Jueves, 01 de Abril del 2021

La Emperatriz Abandonada 161

"Me dijeron que la profundidad del río Lumo no es escasa. A pesar de ello, se produjeron inundaciones. Esto significa que no cuidaron bien las zonas circundantes. Así que creo que debemos construir diques a lo largo de las ramas del río y plantar árboles primero."

"Hmm. ¿Entonces?"

"Bueno... creo que tenemos que construir un embalse que almacene parte de las inundaciones para prepararnos para los posibles daños de las sequías e inundaciones. También podemos importar y cultivar cosechas resistentes a las sequías en consulta con el reino de Eet o el de Sono, que sufren sequías frecuentes"

El emperador endureció su rostro y dijo con voz muy dura: 

"¿Quién puede hacer el trabajo? Quiero decir que nos faltan manos para llevar a cabo esa enorme tarea"

"Por supuesto, los afectados por las inundaciones deberían asumir el trabajo"

"En otras palabras, ¿propones algo así como un trabajo de ayuda para ellos? ¿Pagarles por el trabajo?"

"No, no me refiero a eso. Si les dieras dinero cuando están devastados por las inundaciones, malgastarían el dinero, se rendirían y se desesperarían. Así que creo que sería bueno bajarles los impuestos en función de su carga de trabajo"

Con los ojos brillando de repente, el emperador preguntó: 

"¿Por qué?"

"Teniendo en cuenta la naturaleza del sistema fiscal imperial, que recauda un determinado porcentaje de la cosecha total, creo que trabajarán más porque cuanto más beneficios fiscales tengan, mayor será su parte"

"Hay un problema con tu idea"  objetó el duque Jenna con voz fría.

"Incluso hoy, la tasa de impuestos del imperio es la más baja del continente. ¿Cómo podemos reducir más el tipo impositivo? Además, estás hablando de hacerlos exentos de impuestos, ¿no? Eso es imposible"

"¡Uf!" 

Dejé escapar un suspiro ante el obstinado argumento del duque.

'¿Es esta persona realmente un pariente lejano de mi abuelo?'

Estaba realmente molesto. Parecía que no conocía el significado de la existencia de los nobles, llevado por su posición de gran noble.

'¿El poder hace que la gente sea así?'

Como gran noble que goza de riqueza y poder, se supone que debe cumplir con las obligaciones propias de sus privilegios.

Endurecí mi rostro tras aclararme la garganta. Sentí que ya era hora de mostrar la garra que me había abstenido de exhibir para mantener un perfil bajo durante tanto tiempo.

"¿Crees que la familia imperial se parece a una fruta?"

"¿De qué estás hablando?"

"Lo que quiero decir es si crees que este imperio se derrumbará si la familia imperial no cobra impuestos al pueblo durante unos años"

"¿Qué?"

"¿Qué es lo primero? ¿Los impuestos? Sí, eso es importante porque se necesitan impuestos para hacer funcionar el país. ¿Pero no crees que debes recordar que no hay imperio sin el apoyo del pueblo? Como un padre, es el deber de la familia imperial cuidar del pueblo, y el deber de la familia imperial es el deber de los nobles que ayudan a la familia imperial. Como el pueblo está devastado por las sequías y las inundaciones, ¿no es el deber propio de la familia imperial rescatar al pueblo como sus padres?"

Me quedé sin aliento porque hablé rápido sin aflojar. Luego, hablé muy claramente: 

"Tengo una idea. Si eres tan leal a la familia imperial, ¿por qué no compensas los impuestos insuficientes para la familia imperial? Si lo haces, el emperador no olvidará la lealtad de la familia Jena"

"..."

"Oh, esa es una buena manera. Gracias, Duque Jena. Nunca olvidaré su lealtad"

"...Es un honor, Su Majestad"

A diferencia del emperador, que parecía muy feliz, los ojos púrpuras del duque estaban llenos de ira.

Miré a mi alrededor una vez, con la boca un poco levantada. Vi al duque Lars, al duque Verita y al marqués Enesil sonriendo satisfactoriamente. El hijo del marqués Mirwa, de la facción noble, también sonreía.

'¿Por qué sonríe? ¿No está en la misma facción liderada por el Duque Jena?'

Cuando me quedé perplejo por su incomprensible sonrisa, el emperador dijo de forma alegre: 

"Bien. Creo que tenemos la solución gracias a las propuestas de las dos damas. En cuanto a los detalles, por favor consulta con el primer ministro y el ministerio correspondiente e informa al príncipe heredero. Deja que me desentienda de este asunto"

"¡Sí, Su Majestad!"

"Hmm, ahora que lo pienso, el baile para Lady Jena todavía está en marcha, ¿verdad? Todos, vayan y disfruten. Dejadme descansar que estoy cansado"

"Entonces me despediré, Su Majestad"

Después de mostrar los debidos modales al emperador con voz mansa, Jiun miró a la mesa principal en silencio. El joven de pelo azul, que me devolvió la mirada, se levantó lentamente y le tendió la mano a Jiun. Luego, la acompañó a la salida.

Mientras observaba a la pareja desaparecer por un momento, los dos duques, mi padre y el marqués Enesil se acercaron a mí. El duque Verita dijo con una sonrisa de satisfacción en su rostro: 

"¡Qué maravilla! Es la primera vez que veo a Lady Monique hacer un trabajo tan bueno en estos cinco años"

"Permítame corregir eso. En realidad, vimos su excelente actuación cuando se produjo el incendio hace poco, ¿no?"

"Oh, es cierto. Pero ella ha estado tratando de mantener un perfil bajo hasta ahora. De todos modos, estoy muy satisfecho con su actuación. ¿Te has fijado en la expresión del duque Jena?"

Al ver que se reía a carcajadas, quise preguntarle por Allendis, pero no pude porque mi padre estaba a mi lado.

'¿Le va bien? Según las respuestas del duque Verita a un par de cartas que le envié, le perdió la pista a su hijo después de que abandonara la delegación'

"Duque Lars, creo que cumplirá la promesa por todos los medios"

"¿Promesa? ¿De qué diablos estás hablando, Arkint?"

"Oh, Lady Monique. ¿No puede seguir confiando en mí? Vayamos de todos modos a la sala de banquetes. Deja que te lo explique por el camino"

Me dio un poco de pena cuando le vi soltar una carcajada, pero sonreí torpemente porque quería asegurarme de que debía cumplir la promesa por todos los medios.

Mientras caminaba tras los cuatro que hablaban de un "trato" en serio, llegué al salón de banquetes. Vi a los dos duques y a mi padre rodeados por los nobles de la facción pro-emperador tan pronto como llegaron a la sala de banquetes, y luego me dirigí al salón.

Me senté en una silla blanda y cerré los ojos. Mi cuerpo se sentía pesado como un vestido mojado.

Estoy muy cansada. Creo que hoy estoy teniendo un día inusualmente largo. '

Sin un adorno en el pelo, podía apoyarme cómodamente en el respaldo de la silla, pero como estaba en una postura rígida por miedo a que mi vestido se arrugara, me sentía aún más cansada.

Cuando estaba presionando la sien que me escuece, oí que alguien entraba en el salón.

Cuando me volví sin querer hacia él, me levanté rápidamente y mostré los debidos modales haciendo una reverencia.

"Es un honor verle, Pequeño Sol del Imperio"

Llevaba el pelo azul peinado hacia atrás con pulcritud, el pañuelo azul que llevaba parecía hacer juego con él y el traje blanco estaba impoluto. Cuando levanté la vista, me encontré con sus ojos azul marino mirándome.

'¿Por qué había venido aquí? Aunque su uso no está claramente definido, el salón es utilizado sobre todo por mujeres. Además, ¿no es el compañero de Jiun, el protagonista del banquete de hoy?'

"Su Majestad, ¿por qué está aquí...?"

"..."

Se quedó en silencio. Sólo me miraba con ojos profundamente apagados.

Cuanto más tiempo tenía mis ojos, más seca estaba mi boca. Cuando bajé la mirada, fingiendo revisar mi vestido mientras tragaba, dijo, rompiendo el silencio: 

"No sabía que era tan difícil tener la oportunidad de hablar contigo a solas"

"..."

"Quizá sea difícil en el futuro"

Me quedé sin palabras ante su tono vacío. Como no me atrevía a levantar la cabeza, jugueteé en silencio con el dobladillo de mi vestido blanco. Se hizo un silencio incómodo.

"... Aristia. "

Me puse rígida cuando pronunció mi nombre por segunda vez. Le oí decir con un suspiro: 

"Mírame"

"...Estoy avergonzada, Su Majestad"

Cuando levanté la cabeza vacilante, vi sus ojos azul marino fijos en mí.

Una vez más, suspiró profundamente y sacudió la parte del cuello de su traje. Mis ojos se abrieron de par en par al ver que su pulcro vestido estaba desaliñado. ¿Significaba eso que se sentía acartonado? Era un hombre que no se permitía lucir desaliñado.

Parecía que se sentía frustrado en sus acciones. De alguna manera me dio pena. Estaba ocupado prestando atención a muchos asuntos nacionales, pero ahora estaba angustiado por los problemas de Jiun y míos.

"He oído tu opinión sobre cómo afrontar la inundación del río Lumo. Me parece excelente. Voy a poner en práctica tu propuesta"

"Gracias, Majestad"

"Pero por qué no... Oh, creo que sé la respuesta aunque no pregunte"

"..."

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