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| Lunes, 22 de Febrero del 2021 |
La Emperatriz Abandonada 117
Las emociones que creía haber reprimido salieron a la luz. Mi corazón vacío empezó a latir de nuevo.
Quiero tenerte. No quiero perderte. Quiero encerrarte, para que nadie pueda verte. Mírame a mí, que sólo te miro a ti. Ven a mí, que te quiero tanto. No te vayas. Quédate a mi lado. Por favor, mi señora'.
¿Y si la llevaba y la confinaba en la casa que había preparado hace tiempo? Podría llevar a cabo mi plan esta vez, cuando su padre probablemente pensara que llegaba tarde por la fiesta. Había comida y dinero en la casa segura de las facciones nobles que visité el otro día. Nadie podría encontrar a mi dama si me pasaba por el piso franco, cogía las provisiones necesarias y escapaba hoy de la capital. De todos modos, he ahorrado suficiente dinero para vivir y comer toda mi vida. Si pudiera huir de la capital sin que nos atraparan, nadie nos encontraría ya que estaríamos encerrados en un lugar remoto para siempre. No te preocupes. Como genio del siglo, puedo ser más astuto que ellos, pase lo que pase.
Nos dirigimos al distrito de los plebeyos. Cuando vi que Tia me seguía despreocupadamente, mi corazón palpitó con fuerza. Cuando llegáramos al piso franco, la noquearía de inmediato. Entonces, podría salir de la capital llevándola en el carro.
Perdóname, Tia. Al final serás feliz porque estaré allí para cuidarte, amarte y mirarte. Tú también querías escapar de tu sombra, ¿verdad? Si vives escondida conmigo, no tendrás que enfrentarte a la sombra ni luchar por escapar de la oscuridad. Podrás llevar una vida normal escapando de la grave condición de prometida del príncipe heredero, así como de la presión de convertirte en la sucesora de la familia Monique.
Así que vamos, mi señora.
"Allen, no creo que estemos en el camino correcto de vuelta a casa".
Cuando vi los ojos dorados de mi señora mirándome con pureza sin ninguna duda, mis pensamientos insanos comenzaron a desvanecerse lentamente. Su mirada serena sobre mí, llena de confianza ciega en mí de la misma manera que ella confiaba en mí cuando era una niña, hizo volar las telarañas de mi cerebro.
Mi corazón se hundió. No podía creer cómo se me había ocurrido llevar a cabo impulsivamente un plan tan imprudente cuando juré protegerla con tanta firmeza. No podía entender cómo se me ocurrió hacerle daño y arrastrarla de nuevo al mundo de la oscuridad.
Lo siento, Tia. Supongo que estaba fuera de mis cabales. ¿Qué debo hacer, mi señora? Creo que me estoy volviendo cada vez más loco'.
"Buen trabajo, Allendis. Te vas en tres días. ¿Qué tal tus preparativos? ¿Ningún problema?"
"Hasta ahora todo bien, Su Majestad".
"Bien."
“… ”
"Cuando te miro, me acuerdo de mi juventud por alguna razón."
Después de disfrutar de la fiesta del pueblo con Tia, no la visité. Tia tampoco vino a verme.
Quiero verla. Al verme suspirar con profunda añoranza por Tia, el emperador dijo: "Yo también amé intensamente a una mujer. Fue la primera vez que pensé que podría abandonar el estatus de emperador e incluso renunciar al imperio si conseguía ganar su corazón".
"Entonces, ¿la tuviste?"
"No, la solté".
"¿Por qué la soltaste? Tienes todo para hacerla tu mujer, ¿no?"
"Bueno, ella tenía otro tipo que la amaba mucho, y ella también lo amaba. Pensé mucho en apartarla de él, pero finalmente la dejé ir", dijo con una sonrisa amarga.
Yo creía que sólo era una persona avispada y de corazón frío, pero también tenía una debilidad por el amor.
Miré en silencio al emperador después de encontrar sus aspectos inusuales. Nunca lo había conocido personalmente, salvo el día en que solicité una reunión secreta con él. Me pareció entender por qué mi padre, que era tan racional y sólo tomaba el camino recto, y el marqués Monique, que era tan contundente, le juraron lealtad sacrificando a tanta gente. Me pregunto cuántos reyes habría que fueran lo suficientemente considerados como para preocuparse por los pensamientos internos de su subordinado.
"Allendis".
"Sí, Su Majestad".
"Entonces, no te sientas amargado y sólo escucha. El tiempo va embotando el amor y el dolor. En ese momento, pensé que moriría si no recibía su amor, pero me las arreglé sin ella. Conseguí soportar el dolor de la separación".
“… ”
"Así que, aunque sea tan duro estar separado de ella, ¡aguanta! Con el tiempo, llegará un día en el que puedas sacudírtela como yo. No quiero perder un talento como tú por culpa de esto. ¿Lo entiendes? ”
"... Su Majestad..."
"Puedes considerarlo como mi egoísmo. Mientras manejaba el asunto esta vez, sentí que eres un talento esencial para el imperio. Así que, soporta el castigo y vuelve por todos los medios. Incluso si no puedes volver inmediatamente, ¿puedes prometerme que volverás algún día por todos los medios?"
¿Ya lo sabía? Parecía ahogarse con lágrimas en sus ojos azules cuando me miraba. ¿Había alguna otra persona que se preocupara por mí más que él, excepto mi señora? Incluso mis padres me mantenían a una distancia respetable.
Si hubiera conocido al emperador un poco más rápido, ¿habría sido diferente mi vida?
Mientras me miraba largamente al no responder, dijo con un suspiro que podía irme.
Lo sentí mucho. Sin embargo, ya había decidido amar sólo a Tia, así que no podía responder a su propuesta.
"... Allen. ”
Dos días antes de que partiera la delegación al reino de Lua, recibí la visita inesperada de Tia. Cuando la vi dudar, no pude controlar mi efusión emocional.
'Bueno, pensé que no volvería a verte. Entonces, ¿has venido a despedirme, mi señora?'
Aunque no esté allí, no te sientas mal, Tia. Aunque parezcas fría, sigues teniendo un corazón tierno. Supongo que debes haberte sentido desconsolada después de que te propusiera matrimonio. Sé que debes haberte angustiado por eso, pero ya no te sientas así. Me angustia más verte con el corazón roto por mi culpa. No tienes que sentirte triste por mí, que he traicionado tu fe en mí.
"He oído que te vas a unir a la misión".
"Sí."
"Oh, es verdad."
"Bueno, es que ha salido así".
Intenté reírme despreocupadamente, pero parecía que no podía controlar mis expresiones faciales. Sus ojos dorados temblaban. De todos modos, llegó en el momento justo porque tenía mucho que decirle.
"Tia".
"¿Eh?"
"No te enfermes".
“…. ”
"Aunque hayas mejorado en estos días, no eras tan saludable en el pasado. No te saltes las comidas porque estés estresado. No trabajes en exceso. Si te derrumbas, tu familia se pondrá patas arriba".
"... Allen. ”
La mirada de su rostro se tornó sombría, pero seguí hablando. Todavía tenía muchas cosas que decirle. "Ten cuidado de no resfriarte en los días de lluvia, en particular. Como ahora eres un caballero, creo que te pillará la lluvia aunque llueva. En ese caso, báñate con agua caliente, y si aún tienes el té que te di el otro día, prepáralo. Dicen que es bueno para prevenir los resfriados. ”
"Allen".
"El invierno está a la vuelta de la esquina, así que vístete bien. No te desabroches los botones superiores del abrigo sólo porque te sientas acartonado. Apriétalo, ¿vale?"
"¡Allen!"
Al final, sus ojos dorados se humedecieron poco a poco con lágrimas. Me dolió el corazón ante su temblor "No digas eso, Allen. ¿Por qué me lo dices así, como si nunca fueras a volver? Vas a ir como miembro de la delegación, ¿verdad? Volverás cuando termine tu misión, ¿verdad? ¿Eh? Allen. ”
"... Tia. ”
"Sí."
"Si te pido que aceptes mi corazón incluso ahora... no lo aceptarás, ¿verdad?"
Sonreí amargamente cuando ella dudó. Me giré porque no quería verla con un sentimiento de culpa. Cuando estaba poniendo un pequeño frasco de medicina en mi equipaje, ella dijo débilmente: "No diré que lo siento más".
“… ”
"Pero Allen, que sepas esto. Aunque no sea de tu misma opinión, quiero que sepas que tú y mi padre son las personas más preciadas para mí en este mundo."
"...Tia. ”
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