LESVAC 91

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La Emperatriz se volvió a casar 91

Lo que Heinley quería hacer



"Señorita. Es algo serio... no lo tome a la ligera."

"Bien, ¿quieres que sea amable con todos los reporteros? Eso es todo, ¿verdad?"

"No es así."

"¿?"

"Un hombre que trata bien al enemigo y a mí, no es un aliado después de todo, ¿cierto?"

Rashta quería llorar.

'Me gustaría hablar un poco sobre la emperatriz depuesta, y luego de mis padres. El Duque Elgy está hablando de un tema demasiado aburrido.'

"Señorita ¿Sabes cuántos tipos de reporteros hay?"

"No lo sé.

"Solo hay dos tipos."

"¿Reporteros buenos y reporteros malos?"

"Reporteros amigables con los nobles y reporteros hostiles hacia ellos."

"Dado que los reporteros amigables con la nobleza también serán amigables con la familia real, ¿debería Rashta llevarse bien con ellos?"

"No es tan simple."

"¿?"

"Que los reporteros sean amigables con la nobleza no significa que lo sean con la familia real, ni tampoco que sean hostiles con la nobleza significa que lo sean con la familia real."

Rashta puso sus manos a ambos lados de su cabeza.

Sintió ganas de gritar, '¡Detente!'

"Si la relación entre el emperador y la aristocracia es mala, el emperador debe estar cerca de los reporteros hostiles con la aristocracia. En otras palabras, es una guerra de ingenio."

"Ah... Bueno. Sí."

"Pero los plebeyos son definitivamente hostiles a la nobleza, señorita. Tenga en cuenta esta diferencia y decida adónde acercarse."

Rashta suspiró y respondió.

"Rashta necesita el apoyo de los plebeyos, así que necesita estar cerca de los reporteros amigables con los plebeyos."

"Sí, pero tampoco debes ser odiada por los reporteros amigables con la nobleza."

"Uh... ¿cómo puedo saber quién es amigable con los plebeyos y quién es amigable con los nobles?"

"Solo tienes que leer todos los artículos de los últimos tres años."

Rashta finalmente se puso en cuclillas y agitó sus manos.

"¡Mi bebé no quiere oír eso! ¡Dime algo divertido!"

El Duque Elgy miró fijamente a Rashta, y pronto estalló en risas.

Rashta lo miró, haciendo pucheros, y el Duque Elgy sacudió la cabeza riéndose. Este lado suyo era muy lindo. Sin embargo, no la elogio abiertamente.

***

La gente espera dos cosas al leer un periódico.

La verdad.

O la respuesta que quiere.

Lo que se necesitaba para la pregunta actual no era la verdad, sino la respuesta deseada.

Entonces, ¿cuál es la respuesta que la gente del Reino Occidental quiere...?

A la mayoría de la gente no le gustaba que su rey se convirtiera en un hazmerreír por caprichos amorosos. Les resulta entretenido este tipo de dramas en la realeza, siempre y cuando, los reyes y los príncipes herederos no estén involucrados.

A la gente del Reino Occidental tampoco le gustará. Sobre todo porque el hermano de Heinley tuvo varias amantes durante su gobierno, así que estoy segura que deben estar cansados de este tipo de historias...

Bueno, lo mejor será responder con una mezcla de romance sin tanta politiquería. No obstante, si el romance es demasiado intenso, se convierte en una aventura, así que es necesario manejarlo bien.

'Sería mejor hablar primero con Heinley antes de responder, pero...'

Si uno pospone su respuesta una vez, diciendo que responderá más tarde, la respuesta posterior parecerá menos sincera. En ese momento, no importa lo buena que sea la respuesta, pensarán que la has inventado, así que responderé ahora mismo.

Tan pronto como terminé de pensar, respondí con una leve sonrisa.

"Organicé todo antes de mi divorcio."

"¡¿?!"

"Su Majestad el Rey me dio la fuerza en ese entonces."

Por supuesto, al responder, uno no debe olvidar dejar un carnada para que el contrario la muerda. El astuto reportero entendió las implicaciones de mis palabras y preguntó sorprendido.

"¿Sabías de antemano que te ibas a divorciar?"

"... lo escuché."

Respondí cada pregunta con sinceridad, solo con esto bastaría.

El reportero abrió la boca con asombro, y Rose también parecía muy sorprendida.

Luego me miró con lástima.

***

Alrededor de las seis de la tarde. Como el anexo no cuenta con una cocina, Rose fue personalmente al palacio principal para pedir la comida de la reina.

Casualmente, Rose se encontró con su hermano, Yunim.

Tan pronto como Yunim la vio, le preguntó cómo era la reina, y Rose le respondió.

"Es humana, no es ni buena ni mala."

"¿Qué quieres decir?"

"Es literalmente eso."

Yunim añadió, luego de pensarlo por un momento.

"Está tratando de apaciguarme."

"¿Eso es lo que piensas?"

"¿Crees que no puedo darme cuenta de eso?"

"Así es."

Rose le dijo que la reina le ordenó preparar sus atuendos, 'delegándole la responsabilidad' delante de la gente, luego se levantó la falda ligeramente para señalar sus pies hinchados.

"¿Ves esto? He estado caminando todo el día, ella me pidió que le mostrara el palacio."

"¿Cuánto caminaste para que se te hincharan los pies?"

"Ni me lo digas, no sabes lo meticulosa que es."

Rose agitó sus manos.

La reina fue a todas las habitaciones y revisó el interior, hasta el punto de que parecía una espía, no la reina. Naturalmente, se encontraron con varios cortesanos, y lo extraño es que algunos se pusieron pálidos cuando vieron a la reina.

"No solo recorrió todo el palacio, parecía estar fijándose en la cara de la gente..."

Yunim le preguntó de nuevo a Rose.

"¿Qué te parece en comparación con Christa?"

"Estuve a su lado solo un día. No sé mucho."

"¿Cuál es su personalidad?"

"Es difícil saberlo en un día."

"¿Es capaz?"

"Estoy segura de que lo hará bien, hay rumores circulando por todas partes, pero no he visto nada malo con mis propios ojos."

Rose, después de responder con franqueza, dudó y admitió.

"Bueno. No la odié. Si camina un poco menos, entonces puedo continuar siendo su dama de compañía..."

"..."

Yunim frunció ligeramente el ceño, como si no quisiera escuchar esa respuesta.

***

Rose está tardando en llegar.

'¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se fue?'

Miré mi reloj y pensé en la distancia entre el palacio principal y el anexo de la reina, después de haber deambulando durante todo el día.

No era una distancia corta. Si va y viene con las piernas cansadas, irá un poco más despacio...

Sin embargo, incluso considerando lo anterior, está tardando en llegar. Entonces, debe estar hablando con alguien. ¿Con quién se encontró?

'Debe ser con su hermano.'

Sí, si se hubiera encontrado con Christa, quedaría con ella para reunirse luego, no estaría hablando tanto como ahora. Si lleva hablando tanto tiempo, no va a ser para apuñalarme, entonces debe haberse encontrado con su hermano.

'¿Qué le estará diciendo?'

A lo mejor se está quejando de que le duelen las piernas porque ha estado caminando mucho hoy...

Presioné mis labios con el pulgar para contener la risa.

- Toc-Toc

Oh, supongo que ya está aquí.

Rápidamente me quité el dedo de los labios y me levanté.

- Toc-Toc

Sin embargo, los golpes no parecían venir de la puerta. En realidad, venían de la ventana.

Cuando me acerqué a la ventana y la abrí, Heinley estaba de pie en una forma similar a la de ayer.

La única diferencia es que hoy, en lugar de un ramo de joyas, sostenía un recipiente de comida de marfil y oro.

"Heinley, ¿eso es...?"

"¿Podemos comer juntos, Reina?"

"La Señorita Rose no ha regresado todavía."

Heinley se rió, golpeando su recipiente de comida.

"Lo preparé para comer juntos."

Esto me recordó a una época de mi niñez, cuando Sovieshu me traía galletas.

Me sentí desconsolada por un momento, pero rápidamente dejé de pensar en eso, sonreí y acepté.

Heinley entró nuevamente por la ventana.

Cuando levanté las cejas, ya era demasiado tarde, pero...

'¿No sería mejor acabar con ese hábito?'

Lo regañaré cuando seamos más cercanos. Con esta promesa en mente, me senté en la mesa con Heinley, cara a cara.

Heinley puso su recipiente de comida en la mesa y me preguntó, quitando la tapa.

"¿Cómo estuvo tu día?"

"Conocí a un reportero."

"¿Reportero? Aah. Hay tres de ellos caminando por los alrededores."

Por supuesto, los ojos de Heinley se enroscaron extrañamente, parecía saber quiénes eran.

"¿A cuál conociste?"

"Tenía el cabello azul marino, con una cola de caballo..."

"Oh, ya sé quién es."

Le dije las preguntas que hizo y la respuesta que di.

"Aunque omitiste muchas cosas, es verdad."

"Incluso ahora lo sigo pensando... siempre te estaré muy agradecida."

"Como siempre te digo, Reina. Yo soy quien quería tenerte como la reina."

Cuando terminó de hablar, extendió su mano como un caracol. Acercó su mano hasta mi lado de la mesa y se detuvo.

¿Quiere tomarme de la mano?

Mientras miraba torpemente su mano y le acercaba la mía, Heinley preguntó, agarrándome rápidamente la mano como una planta carnívora que esperaba su presa.

"¿Qué te pareció la Señorita Rose?"

"Una planta carnívora..."

"¿Qué? ¿Tan mala es?"

"¿Perdón? Oh, no. Es inteligente."

Heinley volvió a preguntar, inclinando la cabeza, no se percató que cuando dije 'planta carnívora' me refería a su mano.

"¿Hay alguna dama de compañía que quieras además de la Señorita Rose?"

"Déjame pensarlo cuidadosamente." Retiré mi mano de la suya mientras respondía.

Durante los días como princesa heredera, naturalmente sabes a quién mantendrás a tu lado y a quién no. Si yo fuera del Reino Occidental, aunque no pasara por los días de princesa heredera, habría tenido una buena reputación y tomaría primero como damas de compañía a las más cercanas.

Pero no estaba en ninguna de las dos posiciones, por lo que no era fácil elegir damas de compañía.

Heinley murmuró, "Sí." Pero miró con pesar mi mano, la cual retiré de la suya.

La tristeza en sus ojos era evidente, junté mis manos y sonreí torpemente.

A menudo me siento así con él. Es incómodo, pero al mismo tiempo cómodo y cosquilleante.

Es como una acogedora almohada hecha de un montón de plumas, lo que me hace sentir cómoda, pero me sigue haciendo cosquillas y reír.

Sin embargo, también estaba preocupada. Si hay una boda, entonces tendremos nuestra primera noche.

Si ya estoy así de incómoda...

Cómo estaría al ver su cara antes, durante y después de la primera noche.

Incluso entonces... ¿seríamos capaces de vernos como compañeros?

Este sentimiento fue tan extraño que deliberadamente miré hacia el recipiente de comida y elogié su presentación, aunque no sé quién lo hizo.

"Lo hice yo mismo."

Sin embargo, la respuesta que recibí fue totalmente inesperada.

"¿En serio?"

Se lo pregunté con asombro porque era algo que jamás habría imaginado, Heinley asintió y me dijo con un susurro.

"Reina. ¿Puedo pedirte un favor?"

"¿Un favor?"

"Ahora estamos casados."

"... sí."

Pero, ¿por qué lo menciona de repente?

Cuando lo miré con inquietud, habló en voz baja. 

"Hay algo que quiero hacer."

Contuve la respiración ante las palabras de Heinley y puse los ojos en blanco.

Hay algo que quiere hacer ahora que estamos casados...  ¿Qué será?

No sé lo que está pensando para hacer tales preguntas, pero estaba muy confundida. No, en realidad tenía algunas conjeturas.

Beso... ¿creo que es un beso? Tal vez quiere un contacto físico más intenso.

Estoy nerviosa.

Con las manos entrelazadas, lo miré fijamente.

¿Cómo besé a Sovieshu? No lo sé. Desde mi niñez, todo ocurrió de forma muy natural...

¿Debería negarme o debería aceptarlo?

Cuando me fijé en sus labios, se veían seductores.

'Bueno, somos una pareja, así que no podemos vivir sin besarnos.'

Después de pensarlo un poco, decidí aceptar el beso. Entonces, a mi manera, me preparé mentalmente y fingí estar tranquila.

"Puedes hacerlo."

La Emperatriz Se Volvió A Casar Capítulo 181

Heinley sonrió ampliamente, y rápidamente tomó el tenedor.

'¿Tenedor?'

Luego agarró el pescado blanco en el recipiente, me lo llevó a la boca y dijo, "Abre, por favor." Pestañeé y abrí la boca. Entonces algo sabroso entró. Mastiqué el pescado mecánicamente y luego lo tragué. Mirándolo todavía aturdida, Heinley me miraba con sus ojos brillantes.

"¿Qué es esto?"

¿Y el beso? Cuando le pregunté avergonzada, sonrió suavemente y susurró.

"Esta es mi muestra de amor."

Murmuré aún más avergonzada.

"... también tengo manos."

Estaba avergonzada, pero mi voz fue demasiado brusca para que lo pudiera notar. Cuando lo miré, arrepentida por lo que dije, Heinley se disculpó embarazosamente.

"¿A la Reina no le gusta esto? Lo siento."

"No es eso, yo..."

"¿?"

Cerré fuertemente mis labios. Cómo podría decirle que estaba preparada para besarlo. No estaba deseosa por hacerlo, simplemente hice un mal juicio y fingí estar decidida. Pero si le dijera esto, sonaría como si esperara que me besara. En lugar de explicárselo honestamente, agarré tomates cherry y se los puse en la boca, uno tras otro.

"¿Reina? Demasiados, demasiados. Más despacio."

"Abre la boca."

"Reina, solo un poco más despacio..."

"Dijiste que querías hacer esto como una pareja."

"Ugh, Reina, empecemos con..."

"No derrames nada y cómetelo todo."

***

Rose se acercó a la puerta y se detuvo. Sorprendida por los gemidos del rey proveniente de la habitación.

Con sus ojos redondos, miró por la puerta.

Su cara pronto se puso roja.

Se decía que la Emperatriz del Imperio Oriental tenía una disposición similar a la de una espada. En muchos sentidos, parecía ser cierto.

Actúa sin vacilación...

Rose se presionó las mejillas con una mano, rápidamente tomó el tazón y dejó el vestíbulo del anexo.

***

Después de darle todos los tomates cherry, la boca de Heinley estaba manchada de rojo por todas partes.

Refunfuñó ligeramente, limpiándose la boca con un pañuelo.

"Mi muestra de amor no fue tan violenta."

Pero después de pensarlo un rato, sonrió y cambió sus palabras.

"Pero me gustó porque lo hizo Reina."

Se veía tan grandioso.

De repente, sentí pena por haber malinterpretado sus palabras y desquitarme con él.

"Lo haré por ti."

Al final, no pude soportar mi pesar, así que me levanté de mi asiento y me puse a su lado, tomé el pañuelo y le limpié adecuadamente la boca.

Estábamos cara a cara, pero sería bueno que cerrara los ojos. Heinley me miró penetrantemente mientras le limpiaba la cara.

Mientras parpadeaba, sus pestañas doradas se movían suavemente. Al ver sus ojos púrpuras aparecer y desaparecer, me recordó a Reina.

Oh, ahora que lo pienso...

"Quería preguntarte algo. Ahora lo recuerdo."

Ante mis palabras, Heinley se rió.

"Pregúntame lo que quieras, Reina."

"¿Por casualidad, McKenna es el pájaro azul que tienes?"

"¡!"

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