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| Miércoles, 17 de Marzo del 2021 |
La Emperatriz Abandonada 135
Me dirigí con Carsein en dirección a donde conducían los caballos.
Varias personas estaban reunidas bajo la oscura sombra de un árbol. Vi al emperador de pie, rodeado por los caballeros reales que lo escoltaban, y a un mensajero, que se arrodillaba, informándole.
¿Qué le está informando?
Escuché con atención, pero no oía bien.
Me estaba mordiendo el labio con frustración cuando un caballero real que me reconoció se hizo a un lado.
Al acercarme con un presentimiento ominoso, oí al emperador gritar al mensajero.
"¿Qué acabas de decir? Repítelo"
"Tengo miedo de decirlo, pero he recibido el mensaje de que una mujer de pelo oscuro ha aparecido de repente en el jardín imperial. "
Justo en ese momento, me sorprendí.
'¿Qué? ¿Apareció una mujer de pelo oscuro? Pelo negro ... '
Mi corazón latía ahora como un loco, y me faltaba el aire. Mis rodillas se tambaleaban.
'¿Pelo oscuro? ¿Una mujer que apareció de repente en el Palacio Imperial'
'¿Es esta mujer? ¿La genuina hija de la profecía de Dios, Jiun? ¿Ha venido finalmente?'
'¿Por qué ahora, en lugar de un año después?'
Estaba confundida y llena de pensamientos complicados. Me desmayé. Gemí y caí en un mundo de blanco puro donde no se podía ver ni oír nada.
Un mundo de blanco puro en el que no podía pensar ni sentir.
'¿Cuánto tiempo he estado a la deriva en el mar blanco puro?'
Mi visión vacía volvió lentamente, y el zumbido en mis oídos disminuyó gradualmente.
Cerré y abrí mis ojos borrosos.
El mundo borroso empezó a aparecer claramente en mi vista poco a poco.
Cuando cerré y abrí bien los ojos por última vez, un joven pelirrojo me miraba ansiosamente.
"... Ah".
"... "
"¿Tia?"
"... Sein". Miré a mi alrededor.
Vi árboles imponentes y una brisa soplaba sobre mis oídos. Había silencio en todas partes.
No sólo el emperador, sino también el mensajero y los transeúntes desaparecieron. Sólo yo, Carsein y un par de personas más estábamos de pie a la sombra del árbol.
Con sus ojos azules llenos de dudas, me preguntó con una sonrisa: "¿Qué te pasa? De repente te has quedado atónito y..."
"Oh, no. Nada".
"Hmm".
Carsein se inclinó hacia delante para encontrarse con mis ojos y de repente puso ambas manos en mi mejilla.
Sus ásperas pero cálidas palmas se sentían como las manos de mi padre. ¿Será porque ambos eran caballeros que llevaban espadas que me sentí así?
"¿Qué te pasa, Tia?"
"¿Eh? ¿Cómo me veo?"
"¿De verdad me lo preguntas ahora porque no lo sabes?"
Con el ceño fruncido, Carsein torció sus dedos pulgar e índice para pellizcar mis mejillas.
'¿Qué diablos está haciendo ahora?'
Incluso antes de preguntárselo, ya me dolían las mejillas por su pellizco.
Sólo entonces dejé de sentir náuseas. Me sentí como si hubiera bajado del barco sacudido por las altas olas y por fin hubiera puesto los pies en la tierra.
Cuando recobré el sentido y miré al frente, Carsein, que me estaba pellizcando la mejilla, me sonrió. Sus ojos azules, que reflejaban por completo el cielo azul del otoño, danzaban con una sonrisa.
"¡Ay! No hagas eso".
"¿Qué has dicho, pequeña?"
"... Para".
Cuando tiré de su gran mano que aún me pellizcaba la mejilla, se enderezó y me dio unas palmaditas en la mejilla con el dedo índice.
Entornando las cejas, hablé con voz malhumorada: "¿Por qué me tomas el pelo así?".
"Mi niña, pareces la gatita de tu casa ya que hoy estás muy nerviosa".
Cuando le miré fijamente, frunciendo las cejas, sonrió alegremente y me llevó la mano a la barbilla.
'¿Está tratando de hacerme cosquillas?'
De repente, me acordé de Luna porque maullaba agradablemente cuando le hacía cosquillas debajo de la barbilla con suavidad.
'¿Ahora me trata como a un gato y no se contenta con llamarme niña?'
'Entonces, ¿debo hacer un sonido como el de Luna?'
Cuando recordé su maullido, me eché a reír de repente. Mirándome detenidamente, dejó de extender la mano y dijo: "Hmm, creo que ya estás bien".
"¿Eh?"
"Bueno, parecía que te ibas a escapar hace un rato".
"... ¿En serio?"
"Sí, hablo en serio. ¿Qué te ha pasado? ¿Qué pasa?"
Dudé porque no podía responder bien. No podía hablarle de mi vida antes de mi regreso del pasado, ni tampoco de Jiun. Al notar que dudaba en decir algo, se rió de mí y dijo: "Como estás tan preocupada así, no crecerás más".
"... "
"¡Uf! ¿Cuándo podré hacer que crezcas y te cases? Tengo muchas cosas en la cabeza por tu culpa".
"... ¿De qué diablos estás hablando ahora, Sein?"
Haciéndole un mohín, intenté salir del jardín cuando un caballero real se acercó y me saludó amablemente.
"¡Gloria al Imperio! Hola, Sir Monique. "
"¡Lealtad al León! ¿Tienes algo que decirme?"
"El emperador te busca urgentemente".
"¿Su Majestad me busca? ¿Cómo es que no le dijo a su asistente personal...?"
"No tengo ni idea."
'¿Por qué me busca? ¿Fue por lo que pasó hace un rato?'
De todos modos, sentí que debía ver al emperador, así que me despedí de Carsein y acompañé al caballero.
"Pase, Lady Monique".
"¡Es un honor verte, el Sol del Imperio!"
"Te he llamado para tomar una taza de té".
"Es un honor, Su Majestad".
Pensé que me llamaba por esa simple razón, pero sostuve en silencio la tetera traída por la doncella.
La tetera de plata, que estaba tallada con elaborados grabados del león rugiente, el emblema real, era muy hermosa. El escudo del león también estaba grabado en los juegos de tazas y cucharas de plata. Apreciando la elegante belleza de las tazas de té imperiales, saqué el escaramujo de la caja y lo preparé en una taza de té de plata.
"Nunca había visto esa caja. ¿Es suya?"
"Sí, Su Majestad".
"Hmm".
'¿Por qué la mira con tanta atención? Es sólo una caja de té ordinaria'
Cuando seguí su mirada por curiosidad, noté el sello imperial estampado en la caja.
"Oh, Dios mío...
Aunque no cometí ningún pecado, me sentí culpable de alguna manera. Así que dije en tono de disculpa: "De hecho, lo envió el príncipe heredero hace poco".
"Oh, ¿lo envió él?" Dijo como si no pudiera creer lo que oía.
Con una sonrisa, dijo, con la mirada fija en la caja: "Me pareció sorprendente que mi hijo preparara una tiara y me la dejara hace poco. Pero no sabía que Rube le hiciera regalos como éste".
"... Lo siento, Su Majestad. "
"No lo mencioné para culparla, Lady Monique. Sólo pensé que su comportamiento era un poco extraño. Me preocupaba que no congeniara con usted hasta hace unos años. Ambos han cambiado mucho desde entonces. "
Mis conjeturas eran correctas. No era yo la única que sentía que el príncipe heredero había cambiado mucho.
'¿Pero qué sentido tiene hablar ahora de su cambio? Jiun ha llegado.'
Estaba tan sorprendida que sólo escuché la primera palabra del mensajero, pero no oí lo que informó al emperador. Así que no sabía los detalles de la llegada de Jiun.
'¿Ya conoció a Jiun?'
Al igual que cuando la descubrió por primera vez después de que ella cayera en el lago del Palacio Imperial.
"Monique".
"Sí, Su Majestad".
"De hecho, te llamé porque tenía algo que decir en secreto."
"Por favor, adelante, Su Majestad."
"¿Se ha hecho finalmente realidad lo que he estado temiendo?
Apreté los latidos de mi corazón, tragando con ansiedad.
Después de enviar al caballero real y a la doncella fuera de la habitación, para que no pudieran escuchar, el emperador se inclinó hacia delante y susurró: "De hecho, mi estado ha empeorado desde anteayer. Me canso con facilidad y me siento mareado a menudo. "
"Llamaré al médico real ahora mismo".
Aunque no era lo que esperaba, me sorprendió escuchar eso.
Pensé que había mejorado después de ir al palacio de verano.
'¿Qué pasó?'
Me detuvo cuando me levanté de un salto e intenté llamar al médico, y dijo, chasqueando la lengua: "¡Bueno, tus acciones ahora sí que se parecen a las de tu padre! Si quisiera llamar al médico, no tendría que llamarte aquí, ¿verdad?".
"Pero Su Majestad..."
"No quiero que los demás lo sepan. Entonces, ¿puede ayudarme?"
"Cómo puedo..."
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