La Villana Vive Dos Veces 48
Audiencia con la Emperatriz (4)
"¿Ha visto alguna vez a la Santa en su totalidad, Lady Heiress?"
"No".
Artizea respondió sorprendida.
En su vida anterior, oyó hablar varias veces del corazón de la santa Olga.
La primera que trajo el corazón de la Santa Olga al mundo social fue la Marquesa de Camelia.
Cuando la emperatriz murió y nadie se dio cuenta, se colgó con orgullo el diamante al cuello.
Tras la desaparición de la marquesa de Camelia, el corazón de la santa Olga cayó en manos de otro noble. Pero no tardó en arruinarse.
La maldición de una pareja que murió injustamente recayó sobre la joya. Entonces, el precio de los diamantes se disparó aún más.
Sin embargo, por lo que sabe Artizea, el corazón de la santa Olga no ha vuelto a aparecer.
A la estatua se le adjuntaron anécdotas sobre la historia y los milagros.
La santa Olga es una persona real de hace 200 años. Mientras viajaba por todo el imperio, realizaba sacramentos.
Tras la muerte de Olga, su amante esculpió él mismo la estatua.
Se dice que derramó lágrimas el dÃa que murió el escultor.
Las lágrimas de la santa tenÃan el poder de curar. Se dice que los peregrinos que se dormÃan delante de la estatua rejuvenecÃan, y que todos los enfermos se curaban en varios pueblos cercanos.
La estatua de la santa Olga obró el milagro de la curación en los años siguientes.
Pero con el paso de los años, se agrietó alrededor del pecho.
El vizconde consiguió el gran diamante que se decÃa que habÃa curado el milagro sagrado y lo puso en el cofre vacÃo.
Es un gran tesoro.
Si alguna vez hubiera circulado por el mercado negro, se habrÃa corrido la voz de que el corazón de la santa Olga sacudÃa el mundo social.
Sin embargo, nunca ha habido una sola lÃnea de rumores sobre la Santa.
Por eso, pensó vagamente que se habÃa roto al arruinarse los Peschers.
"¿La mantiene la emperatriz?
Tal vez desapareció cuando el palacio de la emperatriz se incendió.
Pronto, la condesa Marta empujó un carro de mano. El carro tenÃa una estatua cubierta de tela del tamaño de un niño.
Cuando se quitó la tela, surgió una figura de piedra azulada.
No se podÃa decir que fuera hermosa. No era obra de un artista que la hubiera esculpido en mármol. Se trataba de un hombre corriente que habÃa grabado la imagen de su amante en la piedra.
HabÃa dos largas manchas como marcas de lágrimas en su rostro.
La emperatriz entregó el corazón de la santa Olga a su asistente.
El asistente tomó el diamante del collar y lo puso sobre la estatua.
La emperatriz dijo.
"Señora Heredera de Rosan y futura Gran Duquesa de Evron, le daré esta estatua como regalo de bodas. Ya que he recibido el corazón de la santa Olga, es justo regalarte la santa completa".
Artizea inclinó profundamente la cabeza para expresar su gratitud.
La emperatriz se tambaleó y se levantó de su sitio.
"Estoy cansada. Volved ahora vosotros dos. Enhorabuena. Estarás ocupada con los preparativos, asà que no pasa nada, no hace falta que vuelvas".
"Es una pena que te hayamos quitado tanto tiempo. Rosan se retirará".
Artizea se inclinó ante ella.
La emperatriz abandonó primero su sala de audiencias. La condesa Marta se acercó y dijo.
"Enviaré lo que la emperatriz ha dado al Gran Ducado de Evron. ¿Está bien?"
"SÃ, gracias, condesa Martha".
"Entonces, adiós. Felicidades por su boda".
Artizea la saludó.
Luego se cruzó de brazos con Cedric y salió.
Cedric preguntó en voz baja.
"¿Estás bien, Tia? Pareces cansada".
"SÃ, estoy un poco cansada, porque he prestado mucha atención".
"¿Se ha cumplido todo lo que querÃas?"
Artizea reflexionó. Luego concluyó.
"SÃ. Recibà todas las respuestas que vine a buscar".
La emperatriz no dio una respuesta positiva inmediata. Pero serÃa una tonterÃa responder de inmediato por algo tan importante.
Artizea no estaba preocupada.
El corazón de la emperatriz estaba definitivamente inclinado. De lo contrario, no habrÃa entregado la estatua completa de la santa Olga.
La reliquia de su amiga muerta, en su estado imperfecto, habÃa estado hasta ahora guardada sin saberlo en su propio dormitorio.
¿Qué pensaba la emperatriz al ver la pérdida de su corazón cada dÃa antes de irse a dormir? ¿En qué más pensaba? Cedric suspiró.
"Por cierto, estás asumiendo una tremenda responsabilidad. Restaurar los Peschers. Podemos cancelarlo ahora".
"Te has dado cuenta".
"Si el vástago de los Pescher estuviera vivo, no habrÃa ocultado al santo. Ahora entiendo por qué hasta ahora cerró la puerta del Palacio de la Emperatriz y se quedó callada".
La Emperatriz aún tenÃa algo que proteger.
"¿Qué quieres hacer?"
"¿Es un asunto que puedo decidir?"
preguntó Artizea. Cedric preguntó a su vez.
"Esto es lo que has empezado. Por supuesto que tienes que decidir, ¿verdad?"
"¿Y tú, Cedric? Puedo decirte cuál es ventajosa y cuál es rentable, pero al final, será el Gran Ducado de Evron el que restaure a los Pescher".
Cedric pensó por un momento.
Pero la respuesta estaba decidida desde el principio.
"No quiero alejarme del Vizcondado Pescher. No es una buena idea. Al principio pensaba buscar un descendiente".
Cedric suspiró.
Le dijo a Ansgar que lo buscara, pero al final no ha investigado activamente.
Se sentÃa en deuda.
Dicho esto, no podÃa ignorar el riesgo. De todos modos, la máxima prioridad que debÃa mantener era el Gran Duque Evron.
"Hagámoslo si crees que es mejor posponerlo después de considerar las prioridades".
"El problema del Vizcondado de Perscher es sólo una pequeña cosa. De todos modos, Cedric lleva un montón de gente peligrosa".
Artizea pensó y habló del pueblo de los rebeldes del Gran Ducado de Evron.
Entendió lo que querÃa decir, y Cedric puso cara de vergüenza.
Artizea sonrió.
"Sin duda, estoy segura de que el Emperador ya sabe lo del artista Pescher, asà que no te preocupes demasiado. por favor lee esto en mi blog novelitaslight1409.blogspot.com Rincón de Asure. No se puede hacer algo ahora tanto como protegerlo. Retomar el trabajo de hace 18 años supone también una carga polÃtica para Su Alteza. Es aún más ahora que Lawrence está en la lÃnea para el sucesor ".
En apariencia, tiene que hacer lo que la emperatriz le pidió al hacerse cargo de la estatua. Sin embargo, en realidad, es por parte de la emperatriz que, si el intercambio se hiciera, la emperatriz estarÃa ansiosa.
La emperatriz no habÃa hecho nada durante 18 años y habÃa envejecido. Ella también debe haber sentido la ansiedad de que no habÃa nadie para tomar el relevo.
Ella no ha encontrado el carácter y el poder que merece ser el guardián de la sangre y la carne de su precioso amigo.
Asà que era una situación más bien de rehén, pues la emperatriz no tenÃa elección.
Artizea sonrió.
"¿No se supone que me preguntes por otra cosa?"
"¿Te refieres a la sal?"
dijo Cedric con un tono ligeramente preocupado.
"Es cierto que la carga es elevada, pero ¿no creÃas que era necesaria?".
"SÃ".
"Está bien. Sé que para traer las provincias del sur, necesitamos conseguir el Ducado de Riagan. La importación de sal del Ducado de Riagan también está muy implicada en las finanzas".
Cedric suspiró.
"Pero no puedo imaginar que ese dÃa llegue ......."
"No te preocupes".
dijo Artizea.
¿Cómo voy a convertirte en emperador si no puedo hacer tanto?
Artizea sonrió y miró a Cedric.
"Volvamos".
Cedric asintió con la cabeza. Y caminó junto a ella y salió del palacio de la emperatriz.
***
"Marta, abre la caja".
La emperatriz se vistió cómodamente y se sentó en su cama.
La condesa Martha abrió la caja que habÃa traÃdo de la sala de audiencias.
Cuando abrió la tapa, los cuatro lados de la pared de la caja se abrieron como si se desprendieran.
Y en ella salieron cristales de sal, como piedras preciosas azules.
"Su Majestad...."
La condesa Marta llamó a la emperatriz con su voz temblorosa. La emperatriz no dijo nada durante un rato.
Estos cristales de sal con aspecto de joya proceden únicamente de una playa propiedad del Ducado de Riagan.
El escudo de armas del duque de Riagan también incorpora el cristal de sal.
El duque de Riagan perdió a todos sus descendientes, excepto a la emperatriz.
La emperatriz renunció a su tÃtulo en el momento de su matrimonio, por lo que tras la muerte de sus padres no pudo recuperar su tÃtulo.
El actual duque de Riagan fue el que sirvió al emperador. Fue el emperador quien le dio un asiento allÃ.
Teniendo en cuenta que la fundación del duque de Riagan procedÃa de la sal del Mar del Sur, el significado de la ofrenda de Artizea de este cristal de sal estaba claro.
Artizea le habÃa dicho a la emperatriz que le devolverÃa el ducado de Riagan.
"Marta".
Dijo la emperatriz con voz quebrada.
"¿Es esto posible?"
"... ¿Cómo me atrevo a hacer tal juicio?"
Dijo la condesa Marta con voz mordaz.
Es imposible recuperar el Ducado de Riagan. La única descendiente es la emperatriz.
Y ella ya no tenÃa hijos. No tenÃa parientes cercanos.
Sin embargo, no tenÃa intención de transmitirlo a uno de sus parientes actuales. Son traidores que sucumbieron ante el emperador y perjudicaron a los descendientes, por lo que todos merecen la muerte.
Por lo tanto, aunque expulse ahora al actual duque de Riagan, no hay forma de que pueda recuperar el futuro que la emperatriz querÃa en un principio.
Sin embargo, la Condesa Martha no podÃa decir eso.
Conociendo el sufrimiento que la Emperatriz habÃa pasado durante 18 años, no podÃa decir que era imposible.
"SÃ, es imposible".
La emperatriz lo dijo y se tumbó en la cama.
La Condesa Marta colocó el cristal de sal en el lugar donde habÃa estado la Santa. Estaba en una posición en la que la emperatriz podÃa verlo con sólo tumbarse de lado.
"Martha, estoy....."
"SÃ."
"Nunca lo he olvidado".
"SÃ, Su Majestad..."
"Pensé que era imposible levantarme porque he envejecido y no me quedan fuerzas en las manos y los pies. Pero aún no lo he olvidado".
La emperatriz lo dijo.
La emperatriz empezó a dormitar después de estar agotada de recibir a los invitados después de mucho tiempo. Y pronto se quedó dormida.
La condesa Marta la cubrió cuidadosamente con una manta.
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