La Emperatriz Regresa 127
Agh...
Se estremeció ante el placer enloquecedor. Su núcleo se estaba humedeciendo por la excitación y rezumaba un líquido meloso y translúcido. Su cuerpo se mojó por sí solo preparándose para aceptar la penetración del hombre. Su cuerpo se preparaba para su m*nh*od.
"Haa, Viola... Viola...."
"Uhhh... Uhhhh...."
Su vara roja y flameante pedía que se abriera la habitación secreta sellada. Su vástago se frotaba contra su abdomen y el pre-c*m que fluía de su punta era abrumador. Un líquido pegajoso goteaba de sus gl*nes apagados. Cuando ella estuvo lista, él la introdujo. Un gemido chillón salió de Viola.
"Ahhhh...."
Junto con el dolor ardiente, su sensible zona inferior se estaba calentando. Le dolía. Pero la sonrisa no salía de sus labios debido al abrumador placer.
Lustian mordisqueó todo su cuerpo. Aunque parecía tranquilo, su miembro se impacientaba. Su abultada vara seguía moviéndose arriba y abajo, presionando su punto sensible. Se oyeron ruidos de golpes.
"Uck... Agh...."
Respiraron con fuerza, aún tratando de controlar la respiración. Fue tan bueno. El s*x que tuvieron después de confesarse honestamente sus sentimientos fue lo mejor. Viola dejó escapar gemidos ojerosos. Desde el fondo se oían interminables ruidos de chapoteo. La espuma blanca empapaba las finas sábanas.
No podían hablar de tanta vergüenza, así que giraron la cabeza hacia otro lado. Justo entonces, antes de darse cuenta, le agarraron la barbilla y le chuparon la lengua ligeramente. Las manos que movían sus hombros le dieron un golpecito en los pezones. Y mientras arqueaba la espalda, presionó en el lugar. Sus muslos se estremecieron. En cuanto el placer la inundó, gimió sin darse cuenta.
"Ahhhh...."
Sentía que su cara estaba a punto de explotar. Debido al calor abrasador y a las feromonas de él que la golpeaban a la vez, jadeaba como una loca. Incapaz de mantener la compostura debido a las oleadas de placer electrizante, emitió gemidos chillones.
"¡Ahhh... Ahhhh! Ah...."
Una luz de fuego destelló ante sus ojos, la llevó a un poderoso beso. Mientras su cabeza retrocedía, sus labios eran succionados profundamente. Cada vez, ponía fuerza en su trasero y apretaba su propio miembro. Estaba caliente. Intercambiaron dulces alientos entre sus labios, lo que provocó el placer.
"¡Ahhht-!"
Cada vez que él empujaba, el placer que atravesaba las paredes interiores de ella se hacía más potente y áspero. Sentía que todo el vello de su cuerpo se erizaba.
Un sonido de líquido que chapoteaba se oía desde abajo.
¡Slosh, slosh, slosh!
Eran sonidos producidos por las copiosas cantidades de semen y fluidos que se mezclaban. Los sonidos eróticos que estimulaban su oído hicieron que sus rostros se volvieran de un rojo intenso. Doblando su cuerpo, la arañó por dentro metiendo y sacando la polla. Sus pliegues se estiraban debido a la vara que la frotaba gratificantemente.
Mientras le lamía los montículos, le acariciaba la nuca con la lengua. Su succión era tan intensa que parecía que su piel iba a desprenderse, haciendo que sus caderas se agitaran. Su eje estimulaba tenazmente todos los puntos. Sentía que le llegaba hasta el fondo. Los fuegos artificiales estallaron en su cerebro. Su pesado miembro la abrió incesantemente por dentro y luego salió sin dudarlo. El miembro que la perforaba por dentro le hacía sentir que perdía la respiración. El placer asentado en lo más profundo de su cerebro hizo que su cuerpo sufriera espasmos por sí mismo.
"Ahh, ahh... Uhhh, haaaa...."
"Me estoy volviendo loco... Viola... Ugh...."
Lustian la besó frenéticamente mientras le masajeaba los br*os. Viola respiró aguda y repentinamente y rodeó frenéticamente sus hombros con los brazos. Los robustos brazos de él se aferraron a su delgada cintura, y ella se estremeció. El dolor y el placer que recorrían su cuerpo estimulaban su cerebro. Apretó sus paredes interiores.
slap slap slap....
Él se golpeó contra su cintura con el agujero ensanchado. Los sonidos fricativos entre dos cuerpos, y el ruido húmedo... No había nada insatisfactorio en el roce de su hombría contra ella. Ella era feliz. En medio de los movimientos agresivos, sonreían cada vez que se encontraban cara a cara. Dejando a un lado sus preocupaciones y ansiedades, vivían el momento. No tenían miedo aunque hubiera un montón de cosas de las que ocuparse.
Sus dedos estaban entrelazados. Viola, como su esposa y emperatriz del estado, quería prestar aunque fuera un poco de su poder para traer la paz al continente de Eslovenia. Ese era el camino para proteger a Wendy...
Y por último, encontraría a la Compañera de Dios.
Viola tiró de sus hombros. Luego, después de besarse en los labios, rezaron a Dios.
Por favor, déjanos amarnos para siempre...
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