LESVAC 30

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La Emperatriz se volvió a casar 30

La advertencia de Duque Elgy



Cuanto más fuerte es la luz, más visibles son las sombras.

Duquesa Tuania había reinado como un pilar de la alta sociedad durante veinte años, y como tal había acumulado muchos enemigos. Sin embargo, con todos sus laureles y reputación, incluso ellos no podían hablar mal de ella. Permanecían callados, pero siempre estaban ansiosos por hablar sobre sus fallas.

Los comentarios de Rashta frente a Duquesa Tuania ayer por la tarde les habían dado las municiones que necesitaban. Los que en secreto odiaban a la Duquesa se reunieron en la sala de recepción de Rashta para reír y cotillear.

"En realidad, la Señorita Rashta se quejó un poco después de escuchar las palabras de Duquesa Tuania."

"Para ser honesto, ¿realmente tiene solo cinco amantes? ¿Cuántos hombres la persiguen? ¿Son todos amores no correspondidos?"

"La Duquesa sale mucho."

"La verdadera emperatriz siempre se sienta en silencio, mientras que Duquesa Tuania siempre levanta la cabeza como si fuera la reina de la sociedad."

Para ellos, Rashta era como un escudo— alguien que podía hablar abiertamente y mal contra Duquesa Tuania, pero que no sería ignorada por la sociedad. Todo lo que tenían que hacer era transmitir sus comentarios maliciosos detrás del escudo que ella les proveía.

"Rashta solo dijo lo que escuchó..."

"Para ser honesto, los rumores han estado circulando por un tiempo. No podía hablar de ellos porque no tenía las palabras correctas y tenía miedo de ser atrapado por los seguidores de la Duquesa."

"¿No son extraños esos seguidores también?"

Los nobles susurraron con Rashta metida en el medio, y no fue sino hasta tres o cuatro horas después que se levantaron.

"¿Cómo le fue a Rashta?"

Tan pronto como se fueron, Rashta se acercó a Duque Elgy, que había estado observando la conversación desde el costado. Él sonrió, bajando los ojos.

"Bien hecho, Señorita."

Rashta retorció su cuerpo de un lado a otro ante su cumplido.

"¿Esta bien?"

"Sí. Buen comienzo."

"Pero... ¿la gente se alejará de Duquesa Tuania?"

"No, no demasiado por el momento."

"?"

"Ahora mismo, solo se dirán algunas quejas, avivando las cosas."

"Oh... entonces, ¿qué debo hacer ahora?"

Cuando Duque Elgy miró la expresión ingenua de Rashta, se echó a reír y se levantó de la silla.

"Puedes hacerlo todo por ti misma de ahora en adelante, ¿verdad?"

"A Rashta no le gusta esto—"

"Como dije, señorita."

Se acercó a Rashta, luego se inclinó y le susurró al oído.

"Eres linda, pero ya te dije que es difícil engañarme en áreas como esta."

"Tch."

Rashta le lanzó una mirada de odio, Duque Elgy se rió entre dientes.

"No te estoy insultando, así que no te enojes."

Rashta hizo un puchero y arqueó las cejas. El Duque abrió la puerta de la sala de recepción y salió al pasillo.

"¿A dónde vas?"

Rashta corrió a su lado; él se giró y sacudió la cabeza.

"Saldré por un tiempo. No tienes que venir. No voy a dar un paseo."

"¿A dónde vas?"

"Solo... espera."




















***


















Alrededor de cuatro a seis veces al año se realizaba un baile público masivo, un evento al que incluso los plebeyos podían asistir. Estaba en medio de una larga conversación con el ministro de cultura para decidir la fecha.

Me excusé apresuradamente para ir al baño, y salí de la oficina por un momento para aliviar mis ojos cansados.

'Voy a dar un paseo.'

Miré por el largo pasillo y comencé a caminar lentamente, esperando relajarme. Sin embargo, después de solo unos pocos pasos, noté que Duque Elgy se apoyaba en un pilar no muy lejos. ¿Por qué estaba parado ahí? Cuando me detuve y lo miré, él sonrió y se enderezó para inclinarse ante mí.

"He estado esperando aquí por tres horas. Debes estar muy ocupada."

Su cabello ondulado y dorado se balanceaba junto con su lazo. Me volví aún más curiosa— ¿esperó tres horas solamente para verme? Traté de recordar si tenía una reunión preestablecida conmigo. Si fuera urgente, debería haber enviado a alguien para dar un informe...”

"¿Como puedo ayudarte?"

Duque Elgy sonrió y murmuró, "Ah. Directo al punto principal."

"Muy bien. Rápido ¿Sabes que soy amigo de Heinley?”

"Lo he oído."

"Ya lo has oído."

"..."

"Lo oíste."

¿Qué demonios ha venido a decir? Duque Elgy murmuró 'escuchó' para sí mismo y de repente frunció el ceño y miró hacia el suelo. Un silencio incómodo pasó. Permaneció así durante unos tres minutos antes de volver a hablar.

"He escuchado de Heinley algunas veces sobre usted, Su Majestad. ¿Heinley dijo algo sobre mí?"

'No a menudo, pero sí una vez. Y no fue halagador.'

"No mucho."

Le respondí honestamente, y él me miró fijamente mientras daba un par de pasos más cerca.

"¿Dijo algo extraño?"

"¿Extraño…?"

"Cualquier cosa desagradable."

De hecho, Heinley lo hizo, pero no podía responder eso. Sacudí la cabeza y dije que no, mientras Duque Elgy suspiró y puso su mano sobre su frente.

"Así es él. Siempre dice cosas malas sobre mí a alguien que le gusta."

¿El Príncipe Heinley?

"Le ha estado diciendo a la gente que soy una muñeca maldita o una historia de fantasmas viviente..."

"!"

"Es una mentira, así que no es necesario que le prestes atención."

"... No sé por qué me estás diciendo esto, o cuáles son tus intenciones."

"Cuando te vi ayer, no pensé que Heinley socializaría con un tipo de persona como usted."

"¿Qué tipo de persona?"

"Del mismo tipo que Heinley y yo, una persona frívola."

Ayer solo había sonreído y asentido, apenas abrí la boca para saludar. Cuando la fiesta del té se interrumpió, me fui. Apenas me había visto y decidió qué tipo de persona era.

"Pero si hay una diferencia, es que Heinley es un hombre que quiere que alguien sea su opuesto completo, y en cuanto a mí, soy un hombre frívolo que quiere llevarse bien con personas frívolas."

"¿Eso significa que no soy apta para ser amiga del príncipe?"

"No, estoy aquí para darte un consejo."

¿Consejo?

"Heinley es un hombre de dos caras, Su Majestad. Él dice una cosa frente a ti y hace algo diferente por detrás. Él puede sonreír y lastimar a la gente."

"!"

"No confíes en los dulces que ofrece."

"¿No eres amigo íntimo del Príncipe Heinley?"

¿Por qué el príncipe Heinley y Duque Elgy hablarían mal el uno del otro? Tan pronto como hablé, Duque Elgy sonrió con indiferencia.

"Fue Heinley quien me llamó aquí en primer lugar. ¿No dijo eso?"

Sacudió la cabeza y continuó.

"Durante unos años Heinley ha estado preparando—"

Antes de que pudiera terminar de hablar, alguien golpeó la pared. Me di la vuelta y vi a Sovieshu mirándome a mí y a Duque Elgy.

"Otro extranjero, de nuevo."

Duque Elgy se inclinó ante Sovieshu y se fue con una sonrisa inocente.

Tan pronto como Duque Elgy se fue, Sovieshu se giró para mirarme.

"Creo que ahora está claro. Un hombre del Reino Occidental, otro de Luipt, y otro de Bohean Azul. Claramente tienes una preferencia por los extranjeros, ¿no es cierto?"

Su demente especulación había regresado. Esperaba que todo se mantuviera en calma.

Sovieshu frunció el ceño y apuntó a la espalda del Duque que se retiraba.

"No tienes mucha experiencia con otros hombres además de mí. Solo porque hable con una lengua de plata no significa que sea un buen hombre."

<< Nota: 'lengua de plata' es ser elocuente y persuasivo al hablar. >>

Al contrario, Duque Elgy era un hombre que hablaba sin rodeos, pero en vez de corregir a Sovieshu, lo observé estupefacta.

"Entonces, ¿qué tipo de hombre es un buen hombre?"

"..."

Si tenía consciencia, no diría que él mismo.

"¿Yo?"



¿En serio?

Levanté una ceja ante él, y su expresión se tornó descontenta mientras suspiraba.

"De todas maneras, quiero que seas cuidadosa con tu comportamiento."

"Y yo—"

"?"

"Buscaré un guapo y joven hombre del Reino Oriental."

Me observó en silencio, luego murmuró "Sí," y se fue.

Suspiré. No podía comprender lo que Sovieshu tenía en la cabeza. No le importaba haber traído a Rashta, ¿pero le molestaba oír que su pareja Imperial tenía otros amantes?

"Su Majestad. ¿Estaba buscándome?"

Mientras presionaba mi mano contra mi sien, el ministro se acercó apurado desde el baño.

"Lo siento, mi sistema digestivo ha estado funcionando extraño últimamente."

"Está bien."

Regresamos a la oficina, pero encontré difícil el ser capaz de concentrarme, y eventualmente acorté la reunión.

"Hablaremos nuevamente mañana. Descansemos un poco por hoy."

"Oh, muy bien."

"No puedo concentrarme mucho tampoco, así que no se preocupe."

Después de que el ministro se fue, me senté de brazos cruzados y observé la pila de documentos sobre la mesa. Sovieshu estaba siendo Sovieshu...

Pero, ¿qué quiso decir Duque Elgy? ¿Qué es lo que el Príncipe Heinley había estado arreglando durante años? No podía ser un edificio. ¿Un plan? La palabra "plan" tendría sentido.

"..."

Tendría que preguntarle al Príncipe Heinley. Él había hecho venir a Duque Elgy, y aun así ambos estaban intercambiando detalles despectivos acerca del otro.

...era extraño.




















***


















"Su Majestad, ¿se siente bien esto?"

"..."

"Su Majestad, ¿esto está bien?"

"..."

"¿Su Majestad?"

Rashta dejó de masajear los hombros de Sovieshu cuando no respondió a sus repetidas preguntas. Ella inclinó su cabeza sobre su hombro, y él, sobresaltado, movió la cabeza hacia un costado, causando que sus labios casi se rozaran entre sí. Rashta sonrió, suavemente besó su mejilla, y lo abrazó.

"¿En qué estás pensando que no escuchas a Rashta?"

Su voz era encantadora, pero contenía un reproche.

"Oh... lo siento."

"Si es algún asunto nacional, Rashta no será de mucha ayuda."

Después de disculparse, se encogió de hombros y se sentó en la mesa frente a él. Sovieshu negó con la cabeza.

"No es un asunto nacional."

"¿Qué es?"

Rashta habló con una voz medio distraída. El emperador no solía compartirle detalles de su día de trabajo. Él hablaba con ella cuando le apetecía, lo cual no pasaba a menudo, así que Rashta preguntó sin pensarlo. Sin embargo, él hizo su propia pregunta.

"Pensándolo bien, Rashta, Duque Elgy se lleva bien contigo, ¿cierto?"

¿Duque Elgy? ¿Por qué Sovieshu lo menciona tan de repente? Rashta respondió, perpleja.

"Él es cercano a Rashta, ¿por qué?"

Su siguiente pregunta fue incluso más sorprendente.

"Duque Elgy; ¿es cercano a la Emperatriz?"

Rashta se estremeció muy ligeramente.

"¿Por qué lo preguntas?"

"Los vi teniendo una conversación amistosa esta tarde."

Sovieshu exhaló con lentitud.

'Antes...'

Rashta le dijo que Duque Elgy se había ido por un tiempo, que no lo había visto durante horas.

'No dijo a dónde iba. Así que debió haber ido a ver a la Emperatriz.'

Rashta recordó la confidente y traviesa propuesta de Duque Elgy para seducirla.

'¿Estará realmente intentando seducir a la Emperatriz por mí?'

Rashta silenciosamente apretó sus labios.

'No, no por mí...'

Debe haberlo hecho por sí mismo. Ella estaba de alguna manera ofendida, y Sovieshu lo notó y la llamó con un tono extraño.

"¿Rashta?"

Rashta sonrió rápidamente.

"No, la Emperatriz no se lleva bien con Duque Elgy."

"¿Es cierto eso?"

"Si, Duque Elgy es amigo de Rashta."

Ante su rápida respuesta, Sovieshu la miró adorablemente.

"¿Qué?"

"Realmente eres gentil y amable."

"?"

"¿Estás defendiendo a la Emperatriz porque podría tener un desacuerdo con ella?"

"Oh... ¿te diste cuenta?"

Rashta cubrió su rostro con sus manos y Sovieshu asintió.

"No llevas puesto el anillo que te di, ¿no es así?"

"Anillo..."

Rashta escondió sus manos. A pesar de su bello rostro, sus manos eran feas y ásperas debido a los trabajos que había hecho de niña. Cuando Sovieshu vio sus manos ásperas, sus ojos temblaron.

Sovieshu se inclinó para tomar los dedos de Rashta.

"Un anillo plateado con una joya roja en él, ¿recuerdas?"

"¿Ah? Sí."

"La joya roja es conocida como 'Estrella de la Llama Roja'."

"¿¡!?"

Rashta recordó tres anillos que Sovieshu le había dado. Uno de ellos debió haber sido un anillo plateado con una joya roja. Ella creyó que era el más barato por ser el más pequeño, pero debía tener una gran reputación para tener su propio nombre.

"¿No te gusta?"

La expresión de Rashta cambió cuando se dio cuenta que le dio el precioso anillo a la persona que más odiaba.

"No estoy intentando presionarte si no te gusta. Pero ese anillo tiene un hechizo. El efecto no es obvio si lo llevas puesto poco tiempo, pero llévalo puesto por un tiempo y removerá las cicatrices."

¡El anillo era mágico! Rashta dejó caer su cabeza sobre la mesa produciendo un sonido seco.

"¿Rashta?"

"Ohhh... qué desperdicio."

Sovieshu la miró fijamente, y ella se quejó contra la madera.

"Encontré a una sirvienta pobre y se lo regalé. No sabía que era ese tipo de anillo..."

Después de mirarla con cierta sorpresa, Sovieshu explotó en una carcajada.

"¿Qué? ¡Jaja!"

Rashta quería llorar.

"¿Su Majestad, hay otro anillo con el mismo efecto?"

"Lo hay, pero..."

"Si Rashta te pide otro anillo... ¿estaría bien?"

"Bueno, si quieres uno similar, pues bien."

¿Podría tenerlo ahora? Cuando Rashta lo miró con sus enormes ojos, Sovieshu sonrió torpemente.

"La Emperatriz tiene uno."

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