LAEMRE 131

LAEMRE 131

Miércoles, 28 de Diciembre del 2021



La Emperatriz Regresa 131





"Lune...."

"Ven aquí. Te quiero"


Lustian abrazó a Viola con fuerza. Ella enterró su nariz en su pecho e inhaló profundamente para tomar su aroma. Podía sentir lo que él sentía. Podía sentir que él la amaba más de lo que había pensado.

Entrelazó sus manos con las de él. Los anillos del mismo color brillaban, y la visión de eso era tan hermosa que se ahogó.

Qué debo hacer por él?














Al mismo tiempo, el Gran Templo estaba destrozado. El Gran Mago y el Sumo Sacerdote se enfrentaron con una expresión seria.


"Esta es la primera vez que Su Alteza fue herido en una batalla con los Orcos. ¿Cómo son los números?"

"Cincuenta mil"

"¿Cincuenta mil?"


Las manos del Sumo Sacerdote estaban temblando. Los Orcos llevaban 50.000 y se abalanzaron sobre la frontera. Como el mayor número de orcos jamás visto atacó, incluso el Ejército de Sangre se estaba quedando atrás. Afortunadamente, Lustian, Iván y Pablo se unieron y los derrotaron. Sin embargo, durante la batalla, el emperador fue el objetivo de sus ataques.


"Suspiro... A este ritmo, Su Alteza podría fallecer antes de que las semillas de la familia imperial se sequen...."

"Dios no tiene intención de darnos más tiempo. Por cierto, ¿qué será de la emperatriz? Ya que pasó por la barrera de Dios, lo correcto es que pase por otra prueba, ¿no es así?"

"Ya está escrito que Su Alteza no actuará en consecuencia"

"Tch...."


Cuando Lustian se convirtió en emperador, lo primero que hizo fue convertir a Viola en emperatriz. Derribó la ley nacional que se había seguido durante 200 años y finalmente consiguió lo que quería.

El templo tenía la vista puesta en Viola después de que ésta atravesara la barrera. En particular, como el Gran Mago había estado al lado del emperador, creía que Viola sería la siguiente candidata, después de Guinev, a Compañera de Dios.


"Según los últimos deseos del difunto emperador, debemos encontrar al Compañero de Dios durante esta generación. Se ha convertido en algo muy urgente. Si sigues negándote a cumplir con tus deberes... tendremos que tomar otras medidas"

"Por otras medidas, quieres decir..."

"Tengo que presentarte a alguien"


Justo entonces, una mujer salió de detrás de la cortina. Era la esposa del Gran Duque. Los ojos del Gran Mago se abrieron de par en par. Ana sacó un pañuelo delante de ambos. Era la copia. Utilizó un hechizo mágico para hacer una copia con la misma forma que el pañuelo de Iván.


"Esto es..."

"Esto es un pañuelo que ahora se ha convertido en oro. Creo que ambos tendrán una mejor idea de lo que esto significa"

"¡Huh!"


Los dos hombres se levantaron. Todo este tiempo, se pensó que Lustian sólo tenía relaciones con Viola. Por eso, el pañuelo dorado mostraba que Lustian y Viola tenían un hijo juntos.


"¡Esto cumple... los requisitos para ser Compañero de Dios!"


Los hombros de Ana también temblaban. Como era de esperar, Viola era la Compañera de Dios.


"Entonces... Tenemos que celebrar una ceremonia para enviarla a Dios una vez más, pero Su Alteza no es de las que la dejan ir tan fácilmente"

"Tienes razón. Él no enviaría a la emperatriz, a quien ama, a Dios. Así que me gustaría haceros una propuesta a los dos"


Ana miró con arrogancia a ambos y se mordió el labio.


"Debes hacer que se vaya a Dios por su cuenta. Tienes que conseguir que la emperatriz reconozca su propia identidad. ¿Acaso no es un símbolo del verdadero amor saltar a las fosas de fuego, sabiendo muy bien los peligros que encierra? Ho ho"














Estuvo todo el día preocupada. A decir verdad, estaba en estado de shock. Todo lo que Viola podía pensar era en no saber cuándo podría morir durante la batalla. Durante mucho tiempo, sus sueños y ansiedades se superpusieron. Pensar en que el enterrado bajo la bandera del Ejército de Sangre no sería otro que Lustian la volvía loca. No podía quedarse de brazos cruzados mientras esto sucedía. Si no hacía algo, sabía que se sentiría como una idiota por dejar que sucediera.

Ayer se enteró de que Paul también se había unido a la guerra. Ella siguió ese camino para despedirlo.


"Dime qué pasó cuando el emperador fue herido"

"Simplemente... cayó al suelo de repente, agarrándose el pecho"

"¿Qué? ¿Es eso cierto?"


Viola se asustó mucho. ¿Podría ser que hubiera tenido un ataque durante la guerra de ayer?

Tenía sus dudas, ya que Lustian, con sus habilidades, no era de los que se dejaban rodear tan fácilmente por los enemigos.Ella había creído que sería útil para sofocar su enfermedad, pero... algo fallaba. Desde que ella había mantenido una relación con él para evitar que su enfermedad se agravara, no tenía ataques. Sólo había pasado un día desde que no estaban juntos, así que era sospechoso que de repente tuviera ataques.


"Paul, te voy a pedir esto. Durante la guerra, asegúrate de no estar lejos de él"

"Tengo la intención de hacerlo. Protegerlo es protegerte a ti también"

"Gracias. Si fuera por mí, con gusto lucharía con él...."

"Lustian también lo sabe. No se dejará vencer tan fácilmente, así que no te preocupes"


Esto la reconfortó, pero aún no estaba del todo aliviada. Se mordisqueó las uñas.


"Esto significa inevitablemente que para resolver esto, debemos encontrar al Compañero de Dios lo antes posible"

"...supongo"


Justo entonces, Lustian volvió de su tratamiento. No le culpó por haber arrugado un poco la cara al ver a los dos juntos. Paul salió de la habitación después de saludar a Lustian.


"Tendré que verlo de nuevo. Quítatelo por favor"

"Quítatelo tú"


Sonrió satisfecho mientras se ponía delante de Viola y le decía que se quitara la ropa. Era como si estuviera gastando una broma aún sabiendo que había sido tratado. Viola le levantó la camisa y se quedó mirando su piel. Cuando ella utilizó las palmas de las manos para acariciar sus cicatrices, él respiró con dificultad.


"¿No es extraño que me excite en cuanto me tocas?"

"¿No te duele?"

"Sí que duele"

"No parece que las cicatrices vayan a ceder. Me entristece incluso sólo la cicatriz de tu cara, así que odio aún más que también tengas cicatrices por todo el cuerpo"

"Para un caballero, las cicatrices son un honor"

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