LFEDAM 62

Viernes, 10 de Septiembre del 2021

La Falsa Esposa del Archiduque Monstruoso 62

Sus manos acabaron por posarse en las caderas de ella mientras por fin conseguía dominar su mente, que estaba a punto de evaporarse debido a la intensa sensación que infundía su cuerpo. Le apartó el pelo, que estaba húmedo de sudor, y poco después se oyó una voz grave pero ronca.

"Intenta moverte"

Justo después de escuchar las palabras de Knox, Vivian comenzó a mover su cuerpo inconscientemente. Cuando se apartó de su miembro con la misma lentitud con la que había bajado antes, su estómago se sintió repentinamente vacío. Por lo tanto, al utilizar su hombro como apoyo, Vivian comenzó a bajar su trasero con un ritmo un poco más rápido.

"¡Haaah!"

El placer que invadió su cuerpo fue suficiente para hacerla olvidar que ya había estado gimiendo. La cabeza de Vivian se disparó cuando se lo tragó con la combinación de su peso, hasta el punto de que definitivamente le dejaría una marca en el bajo vientre.

"Haaah......"

La voz de Knox sonó en un tono bajo al mismo tiempo que Vivian había gemido.

Le gustaba que ella se moviera por su cuenta, pero aun así, no era suficiente para satisfacerlo del todo. Sabía que nunca estuvo en la naturaleza de ella mover esas caderas por sí sola, pero aun así, esto no era diferente a una tortura para él también.

Knox, que ya no podía aguantar más, empezó a agarrar las caderas de ella con sus dos manos-duras.

"No puedo aguantar más"

"¿Knox? Espera-si te agarras demasiado fuerte, el vestido... ¡Ah ahh!"

Inmediatamente se agarró a sus caderas antes de levantarlas con fuerza y volver a bajarlas de golpe. Como la fuerte fuerza la había levantado y llenado de nuevo sin darle un momento de descanso, enseguida acabó llorando.

No hubo ni un solo momento para que sus paredes internas se aferraran a su falo ya erecto que estaba haciendo su particular propósito. Además, él movía sus caderas en ese mismo momento, lo que acabó provocando que Vivian no pudiera ni siquiera pensar con claridad.

Su miembro era siempre demasiado para ella, por mucho que se aferrara a él. Cada vez que pensaba que ya había terminado, volvía a aparecer y, cuando creía que había abrazado por completo el suyo, aún podía encontrar la forma de atravesarla con fuerza, directamente en su vientre.

Vivian, que ya no podía bloquear sus labios debido a sus manos que seguían aferradas a su cuello, comenzó a morder su hombro en su lugar. Al principio, era sólo un ligero pellizco, pero cada vez que sus gemidos aumentaban, lo mordía inmediatamente con toda su fuerza.

Sin embargo, la pequeña marca que le había hecho Vivian a la fuerza no suponía en absoluto una amenaza para Knox. Aquella bonita marca de mordisco sólo había hecho que aumentara aún más su ritmo.

En algún momento, el vestido dejó de ser una preocupación para los dos. Más que el sonido de éste al crujir contra la carne, sólo respondían al conjunto de calor y respiración del otro.

De repente, la mano de Knox bajó de las caderas de ella y se dirigió directamente a su trasero. Entonces, le hizo tragar hasta la raíz antes de sacarse de nuevo. A pesar de que su camisa pulcramente planchada -que no tenía ni una sola arruga- había sido arrugada por su propio par de manos, Knox sólo buscaba sus suaves labios antes de devorarlos por completo.

Incluso mientras los dos trozos de carne estaban entrelazados el uno con el otro, sus caderas no se tomaron ningún descanso. De hecho, ella había estado antes ocupada recibiendo sus empujones y ahora, estaba moviendo sus caderas de forma bastante lenta, pero seductora, lo que en última instancia hizo que él se moviera vigorosamente como una bestia que estaba desvelando su propio deseo carnal.

"¡Haah, ahh-nghh!"

Cuando su cintura se inclinó hacia atrás, él eyaculó de inmediato en lo más profundo de su interior.

En cuanto la ráfaga de actividad que calentaba el vagón llegó por fin a su fin, la pareja seguía jadeando sin aliento.

Knox fue el primero en esbozar una sonrisa cuando se dio cuenta de que sus cabellos, pulcramente arreglados desde antes, se habían desordenado por completo.

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