Lunes, 28 de Junio del 2021

Jin Xiu Wei Yang  60

Ondas en el agua del manantial

Sorprendidos, todos cambiaron inmediatamente su mirada y vieron a un joven de pie en la puerta.

Sus ojos eran tan brillantes y claros como la luna llena. La claridad y la frialdad en ellos podía verse incluso desde lejos, aislándolo del mundo que lo rodeaba, lo que hacía que los demás tuvieran dificultades para mantener los ojos abiertos. Su sencilla túnica blanca era exquisita con sus fluidos e intrincados bordados de plata.

Aunque era tan simple y natural, había despertado la admiración de todos.

Séptimo Príncipe, Tuoba Yu. Li Wei Yang frunció el ceño, incluso él vino...

Cuando Tuoba Yu entró por las puertas, miró directamente a Li Wei Yang. Tal vez desde la primera vez que se conocieron, cuando ella había maquinado contra esa familia con una actuación, le pareció un poco irónica, por no decir risible. Y hasta ahora, podía reconocerla fácilmente entre la multitud de jovencitas allí reunidas.

A pesar de que se había puesto una hermosa ropa de seda, su rostro era más limpio y claro, e incluso con su engañosa y brillante sonrisa, él podía reconocerla incluso con una sola mirada. Era, en efecto, la niña que había soltado intencionadamente a los cerdos y que luego se lamentaba y lloraba lastimosamente junto al pozo. Además, le había evitado deliberadamente en la tetería.

Sin embargo, al mirarla ahora, parecía mucho más hermosa que antes.

Al fin y al cabo, eran las ropas de seda las que hacían bella a una persona. Los labios de Tuoba Yu se curvaron ligeramente mientras miraba a la qianjin Xiaojies con los ojos muy abiertos. 

Este Séptimo Príncipe era conocido como el miembro más guapo de la familia imperial, y por supuesto, también era conocido por ser bastante frío e indiferente.

San Huangzi Tuoba Zhen sonrió.

"Séptimo hermano"

La brillante sonrisa en el rostro de Tuoba Yu parecía tensa.

"Tercer hermano"

Dos apuestos príncipes imperiales de la familia imperial en un mismo lugar era ciertamente un espectáculo agradable de contemplar. Li Wei Yang sonrió. ¿Quién habría pensado que estos dos eran realmente enemigos jurados de toda la vida? Los hermanos de la familia imperial no podían evitar la inevitable lucha por el trono. Mirando hacia atrás, antes sólo había pensado en el bien de Tuoba Zhen y siempre había considerado a Tuoba Yu como su enemigo jurado. Ahora, parecía que este sentimiento había cambiado.

En lugar de permitir que Tuoba Zhen subiera al trono como Emperador, Li Wei Yang haría de buena gana que Tuoba Yu fuera el vencedor final.

El Quinto Príncipe Tuoba Rui estaba evidentemente sorprendido: "Incluso el Séptimo Hermano ha venido hoy aquí también".

La mirada de Tuoba Yu pareció barrer a Li Wei Yang: 

"El Primer Ministro ha celebrado un banquete para su querida hija, sin duda debo venir a celebrarlo"

En realidad, había estado en el palacio de su madre imperial cuando alguien sacó a relucir el hecho de que Bixia había otorgado el título de Xianzhu a alguien. Esa persona resultó ser Li Wei Yang, una concubina hija de Li Xiao Ran. Las sirvientas de palacio cotilleaban en voz baja sobre esta San Xiaojie que había crecido en una pequeña aldea no muy lejos de Ping Cheng.

Una vez que escuchó el nombre, Tuoba Yu no pudo entender por qué pensó en esos ojos claros y oscuros. Salió del palacio, y cuando se dio cuenta, el coche de caballos ya había llegado a las puertas de la residencia del Primer Ministro.

Su intuición le decía que la chica que había visto en aquella tetería debía ser Li Wei Yang. Quiso venir a confirmarlo y al final confirmó sus sospechas.

El rostro de Li Xiao Ran se iluminó. Sólo envió las invitaciones por cortesía. ¿Quién iba a pensar que llegarían de repente tres invitados de honor? Era suficiente para mostrar el alcance de su autoridad e influencia en la corte imperial... Con una brillante sonrisa, levantó su copa de vino: 

"Agradezco a los tres príncipes que han venido, permítanme ofrecer el primer brindis"

El Séptimo Príncipe había aparecido de repente. Además, el anfitrión del banquete estaba de buen humor, mejorando el ambiente general del banquete, por lo que los invitados comenzaron a intercambiar brindis entre ellos.

Tuoba Zhen se levantó.

"Primer Ministro, el príncipe heredero está preocupado por asuntos oficiales y no pudo venir personalmente. Sin embargo, me ha hecho traer un regalo en su lugar"

Li Xiao Ran sonrió.

"El príncipe heredero es realmente considerado"

Tuoba Zhen ordenó que se abriera una caja cubierta de seda para revelar su contenido. Inmediatamente, todos se deshicieron en elogios. Resultó que dentro había un hermoso pavo real dorado. Sus plumas, de frágil seda dorada, temblaban al viento como si fueran plumas de verdad. Sus ojos eran un par de esmeraldas del tamaño de un grano de arroz que brillaban misteriosamente a la luz de las velas. La cola del pavo real estaba incrustada con coloridas y preciosas piedras preciosas, hábilmente ensambladas para que tuvieran un efecto de arco iris a la luz. Era, sin duda, un raro tesoro para contemplar.

Tal regalo parecía muy valioso y suficiente para que los demás vieran que el Príncipe Heredero respetaba a este Xianzhu, o más bien, era que se daba cuenta de que Li Wei Yang estaba hecho Xianzhu.

Li Wei Yang mantuvo una sonrisa neutra en su rostro y aceptó la caja de seda.

Tuoba Zhen la miraba fijamente cuando vislumbró vagamente una mueca de desprecio en sus labios, pero fue como una débil impresión y desapareció rápidamente.

En ese momento, Li Min De entró corriendo con la respiración agitada. Su mirada se desplazó de un lado a otro hasta encontrar a Li Wei Yang. Su forma ya no era tensa y rápidamente llegó a su lado. Cuando vio a Tuoba Zhen de pie, no muy lejos de ella, su mirada pareció volverse hostil mientras miraba fijamente a Tuoba Zhen.

Tuoba Zhen sintió una extraña mirada clavada en él e instintivamente se dio la vuelta para ver a un joven con un rostro extrañamente bello allí de pie.

Era... el joven Shaoye que San fang había adoptado. Tuoba Zhen no pensó mucho en el pequeño, pero inconscientemente volvió a mirar al niño unas cuantas veces más. Aparte de su aspecto único y extraordinario, los ojos vivos del niño parecían albergar una animosidad oculta.

¿Animidad? ¿Animidad hacia él? No recordaba haber ofendido al niño de ninguna manera.

Con la intención de tomarse la mirada del niño a la ligera, pensó que podría descartarla, pero la mirada de Li Min De era bastante inusual. Inconscientemente le hizo sentirse incómodo.

Hizo lo que pudo para evitar esa mirada y se dio la vuelta para volver a su asiento. Un tiempo después, sintió que la inquietante mirada le abandonaba por fin.

Li Wei Yang vio el sudor en la frente de Li Min De y preguntó con curiosidad.

"¿Pasa algo malo? ¿Por qué estás cubierto de sudor?"

Una extraña luz apareció en los ojos de Li Min De.

"Nada. Fui a los jardines de flores a buscarte, pero no te encontré"

La mirada de Li Wei Yang se posó en la túnica bordada en oro de Li Min De, una pequeña mancha en particular, y se preocupó ligeramente: 

"¿Te has caído?"

Li Min De sonrió alegremente.

"En absoluto"

Al mismo tiempo, una extraña niebla parecía cubrir sus ojos, lo que no encajaba en absoluto con alguien de su edad.

Li Wei Yang se sintió aún más perpleja. Nunca había visto a este niño mostrar una expresión así. Tal vez acababa de escuchar algo, pero aun así, eso no explicaba de dónde venía la mancha.

"Min De" Dijo suavemente.

El contorno de la boca de Li Min De era extraordinariamente hermoso. Sus labios se curvaban ligeramente hacia arriba. Cuando no sonreía, parecía haber una luz vagamente cruel y malvada: 

"Sanjie, antes conocí a una persona muy extraña..."

¿Una persona muy extraña? Li Wei Yang se quedó perpleja por sus palabras. Cuando estaba a punto de preguntarle, Li Min De cambió de tema. Sus ojos eran inocentes y claros como el día mientras le ofrecía un tazón de sopa de pera: "No hablemos más. Toma, prueba esto, está muy bueno".

Li Wei Yang recordó que quedaban asuntos más importantes. Por eso, esta vez lo dejó pasar tranquilamente.

En ese momento, San Furen miró en dirección a Li Wei Yang. Intercambiaron una sonrisa, comprendiendo plenamente las intenciones del otro.

Después de una taza de té, un grito aterrador sonó de repente, asustando a todos.

El rostro de Li Xiao Ran se volvió solemne. Estaba a punto de ordenar a alguien que fuera a ver qué había pasado cuando vio a Da Xiaojie, de la familia Wang, con autoridad militar, con el rostro sin color, apoyada en una joven doncella como si estuviera a punto de desmayarse.

Da Furen la vio e inmediatamente frunció el ceño: 

"Wang Xiaojie, ¿qué pasa?"

Wang Xiaojie soltó un grito, temblando de pies a cabeza mientras su rostro se volvía blanco pálido, incapaz de decir una palabra.

Wang Furen se levantó. Sólo era una madrastra y ver a una hija, que no era de su sangre, causaba problemas en un banquete. Dijo con severidad

"Eres una Xiaojie de una casa prestigiosa, y sin embargo no tienes modales adecuados en absoluto. Vete rápido"

Fue entonces cuando Wang Xiaojie se derrumbó repentinamente y sollozó: 

"Madre, no tiene nada que ver conmigo, pero... pero hace un momento, cuando salí para estar a solas con mis pensamientos, vi... ¡Vi a una persona muerta colgada de un árbol!"

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