LFEDAM 86

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Domingo, 05 de Diciembre del 2021


La Falsa Esposa del Archiduque Monstruoso 86



El trasero de ella se movió inmediatamente de acuerdo con su cintura temblorosa, pero como él ya estaba dentro de ella, no perturbó sus propios movimientos. De hecho, esa reacción de ella le había hecho empujar su mano aún más adentro, mientras que sus maullidos habían aumentado aún más que antes.

Él no la había agitado tanto, pero sus jugos de amor ya goteaban excesivamente sobre los dedos de Knox.

En cuanto terminó de preparar su sensible cuerpo al mínimo, Knox se apresuró a bajar la cintura de sus pantalones. Como llevaba una prenda bastante holgada que no era su atuendo habitual, se la bajó fácilmente junto con su ropa interior también, lo que acabó revelando su pene duro y erecto en su totalidad.

En cuanto su punta rozó su entrada, Vivian se estremeció inmediatamente en respuesta al calor.

¿Qué pasaría realmente si devorara esta cosa caliente suya? No puedo creer que tenga que tragar su enorme miembro, además de no estar acostumbrada a él, junto con el calor también. En cuanto las pupilas de Vivian se desplazaron hacia abajo, Knox penetró con fuerza en su interior como si ya lo estuviera esperando.


"¡Aaahh!"


Ella estaba en una posición en la que sus muslos estaban abiertos completamente, mientras sus pequeñas piernas colgaban rígidas en el aire. El calor que había llenado sus estrechas entrañas acabó por hacerla sentir como si se tragara un chorro de bola de fuego.

Debe ser un error mío que se sienta mucho más grande de lo normal, ¿no? Vivian se esforzó en relajar su parte inferior mientras apenas respiraba. Pero en cuanto la mano de él le agarró con fuerza el muslo, sin darse cuenta volvió a apretarse a él.


"Keughh"


Un gemido escapó inmediatamente de los labios de Knox ante la reacción de Vivian. A duras penas se mantenía en su propia racionalidad, que estaba a punto de romperse sólo por entrar en sus entrañas.

Sin embargo, era cuestión de tiempo que sus ojos volvieran a ser los de una bestia incluso ante su leve movimiento. Su cuerpo, que temblaba incontrolablemente junto con esa esbelta cintura, era suficiente para capturar el corazón y la mente de Knox.

Aunque intentaba contenerse. Una oleada de vigor había llenado inmediatamente la mano de Knox que seguía agarrada a la cintura de Vivian. Sus entrañas suaves y pegajosas que habían sido tan calientes como su calor lo estaban chupando como si devoraran a Knox entero.

No había forma de que su racionalidad, que apenas había mantenido, soportara todo aquello. De hecho, Knox comenzó a empujar sus caderas con fuerza dentro y fuera de las entrañas de Vivian mientras abría aún más sus piernas al mismo tiempo.


"¡Eunnggh, ah!"


Cuando las caderas de Knox comenzaron a agitarse, sus suaves pechos se agitaron inmediatamente en respuesta. Como sus puntas ya se habían enrojecido debido a sus propios labios de antes, la mirada de Knox instantáneamente se pegó con una mirada intencional hacia ellos.

Tal vez fue la carne temblorosa de ella lo que le llamó la atención, lo que le hizo reprimirse por más tiempo. Entonces empezó a tirar de la cintura de Vivian de inmediato antes de bajar la parte superior de su cuerpo para darle un mordisco.

Cuando sus dientes la mordieron con avidez, a diferencia de sus labios que la habían chupado suavemente, el gemido de Vivian fue aumentando de volumen.


"¡Ah, haaaah, Kn, Knox-Knox......!"


El hombre, que ya no podía darse cuenta de que su propio nombre apenas se escapaba de los labios de Vivian, seguía empujando su cintura con brío. Como el trasero de ella había seguido levantándose por culpa del propio Knox, su miembro entró inmediatamente aún más.

La sensación de vértigo había hecho que Vivian no pudiera cerrar bien los labios. Incluso los dientes de él, que la habían mordido antes dejándole todas esas marcas en el pecho, se convirtieron simplemente en otro tipo de alegría para ella.

¿Por qué cada vez que hacemos esto no me acostumbro todavía? Vivian tuvo un pensamiento cuando tiraba de su cabeza en un abrazo mientras gritaba un torrente de gemidos. Ya había llegado al punto de no poder discernir si su enorme miembro seguía entrando en ella o acababa de salir de sus entrañas.

La sensación de que su vástago no sólo le llenaba las entrañas, sino que también empujaba a través de sus órganos había hecho que una ráfaga de jadeos saliera naturalmente de su propia boca. A pesar de que era el propio Knox quien no le permitía liberar sus propias respiraciones.

Vivian era ahora consciente de que él no se detendría en absoluto aunque las yemas de los dedos de ella ya se hubieran agarrado con fuerza a su hombro.

Sin embargo, seguía siendo difícil para ella soportar la sensación de placer si no se aferraba a algo. Sentía que acabaría siendo arrastrada por el placer si no se aferraba a algún sitio. Las yemas de sus dedos, que habían sido recortadas cuidadosamente debido a su naturaleza de trabajo, se aferraban a los hombros de Knox.

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