Al contrario de las duras palabras, sus manos eran suaves, como si estuviera acariciando a su amante. La brecha era lo suficientemente repugnante como para hacerla estremecer.
"Lucharás y forcejearás, pero no te saldrás de debajo de mÃ. Está resbaladizo porque alguien echa jabón en la bañera sin pensar. Entonces, si te rompes un dedo, serÃa un gran problema... Supongo que tendré que doblar tus brazos detrás de la espalda y sujetarlo. Es todo para ti. Lo sabes, ¿verdad?"
"...."
"Entonces, te voy a agarrar de la cintura. Voy a tirar de tu culo hacia mà y a meter la cosa que te enseñé hace unos dÃas en el apretado agujero"
Ya no sonrió.
A pesar de que Sally se encontró con su mirada seria con desprecio, Winston sólo exhaló con dureza, aún más excitado.
"...Entonces, lo sabrás"
El dorso de su mano, que bajó por la superficie del agua hasta su costado, acarició la cadera de Sally.
"¿Está el interior de tu estómago tan caliente como este agua...?"
La mano de él se deslizó por el hueco de la rodilla de ella cuando la levantó.
Cuando estaba a punto de tocar su lugar secreto, ella le dio una patada a la mano con el pie. Por alguna razón, apartó suavemente la mano. Cerrando los ojos, Winston respiró profundamente y dijo con una voz profundamente inmersa en la supresión de sus crueles deseos.
"Pero, estoy haciendo todo lo posible para soportar lo que quiero hacer... Eres un buen chico"
Sally reprimió la risa para no estallar.
¿A esto se le llama aguantar...? ¿TenÃa que repasar el diccionario y enseñarle la definición de 'aguantar'?
"¿Puedo ser sincera con usted, capitán?"
Winston asintió con la cabeza, aún cerrando los ojos. Sally se mordió el labio seco al ver eso antes de pronunciar unas palabras contundentes.
"Estoy decepcionada con el Capitán"
Para ser sincera, no se habrÃa sentido decepcionada con él, ya que, después de todo, no tenÃa expectativas. El único momento en que se sentÃa decepcionada por el enemigo era cuando éste no estaba a la altura de sus expectativas.
"Pensé que el Capitán era un hombre que no harÃa cosas tan terribles como atacarme"
Al menos, esto era cierto.
"Además, pronto estará comprometido con la Gran Dama"
Los esponsales de Winston con la Gran Dama eran ahora de suma importancia. Asà que, para decirle que se recomponga, mencionó a la Gran Dama. Sin embargo, él sólo respiraba con dificultad, como si no pudiera oÃr bien.
"Aunque, ¿por qué me haces esto?"
Levantó lentamente los párpados y miró fijamente a Sally. Las extrañas palabras se deslizaron entre sus labios, separados tan lentamente como sus párpados.
"¿Tienes curiosidad?"
"SÃ"
"Responde tú"
"¿SÃ...?"
"Yo también tengo curiosidad"
Entonces, Leon habló de lo que habÃa sucedido en el hotel Winsford unas horas antes. Compró una mujer con una onda similar a la de ella.
El desprecio se hizo más fuerte en los ojos de la criada cuando escuchó la historia de su fracaso, en la que no pudo excitarse cuando la desnudó y le puso sangre en los labios. Fue aún más difÃcil contener su furia.
"Ja... Esta mierda me molesta tanto como a ti. No me interesaba la promiscuidad de tener sexo, pero cada vez que te veo estos dÃas, me interesa y me molesta"
"...."
"Entonces, contesta tú"
"...."
"Sally, ¿por qué está ahà solo para ti?"
En los ojos de Sally, cuando estaba a punto de preguntarle por qué le preguntaba eso, su ira comenzó a hervir más allá del desprecio. Fue porque Winston levantó su mano, que habÃa estado fuera de la bañera todo el tiempo, frente a ella.
"¿Por qué...?"
En la punta de sus afilados y bien cuidados dedos, estaba la bombilla blanca que ella se habÃa quitado.
"...Sólo me corrà contigo?"
Winston dejó caer la ropa interior empapada de lechita sobre su regazo color melocotón. El fluido corporal que contenÃa su ardiente temperatura corporal era pegajoso en su piel. Aunque estaba asqueada y querÃa guardarlo de inmediato, no podÃa.
Sally no podÃa apartar los ojos del hombre, que se levantó lentamente.
Al contrario de lo que ella esperaba que fuera atacada ya, él se ajustó pulcramente su traje y se dirigió hacia la puerta.
"Esta es mi intuición..."
Winston giró repentinamente su cuerpo y miró a Sally mientras ésta le dirigÃa una aguda mirada hacia la parte de su camisa que estaba tan rÃgida que parecÃa a punto de reventar.
"Creo que sabes la respuesta"
Era notorio por sus instintos animales asà como por sus crueles métodos de tortura. Y, la notoriedad no estaba mal.
Porque Sally sabÃa la respuesta.
Mientras contenÃa la respiración, Winston arrugó los ojos hacia ella.
"Pero, ¿por qué no llevas las medias que te compré?"
Le arrancó las medias baratas y las tiró a la basura antes de salir por la puerta como si no hubiera pasado nada. Sólo cuando la puerta se cerró de golpe, Sally dejó escapar un suspiro pausado y se alborotó el pelo mojado.
'Prefiero que me despidan de inmediato'
º º º
'...Esto es una tortura'
Sally suspiró mientras desempolvaba el libro de la estanterÃa.
La tortura no era sólo infligir dolor fÃsico, también era una auténtica tortura mental a la que Winston la llevaba cada dÃa.
"Creo que sabes la respuesta"
La iban a pillar pronto... Y, si la pillaban, se acabarÃa todo.
Cuando descubrió su verdadera identidad, Winston no la habrÃa matado maravillosamente porque Sally conocÃa bien a los dirigentes. UtilizarÃa todo tipo de torturas atroces para sacar información clave sobre la fortaleza y el liderazgo del ejército revolucionario.
'Entonces, no soy la única que está en riesgo'
No era el momento de quedarse quieta y hablar de su responsabilidad como espÃa, ya que Fred ocuparÃa su puesto. Aunque todavÃa era incierto, ¿no estaba todo el mundo obligado a crecer a través de una tarea de enormes proporciones...?
Entonces, ella podrÃa decirle a la jefa de la limpieza ahora mismo que renunciarÃa y empacarÃa sus cosas, pero no era tan simple. DeberÃa ser despedida, no renunciar. Si volvÃa como estaba, entonces recibirÃa crÃticas de la alta dirección.
Sally odiaba escuchar la decepción de Jimmy.
Fingir que estaba despedida no funcionarÃa porque Fred o Peter podrÃan contarlo. En consecuencia, si fingÃa que estaba intentando la nueva misión de convertirse en la amante de Winston, no habrÃa nada que decir si la despedÃan.
Tras muchas deliberaciones, la primera estrategia que se le ocurrió a Sally fue "cómo ser despedida".
-Conseguir que los cotilleos sobre Winston y ella llegaran a los oÃdos de Madam Winston.
"Señorita Bristol"
Y, no serÃa tan difÃcil.
Winston se acercó por detrás de ella, de pie en la escalera baja. Estaba tan cerca que ella podÃa sentir su aliento en la nuca.
"Es bueno"
"¿Qué?"
Sally apretó las piernas cuando la mano de él se deslizó entre las suyas y recorrió sus pantorrillas.
"Lo compré para ti"
Las yemas de sus dedos se deslizaron sobre las suaves medias de seda. Normalmente, era natural que se deslizara hacia abajo, pero su mano se deslizó hacia arriba.
Llevar las medias que habÃa comprado formaba parte del plan de "ser despedido". Ya se esperaba que él le pusiera las manos encima, aunque ella no podÃa tolerar que metiera los dedos más allá de la banda de las medias y bajo los cordones de su liguero.
"¿Qué está haciendo, capitán?"
"Registro corporal por posesión ilegal de armas"
"¿No se llevó el capitán el arma ilegal?"
"¿De verdad?"
"Está en el cajón del escritorio"
"¿Sabe...? Aunque, ¿por qué no se la llevó?"
"Dijo que fue confiscada"
"Eres inteligente"
Era una voz que lamentaba profundamente ser dicha como un cumplido. Su mano, que andaba a tientas alrededor de sus muslos mientras buscaba su pistola, que se suponÃa que estaba allÃ, pronto se deshizo.
"¿Supongo que tu prometido te ha salvado de nuevo?"
"Parece que estaba esperando que volviera a infringir la ley"
Como de todos modos querÃa que la despidieran, Sally dejó de jugar a la criada dócil.
Su aliento le rozó la nuca.
"Sally, como alguien que se preocupa por ti, te daré un consejo. Será mejor que no te cases con un tipo tan malo"
Que el segundo tipo más malo del Reino, Winston, dijera algo asÃ... No habÃa tal contradicción. Sin embargo, ni siquiera podÃa decir que estaba completamente equivocado porque era difÃcil llamar a un hombre bueno cuando intentaba convertir a su prometida en la amante del enemigo.
"Sally"
Si se iba de aquÃ, no volverÃa a usar el seudónimo "Sally". En ese momento, Winston la llamarÃa tan a menudo que si ella escuchaba el nombre 'Sally', también le vendrÃa a la mente su sonrisa y podrÃa tener un ataque de nervios.
"¿Por qué?"
"Una cosa..."
En el momento en que habló, alguien llamó a la puerta del despacho.
"Entra"
Winston ordenó a Sally que se quedara quieta. La puerta se abrió, pero en lugar de entrar pasos, sólo se oyó una voz ronca.
"Eh... Capitán, volveré más tarde"
Sin mirar atrás, supo que el dueño de la voz era el teniente Campbell. ParecÃa un poco perplejo al ver que su superior se divertÃa en secreto con la criada.
Sally finalmente consiguió lo que querÃa, pero por desgracia, los rumores no se extendieron a la mansión porque el teniente era un soldado. Tuvo que ser sorprendida por un empleado de la mansión con la boca ligera para que se corriera la voz.
"¿Es urgente?"
"No es asÃ. Sin embargo, tenemos nueva información respecto a Jonathan Riddle Jr. y querÃamos informarla"
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