LFEDAM 13

Viernes, 26 de Marzo del 2021

La Falsa Esposa del Archiduque Monstruoso 13

Cuando salió de la habitación con el sombrero apenas puesto, Amanda la saludó de nuevo.

Sin embargo, Amanda se sorprendió tanto al ver la tez pálida de Vivian que enseguida la apoyó. Al ver el rostro de Vivian que alternaba entre el blanco pálido y el rojo ruborizado, Amanda sintió inmediatamente que algo grave había sucedido mientras intentaba escudriñar sus reacciones, que Vivian desconocía.

Aunque Amanda ya había tocado su cuerpo, Vivian ni siquiera sintió la necesidad de sacudir esa mano. Sólo quería alejarse de aquel lugar lo antes posible.

Cuando Vivian consiguió recuperar el sentido común, ya estaba sentada en el carruaje. Ni siquiera recordaba qué tipo de conversación había mantenido con el mayordomo ni cómo había podido salir de la mansión.

Amanda miró hacia la confundida Vivian, con una expresión de preocupación pintada en su rostro.

"Vivi, ¿ha pasado algo?"

"¿Oh, oh? No..."

Vivian se mordió los labios mientras se apartaba de la preocupada mirada de Amanda.

"No ha pasado nada"

Como Vivian no podía revelar nada a nadie en absoluto, evitó también la pregunta de su amiga íntima. El corazón de Vivian seguía latiendo con fuerza por algunas razones inevitables, a pesar de que ya sabía que era una mentira necesaria para mantener su vida a raya.

En cuanto bajaron del carruaje, una cara conocida las saludó a las dos.

"Bienvenida, Vivian. ¿Cómo te ha ido hoy?"

Alexia seguía en el sombrío lugar, no en la mansión del Conde, mientras dibujaba una sonrisa en su rostro.

El cuerpo de Vivian se puso inmensamente rígido ante su aparición, con la que menos quería encontrarse.

"Cuando me acerqué al Archiduque, el mayordomo me pidió que le ayudara con la comida. Y..."

"¿Y?"

"...como no deseaba comerla, terminé por no quedarme tanto tiempo"

"¿Es así...?"

Vivian hizo una profunda reverencia frente a Alexia, que parecía bastante escéptica.

Por primera vez, había mentido a la Joven.

Por esa razón, el corazón de Vivian latía con bastante violencia y parecía que iba a estallar en cualquier momento. Vivian retrocedió inmediatamente todo lo posible mientras esperaba que la Jovencita no la oyera.

"Qué persona tan extraña. Qué demonios quería, llamar a la gente de repente sólo para rechazarla cuando no quería que le atendieran"

Alexia seguía quejándose cuando de repente le arrebató el sombrero a Vivian antes de decir:

"De todos modos, ya que vas a ir otra vez mañana, no te olvides de venir a mi habitación todas las mañanas durante un tiempo"

"Entendido"

Sólo después de ponerse su propia ropa, la original, fue capaz de soltar un suspiro. Sentía que por fin se había liberado de los asuntos del Archiduque.

Vivian se colocó entonces al final de la fila de sirvientas, antes de empezar a agarrarse a su propia mano temblorosa.

"Vivi, ¿estás realmente bien? Estás sudando a mares"

"Sí, estoy muy bien"

Murmuró suavemente a Amanda, que parecía más sorprendida que bienvenida cuando Vivian se acercaba a ella. El terrible hecho de que todavía tenía que irse para mañana ya la estaba esperando, pero al menos, no por ahora. Por el momento, podía sentir que ya no estaba relacionada con el Archiduque y eso la hacía sentir un poco más tranquila.

Ese día en particular, Vivian había deseado fervientemente; que el mañana no llegara nunca.

Pero, por supuesto, tal cosa nunca podría suceder. El sol había salido y saldría siempre a horas similares y para las criadas, su tiempo se movía con más agilidad que el de la gente del condado.

Por lo tanto, nada era particularmente diferente al tiempo de Vivian. Después de tener todo preparado para la mañana, Vivian no tuvo más remedio que ir a la habitación de Alexia. Terminó su preparación que no era realmente diferente en comparación con cualquier otro día.

Además, le pareció que sus recientes hábitos de llevar naturalmente ropa cara, que era suficiente para que se le salieran los ojos sin importar cuántas veces se vistiera, eran bastante extravagantes.

Inmediatamente subió al carruaje que partiría hacia la Casa del Archiduque después de haber ingerido la medicina, a la que nunca podría acostumbrarse, a diferencia de la ropa elegante. Normalmente, estaría charlando con Amanda, pero sus labios estaban sellados por hoy.

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