Lo único que Winston ofreció amablemente a Sally fue el par de medias.
'...Muy bien, ¿qué estaba haciendo este manÃaco?'
"Vamos, vÃstete"
Diciendo esto, sonrió como si deseara un cumplido mientras movÃa las finas medias juguetonamente frente a los ojos de Sally.
"O, ¿la visto yo, noble señorita Bristol?"
"Capitán, por favor. Lo siento mucho"
Mientras ella suplicaba, él sonrió y colgó las medias sobre su chaqueta. Sally subió sus rodillas y las envolvió alrededor de sà misma, encorvando aún más su cuerpo.
Aunque estaba en el agua caliente, tenÃa las manos y los pies congelados. Se debÃa a la impotencia. Era la peor situación. No podÃa huir porque estaba desnuda. Además, era fatal tener una pelea desnuda. TenÃa que luchar dejando al descubierto los puntos vitales de su cuerpo.
Sally se sentÃa como un pez en la pecera de Winston. Qué estúpido fue que ella misma saltara a la pecera... Él la sacarÃa en un suspiro, la pondrÃa en una tabla de cortar y la devorarÃa con avidez...
"Capitán, por favor, déjeme ir. No volveré a usar el baño"
"Hmm"
Winston respondió con una sonrisa sólo en los labios. Sus ojos eran los de un león con una presa apetitosa delante de él.
"¿Puedes avisarme con antelación en su lugar? Llegaré antes"
Se desabrochó la camisa y retiró los puños de las mangas hasta dejar a la vista las prominentes curvas de su pecho. Las mangas se remangaron lentamente por debajo del codo, dejando al descubierto el suave antebrazo. Las sombras oscuras se tiñeron verticalmente debido a sus músculos claramente divididos.
Sus músculos no eran los únicos sólidos allÃ. Mientras miraba el cuerpo expuesto, se acercó el temor de tener que luchar con un hombre fuerte con sus propias manos.
Sally recordó en su cabeza las diversas técnicas de defensa personal que habÃa aprendido y utilizado.
... Evitemos lo peor. Pero, ¿qué era peor: ser obligada a acostarse con esa persona o usar sus habilidades de autodefensa demasiado bien para ser descubierta como espÃa?
"Puedo darte un lavado especial. Eso es factible para la señorita Bristol, que está sufriendo por mÃ"
'Estoy sufriendo por mi, no por ti'
Sally se mordió el labio mientras lloraba. Se estaba poniendo cada vez peor.
Normalmente, Winston se mostraba ligero y sarcástico cuando algo le ofendÃa, aunque ahora, sus acciones y palabras ligeras no eran nada sarcásticas. En realidad se regocijaba como un niño que ha recibido su regalo de Navidad ocho meses antes. Eso significaba que no funcionarÃa nada parecido a una disculpa desesperada.
Además, a diferencia de la parte superior del cuerpo de Winston, que se remangaba tranquilamente la manga opuesta, la parte inferior del cuerpo parecÃa impaciente porque la parte delantera del pantalón ya se levantaba como si estuviera a punto de rasgarse.
'Ese cabrón que se pone a cazar todo el tiempo...'
"¡Jesús!"
Tras doblar las mangas, su mano se dirigió al cinturón de cuero negro.
"¡Por favor, no te lo quites!"
"¿Quieres que entre vestida?"
Ladeó la cabeza hacia Sally como si estuviera diciendo algo extraño.
"Estás desnuda, pero si estoy vestida, es una gran falta de respeto"
Su mano desabrochó la hebilla del cinturón y se desabrochó los pantalones de inmediato. Aquel cabrón sà que estaba pensando en meterse en la bañera.
"¡Kyaaak!"
Mientras se agarraba los pantalones y los calzoncillos y los bajaba, Sally apretó los ojos y gritó.
Cuando el sonido de sus pasos se acercó junto con el de las risas, se agachó más al sentir un movimiento justo al lado de la bañera. Se oyó el sonido sordo de algo pesado que caÃa sobre la alfombra junto a la bañera. Al mismo tiempo, se oyó un fuerte tintineo de la hebilla del cinturón.
Se quitó la ropa de verdad. ¿Y si se metÃa en la bañera...? Aunque Sally sabÃa que no era el momento de taparse los ojos, no querÃa abrirlos para ver el cuerpo desnudo de esa persona.
Enterrando la cara entre las rodillas y acurrucada cuando el dedo le tocó el lóbulo de la oreja, sacudió la cabeza con asombro. Y entonces, otra sonrisa de satisfacción pasó por sus oÃdos.
"No me lo he quitado. Abre los ojos"
Abrió lentamente los ojos y miró para ver que Winston estaba realmente vestido. La ira siguió inmediatamente al alivio. Se burlaba de la gente actuando como si estuviera a punto de atacar. Era una broma muy pesada.
Aun asÃ, el enfado pronto dio paso a la vergüenza. Winston se sentó en la alfombra del suelo con un codo apoyado en la bañera. La cara de Sally se convirtió en contemplación al recordar tardÃamente lo que habÃa en la alfombra.
'¡Mi ropa interior...!'
Asomando la cabeza, miró la alfombra, con el cuerpo aún acurrucado.
'...Maldito seas, pervertido bastardo'
Winston tenÃa en la mano contraria la prenda que ella habÃa dejado en la alfombra. No parecÃa tener ninguna intención de ocultar la parte delantera de sus pantalones.
"¡Ack!"
Un dedo que habÃa sido colocado sobre el borde de la bañera pinchó la mejilla de Sally.
"¿Te has aplicado la medicina que te di?"
preguntó Sally con voz vigilante, esquivando hacia la pared.
"Capitán, ¿está usted borracho?"
De nuevo, el olor a alcohol fuerte se desprendÃa de él mientras sonreÃa.
"No te preocupes. Estoy lo suficientemente bien como para no hacer nada de lo que me arrepienta cuando me despierte mañana por la mañana"
Winston apoyó los codos en el borde de la bañera y apoyó la barbilla en los nudillos levantados. El viento soplaba mientras acercaba su rostro. SentÃa que iba a estirar la mano y arrebatarle el cuerpo en cualquier momento. Incluso el parpadeo de sus ojos la ponÃa nerviosa.
"Sólo quiero charlar. Hace unos dÃas que no nos vemos, ¿no?"
¿Acaso pensaba que eran amantes que no podÃan vivir sin verse ni siquiera un dÃa?
Sally pensó que sólo iba a vivir sin verle a él. Y luego, charlar con la mujer desnuda metida en la bañera...
Era una mentira descarada.
"Si necesitas un informe, no pasó nada durante esos dÃas en los que no estuviste"
Aunque reprimió sus sentimientos internos, un viento frÃo salió de su voz. No debÃa mostrar su hostilidad hacia él. Sally siempre tenÃa que fingir que era una criada complaciente y buena, pero él estaba poniendo a prueba su paciencia con tenacidad.
Sally se aclaró la garganta y añadió palabras amables.
"No se preocupe, capitán"
"¿De verdad? Entonces, ¿por qué fuiste a Winsford hace unos dÃas?"
"...¿Si?"
¿Cómo sabÃa él dónde estaba ella hace unos dÃas? ¿Pasó por allÃ? ¿Tal vez, fue por el arma que la hizo seguir? Aun asÃ, nadie la siguió hasta el callejón de camino a casa.
"¿Me has visto?"
"SÃ"
"Pero, ¿por qué lo preguntas?"
"Fue bastante molesto. No puedo concentrarme en mi trabajo"
"¿Por qué interfiere eso en el trabajo del capitán? Si vas a una gran ciudad cuando te sientas agobiada, será un cambio de ritmo"
"Con tu prometido"
"¿Si...?"
"¿Ese cambio de ritmo es salir con tu prometido desnudo como ahora?"
"Mi prometido no está en Winsford"
"Entonces, ¿estás rodando fuera de Winsford?"
"...."
La criada miró fijamente al hombre que la insultaba. El lugar de la mujer era como una dama en un paÃs rústico. Se volvÃa más apetecible cuando esta mujer no conocÃa su lugar... Como ahora, que se habÃa apoderado de la bañera de su amo como criada.
"Entonces, ¿dónde está tu prometido?"
Sally miró a Winston con calma.
Winsford y prometido. ¿Por qué se preocupaba por cosas que no tenÃan nada que ver con él?
Jimmy creÃa que Winston la veÃa como una mujer, aunque Sally pensaba de otra manera... Para esa persona, sólo usaba su pañuelo para masturbarse, eso era todo.
Entonces, ¿eran preguntas capciosas?
"¿Vas a llamar a la policÃa por esa pistola?"
"Entonces, ¿vas a hacer todo para salvar a tu prometido?"
"No"
León no pudo contener la risa cuando la criada le negó las palabras en cuanto terminó de hablar. No era su intención, pero no creÃa que fuera capaz de amenazarla y hacer que abriera las piernas.
"¿Dice que está comprometida? Parece que iba a ser castigado, ¿asà que vas a dejarlo estar?"
"Tengo que cuidarme"
Por supuesto, estos comentarios sarcásticos no podÃan ser la sinceridad de Sally.
¿No era Jimmy su camarada de toda la vida? Fuera cual fuera el peligro al que se enfrentara, ella no se rendirÃa hasta el final y lo salvarÃa. Asà que esto era sólo una forma de evitar temas incómodos.
"Oh, ya veo"
...¿Funcionó?
Winston se rió para sà mismo y buscó su chaqueta. Rebuscando entre su ropa, encontró una cajita en la mano, antes de sacar un caramelo rojo de la caja y llevarlo a los labios de Sally.
"Lo he comprado pensando en ti"
Sorprendido, introdujo el caramelo entre los labios de ella, que habÃa abierto la boca sin darse cuenta. Sally arrugó el entrecejo mientras pasaba por reflejo el bulto por la lengua.
'Creo que está borracho...'
...para comprar un caramelo pensando en ella, que era algo que se decÃan los enamorados.
León miró fijamente a la mujer que chupaba caramelos mientras hinchaba una de sus mejillas, sin saber la espeluznante verdad que habÃa detrás de esas palabras. Si ponÃa su pinga en esa pequeña boca y empujaba, ¿se le hincharÃan asà las mejillas?
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