LFEDAM 100

Domingo, 09 de Enero del 2022

La Falsa Esposa del Archiduque Monstruoso 100

"¿No te estás esforzando demasiado estos días? Aunque es una orden de la Jovencita, sigues llevando una doble vida después de todo, sin mencionar que también la atiendes a ella".

Su preocupada insistencia persistió sin cesar. Sin embargo, Vivian asintió con la cabeza antes de cerrar los ojos a causa del tenaz vértigo.

Un suspiro irónico y burlón se le escapó de forma natural.

Sólo duró un momento, pero esperaba desesperadamente ver a Knox en cuanto abriera los ojos y no a Amanda. Aunque era consciente de que no debería haber pensado en eso, y que tal esperanza era simplemente imposible. El hecho de que la visión actual frente a sus ojos no fuera la que ella esperaba la había decepcionado por completo.

"...¡Vivi, Vivi! ¿Me estás escuchando?"

"¿Eh? ¿Eh? ¿Qué has dicho?"

"Realmente..."

Amanda inmediatamente sacudió la cabeza con incredulidad.

"Parece que la Joven Dama tendría que escuchar mucho sobre lo que había sucedido hoy".

Ah.

Sólo entonces Vivian recordó las cosas que acababa de olvidar. Como Vivian llegó mucho más tarde de lo esperado, Alexia tuvo que volver sola, por lo que debió quedarse boquiabierta ante tal absurdo.

Sería una gran suerte que ella pudiera sentirse así. La idea de que Alexia pudiera llamarla para interrogarla había hecho que Vivian empezara a temblar incontroladamente.

"No te preocupes. Ha dicho que te llamará mañana, ya que le he dicho que pareces bastante enferma".

"...¿La Jovencita dijo eso?"

"Sí. Realmente pensé que también la había escuchado mal".

Los labios de Vivian se movieron ligeramente ante las palabras de Amanda, que se limitó a encogerse de hombros al decirlo.

¿De qué quiere hablar? ¿Mi relación con el Archiduque? O tal vez sea con respecto a mi extraño comportamiento.

Cuando empezó a temblar como un álamo temblón por el miedo y el pánico, Amanda la agarró inmediatamente de los hombros como respuesta.

"No pienses más en ello. No es que nada vaya a cambiar sólo porque le des vueltas".

Amanda le dio entonces unas palmaditas como si la estuviera calmando suavemente. Si esto seguía así, le parecía que algo malo le pasaría a Vivian pronto. Era la primera vez que veía a esta chica, que siempre era alegre y brillante, temblar tanto de ansiedad.

¿Qué demonios había pasado en el Archiducado para que cambiara tanto? Amanda recordó de repente el término - "monstruo"- de los rumores antes de fruncir aún más las cejas.

"¿Seguro que estás bien al no ser examinada por el médico?"

"Estoy bien. De todos modos, no es que tenga dinero de sobra".

Incluso ante el acto de amabilidad de Amanda, Vivian sólo pudo negar débilmente con la cabeza.

"Entonces, al menos cena algo. Ni siquiera has desayunado, ¿verdad?"

Vivian miró en silencio la taza antes de acercarse a ella. El agua olía bastante a pescado y volvió a negar con la cabeza.

"No. No me siento tan bien. Creo que tendré que decir que no para la cena".

"Si sigues así, acabarás colapsando. ¿Hay alguna razón para que te obligues por completo en el trabajo mientras ni siquiera cuidas de tu propio cuerpo?"

¿Obligar? ¿Cómo de bueno sería que sólo pudiera dedicarse al trabajo de "reunión con Knox"?

Sin embargo, Vivian sabía instintivamente que este trabajo no duraría más. Además, ella creía ver el final de dicho trabajo para hoy mismo.

"Sinceramente, estoy preocupada por ti. Sólo estamos aquí para conseguir algo de dinero, ¿no? Así que no pasa nada si no sigues ciegamente las órdenes de la joven".

Vivian también era consciente de ello. Había otros lugares para trabajar, además de éste, si echaba un vistazo. Sin embargo, sólo había una razón para que se aferrara a ella incluso cuando la Joven Dama la había golpeado.

La vida en la que se le proporcionaba alojamiento, además de cobrar. No había mejor condición que ésta para Vivian, que se había quedado sola, desde que su familia había muerto por la enfermedad.

No deseaba volver a su casa, donde todos habían fallecido. Vivian le dedicó entonces una brillante sonrisa a Amanda, que era la única que siempre se preocupaba por ella.

"No me presionaré en exceso. No te preocupes demasiado".

"Lo has prometido, ¿vale? Si vuelves a esforzarte demasiado, entonces sí que llamaré al médico".

Vivian asintió en silencio.

Se encontraba en un estado bastante extraño para el día de hoy. Incluso se preguntaba si todavía estaba cuerda desde que su cuerpo y su corazón habían sido arrancados de esa manera. Junto con las palabras de Amanda que la arrullaron una vez más, Vivian cerró lentamente los ojos.

Era sólo cuestión de tiempo que la noche negra se tiñera pronto de un rayo de sol. Cuando Vivian levantó el cuerpo mientras se frotaba los ojos, la criada enviada por Alexia llevaba ya un buen rato llamando a su puerta.

"¡Vivian! La joven te llama".

Alexia no era una persona que se despertara temprano, pero como si ya tuviera prisa, la criada seguía llamando a la puerta con tanta premura.

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