yerno como sucesor. Pero ahora que Lesid ha vuelto, no era necesario. Sus vasos sanguÃneos son mejores que los de otros, y su hijo serÃa mejor que su yerno.
Sin embargo, Lesid desconocÃa prácticamente las labores del hogar porque se dedicó a la educación sacerdotal desde muy joven. Por esta razón, ya era hora que una prometida inteligente y consciente de sà misma lo guiara.
Asà que Lesid aceptó el compromiso con desesperación. De todos modos, la mujer que le gustaba ya habÃa prometido el futuro a otro hombre, asà que querÃa que funcionara.
"¿Pero lo bueno no es lo bueno? Por favor, llámame si tienes una boda. En ese momento, me gustarÃa echar un vistazo al Norte"
Sin saber cómo se sentÃan los demás, Kurt añadió tranquilamente. Oriundo del desierto, rara vez habÃa visto nieve o hielo, por lo que sentÃa mucha curiosidad por el panorama invernal del Norte.
'SerÃa estupendo ver una aurora'
Kurt, que habÃa estado pensando tranquilamente, de repente estableció contacto visual con el novio en el espejo. Akkard siempre fue un hombre apuesto, pero hoy, su aspecto era excepcional, haciendo que se preguntara si era un ser humano.
Su rostro, vestido con un esmoquin blanco, era como el de un dios de la noche, con un aceite fragante en su cabello plateado que brillaba como la luz de la luna. Como aquella belleza frÃa y sensual parecÃa cautivar incluso al hombre, Kurt giró ligeramente los ojos y le saludó.
"Enhorabuena por vuestra boda. Es increÃble que Lord Akkard se case"
"Gracias por felicitarme. ¿Qué es lo que te sorprende?"
preguntó Akkard, levantando sus gruesas cejas. ParecÃa que no lo dejarÃa pasar si decÃa una tonterÃa.
Era una mirada bastante intimidante, pero Kurt, que habÃa trabajado con Heinrich durante mucho tiempo, no se asustó en absoluto.
"No, no esperaba que llegara este dÃa"
"¿Qué dÃa? ¿El dÃa en que me case?"
"Cuando vi por primera vez a Lord Akkard, suspiré. No es justo que Dios abandone a un hombre asÃ"
Dijo Kurt con una mirada sentimental.
Por supuesto, era natural que la idea de aquel momento cambiara poco después. Al ver la naturaleza de Akkard, admiró tardÃamente la consideración de Dios.
Como era de esperar, el mundo era un lugar muy justo. Viendo que la mejor cáscara y el peor núcleo se mezclan asÃ.
"Bueno, creo que hay algo más"
Cuestionó con suspicacia el veloz Akkard. Kurt, que ha estado esperando esa pregunta, sonrió y confesó como si hubiera estado esperando.
"En realidad, pensé en el pasado amoroso de Lord Akkard. Oh, me estoy burlando de un hijo de puta, bueno, estoy seguro que habrá un dÃa en que no lo será"
Akkard tuvo algo que decir por un momento ante el despreocupado abuso verbal de Kurt.
"...¿Es eso lo que vas a decir el dÃa de mi boda? ¿Ah?"
La vara más dolorosa de todas es la vara de la verdad. Akkard, agredido por la verdad, rechinó los dientes con violencia. Cuando estaba a punto de estallar de ira, Kurt le entregó el regalo que habÃa preparado oportunamente.
"No es gran cosa, pero es un regalo de boda"
"¿Qué es?"
Mientras Akkard mostraba su disgusto, pidió con la punta de los dedos la caja del regalo a Kurt. Se decidió si se enfadarÃa con Kurt o no en función de lo que hubiera en el paquete.
Afortunadamente, Kurt estaba bastante seguro de su regalo. Aprovechando su aspecto coqueto, guiñó un ojo y susurró.
"Es algo que te hará durar mucho tiempo en la primera noche de éxtasis"
Akkard se detuvo ante estas palabras. No obstante, no se dejó tentar por las cosas que eran buenas para su energÃa.
Akkard, que se quedó mirando la caja de regalo con ojos agonizantes, no tardó en levantarla con ambas manos. Y después de guardarla preciosamente sobre la mesa, miró a Kurt con la barbilla.
"Ahora vete de aquÃ"
Kurt sintió mucha curiosidad por saber si Damia se habÃa enamorado aunque conocÃa toda su personalidad.
'ParecÃa una buena mujer, ¿Cómo pudo .....? ¿Por qué las buenas mujeres siempre son retenidas por unos bastardos guapos?'
Kurt sentÃa curiosidad por las extrañas leyes del mundo, que no podÃa probar con la alquimia y la quÃmica.
De todos modos, era lo mismo para este lado terminar el negocio. Asà que Kurt decidió irse tal y como querÃa Akkard.
"Entonces te veré en la ceremonia. Ah, ¿y Sir Lesid? Felicidades por su compromiso"
Kurt, que no olvidó despedirse de Lesid, abandonó finalmente la sala de espera del novio. Mientras salÃa del vestÃbulo con la puerta cerrada, chasqueó tardÃamente la lengua al pensar en la locura.
'Ahora que lo pienso, no le pregunté quién era su prometida'
Pero no sentÃa la necesidad de volver. Una vez que el compromiso de Lesid esté en pleno apogeo, tendrá noticias de la capital.
Y aunque Kurt no lo sabÃa, la prometida de Lesid estaba más cerca de lo que pensaba.
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