LESVAC 206

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La Emperatriz se volvió a casar 206

El shock de Marqués Karl



Sovieshu frunció el ceño como si eso no tuviera sentido, tan descabellado que ni siquiera merecía la pena escucharlo.

"¿Qué dices? ¿Navier no está casada conmigo?"

"Después de divorciarse de Su Majestad, se volvió a casar."

"¿Se divorció de mí?"

No había tensión en la voz de Sovieshu. No parecía creer en las palabras del Marqués Karl.

Cuando el Marqués Karl tiró de su barba para demostrar que no era falsa, las pupilas de Sovieshu se sacudieron.

Aunque en su interior sabía que algo no estaba bien, inconscientemente lo evitaba porque todo parecía absurdo.

"¿Por qué me divorcié de Navier? ¿Navier... me engañó con otro hombre? ¿No me quiere? ¿O es porque fue golpeada por los melocotones?"

El Marqués Karl tuvo ganas de llorar y reír al mismo tiempo, por lo que una sonrisa se formó en sus ojos y un llanto salió de su boca.

Escuchar ahora las palabras de Sovieshu le hizo recordar lo buena que había sido la relación entre Navier y Sovieshu en el pasado.

En ese entonces, nadie habría pensado que Sovieshu se divorciaría de Navier. Incluso esta pelea por unos melocotones era la peor que el Marqués Karl podía recordar.

'¿Cómo pudo acabar así esta pareja?'

"Su Majestad trajo a otra mujer y la convirtió en su concubina."

"¡!"

"Eso no es todo, le pidió a Navier el divorcio para elevar a esa concubina a la posición de emperatriz."

"¿Qué...? Eso es... eso es ridículo..."

"Eso es lo que pasó. Así que Navier se fue al Imperio Occidental, donde se volvió a casar."

Sovieshu sacudió la cabeza con los ojos totalmente abiertos.

"Eso no tiene sentido. ¿Me enamoré de otra mujer y le pedí el divorcio a Navier? ¿Yo? ¿Fui capaz de hacer eso?"

"Sí, lo hiciste."

Sovieshu, que sacudía rápidamente la cabeza, se detuvo de repente y preguntó.

"¿El nombre de esa mujer es Rashta?"

"¿Lo recordaste?"

"No. Lo oí de los susurros de los cortesanos en el dormitorio mientras me despertaba. No dejaban de mencionar ese nombre."

Luego, Sovieshu lo pensó un poco más y preguntó,

"¿Esa mujer tiene el cabello rojo?"

"No, es completamente diferente."

El Marqués Karl respondió con resolución.

"No puedo creerlo. No puedo creer que me haya casado con otra mujer. No puedo creer que le haya pedido el divorcio a Navier. Es absolutamente imposible."

"Su Majestad..."

"¡Basta de bromas tontas, por favor!"

Después de esas palabras, Sovieshu se apresuró a ir al Palacio del Oeste.

El Comandante de la Guardia Imperial lo ayudó sin decir una palabra.

Sovieshu, que caminó en silencio hacia el Palacio del Oeste, entró en la habitación utilizada por Navier en ese entonces, pero estaba completamente vacía.

Sovieshu incluso entró en la habitación de la emperatriz, pero también estaba vacía.

En cuanto vio las habitaciones vacías, Sovieshu perdió la fuerza en las piernas y casi se derrumba.

El Comandante, que lo había ayudado en el camino, evitó rápidamente que Sovieshu se derrumbara.

Sovieshu miró al Marqués Karl con una expresión rígida. El Marqués Karl inclinó la cabeza, con el corazón adolorido.

Si la memoria de Sovieshu había vuelto realmente a sus días de príncipe heredero, entonces, desde su perspectiva, habría perdido repentinamente tanto a su madre como a su esposa. La desesperación debía ser enorme.

Sovieshu dirigió su mirada al suelo por un momento y luego dijo, "Volvamos."

De vuelta a su dormitorio en el Palacio del Este, Sovieshu fue examinado por el médico del palacio y preguntó al Marqués Karl, que estaba a su lado.

"Marqués Karl. ¿Navier... sufrió mucho? ¿Por mi culpa?"

"Sí. Sufrió mucho, mucho."

"..."

"Lo pasó muy mal."

El Marqués Karl pensó que ahora Sovieshu le preguntaría por Rashta. Pensó que le preguntaría de qué clase de mujer se había enamorado para dejar a Navier. Mientras elegía las palabras adecuadas para responder, Sovieshu hizo otra pregunta.

"¿Podemos traer de vuelta a Navier?"

El Marqués Karl lo miró sorprendido. El médico del palacio, que estaba usando el estetoscopio, también miró a Sovieshu con los ojos bien abiertos.

Sin embargo, Sovieshu no parecía estar bromeando. Tenía una expresión seria.

Sovieshu miró al Marqués Karl con ojos decididos y volvió a preguntar,

"Está bien. ¿No dijiste que soy el Emperador? Lo averiguaré por mí mismo."

"¡Su Majestad!"

"Otra pregunta, Marqués Karl. ¿Con quién se volvió a casar Navier?"

El Marqués de Karl respondió de acuerdo con la memoria actual de Sovieshu.

"Se casó con el Príncipe Heinley del Reino Occidental."

Sovieshu se sobresaltó.

"¡Mentira! ¡Maldición, dime que esto es una broma! ¡Por favor! ¿Quieres decir que se casó con ese niño que siempre huía de casa y era atrapado? ¡¿Navier?!"

Sovieshu levantó su mano y se la pasó por la cabeza.

"Es absurdo. Por más afectada que estuviera Navier... por el divorcio, cómo pudo casarse con ese niño..."



El Marqués Karl estuvo a punto de olvidar la triste situación y reírse. Podía adivinar el motivo de la reacción de Sovieshu.

"Ya no es un niño pequeño, Su Majestad."

Cuando el médico del palacio habló en su lugar, Sovieshu dijo con el ceño fruncido,

"Ahh, es cierto. Ese príncipe también debe haber crecido."

El Marqués Karl añadió unas palabras más.

"Ya no es un príncipe."

"¿En serio?"

"Ascendió al trono como Emperador del Imperio Occidental."

"¿Ascendió al trono del Imperio Oriental? Espera, ¿qué quieres decir con el Imperio Occidental, no es el Reino Occidental?"

"El Reino Occidental se autoproclamó un Imperio."

"¿Cómo pudo ese país que sólo tiene joyas autoproclamarse un Imperio?"

En este tiempo, Sovieshu entendió sobre las cuestiones prácticas, un poco sobre la situación actual, e incluso tomó la iniciativa en varias cosas, por lo que con buena ayuda, recuperaría sus anteriores capacidades rápidamente en un par de años.

Pero había mucho trabajo que hacer ahora mismo. Estaban los problemas con el Duque Elgy, el problema de Glorym, además de todo tipo de cosas que surgían cada día...

El Marqués Karl se lamentó en su interior, 'Qué vamos a hacer... tendremos que arreglárnoslas de alguna manera.'

Sentía que con tanta presión los secretarios de Sovieshu morirían en pocos años.

A pesar de estar angustiado, el Marqués Karl preguntó al médico del palacio sin mostrar ningún indicio.

"¿Cómo se encuentra?"

"Tiene contusiones, esguinces y daños en los huesos, pero nada demasiado grave. Si se cumple con el tratamiento, se recuperará."

El Marqués Karl miró a Sovieshu y preguntó en voz baja, "¿Qué hay de su cabeza?"

Sovieshu entrecerró los ojos porque la voz no fue lo suficientemente baja como para no escuchar, pero sabía que su condición era extraña, así que también esperaba la respuesta.

El médico del palacio sacudió la cabeza sin confianza.

"No sufrió ningún golpe grave en la cabeza... en mi opinión...."

Mientras el médico del palacio dudaba si estaba bien decir, 'Parece que es un problema mental', Sovieshu preguntó primero, "¿Estoy loco?"

Una vez que el médico del palacio sacudió la cabeza apresuradamente, Sovieshu suspiró y se tumbó completamente en la cama,

"Me levantaré después de una buena siesta. Me duelen mucho las extremidades. Además… no sé por qué tengo tanto sueño."

"Te cambiaré las vendas."

"Está bien."

Cuando el médico del palacio le aplicó una pomada en las zonas afectadas y le puso nuevas vendas, Sovieshu ya estaba dormido como si se hubiera desmayado.

El Marqués Karl ordenó a todos los cortesanos reunidos en el dormitorio que salieran. Luego salió junto con el médico del palacio.

Sin embargo, dejó a un caballero en el dormitorio para evitar cualquier posibilidad de que Sovieshu se volviera a lastimar.

Cuando uno se encuentra solo en un lugar oscuro, le vienen a la mente pensamientos tenebrosos sin motivo.

Ese era el caso del caballero. Por supuesto, no estaba exactamente solo. El Emperador Sovieshu estaba dormido en la cama frente a él.

Sin embargo, cuando recordó las acciones del emperador durante el día, no se sintió tan tranquilo de estar con él.

Era una noche sin siquiera luna y un viento frío corría por el dormitorio. El caballero desvió la mirada hacia la ventana porque no parecía estar bien cerrada. Mientras se frotaba los brazos, el caballero dio tres pasos en esa dirección para asegurarse de que la ventana estuviera completamente cerrada.

Sovieshu, que estaba dormido como si se hubiera desmayado, se despertó abruptamente.

Al caballero casi se le sale el corazón del pecho, pero consiguió mantener la calma, cambió de dirección y se acercó al emperador,

"Su Majestad, ¿se encuentra bien?"

Sovieshu no respondió a la pregunta, miró a su alrededor y de repente corrió hacia la ventana.

‘¿Qué le pasa? Esta vez ni siquiera ha bebido.’

Asustado, el caballero siguió a Sovieshu con los brazos extendidos por precaución.

Pero Sovieshu no saltó, sino que se agarró al marco de la ventana y miró hacia abajo. Luego volteó la cabeza hacia el caballero y le preguntó con urgencia,

"¿Dónde está Navier? ¿Se encuentra bien?"

"¿Eh?"

El caballero parpadeó desconcertado mientras recordaba que Sovieshu también había preguntado si Navier se encontraba bien cuando se despertó por la mañana.

'No puede ser, ¿lo volvió a olvidar?'

El caballero no pudo responder de inmediato porque estaba nervioso, Sovieshu reprimió su sorpresa y preguntó bruscamente,

"Pregunté si Navier se encuentra bien."

El caballero, que pensó en los acontecimientos del día, hizo a Sovieshu la misma pregunta que el Marqués Karl,

"Su Majestad, ¿Navier no está en el Imperio Occidental?"

En ese momento, los párpados de Sovieshu temblaron y sus pupilas se dilataron inusualmente. Su mirada se desplazó hacia la pared donde se habían quitado las dos pinturas.

La pared estaba vacía. Después de que Sovieshu cayera por la ventana, el Marqués Karl ordenó deliberadamente colgar las pinturas de Navier y Glorym en otro lugar, dispuesto a soportar la ira de Sovieshu.

El caballero contuvo la respiración porque le pareció extraño.

Durante el día, el emperador no había notado en absoluto lo que faltaba en la pared. Pero ahora el emperador miraba fijamente donde habían estado las dos pinturas antes de ser quitadas.

"¿Su Majestad? ¿Qué ocurre?"

Cuando el caballero preguntó cuidadosamente, Sovieshu lo volvió a mirar,

"¿Qué pasó con las pinturas?"

El caballero se horrorizó y tragó con fuerza.

"¿Disculpe?"

"¿Dónde están las pinturas?"

'¿Su memoria... ha vuelto?' El caballero respondió naturalmente a pesar de que estaba confundido,

"El Marqués Karl ordenó colgarlas en otro lugar por un tiempo porque hacen daño a Su Majestad."

"Qué tontería."

Una voz fría salió de la boca de Sovieshu. El caballero volvió a tragar con fuerza.

Cuando Sovieshu se echó el cabello hacia atrás con una mano, notó la venda en su mano y murmuró, "Sí, no hay manera de que Navier esté aquí."

Luego, se puso ambas manos sobre la cabeza y cerró los ojos.

Las lágrimas cayeron de sus ojos cerrados, por lo que el caballero se apresuró a mirar hacia otro lado.

***

Al día siguiente, el Marqués Karl se inquietó cuando recibió la noticia de que Sovieshu había recuperado la memoria.

Fue una verdadera suerte que Sovieshu recuperara la memoria tan rápido, pero al mismo tiempo una lástima porque volvería a sufrir.

Sin embargo, sin duda era bueno para el país porque ahora había mucho trabajo por hacer.

Después de que el Marqués Karl se arregló la barba frente al espejo, fue inmediatamente al dormitorio de Sovieshu y se anunció en voz alta, "Su Majestad, es Karl."

"Entra."

Una voz somnolienta respondió.

El Marqués Karl abrió la puerta, se inclinó y examinó su semblante.

Aunque le preocupaba mucho cómo estaría después de recuperar la memoria, no se veía tan mal como esperaba.

'Es un alivio.'

Mientras el Marqués Karl se alegraba de que estuviera mejor, Sovieshu se levantó de la cama y le dio instrucciones.

"Marqués Karl. No te lo pregunté ayer, eres mi secretario, ¿cierto? ¿Dónde está mi oficina? ¿Es el mismo lugar que solía usar mi padre? Vamos allí. Necesito mucho de tu ayuda."

"¿Eh?"

'¿Qué está pasando...?' El Marqués Karl parpadeó sin comprender.

Sovieshu se quitó la ropa de dormir, la dejó en la cama e hizo sonar la campana sobre la pequeña mesa.

Cuando los sirvientes escucharon el sonido de la campana, se apresuraron a entrar, lo lavaron cuidadosamente por sus lesiones y le cambiaron la ropa.

Una vez que estuvo listo, Sovieshu miró con curiosidad el atuendo del emperador y volvió a dar instrucciones al Marqués Karl.

"Vamos. Hay mucho que examinar y considerar sobre mi yo del futuro."

El Marqués Karl abrió la boca con asombro.

'¿La personalidad de Su Majestad... se ha dividido en dos?'

***

Ahora que mi cuerpo se ha recuperado lo suficiente como para poder salir a caminar a un ritmo no demasiado lento, es el momento de resolver el problema que he estado posponiendo, que no es otro que la revelación involuntaria de mi magia.

Era un poco extraño describirlo como un problema. El asunto del 'intruso que utiliza magia de hielo' había sido un tema de discusión en el pasado debido al peligro que representaba... los rumores se extienden rápidamente, así que ya todos deben saber que soy yo, pero aun así era mejor aclararlo personalmente.

Por esa razón, asistí a una reunión por primera vez en mucho tiempo, en parte para mostrar que estaba recuperada y en parte para hablar de mi magia.

Como entré deliberadamente un poco más tarde que los demás, los funcionarios que ya estaban reunidos discutiendo, me miraron al mismo tiempo.

"Me alegra su pronta recuperación, Su Majestad."

"La Familia Zemensia ha sido completamente destruida, así que no tendrá que preocuparse más."

"De ahora en adelante, se reforzará la seguridad en el palacio imperial para que no vuelva a ocurrir nada parecido."

Después de aceptar con una sonrisa las amables palabras que me transmitieron uno a uno los altos funcionarios, reconocí oficialmente que había utilizado magia de hielo.

"¿Así que Su Majestad es una maga?"

A decir verdad, todavía no controlaba bien mi magia, así que me daba un poco de vergüenza responder a eso.

Sin embargo, una emperatriz debe actuar con dignidad sin importar la situación, así que respondí con calma,

"Así es."

Mientras fingía que había ocultado intencionadamente mi magia hasta ahora, levanté levemente la barbilla y mantuve una expresión serena.

Los nobles engañados me elogiaron excesivamente, diciendo que era una habilidad adecuada para mí, una habilidad extraordinaria y poderosa.

"¡Así que la habitual atmósfera fría alrededor de Su Majestad se debe a su inclinación mágica!"

... A veces hacían comentarios completamente absurdos, pero en general, el ambiente era bueno. No se podía comparar con la primera vez que llegué a Occidente con Heinley.

Luego me senté en una silla a escuchar la reunión mientras se discutían los puntos del orden del día, pero lentamente comencé a sentirme cansada, así que abandoné la sala de reuniones primero y me dirigí a mi habitación.

'Creo que todavía no me encuentro lo suficientemente fuerte como para permanecer sentada en una posición incómoda por mucho tiempo.'

Se lo comentaré al médico del palacio más tarde y le pediré que me recomiende ejercicios que no requieran demasiado esfuerzo.

En cualquier caso, ahora que he sido descubierta, quisiera aprender más en serio sobre la magia... Dios mío, ¿qué es eso?

"¿Su Majestad?"

Cuando me detuve bruscamente, el Vizconde Langdel me llamó con preocupación, giró la cabeza en la dirección que yo miraba y se puso rígido de inmediato.

No muy lejos, había una pareja de enamorados abrazándose y besándose con intensidad.

Tal vez no tuvieron la intención de besarse en público porque estaban escondidos entre los arbustos, pero por desgracia, podía verlo todo. No parecieron darse cuenta de nuestra presencia.

"Vamos por otro camino."

Tosí secamente y me di la vuelta mientras el Vizconde Langdel me seguía con una expresión seria. Mis damas de compañía susurraron entre sí y se echaron a reír.

Al principio también me reí un poco por el asombro. Sin embargo, mientras caminaba escuchando el sonido de las pisadas sobre la hierba, comencé a preocuparme al recordar el comportamiento de Heinley anoche.

¿Por qué Heinley retrocedió de repente cuando me iba a besar? No creo que haya sido por miedo a los fantasmas.

¿Será porque todavía me estoy recuperando? Tampoco creo eso, no trató de besarme intensamente, se detuvo cuando estaba a punto de besarme en la mejilla.

Además, no tenía heridas externas gracias a la magia curativa.

Por supuesto, todavía debía tener cuidado, porque si no descansaba adecuadamente, los efectos de la magia curativa desaparecerían o disminuirían.

¿Recibir un beso en la mejilla está incluido entre las cosas con las que debo tener cuidado? No, absolutamente no.

Entonces, ¿por qué no me besó?

Mientras reflexionaba, el causante apareció no muy lejos.

Parecía que la reunión había terminado, Heinley bajaba un corto tramo de escaleras con un funcionario a su derecha y McKenna a su izquierda.

"Heinley."

Cuando lo llamé, Heinley se acercó a mí con una hermosa sonrisa.

No parecía la persona que se detuvo ayer cuando estaba a punto de besarme.

"¿Tienes un momento?"

Tenía que salir de dudas, así que le pregunté rápidamente.

"Hay algo que quiero comprobar contigo. ¿Podemos estar a solas un rato?"

Pondré a prueba a Heinley para saber si estaba evitando besarme o fue una cosa del momento. Esa era la forma más rápida de salir de dudas.

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