La Emperatriz se volvió a casar 214
¿Puede ser verdad?
Mi ex-esposo dice que se ha vuelto loco. ¿Cómo debería reaccionar en esta situación?
1. Poner mi mano en su frente para ver si tiene fiebre.
2. Golpear su frente para asegurarme de que no ha perdido la cordura.
3. Decir que es mentira, que no le creo.
4. 4... No se me ocurre nada para la cuarta opción. Optaré por la opción número tres.
"No mientas."
Hablé fríamente con los ojos entrecerrados.
Sovieshu se puso el dedo en la sien derecha y lo desplazó por su frente hasta la sien del otro lado.
"De aquí a aquí. No recuerdo."
"¿Qué quieres decir?"
"Lo último que recuerdo es haber subido a un árbol alto para intentar recoger melocotones para ti."
.
Eso fue hace varios años. En nuestros días como príncipes herederos, solíamos leer novelas románticas recostados uno al lado del otro en el suelo. En las partes en las que los enamorados se susurraban palabras de amor, ambos nos reíamos avergonzados y en las partes en las que se besaban nos mirábamos los labios.
Entre esas novelas románticas, había una historia en la que un hombre subía a lo alto de un árbol para recoger frutas para su amada.
— ¿Puedes hacerlo?
Le pregunté mientras señalaba esa escena del libro. Sovieshu afirmó con confianza que podía hacerlo.
— Entonces hazlo para mí.
Tras mi petición, Sovieshu me llamó al día siguiente para que lo viera recoger melocotones para mí. Sin embargo, se cayó del árbol y varios melocotones me golpearon en la cabeza.
A pesar del dolor en mi cabeza, estaba más preocupada por Sovieshu, que se había desmayado.
Fue sólo mientras lloraba y llamaba al médico del palacio que me di cuenta de que tenía un chichón en la frente.
Estaba asustada por el estado de Sovieshu, pero cuando se despertó y vino a mi habitación, sacó varios melocotones y dijo, "Lo siento. Están aplastados."
Extrañamente, mi preocupación fue reemplazada por la ira. Tomé dos almohadas y lo golpeé en la espalda... mientras Sovieshu intentaba huir, se le escaparon los melocotones de las manos.
Me resbalé al pisar los melocotones, por lo que Sovieshu me atrapó apresuradamente, me cubrió con su cuerpo y caímos juntos.
Terminamos caóticamente en el suelo duro, abrazados torpemente.
Varias plumas blancas, que salieron de la almohada desgarrada, aterrizaron sobre su cabello negro. Una pluma también aterrizó sobre mis labios.
Sovieshu levantó la mano y me quitó la pluma con cuidado. Después de que la pluma que me hacía cosquillas en los labios desapareció, Sovieshu me besó fugazmente en los labios, tan suave como una pluma.
Con la cara más roja que un melocotón, me miró y se levantó rápidamente.
Me extendió la mano para ayudarme a levantar y salió corriendo, pero entonces también se resbaló con un trozo de melocotón y se cayó, dándose un golpe en la cabeza.
Sonó como un golpe fuerte. Antes de que pudiera preguntarle si estaba bien, abrió apresuradamente la puerta y escapó.
Me avergonzaba perseguirlo, así que me puse en cuclillas y abracé la almohada desgarrada.
Nuestro primer beso estuvo lleno de plumas blancas, caos y olor a melocotón.
¿Sovieshu hablaba de esa historia?
No esperaba que mis ojos se llenaran de lágrimas. Me dolió mucho recordar en este día soleado los momentos felices que vivimos juntos, por lo que me enojé.
¿Qué le pasa? ¿Por qué tiene que hablar del pasado? ¿Por qué insiste en recordarme que me abandonó? He estado tratando de cerrar las heridas que me causó.
Cuando recuerdo nuestros momentos felices, mi ira crece enormemente. Fue él quien tiró todos esos momentos a la basura.
Mientras lo miraba fríamente con los labios apretados, Sovieshu levantó con cuidado su mano y la pasó por mis ojos. Una lágrima, que derramé sin darme cuenta, se deslizó por sus dedos.
Di un paso atrás con determinación y repetí con la mayor frialdad posible, "No mientas..."
Sovieshu sonrió débilmente y bajó la mirada. A decir verdad, no parecía estar mintiendo.
"Sé que nadie dirá nada bueno de mí por venir hasta aquí."
"..."
"Pero tenía que venir."
"Basta."
"Los melocotones cayeron sobre ti."
"¡!"
"Tenía que asegurarme de que estuvieras bien."
"¡Basta!"
Ante mi grito, Sovieshu finalmente cerró la boca. Lo miré con los puños cerrados, después señalé con el dedo la puerta y volví a gritar.
"¡Fuera!"
Estas no eran palabras que la Emperatriz del Imperio Occidental debía decir al Emperador del Imperio Oriental.
Absolutamente no. Fue grosero e irrespetuoso.
Sin embargo, no soportaría mirar su cara por más tiempo.
Me prometí a mí misma tratarlo como a los demás y no mostrarle la más mínima vulnerabilidad. Pero cuando sacó a relucir nuestros hermosos recuerdos, las heridas, que se habían cerrado, se reabrieron y perdí la compostura.
"Me iré."
Sovieshu respondió con tranquilidad y levantó la vista para mirarme a los ojos.
"Te escucharé obedientemente."
Tras pronunciar estas palabras inesperadas, salió de inmediato.
Se fue porque se lo exigí. Me dejó más confundida en el momento en que se fue.
Me quedé mirando la puerta cerrada con la boca abierta. ¿Qué acababa de decir...? ¿Obediente? ¿Ese hombre orgulloso realmente usó la palabra 'obediente'?
— Estoy cansado de discutir contigo. ¿No puedes ser obediente por una vez?"
En mi mente resonó aquella voz fría, la voz que hizo pedazos mi orgullo y me sumió en la desesperanza.
"Reina."
"..."
"¿Reina?"
Unos ojos púrpura aparecieron de repente frente a mí mientras estaba sumida en mis pensamientos. Me incliné hacia atrás por la sorpresa.
"¿En qué piensas tan profundamente?"
Era Heinley. Se sentó en el suelo, puso los brazos cruzados sobre mi regazo y me miró fijamente.
Sacudí la cabeza con una sonrisa despreocupada.
En realidad... lo que estaba pensando era si Sovieshu había perdido realmente la memoria.
Sin embargo, no podía decirle a Heinley que estaba pensando en Sovieshu.
"Estaba pensando en la pintura."
En cuanto saqué a relucir el tema de ayer que nos concierne a los dos, Heinley se estremeció, retiró los brazos y se levantó.
"Ah, ya veo."
Acto seguido, se dirigió a la mesa, bebió un vaso de agua y, con mayor naturalidad, intentó salir de mi habitación.
"Heinley."
Cuando lo llamé por su nombre, se regresó lentamente hacia mí... ahora que lo pienso, ha estado así desde ayer.
Cambia de tema cada vez que quiero hablar de mi pintura.
"¿Viste mi pintura?"
Cuando finalmente se lo pregunté directamente, Heinley puso una expresión seria mientras miraba las decoraciones doradas de los bordes de la cama sin motivo.
Cualquiera que lo viera pensaría que las decoraciones se habían estropeado.
"¿Heinley? ¿No lo recibiste?"
"Sí, Reina."
"¿Qué te pareció?"
"Es una pintura maravillosa. Me parece que Reina es una buena pintora."
Mientras asentía con felicidad, Heinley continuó cuidadosamente,
"El significado implícito en la pintura es... profundo."
¿Profundo? ¿Por qué vaciló en su última palabra?
"Me tomó un tiempo... interpretarlo."
... Volvió a vacilar en su última palabra.
"Me di cuenta que el significado de la pintura de Reina coincide con... mis pensamientos."
... No puedo creer que vacilara por tercera vez.
Además, ¿por qué me mira con nerviosismo? Si entendió el significado, ¿por qué no lo dice?
Cuando lo miré con el ceño fruncido, Heinley se detuvo por un momento y rápidamente se convirtió Reina.
Luego salió de entre el montón de ropa, extendió sus alas vigorosamente y comenzó a bailar.
Un águila grande bailaba mientras me miraba directamente a los ojos.
Era demasiado adorable, pero... también sospechoso. Incluso sus pasos de baile eran un poco diferentes a cuando bailaba de alegría.
¿Qué le pasa? ¿Mi expresión es aterradora? Aunque me palpé la cara, no podía saber si tenía una expresión aterradora sólo con mis manos.
"Todo está bien."
Aun así, estaba tan rígido que me preocupé y hablé con la voz más suave posible. Heinley dejó de bailar, corrió a mi lado y volvió a su forma humana.
Cuando chasqueé la lengua y acaricié su cabello disperso, su cabello rubio se deslizó suavemente entre mis dedos.
¿Es porque es un pájaro? Su cabello era especialmente suave.
Mientras le acariciaba el cabello porque me gustaba cómo se sentía, me recosté sobre el pecho de Heinley y entrecerré los ojos.
De repente, Heinley me llamó con voz incómoda, "Reina."
¿Cuánto tiempo ha pasado? Definitivamente estaba acariciando el cabello de Heinley, creo que me quedé dormida por un rato. Cuando abrí los ojos, estaba dormida sobre su pecho como una almohada.
"Lo siento, debo haberme quedado dormida."
En cuanto me apresuré a levantar la cabeza, Heinley levantó su mano para volver a colocar mi cabeza suavemente sobre su pecho y dijo,
"No sé si debería decirte esto..."
"¿Qué? Además, ¿por qué mueves mi cabeza a tu antojo?"
"¿No está el Emperador Sovieshu un poco extraño? Tu cabeza vuelve por sí sola a mi pecho."
Una vez que Heinley dijo que Sovieshu estaba un poco extraño, detuve mi mano con la que le hacía cosquillas en el pecho.
Las palabras de Sovieshu de que había perdido la memoria volvieron a mi mente.
Por supuesto, había pensado que era mentira. Pero ahora que Heinley lo señalaba, me surgió la duda, '¿Podría ser cierto?'
"¿Qué te pareció extraño?"
"Ah, sobre eso..."
Varias arrugas aparecieron en el entrecejo de Heinley.
"Es complicado expresarlo con palabras."
"¿Por qué?"
"Su forma de hablar... es un poco diferente."
"¿Un poco?"
Heinley frunció el ceño como si fuera realmente complicado de expresar.
Al final, no encontró las palabras adecuadas y, al acercarse mi hora de dormir fijada por el médico del palacio, me cubrió con las sábanas y se marchó.
Sin embargo, las dudas en mi mente no desaparecieron y se asentaron en un rincón de mi cabeza.
¿Realmente Sovieshu ha perdido la memoria?
***
El clima de ayer fue excelente, pero en el transcurso de hoy, el cielo se volvió completamente gris oscuro. Las nubes oscuras eran tan densas que podría llover en cualquier momento.
Sin embargo, el viento todavía era fresco y agradable, así que incluso mantuve abiertas las ventanas de la oficina.
Mientras trabajaba sentada en mi escritorio, miraba por las ventanas cada vez que me aburría. También le hablaba a mi bebé con las manos en el vientre.
"¿Ves eso...? Son nubes. Nubes oscuras. Nubes como esas aparecen antes de que llueva."
"Esto es una pluma. Esto es un frasco de tinta. Para escribir se debe cubrir la punta de la pluma con tinta..... Bueno, eso lo aprenderás más adelante."
"Siento no poder leerte ahora un cuento infantil. Si estás aburrido, puedes dormirte."
Por supuesto, nunca le hablé a mi bebé cuando había alguien cerca porque se vería extraño. Cualquiera pensaría que hablaba sola.
El tiempo pasó tranquilamente hasta alrededor de la 1 de la tarde.
En el momento en que pensaba si debía almorzar con mis damas de compañía, con Heinley, o si debía comer aquí mientras terminaba el trabajo, uno de mis ayudantes entró con una mirada avergonzada e informó.
"Su Majestad. El Emperador Sovieshu ha venido a hablar de un asunto 'oficial'."
Ese 'oficial' es más bien una especie de arma.
Una vez que asentí y chasqueé la lengua en mi interior, mi ayudante salió y un momento después entró Sovieshu.
Ayer reaccioné emocionalmente a sus comentarios inesperados, pero hoy definitivamente no lo haré.
Esperé a que Sovieshu estuviera en el centro de la oficina y entonces pregunté con voz fría,
"¿A qué has venido?"
Sovieshu se me acercó con una actitud firme y puso sus manos suavemente sobre mi escritorio.
"Escuché que te convertiste en una maga."
"Así es."
¿Qué tiene eso que ver con él?
"Ante todo, felicidades."
"¿Viniste a decir eso?"
"He venido a tratar un asunto oficial."
"¿?"
"Estoy aquí para hacerte una propuesta."
"Te he dicho que no me hables informalmente."
"Los dos podemos hablar informalmente. No me molesta."
"..."
Me encantaría es insultarlo, pero entonces la línea que nos separa se desvanecería. No quería estar más cerca de él, así que no respondí.
Sovieshu sonrió levemente como si estuviera bien y sacó a relucir el punto principal.
"Puedes venir a la academia mágica si quieres."
¿Qué? ¿La academia mágica? Las palabras que salieron de su boca fueron extrañas.
"¿Quieres que me convierta en estudiante de la academia mágica?"
"Si no quieres asistir con otros estudiantes, puedo organizarte clases particulares. Por supuesto, tienes que venir al Imperio Oriental."
Todavía no dominaba mi magia porque mi habilidad no se había manifestado desde la infancia como la de los demás, por lo que no había podido mejorar lentamente.
Aunque para los demás pueda parecer increíble, es sólo porque soy una maga y a la vez la Emperatriz. De hecho, sabía mejor que nadie que ni siquiera destacaba frente al mago promedio.
Por esa razón, me había esforzado mucho en mis prácticas de magia con cubetas de agua antes de que llegara Sovieshu.
En este escenario, la propuesta de Sovieshu era muy atractiva.
Sin embargo...
"No lo necesito."
Pedí su ayuda para construir una represa temporal porque era un problema urgente al que se enfrentaba el pueblo del Imperio Occidental. No quería recibir la ayuda de Sovieshu para mejorar mi propia habilidad mágica.
"Será muy difícil por tu cuenta."
"Estoy bien."
"¿Por qué no quieres mi ayuda?"
"Lo sabes perfectamente."
No sabía si Sovieshu había perdido realmente la memoria, ni me interesaba confirmarlo.
Bajé la mirada hacia los papeles y agité una mano en señal de que se fuera.
Nunca haría tal descortesía al emperador de un país vecino, pero ahora no me parecía mal. ¿No fue Sovieshu el primero en tratarme con descortesía?
"..."
Pero por más que esperé, nunca oí la puerta abrirse.
Cuando levanté la mirada con el ceño fruncido, él sólo me miraba como si fuera bastante entretenido.
"¿Por qué me miras así?"
Cuando pregunté con el ceño más fruncido, Sovieshu respondió, "Es asombroso."
"¿Asombroso?"
"¿Cómo has podido crecer tan maravillosamente? Podría ser que utilizaste un hechizo extraño para crecer. Me pregunto si ahora puedes comer todo lo que quieres. Siento curiosidad por todo."
"¡!"
"¿Qué demonios me pasó para verte convertirte en una mujer tan maravillosa y dejarte...?"
Sovieshu se tragó las últimas palabras. Era como si no quisiera decirlas.
Fue una buena elección. Yo tampoco quería oír esa parte.
Pero...
"¿De verdad has perdido la memoria?"
"Sí, aunque no me creas."
Si era cierto que Sovieshu había perdido la memoria, imagino que fue porque sufrió un golpe en la cabeza. Tras el golpe en la cabeza, necesitaba recibir tratamiento especial, pero no pudo recibirlo porque no tenía a Evely?
Solté un suspiro. Si ese fuera el caso, no podría evitar sentirme culpable.
Además... si efectivamente había perdido la memoria, era desconcertante que sus recuerdos se remontaran a los días en que teníamos una buena relación.
Tras pasar un rato golpeando un documento con la punta de la pluma, finalmente abrí la boca con cuidado.
"Si realmente has perdido la memoria..."
"Sí."
"Algún día recuperarás los recuerdos."
"..."
"En cualquier caso, no podemos volver al pasado. No podemos volver al tiempo que recuerdas, así que lo único que te queda es adaptarte al presente."
"..."
"Me hiciste mucho daño. Te casaste con otra persona, y yo también me casé con otra persona. Ahora amo a mi esposo."
La expresión de Sovieshu se oscureció. Su sonrisa se desvanecía.
Me di cuenta tardíamente de que seguí golpeando el documento con la punta de la pluma mientras hablaba. La tinta se filtró de la punta de la pluma y se convirtió en una lágrima negra.
"Una vez te maldije porque no quería que fueras feliz. Ahora no me importa tanto."
Mientras presionaba esa parte con papel absorbente, hablé con total sinceridad.
"Deseo que también seas feliz con otras personas."
Por supuesto, no tan feliz como yo. Eso todavía podría hacerme enojar.
"Navier."
"Hablo en serio. A veces no hablo en serio cuando me enojo, pero al menos esta vez sí."
"Navier."
"¿Qué?"
"¿Deseas que sea feliz?"
"Sí."
"¿Deseas que vuelva a amar a alguien?"
"Sí."
"Pero no puedes volver a mi lado, ¿verdad?"
"Sí."
"Entonces, ¿no puedo ser tu amante?"
"Uhm... ¿qué?"
"Así podré amar a alguien, vivir feliz y no tendrás que volver a mi lado."
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