La Emperatriz Abandonada 325

La Emperatriz Abandonada 325

Lunes, 05 de Julio del 2021



La Emperatriz Abandonada 325


Sí, tú eras una mujer así, una mujer de muñeca hecha sólo para el emperador.

Muy bien, ya que me trataste como un semental, déjame sembrar una semilla para ti.

Me reí fríamente, abrazando su frío cuerpo. Me burlé de ella, que se puso rígida en ese momento.

¿Por qué tiemblas cuando quiero tener sexo contigo como deseas? ¿No lo quieres? ¿Crees que es terrible tener sexo con un hombre con sangre de plebeyo?

Bueno, ¿qué puedo hacer? Esta es mi realidad. Estás hecho para el emperador, de todos modos. Puedes acostarte con cualquiera mientras lleve la corona del emperador, ¿verdad?

Aunque se quedó helada y se mordió los labios con fuerza por el dolor, no se resistió cuando la obligué a hacer el amor. Al ver que las lágrimas salían de sus ojos cerrados, torcí la boca.

Maldita sea. ¿De verdad quieres dar a luz a un niño que podría ser el príncipe heredero? ¿Deseas tanto al bebé que te acostaste con un hombre al que no amabas y al que despreciabas tanto?

Incluso cuando estaba confundido con este tipo de pensamientos, mi cuerpo empapado de placer sexual fue fiel a su misión. Sólo después de eyacular me desilusioné de ella. ¿Qué hice ahora? ¿Cómo es que me acosté con otra mujer cuando tenía una mujer amada?

Cuando pensé que la facción noble podría tomar nota de esto, mi cabeza comenzó a palpitar.

Me daba vértigo pensar que Jiun lloraría cuando descubriera esto. Y...

Me apresuré a levantar mi cuerpo y ponerme la ropa. No tuve el valor de mirar hacia atrás. Pero me estremecí cuando la vi a través del hueco de la puerta cerrada.

¿Estás llorando ahora? ¿No era esto lo que querías? ¿No utilizaste a la facción pro-emperador para presionarme para que me acostara contigo, y así poder dar a luz al próximo emperador? Entonces, ¿por qué estás llorando? ¿Por qué estás tan triste?

Oh, ya veo. Estabas molesta porque te acostaste con un hombre con sangre de plebeyo, ¿verdad? ¿Ofendió tanto tu orgullo de nobleza? ¿Fue esa la razón?

Crujiendo los dientes, me di la vuelta, pero después de unos días, volví a visitar su palacio porque me sentía mal. Y me enfadé conmigo mismo porque me sentí culpable aunque fuera por un momento.

Como siempre, se quitó la ropa con indiferencia. Le dediqué una sonrisa hueca. Me sentí amargado cuando ella ni siquiera gimió cuando abracé su frío cuerpo con brusquedad.

Ya veo. Fui tan tonto como para pensar que ella tenía emociones cuando sólo cumplía con su deber cuando era necesario.


Te quiero, Rube


Miré a Jiun que se confesó, sonrojada. Sentí algo extraño. Si tengo una mujer a la que amo, ¿no es normal que sea feliz como si fuera el dueño del mundo entero?

Pero, extrañamente, no era tan feliz como pensaba. Me sentía gratificado, pero no era tan feliz como si tuviera el mundo entero. Descubrí que me faltaba algo aunque tuviera lo que quería.

¿No la amaba entonces?

De repente me vino a la cabeza esa pregunta, pero me apresuré a sacudir la cabeza. De ninguna manera, ¡eso es imposible! ¿A quién más podría amar sin esta mujer que sólo se preocupaba por mí?

Observando sus ojos negros temblando ansiosamente, le hice una sonrisa forzada. Ignorando mi creciente duda sobre mi amor por ella, le susurré al oído que la amaba. Luego les ordené que celebraran un gran banquete para demostrar mi afecto por ella.


Todavía no estoy seguro, pero creo que estás embarazada. Si es un hecho, es algo que tenemos que celebrar todos.


Había alegría en los ojos del duque Lars, que vino a verme para felicitar el embarazo de Lady Monique.

Asentí con calma porque sabía que algún día se quedaría embarazada.

Entonces, ¿estás contento porque ahora tienes lo que quieres, Duque? Supongo que sí. ¿Cómo no vas a estar feliz si yo he cumplido fielmente con mi papel de semental?

Lady Monique permaneció tranquila e indiferente a pesar de los saludos de felicitación de muchas personas. Contrastaba tanto con Jiun, que gritó en cuanto se enteró de que estaba embarazada.

Levantando a Jiun que se puso en cuclillas, tragué un suspiro. Aunque lo odiaba tanto, sentí que quería levantar la mano de Lady Monique esta vez.

¿Es que esta mujer no piensa en su orgullo o en su dignidad de emperatriz? ¿Por qué es tan estúpida? Ahora mismo, no hay muchos que se sientan realmente felices por su embarazo.

Aunque me irrité, la miré con una sonrisa fingida porque era una mujer que me amaba, y a la que yo amaba de todos modos. Debería soportarla y protegerla, pensé.

Ese sería el verdadero amor que esperaba.


¿Hay alguien aquí? ¡Llama al médico real inmediatamente!


Me desmayé al ver que su vestido se manchaba de rojo. No quería hacerle esto. Aunque reaccioné con calma por miedo a que se hiciera daño, en el fondo pensaba en promocionar al bebé de Lady Monique como príncipe heredero. Por eso no respondí claramente a la pregunta del duque Jena.

Había muchos problemas para instalar al bebé de Jiun como príncipe heredero sólo porque la quería. Aparte del sentido político, no tenía la educación básica que se espera de la emperatriz. Era evidente que el imperio pasaría a manos de la facción noble si me ocurría algo malo después de que su bebé fuera designado príncipe heredero.

Por otra parte, Lady Monique contaba con una fuerte base de apoyo y sentido político, por lo que era seguro que si lograba suavizar su carácter, obtendría resultados más deseables para el imperio. En este sentido, necesitaba mantener a raya a su facción, ya que se subía a la parra por el simple hecho de ser favorecida por el emperador. Por esta razón, le dije que su bebé no podía ser el príncipe heredero, aunque no lo decía en serio.

Como no podía seguir mirando su rostro que se había puesto blanco, me alejé a toda prisa del lugar del pecado. Me dolió el corazón cuando me enteré por el médico real de que había sufrido un aborto y que no podía volver a quedarse embarazada. Pero mi creciente sentimiento de culpa desapareció cuando me informaron de sus recientes actividades.

No podía creer lo que oía. ¿Ha vuelto a la oficina de asuntos de palacio para hacer su trabajo?

Efectivamente, era una mujer muy fuerte. ¿Cómo pudo volver a trabajar incluso después de haber perdido a su bebé? ¿Estaba decidida a mantener su puesto allí porque no podía volver a quedarse embarazada?

De repente, recordé su actitud obediente cuando tenía relaciones sexuales con ella. ¿Cómo reaccionaría si la visitara ahora? ¿Reaccionaría sin resistencia como antes o se negaría? Como ya no podía quedarse embarazada, no tenía ninguna razón para evitar tener relaciones sexuales conmigo, que tenía sangre de plebeyo.

Sacudí la cabeza con fuerza. ¿En qué estoy pensando ahora? Estos días pensaba en todo tipo de cosas, ya que mi cabeza palpitaba a menudo. De todos modos, tenía una mujer que tenía mi amor, Jiun a quien amaba, y que susurraba que me amaba.


"¡Dispara la flecha!"


De repente, oí unos gritos a lo lejos. Mi cuerpo que se movía regularmente se balanceó por un fuerte impacto. De mi boca volvió a salir sangre, que creí que había dejado de fluir.

Alguien me cargó urgentemente en su espalda y comenzó a correr de nuevo. Podía sentir su movimiento inestable por todo mi cuerpo.


"Oh no... aguanta un poco más..."


Se escucharon unos murmullos y algo apareció en mi visión borrosa, que era plateada oscurecida con carmesí como lo que vi en el día...


La emperatriz ha tenido un aborto. El culpable es un caballero de la familia Monique.


¿Era realmente cierto? ¿Cómo podría la familia Monique, que juró lealtad absoluta a la familia imperial hacer eso? Si lo hicieran, el marqués sería ejecutado de inmediato. Era imposible que lo hicieran sin volverse locos.

Descarté de plano la supuesta implicación de la familia Monique y me dirigí al palacio de Jiun. Estaba casi agotado de apaciguar a la que rechazaba toda la comida y la bebida. Después de todo, pude salir de ella tras asegurarle repetidamente que aún la amaba, independientemente de su aborto, y que atraparía al culpable y lo castigaría como corresponde.

Sin embargo, por mucho que reflexionara sobre el asunto, no conseguía averiguar quién era el verdadero culpable. Así que renuncié a seguir agonizando y ordené al criado que me trajera vino, tocando mi cabeza que me escocía. Estos días apenas podía ir a dormir sin beber alcohol a causa del insomnio, que se había agravado.

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