Hermano de al lado 50

Lunes, 08 de Mazo del 2021

Hermano de al lado, no duermas en mi cama 50

Xiong tai, por favor, cálmate

Nota Asure: Xiong tai significa 'hermano' pero se utiliza como apelativo amistoso para un 'hermano' que tiene la misma edad que el hablante 

Qiao Ting entró en el aula con su mochila a cuestas. Levantó la mirada y se encontró con Xu Chen.

En cuanto vio a Xu Chen, puso los ojos en blanco y dejó de mirarle hasta que estuvo sentada. 

Al verla deliberadamente indiferente, el rostro de Xu Chen se derrumbó.

Estos días, Qiao Ting se ha mostrado indiferente en la escuela, como si lo tratara como si fuera aire.

Sabía que ella tenía quejas contra él, pero no esperaba que durara tantos días, haciendo que su corazón estuviera ansiosamente a punto de estallar.

Cogió el lapicero y le dio dos puñetazos en la espalda.

"¡Liang Qiao Ting!"

Qiao Ting tiró de la silla hacia adelante, y casi se conectó a la mesa, apenas sosteniendo la mesa.

"¡Oye, tonto Liang!"

Qiao Ting bajó la cabeza y fingió estar ocupada, pero se negó a prestarle atención.

Estaba muy enfadada.

Pensando en que ella protegía a su perro y hacía que Bo Yun se rompiera la pierna, su padre realmente dijo ese tipo de comentario despiadado y dijo que nadie le pidió que protegiera al perro. Fue su comportamiento espontáneo, y todo estaba mal. La culpa es de ella.

Bueno, ¡ella estaba equivocada!

Ella sabía que ese era el resultado. Cuando estaba en el supermercado, debía tratarla como si no conociera a Xu Chen, no se burlara de su perro y no se preocupara por la vida y la muerte de su perro... Borra la siguiente frase y sigue cuidando de él. ¡Su perro vive, pero ella no volverá a hablar con Xu Chen!

De todos modos, a Bo Yun no le gusta verla hablar con Xu Chen. Bo Yun tiene razón y siempre la tendrá. ¿Por qué se burla de ella todo el tiempo? ¡Este chico apestoso!

Cuando entró el profesor, Xu Chen tuvo que guardar el bolígrafo.

"Hay un examen de inglés por la mañana", anunció el profesor.

Todos pusieron voz de sorpresa.

No se había avisado con antelación de la prueba y nadie se había preparado especialmente para ella, ni conocían el alcance del examen.

"Profesor, ¿por qué no ha dicho nada antes?" protestó alguien.

"Si se han estado preparando entre la semana, no tendrán miedo". Dijo el profesor con solemnidad.

Todo el mundo sabe la verdad, es lo mismo si no puedes hacerlo.

Hubo lamentos en el aula, y el profesor fingió no oírlos, y repartió las hojas de examen.

"Qiao Ting". Tian Tian, que estaba sentado frente a Qiao Ting, le dio la hoja de examen con una sonrisa.

Qiao Ting lo cogió, tomó uno y lo puso sobre la mesa, y cuando se lo devolvieron, lo puso directamente sobre la mesa de Xu Chen, haciendo que la mano de éste se detuviera en el aire avergonzado a punto de coger el papel de examen.

Terminó la hoja de examen con el estómago enfurruñado.

Después de todo el día, Qiao Ting seguía ignorándolo. Xu Chen estaba muy molesto, pero no pudo encontrar una oportunidad para hacer que se interesara por él. Hasta las dos últimas sesiones de educación física, el profesor asignó a Xu Chen, un alumno de guardia. Devolvieron el equipo, y Xu Chen declaró inmediatamente que había demasiado equipo, y que no podía terminarlo por sí mismo.

"¿Qué pasa con el otro estudiante de guardia?" El profesor miró a su alrededor.

"Profesor, estoy... ¡Ah!" Justo cuando otro estudiante de guardia, Shen Shangmeng, estaba a punto de levantar la mano, fue severamente pellizcado por Xu Chen, y gritó de dolor.

"Maestro, Shangmeng no se siente bien, creo que, la persona de guardia de ayer debería hacerlo". No esperó a que nadie reaccionara y señaló a Qiao Ting.

Qiao Ting lo miró sorprendida y Shen Shangmeng a un lado se señaló a sí mismo estúpidamente, pero cuando lo pensó, sería agradable fingir estar enfermo sin tener que mover el equipo de golf. No discutió que era muy fuerte, y suspiró. No hay problema en correr tres mil metros.

"De acuerdo, Qiao Ting, entonces acompaña a Xu Chen a trasladar el equipo de pelota de vuelta al almacén de deportes". El profesor asintió y aceptó.

Qiao Ting se mordió el labio, se levantó del césped del patio y se acercó a Xu Chen.

No dijo nada, sólo recogió el bate del suelo, se dio la vuelta y se dirigió al almacén de deportes.

Xu Chen se apresuró a lanzar las pelotas esparcidas por el suelo a la red de la portería, tiró de ellas con una mano y alcanzó a Qiao Ting.

"¿Por qué caminas tan rápido?" Aunque tuviera prisa, Xu Chen seguía siendo ese idiota. "Hay un dicho que dice que la mente es simple y los miembros están bien desarrollados, lo que significa que estoy hablando de ti".

Qiao Ting puso los ojos en blanco sin esconderse, acelerando sus pies.

"¡Tonta Liang!" Xu Chen la agarró del brazo.

"¡No me hables, idiota!" Qiao Ting se sacudió la mano y continuó.

"Llevas muchos días enfadada"

Qiao Ting giró la cabeza irritada: "¡No tienes conciencia como tu padre!".

"No me compares con mi padre, soy diferente a él"

"¿Cuál es la diferencia?" Qiao Ting preguntó enfadada: "Bo Yun se rompió el pie y tú no pediste perdón"

Xu Chen se enfadó después de escuchar esto, "¿Tienes la oportunidad de preguntar? Cuando te llamé, ¿me respondiste?"

Qiao Ting apretó los dientes y lo fulminó con la mirada: "Bien, entonces qué vas a decir, ¡dilo!"

Al verla con cara de estar a punto de pelear, el corazón de Xu Chen se sintió de repente agraviado.

"¡No quiero decir nada más!"

Llevó la bolsa y se alejó. Qiao Ting aceleró al verlo y pasó junto a él.

Xu Chen simplemente recogió la bolsa de bolas y trotó hacia Qiao Ting.

"¡Ja!" Qiao Ting resopló: "¿Quieres competir con el medallista de plata en el juego de carrera de la ciudad?"

Qiao Ting mostró su fuerza y superó rápidamente a Xu Chen.

Pero Xu Chen es un niño después de todo. Aunque sus nervios motrices no puedan convertirse en un concursante, no estará demasiado lejos de Qiao Ting. Qiao Ting llegó a la puerta del almacén deportivo. Tan pronto como abrió la puerta a bocanadas, Xu Chen la alcanzó.

Cerró la puerta detrás de Qiao Ting con un golpe, y la miró con rabia.

Qiao Ting le devolvió la mirada sin querer.

El pecho de Qiao Ting subía y bajaba violentamente, y las dos mejillas estaban sonrojadas, como dos melocotones, que eran realmente dulces y conmovedoras. Incluso los ojos redondos que le miraban fijamente eran tan inteligentes y encantadores, brillando con luz.

Al ver esto, Xu Chen tuvo un impulso y bajó la cabeza.

Los labios de Qiao Ting se pegaron a los suyos.

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