Viernes, 11 de Junio del 2021

Jin Xiu Wei Yang  20

Belleza arruinada

"¡¿Qué has dicho?!" 

Li Xiao Ran estaba sorprendida.

La cara de Li Wei Yang estaba sonrosada, sus ojos claros. 

"Padre, vi a San di jugando en el jardín de flores. Después, fue recogido por San furen. Incluso le cogí de la mano y le regañé, diciéndole que no paraba de correr por todas partes hasta el punto de perder un zapato y no saber dónde lo había perdido"

Como si acabara de darse cuenta del par de zapatos perdido, sonrió felizmente. 

"Aiya, ¿así que aquí es donde ha estado? San di es tan travieso que juega cerca del agua y se moja los zapatos"

Al darse cuenta de que había exagerado antes, Li Xiao Ran se relajó mucho más, pero entonces sus cejas se fruncieron. 

"¿Por qué has venido a Nan Yuan?"

Li Wei Yang sonrió. 

"Padre, lao furen dijo que tenía demasiada gente en mi patio. Hoy, he seguido las instrucciones de lao furen para elegir a unos cuantos sirvientes de la Sala Hui Chun. Cuando pasé por Nan Yuan, había muchos sirvientes rodeando el exterior. Alguien dijo que tanto madre como padre estaban presentes aquí, así que vine a darles mis saludos"

Li Xiao Ran se puso rígida mientras que la expresión de Da furen se había vuelto frígida.

"¿Has elegido alguno?" Preguntó Li Xiao Ran.

La expresión de Li Wei Yang era una mezcla de miedo y felicidad. 

"La mayordoma mumu dijo que había preparado cinco sirvientes para mí y que podía elegir tres de los cinco. Pero todos me parecían buenos, así que iba a acudir a Lao Furen para que me ayudara a tomar una decisión"

Wei Yang había regresado recientemente a la finca, elegir a unos cuantos sirvientes para ayudar era algo comprensible. Pero, ¿por qué Hua Mei dijo que Wei Yang había ido a visitar a Qi yiniang? Li Xiao Ran recordó la grulla blanca que no existía y la reticencia de Hua Mei a hablar. Inmediatamente llegó a la conclusión de que se trataba de un plan para dañar su relación padre-hija. Su intensa mirada se dirigió a Da furen.

Da furen pensaba que definitivamente había subestimado a Li Wei Yang. Primero, la grulla blanca no se encontraba en ninguna parte. Luego, Qi yiniang seguía vivo. Además, San shaoye, que se suponía muerta, también estaba viva. Todo esto demostraba que Li Wei Yang era la razón por la que esos dos seguían vivos. Y la única evidencia que quedaba era...

Sin dar a Da furen la oportunidad de hablar, Li Wei Yang exclamó horrorizada. 

"Aiya, ¿qué le ha pasado a Wu mei? ¿Las heridas de su cara son tan graves?"

Da furen se burló. 

"¡Quién sabe por qué se cayó de repente al agua y se hizo esa herida!"

Li Wei Yang parecía realmente sorprendido. 

"Ahora mismo, Wu mei-"

Precisamente en ese momento, Li Chang Xi se revolvió.

La sirvienta que estaba a su lado gritó emocionada: 

"¡Wu xiaojie se ha despertado!"

Li Chang Xi se incorporó. Instintivamente se tocó la cara pero vio que su mano estaba manchada de mucha sangre. 

"¡¿Qué me pasa en la cara?! Madre, ¿qué me pasa en la cara?", exclamó aterrada.

Con voz lastimera, Da furen le explicó: 

"Chang Xi, tienes la cara herida. No la toques más. Ya he dado instrucciones para que alguien vaya a buscar al médico. Quédate quieta y descansa"

Li Chang Xi se dio cuenta de que Li Wei Yang estaba a su lado. Se levantó bruscamente. 

"¡Estrella de la mala suerte! ¡Todo es culpa tuya! Tú has hecho que me ponga así"

 Li Chang Xi jadeó con fuerza, apuntando con el dedo a la nariz de Li Wei Yang.

"Wu mei, ¿qué te pasa?" 

Li Wei Yang estaba aturdida. 

"¿Quién te ha molestado tanto?"

"¡¿No lo sabes?! ¡Ja! ¡Eres un monstruo malvado! Si no es por tu maldito destino, ¡¿cómo es posible que haya caído al agua de la nada?!"

Li Wei Yang la miró con indiferencia. 

"Wu meimei, deberías tener cuidado con lo que dices. Aunque nací en febrero, hasta ahora tanto la madre como el padre siguen gozando de buena salud. Si dices algo así, ¡es obvio que no das la cara a madre y padre!"

Li Wei Yang no utilizó ninguna palabra amenazante, pero aun así enfureció a Li Chang Xi hasta el punto de la locura. Después de escuchar esas palabras, la iracunda Li Chang Xi quiso empujar a Li Wei Yang mientras gritaba: 

"¡Eres un desvergonzado! ¿Me haces esto y te atreves a decir que no tienes nada que ver con esto?"

Qi yiniang entró en pánico. Lo único que quería hacer era precipitarse y proteger a su hija, pero en ese momento, Cui'er la apartó de su lado. Fue entonces cuando se aclaró. Debido a su baja condición, no podía hacer algo así.

Mientras tanto, la boca de Li Wei Yang se movió ligeramente. El intento de dañar había fracasado, en lugar de eso terminó arruinando su propia belleza y, sin embargo, no tenía ni una pizca de arrepentimiento. ¿Creía que todos los demás estaban muertos? Como era de esperar, antes de que Li Chang Xi pudiera ponerle un dedo encima a Wei Yang, fue detenida por los mumus y las sirvientas que estaban a su lado.

"¡Cállate! Con este comportamiento, ¿todavía se te puede llamar xiaojie?"

Li Xiao Ran respiraba con dificultad mientras señalaba a Li Chang Xi.

Li Chang Xi forcejeó y gritó: 

"¡Padre, mi cara se ha estropeado! ¿No ves que todo es por culpa de esa estrella de la mala suerte, que me ha maldecido? Me ha puesto en este estado. ¡Padre, échala de la finca, échala!"

Li Xiao Ran se puso rígida.

Li Wei Yang respondió despreocupadamente: 

"Wu meimei tiene razón. Es decisión de padre cómo manejar los asuntos. Si hay algo que quieres decir, dilo con claridad. Gritar y vociferar así, es hacer que padre pierda la cara"

Incapaz de liberarse del agarre de los sirvientes, sólo pudo gritar con rabia a Li Wei Yang. 

"¡Maldito desgraciado! No pienses tan bien de ti mismo. ¡No eres más que una persona de bajo estatus! Monstruo malvado"

Li Wei Yang se rió fríamente por dentro. Aunque Li Chang Xi era amenazante, seguía siendo una chica joven. Eligiendo este momento para lanzar imprudentemente un berrinche, lo único que está haciendo es que Li Xiao Ran pierda la paciencia. Li Xiao Ran era una persona que ponía mucho énfasis en las reglas y el estatus. Ahora mismo, Li Chang Xi no parecía la hija del primer ministro, sino una mujer mezquina y ruidosa.

Así que Li Wei Yang se limitó a mirar a Li Xiao Ran con tristeza. 

"Padre, todo lo que Wei Yang ha hecho ha sido ir a elegir a unos cuantos sirvientes. Wu meimei cayó al agua es porque su bazi (ocho caracteres) es débil y ofendió al fantasma del agua. Sin embargo, ella sigue diciendo que es porque la he maldecido. ¡¿Dónde la maldije?!"

Había un significado más profundo en sus palabras. Tenía a su padre, a su madre e incluso a su madre biológica. Ninguno de ellos había sido "maldecido", pero ¿tenía tiempo para ir a "maldecir" a una hermanastra con la que no tenía ninguna relación?

En realidad, la culpa era de Da furen que no había pensado en el hecho de que Li Wei Yang se había protegido de Da furen. En primer lugar, Wei Yang fue a Nan Yuan antes de lo previsto para rescatar a Qi yiniang. Si no lo hubiera hecho, todo eso de "maldecir a la madre biológica" se habría hecho realidad. Ella habría involucrado accidentalmente a Li Min De y causado su muerte también. Si todo esto sucediera, Li Xiao Ran no tendría otra opción que castigar a Li Wei Yang. Pero ahora mismo, Li Chang Xi estaba culpando a Li Wei Yang por hacerla caer al agua cuando en realidad, ella misma había caído. Fue realmente demasiado contundente, quizá incluso intencionadamente.

Da furen comprendió en silencio que el valor de Li Chang Xi había terminado aquí. La hija de una concubina con la cara arruinada no tenía ningún valor. Por no hablar de que estaba mostrando su mezquindad y estrechez de miras delante de todos. ¡Todo estaba hecho! Sin embargo, Da furen no tenía intención de intervenir para mediar. Al fin y al cabo, Li Chang Xi no era más que un peón en su partida de ajedrez. Incluso en el momento más importante, podía ser fácilmente eliminada. Por lo tanto, Da furen permaneció en silencio, pero su rostro había decaído, sus ojos fríos miraban fijamente a Li Wei Yang.

Como era de esperar, Li Xiao Ran con su expresión gélida miró a Li Chang Xi. 

"¡Cállate para mí! ¡¿Ya no necesitas tu estima?!"

"Padre, ella me hizo caer al agua. . y mi cara... ¡mi cara está completamente destrozada!" 

Li Chang Xi siguió gritando a todo pulmón.

Había hielo en la mirada de Li Xiao Ran. Gritó con fuerza: 

"¡Buscaré al mejor médico para curarte, pero no quiero oírte repetir ni una sola palabra más!"

Li Chang Xi hizo acopio de fuerzas para luchar, pero los sirvientes la sujetaron con fuerza. Sus ojos se enrojecieron, parecía que quería picar la carne de Li Wei Yang.

¿El mejor médico? 

Li Wei Yang se rió en secreto. La cicatriz era su gran regalo para Li Chang Xi. Aunque el famoso doctor Hua Tuo resucitara, no podría curarla por completo.

Sus ojos se desviaron hacia Da furen.

¡El siguiente, es tu turno!

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